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Friday i´m in love - por Pato MenudencioR.+18
Web: http://menudencio.wordpress.com/
Susana esperaba. Cualquiera que la mirase a lo lejos no sospecharía nada. La tumba que estaba frente a ella era la de su marido; y las sillas vacías a su alrededor indicaban que el funeral había sido hace pocas horas. Para cualquiera que observase la escena era la imagen de una esposa devota asimilando la partida de su esposo.
Al rato alguien de negro se sienta a su lado. Abrigo negro, pantalones negros, un sombrero del mismo color que le tapa el rostro, lentes oscuros; todo el atuendo parece sacado de una mala película de espías. Durante mucho rato quedan en silencio mirando la tierra suelta de la tumba, son sólo dos personas despidiendo a un ser querido, y lo son.
—Susana— dijo el recién llegado rompiendo aquella tensión silente—, sé que no es el momento, pero no aguanto más, necesito que me des tu respuesta.
Susana trató de descifrar aquellos ojos que se escondían en las gafas, esos ojos que más de alguna vez vio brillar cuando sus cuerpos desnudos jugueteaban cuando su marido no estaba. De la primera vez habían pasado varios años, ya no son jóvenes, y las arrugas en sus caras lo reflejaban.
—Aún es muy pronto, ¿Qué va a pensar la gente? Acabo de enterrar a Rodrigo, tu hermano— esas palabras las dijo en cámara lenta y dando énfasis a cada sílaba, como quien dispara y no quiere dejar sobrevivientes—, aún lo quiero y sería traicionarlo.
—No seas ingenua, tú más que nadie sabía que las mujeres no eran del gusto de mi hermano. Apuesto que sólo te tocó para concebir a los niños ¿O me equivoco? ¿Acaso no te diste cuenta que él sabía lo nuestro? Incluso durante estos años parecía aliviado por que al menos uno de los dos podía ser feliz. Pobre Rodrigo, si se hubiese aceptado, su vida habría sido distinta.
—Ustedes dos eran tan diferentes— Susana suspiró y una leve sonrisa por fin se dibujó—, él tan correcto, tan culposo y tú, tan tú.
—¿Te acuerdas cuando nos vimos por primera vez?
—¿Cómo me voy a olvidar? — Susana parecía rejuvenecer—, Rodrigo hablaba tanto de ti, le había dolido tanto que no hubieses asistido a nuestra boda y para mi cumpleaños veintiséis te dignaste a venir a la fiesta que habíamos hecho. Sonó el timbre y parecías un espantapájaros con tu guitarra. Te sentaste en el living y tocaste un tema de The cure.
—Friday I'm in love, la canté sin dejar de mirarte. Aunque durante estos años para mí, la canción que nos definiría es “feeling yourself disintigrate” de The Flaming Lips.
—Siempre fuiste tan imprudente. Nada te importó esa noche.
—No cambies el tema, Ese día me acompañaste a la cocina y me besaste.
—No vi mucha resistencia de tu parte esa noche.
—Al otro día fui a increparte por tu atrevimiento.
—Y terminamos sin ropa en mi cama. Te fuiste a meter a la cueva del lobo.
—Cállate. Ahora vienes a pedirme lo imposible. No ves que tu hermano murió ayer y ahora tenemos esta conversación frente a su tumba.
—¿Y qué? El ya no está y siento que habría aprobado lo nuestro, como te dije, al menos alguien más podría ser feliz en esta historia; tú y yo. Dejémonos de tonterías, ya hemos esperado tantos años, ya no tenemos veinte. Quiero recuperar el tiempo perdido. Por favor Susana, vivamos bajo el mismo techo.
—¿Cómo se te ocurre semejante estupidez? —dijo Susana sin ocultar su indignación— ¿Qué dirán los vecinos?
—¡Que se jodan los vecinos! Me importa una soberana raja lo que opinen esas viejas copuchentas, me da lo mismo. Él era mi hermano, somos parientes políticos, nadie podría pensar mal, sólo sería un familiar dando consuelo, y si lo descubren, ya no estamos en los noventa, tenemos esa edad en la que nada debería preocuparnos. Todos los que nos podrían juzgar están muertos. Nuestros padres, el cura que los casó, todos.
Por favor Susana, entiende que siempre te he amado…
Por un momento el silencio adquirió la densidad de una sauna atestada de gente. Susana vio como se alejaba su amante del cementerio.
Después de veinticinco años, la vida le dio la oportunidad de ser ella. Todo su cuerpo temblaba. En su mente, la canción de the flaming lips cobraba sentido. Se levantó del asiento y corrió hacia la salida. Jadeante, sólo pudo gritar la única frase que le podía nacer en la desesperación:
—¡Yo también te amo Antonia!
Comentarios (24):
Coral Mané
17/04/2017 a las 14:33
¡Hola Pato!
He de reconocer que me he acercado a tu relato intrigada por su titulo. Friday I’m in love, es una canción que me gusta mucho y quería ver cual era su papel en el relato. Es ese aspecto, he de decir que me siento un poco decepcionada, lo he visto más como un “reclamo publicitario” que como una canción con peso en la historia. Pero bueno, pasemos a lo que importa.
La historia reconozco que me ha gustado bastante y el final me ha impactado, no se me habia ocurrido que podía ser una mujer. Eso si, tramposillo, has hecho alguna argucia para que no lo supiéramos hasta el final. Cito textualmente: “Susana– dijo el recién llegado…” Ahí deberías poner “la recién llegada”. Pero bueno, son minucias, porque en sí el argumento es bueno y bastante original.
Siento no poder decir lo mismo del aspecto formal, creo que deberías darle un vistazo y repasar un poco la gramática, algunas cosas suenan un tanto inconexas.
Bueno, en definitiva, me ha gustado. Por si te apetece leer el mio, soy el numero 177. Y hace poco he creado mi propio blog de escritura, te dejo por aquí el link por si quieres curiosear un poco.
¡Nos leemos!
https://escribiendoloinefable.wordpress.com
Servio Flores
17/04/2017 a las 14:35
Hola Pato.
¡Que buen relato!
Podría sugerile que en los diálogos ponga alguna referencia más de quién los está diciendo, en algún momento me perdí. Hay una coma en el sexto párrafo que hay que revisar.
Fuera de eso el cuento está excelente y ese final es perfecto.
Felicidades.
Jose M Quintero
18/04/2017 a las 01:34
Hola Pato.
La escena esta increíble. la trama es estupenda y sus giros hace que tome mas interés. el final perfecto.
gramaticalmente estoy de acuerdo con Servio seria bueno que al final de los relatos pusieras acotaciones para que el lector no se pierda, ademas en esta parte:
…el cura que los casó, todos.
Por favor Susana, entiende que siempre te he amado…
como es la misma que habló no deberias usar un punto y aparte sino un punto y seguido.
No he escuchado la canción feeling yourself disintigrate. pero la buscare para ver que esta…
Felicidades es un texto muy bueno.
Osvaldo Mario Vela Sáenz
18/04/2017 a las 03:30
Hola Pato, La tuya es una historia muy completa que me mantuvo en interesado pues me imaginaba un amante que competía por el amor de una doncella. después me doy cuenta de la hermandad que unía a ambos galanes y me sentí compadecido por el sufrimiento de los pecadores por saber que una traición entre hermanos es imposible.
para al desenlace caigo en cuenta que no había verdadera competencia de galanes sino de valores compartidos en una relación no entendible por la sociedad. vaya vuelco que logras excelente.
Yo ya llevo varios minutos escuchando ambas canciones y mira que son una delicia de entendimiento entre amores diferentes por el fatalismo vivo en sus letras. Te felicito.
Enhorabuena.
charola
18/04/2017 a las 05:42
Hola Pato!
Vengo de leer un texto parecido (198). Claro que cada cual tiene su estilo. Tu relato me gustó. Al comienzo yo pensé que era una mujer. Visualicé, sobre todo, el sombrero grande y las gafas de mujer, pero cuando pusiste “el recién llegado”, cambió el sentido a varón. Al final, realmente terminó siendo mujer. Pero igual me gustó. Aunque tienes que ver cómo lo arreglas eso. Te felicito.
En cuanto a la forma, hay algunas cosas que mejorar:
-De la primera vez habían pasado varios años, ya no “eran” jóvenes, y las arrugas en sus caras lo reflejaban.
– Aunque durante estos años para mí, la canción que nos definiría “era”…
-—No cambies el tema. (punto) Ese día…
-Susana vio cómo se alejaba (cómo, con tilde).
-solo pudo gritar… (solo, sin tilde)
-—¡Yo también te amo, Antonia! (coma después de “te amo”).
-—Susana —dijo el recién llegado… (la raya de diálogo debe ir separada de Susana y junto a dijo).
Lo que te dijo José Quintero acerca del punto seguido estoy de acuerdo. Allí sigue el diálogo.
Buen relato Ratopín. Felicitaciones.
Estoy en el 199.
charola
18/04/2017 a las 05:44
Buen relato Pato. Te puse Ratopin. Disculpa. Jeje.
Nos seguimos leyendo.
Thomas Carnacki
18/04/2017 a las 12:41
Buen relato, sobre todo ese impredecible final. Creo que ya más de un compañero te ha hecho las correciones necesarias. Felicitaciones por tu historia, saludos. Un gusto leerte 😉
Ana Luna
18/04/2017 a las 17:24
Hola Pato!
me ha llamado la atención el título y me he parado a leerlo. No me ha decepcionado. Es bueno y un final muy original.
Enhorabuena.
Estoy en el 173 por si te apetece pasar.
Saludos!!
Yoli L
18/04/2017 a las 20:07
Hola Pato
¡Me ha encantado tu relato, ese final de turca es fantástico!
Si te comento que como lectora me siento “engañada” (por decirlo de alguna manera), porque al principio dices “dijo el recién llegado” y luego resulta que era “ella”, entonces queda esa espinita. Entiendo que querías guardar la incógnita, entonces se podría variar esa frase a algo más neutral, es mi apreciación.
Si quieres aportarme un comentario, te estaré muy agradecida, estoy aprendiendo y todo aporte me es muy valioso.
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7630#comment-114655
¡Saludos!
Yoli
19/04/2017 a las 09:25
Hola, Pato.
Tu relato me ha gustado. Reflejas muy bien los sentimientos encontrados de Susana, entre la culpa, lo que dirian los demás y sus ganas de vivir su vida con ella. Me ha sorprendido el final, no esperaba que la amante fuese una mujer. Los fallos ya te lo han dicho los compañeros, para mi sobretodo sería que en la descripción de la amante fueses más ambiguo.
Si quieres leer el mio, soy el 235.
Saludos.
beba
19/04/2017 a las 13:27
Hola, Pato: Gracias por tu visita y amable comentario.
Muy bueno tu relato. Aquí moderas tu estilo habitual; por lo general tus criaturas suelen ser muy soeces y adictas a lo escatológico. Las de este episodio, en cambio, resultan más convencionales, a pesar de la base transgresora. Sinceramente, lo he leído con más gusto.Coincido con las observaciones sobre lo gramatical; pero en general es un texto organizado y correcto.
laupoda
21/04/2017 a las 14:48
Bueno Pato, un relato muy bueno. Muy redactado, además de ser original y tener, sin duda, un final tan inesperado que roza lo cómico. Lo que más me ha gustado de todo es el mensaje latente tras él (o al menos el que yo he interpretado), y es que la vida está para vivirla haciendo lo posible por nuestra felicidad que, por cierto, nunca la encontraremos atendiendo al juicio ajeno.
Felicidades
Pato Menudencio
21/04/2017 a las 14:55
Gracias por sus comentarios.
Tendré en cuenta sus sugerencias para hacer de este texto algo mejor.
Ultimamente he escrito varias cosas en ese estilo (con canciones incluidas.
Saludos.
Maria Jesus Hernando Navas
21/04/2017 a las 16:59
Hola Pato, estupendo tu relato. Me ha encantado el mensaje y la forma de contarlo. Enhorabuena!!. Si quieres leer el mio estoy en el 78. Un saludo.
K.Marce
23/04/2017 a las 01:57
Saludos Pato,
He llegado a tu relato, a tu invitación. Este mes no participe, estoy liada con muchas cosas y he leído y comentado como se debe tres relatos al azar; pero el resto dependerá de mi tiempo. Por ahora, estoy con el ánimo de solo hacerte saber que he llegado a leerte, sin entrar a mis mega sugerencias cuando lo analizo a profundidad. Por ahora, estoy como lectora. Lo único en lo formal, sería que revises los diálogos, la raya a veces la escribes correcto y otras en las acotaciones narrativas, recuerda que —va pegada al texto—, si sigue el diálogo.
En cuanto al contenido, debo decir que desde el inicio tuve un patrón mental de quién era ese “men in black”, porque todo parecía indicar que era de esa manera. Y debo decir que al leer “Antonia”, ese patrón mental se ha caído y no de tan buena gana… Me sentí engañada, porque todo parecía indicar que era un caballero, no precisamente una dama. En fin, eso sucede cuando la introducción no es suficientemente ambigua, busca esos “indicadores” y cambíalos, así al final el lector pensará: “Wow, no la vi venir…”, porque en realidad no le pusiste una idea errada en su cabeza. Suerte.
Este mes no participo, espero hacerlo en otra ocasión ¡NL!
Luis Escobar
23/04/2017 a las 03:06
Hola Pato
El escrito me parece bien desarrollado, aunque creo presenta algunos incovenientes:
1.son sólo dos personas despidiendo a un ser querido, y lo son.(para mi gusto sobra, no hay necesidad de hacer esa aclaración)
2. esos ojos que más de alguna vez vio brillar cuando sus cuerpos desnudos jugueteaban cuando su marido no estaba (cambiaría el segundo cuando por aprovechando las ausencias del marido, por ej y no repetir otra vez cuando)
3.ya no son jóvenes (sugiero ya no eran jóvenes)
4.dijo el recién llegado rompiendo aquella tensión silente (el artículo utilizado no concuerda con el final)
5.No cambies el tema, Ese día me acompañaste a la cocina y me besaste.
—No vi mucha resistencia de tu parte esa noche.
—Al otro día fui a increparte por tu atrevimiento
Creo que uno de esos diálogos son la continuacoión del que trae la mismna persona, debería estar seguidos
6.Copuchentas, creo que debe ir entre comillas es una palabra utilizada en el lenguaje del pueblo (argot)
7.¡Que se jodan los vecinos! Me importa una soberana raja lo que opinen esas viejas copuchentas, me da lo mismo. Él era mi hermano, somos parientes políticos, nadie podría pensar mal, sólo sería un familiar dando consuelo, y si lo descubren, ya no estamos en los noventa, tenemos esa edad en la que nada debería preocuparnos. Todos los que nos podrían juzgar están muertos. Nuestros padres, el cura que los casó, todos. (Este párrafo no concuerda con el final, si fuera un hombre habría esa suspicacia, pero siendo mujeres porque la habría, es una cuñada que visita a la esposa de su hermano)
Espero haber contribuido con tu escrito saludos
Pepe Illarguia
24/04/2017 a las 18:14
Buenas Pato, me acerco a tu historia para encontrar algo diferente, y no defrauda. Estoy un poco en desacuerdo con los comentarios anteriores, también contigo, por qué razón no dices desde el principio que se trata de un amor lésbico, así no hay trampa, lo primero, y en segundo lugar puedes jugar con el lector, llevarlo adonde tú quieras. Por ejemplo puedes llamar al 2º personaje Toni, creo que está más en circunstancias con las hermosas canciones, también puedes eliminar ese “tan tú”, con el que juegas tú solo, para escondernos otra vez a esa enamorada.
Un abrazo compañero.
Ratopin Johnson
24/04/2017 a las 19:36
Hola Pato,
Pues me he llevado una sorpresa al final, sí. Estoy de acuerdo con Pepe, en que se podía desvelar al principio que ese “alguien” es una mujer, e ir descubriendo poco a poco hasta el final que lo que las unía era algo más que una relación de cuñadas. La historia aún así tiene fuerza y el final está muy bien, parece que la esposa coge el amor por fin, y le importa menos el que dirán.
Un par de cosas. Me he hecho un poco de lío con algunos diálogos. Según tú lo has escrito:
—¿Te acuerdas cuando nos vimos por primera vez? (CUÑADA, que en ese momento todos pensamos que es un hombre)
—¿Cómo me voy a olvidar? — Susana parecía rejuvenecer—, Rodrigo hablaba tanto de ti, le había dolido tanto que no hubieses asistido a nuestra boda y para mi cumpleaños veintiséis te dignaste a venir a la fiesta que habíamos hecho. Sonó el timbre y parecías un espantapájaros con tu guitarra. Te sentaste en el living y tocaste un tema de The cure. (ESPOSA)
—Friday I’m in love, la canté sin dejar de mirarte. Aunque durante estos años para mí, la canción que nos definiría es “feeling yourself disintigrate” de The Flaming Lips. (CUÑADA)
—Siempre fuiste tan imprudente. Nada te importó esa noche. (ESPOSA)
—No cambies el tema, Ese día me acompañaste a la cocina y me besaste. (CUÑADA)
—No vi mucha resistencia de tu parte esa noche. (ESPOSA, creo que sería CUÑADA aquí)(pero claro, parece que la que besó es la ESPOSA)
—Al otro día fui a increparte por tu atrevimiento. (CUÑADA, que debería ser ESPOSA)
—Y terminamos sin ropa en mi cama. Te fuiste a meter a la cueva del lobo. (CUÑADA)
—Cállate. Ahora vienes a pedirme lo imposible. No ves que tu hermano murió ayer y ahora tenemos esta conversación frente a su tumba. (ESPOSA)
Es un poco lioso, porque tal como las has descrito, la esposa es prudente, y la cuñada un poco más loca (“tú, tan tú”, como muy bien dices en el texto), y tal como lo has desarrollado algunos diálogos más atrevidos parece que los dice la esposa y la que intenta frenar es la cuñada, cuando debe ser al revés.
También hay un cambio a presente en el segundo párrafo, después de que empezaste en pasado, y luego vuelves a pasado. Esto tengo que confesar que lo he visto en alguna novela, más de una, con lo cual no sé bien si es correcto o no. Sería como alterar el tiempo por un instante.
Saludos
Wolfdux
25/04/2017 a las 09:13
Espero no repetirme mucho… Me he fijado que los diálogos los escribes incorrectamente. Te dejo un link en el que se explica cómo hacerlo:
https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
Por otro lado, los nombres de canciones o del grupo deben ir en mayúscula (y en cursiva, pero el formato de Literautas no deja): The Cure, Feeling Yourself Desintegrate…
El diálogo: “Por favor Susana, entiende que siempre te he amado…” Debe ir pegado al parlamento que hay arriba, ya que es la misma persona la que habla.
El final me ha gustado mucho, no había contemplado esa opción pero también hay que decir que has hecho trampa:
“—Susana— dijo el recién llegado rompiendo aquella tensión silente—, sé que no es el momento, pero no aguanto más, necesito que me des tu respuesta.”
Si querías mantener el secreto hasta el final, hubiera bastado con omitir lo de “el recién llegado”, sabemos que Susana es la mujer que espera. La persona que llega, sea del sexo que sea, es por descarte, la que inicia este parlamento.
Este mes voy a darte un tirón de orejas. Me ha parecido una historia muy buena, pero la ejecución no está a la altura. Me tienes mal acostumbrado y pese a lo bueno del relato, este es de los más flojos que te he visto en mucho tiempo.
Un abrazo y no me odies por el tirón de orejas. ;·)
Roger/NHICAP
25/04/2017 a las 13:23
Hola Pato,
Te debo una disculpa por no devolverte la visita el mes pasado. Este mes no quiero fallar.
Bueno, un relato en la gama más suave de tu paleta literaria: un amor entre personas del mismo sexo, hoy ya se acepta con cierta normalidad.
Es verdad que ese comienzo, con “el recién llegado” es un demérito porque encierra un engaño, en tu afán de ocultar hasta el final la identidad de Antonia.
Ya te ha comentado muy bien los defectos de forma, y no insistiré.
A pesar de todo lo anterior, te diré que me ha gustado a pesar de la mejora que requiere en cuestiones formales.
Bienvenido en tu retorno al taller. Te seguiré leyendo.
Un abrazo
Miranda
25/04/2017 a las 16:36
Hola Pato:
He releído tu relato, y veo que aceptaste my sugerencia.Al leerlo ahora me doy cuenta de que la parte de dialogo en la que dicen que no pueden vivir juntos porque darían que hablar, no resulta convincente al saber que son dos mujeres y además familia. A menos que los vecinos sepan que son homosexuales la primera idea es una convivencia por apoyo moral entre dos familiares bien avenidos.
Lo demás ya te lo han dicho.
Saludos.
José Torma
25/04/2017 a las 23:59
Pato, te reitero mi gusto por el relato.
Saludos.
Pato Menudencio
27/04/2017 a las 17:52
Gracias de nuevo por sus correcciones. Lo admito, soy un fiasco con los Diálogos, pero aprenderé.
He ido lento con los comentarios, pronto pasaré por ustedes.
pd: Escuchen a The flaming lips, son geniales.
Osvaldo Mario Vela Sáenz
27/04/2017 a las 20:28
Hola Pato. Ya escuché y gocé ambos vídeos. No se la versión del 216, pero la que yo vi fue de la habitación 316 y está mas cerca de Dios. La que me encantó fue “Look at where we started and look at where we are now”. Te mando también, ya mas explicativo, el cierre de mi historia.
Por la mañana, la Catedral estaba repleta de flores y sus fragancias. En el templo no había cabida para un congregante más. Tres Obispos compartían la celebración del Santo Oficio. Ruperto de verdad que admiraba el reconocimiento que Susana alcanzara como Madre Superiora; ella se veía feliz; justo al inicio de la consagración desapareció de su lado.
Al buscarla, su reacción fue plantarse frente al féretro para ser testigo de su partida; esperaba verla aparecer en cualquier momento. Cuando la feligresía se hincó con humildad para recibir la bendición, Ruperto vio salir de su pecho una luz que se ciñó al féretro para luego elevarse al cielo.
En ese momento, en la alcoba de la vivienda holgada, un rostro carente de edad dibujaba una sonrisa que se volvería eterna. El espíritu de Ruperto cayó en cuenta que Susana siempre residió en su corazón y que por una última noche, volvió para compartir su cama.
Gracias por tu visita a mi texto y continuamos leyéndonos.