Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

Destino - por PalsamoR.

Susana esperaba a que el sol terminara de ocultarse. Cada día al atardecer se acercaba hasta el cementerio porque era el lugar más tranquilo. Se sentía protegida por la quietud que se respiraba y además casi nadie subía la cuesta flanqueada de cipreses porque no les merecía la pena el esfuerzo para tan solo llegar junto a los muertos. Susana subía y esperaba a que se ocultara el sol para perderse por la calles del cementerio entre tumbas. Se sabía cada uno de los nombres de todas ellas y, aunque era nueva en la ciudad y no conocía a las familias del lugar, ya había averiguado, o quizá inventado, una historia para cada una.

El cementerio era antiguo, de lápidas de piedra vetustas y ancladas en la tierra, nada de nichos voladores de varios pisos. Ella siempre imaginó acabar en un sitio así, encontrar la ubicación ideal, algo elevada, y desde la que pudiera ver la caída del sol. Ya sabía que nadie iría a visitarla porque no tenía familia ni amigos en la ciudad. La verdad es que le costaba relacionarse y siempre terminaba paseando sola por las calles o a las afueras, hasta que encontró el cementerio. Además de sentirse muy a gusto en ese espacio decidió que se convertiría en la visita y compañía de todos aquellos olvidados, o al menos poco recordados, ya que nunca se había encontrado con nadie visitando a sus muertos.

En realidad no echaba de menos la conversación con otros y la belleza que la rodeaba la hacía sentirse muy acompañada. Anoche se quedó dormida al pie de una tumba, la noche anterior había dormido muy mal y aunque siempre se iba del cementerio antes de que llegara la oscuridad total, esta vez se despertó con la luz de la luna y las estrellas sobre ella. Cuando escuchó las voces no se asustó porque por fin comprendió cuál era su destino: “Susana, ve y aprende a compartir de nuevo con los vivos, no has resucitado para vivir en un cementerio. Aquí te esperaremos cuando llegue tu hora, ésta sí, ya la definitiva”.

Comentarios (5):

Ortzaize

17/04/2017 a las 23:19

Bueno agradable lectura
Los compañeros t sabran corregir yo como lectora ha sido sencillo para leer
Saludos

P.J Dawon

19/04/2017 a las 16:36

Hola Palsamo.

Un relato fácil de leer, creo que está bien planteado, a parte, parece que a tu Susana y a la miel cementerio les parece un lugar agradable; me ha parecido graciosa esa casualidad. Creo que en la frase: para perderse por la calles del cementerio, ese la debería de ir en plural.
La historia me ha gustado pero al final me he quedado con algunas preguntas sin resolver. Me he quedado con ganas de saber más sobre la resurrección de Susana.
Nos leemos.

Marisa

20/04/2017 a las 15:11

Hola Palsamo, me ha gustado tu relato. Buen ritmo, muy buenas descripciones e imágenes, con suspenso y sencillo de leer. Sin embargo, me parece que a la historia le falta una pizca de intensidad en el conflicto de Susana.
Se me ocurre que quizás ella tampoco había tenido amigos o familia que la acompañaran en vidas anteriores.
A seguir jugando con las palabras y si te quieres pasar soy el relato nº 86.
Saludos

LIAH PERSON

21/04/2017 a las 06:33

Hola Palsano. He disfrutado con tu prosa cuidada y tu lenguaje. Algunas frases me han gustado especialmente por lo que tienen de evocadoras: “lápidas de piedra vetustas y ancladas en la tierra”.
Pero el final llega de golpe y resulta algo abrupto, me deja la sensación de que falta algo, un poco más de desarrollo o de trama, quizá.
En todo caso, un gusto leerte.

Laura

30/04/2017 a las 00:48

Hola Palsamo.
Coincido con quienes me preceden. Falta algo que indique por qué Susana elige el cementerio como lugar al que ir regularmente, en especial, si no hay nadie conocido suyo allí.
Algunos detalles:
– Se sentía protegida por la quietud que se respiraba. Casi nadie subía la cuesta flanqueada de cipreses porque no les merecía la pena el esfuerzo para tan solo llegar junto a los muertos. (Agregué un punto a mi gusto)
-Susana esperaba a que se ocultara el sol para perderse por la calles del cementerio entre tumbas (eliminé el subía, ya que lo habías indicado en la oración anterior)
-Se sabía el nombre de cada una de ellas (hice algunos cambios con tus palabras)
-Cuando indicas que se quedó dormida, necesitarías iniciar un nuevo párrafo ya que cambias la secuencia con la que venías, donde señalabas lo que hacía habitualmente para cambiar a una noche en particular.
-Finalmente, creo que en su mayoría el texto es más un resumen que una escena donde se refleja la peculiaridad de Susana.
Hasta el próximo mes.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *