Literautas - Tu escuela de escritura

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Susanita - por Jose LuisR.

Susana esperaba. Muchas cosas. Entre otras, el perdón de cierta familia, porque la carga de la culpabilidad era grande, y eso ensombrecía su corazón aquella plomiza mañana.

El cementerio estaba lleno de ratones; unos colorados, otros blancos, algunos con manchas oscuras en su pelaje, pero absolutamente todos vestían de negro. De entre la comitiva que se dirigía hacia la parcela donde tendría lugar el funeral, destacaban dos ratones que estaban especialmente acongojados. No cesaban de llorar porque no tenían consuelo.

Con el corazón encogido por la tristeza y el miedo al rechazo, Susana se acercó tímidamente a la pareja de luto y les pidió perdón, aunque primero con la mirada. Luego, habiendo hecho acopio de valentía, también de viva voz, si bien resultó ser casi un susurro:

—Señor y señora Ratón: no puedo imaginar por lo que estarán pasando ahora mismo. Lamento mucho su pérdida. Les ofrezco mi más sentido pésame.

No hubo rechazo inicial. La señora Ratón, llorando más fuerte que antes, escondió su cabeza entre los brazos de su esposo, quien pudo mantener un poco mejor la compostura, aunque las lágrimas continuaron afluyendo a sus ojos.

—Muchas gracias —dijo el señor Ratón—. Gracias por asistir.

Susana recordaba con cariño al vástago fallecido de los señores Ratón, porque su mejor amigo fue un roedor único y donoso, aunque dotado con toques de excentricidad. Pensó en lo mucho que le gustaba dormir cerca del radiador, con una almohada en los pies. A Susana le hacía gracia que a su amigo le agradara tanto el ajedrez, con lo malo que era jugando. ¡Y cómo le gustaba el fútbol! Jamás se perdía partido alguno del mejor equipo del mundo: el Barcelona, su equipo favorito. Aquel ratón era especial, porque sabía bailar el “Rock and Roll” tan bien como el tango. Incluso demostró ser muy culto, pues siempre que podía iba al cine o al teatro. Susana fue sacada bruscamente de aquellos agradables recuerdos.

—¿A quién? —gritó la señora Ratón, lanzando una repentina mirada asesina a Susana—. ¿Pero a quién se le ocurre dar de comer chocolate y turrón a un pobre ratoncito? Y de postre, ¡bolitas de anís! ¿Qué clase de dieta es esa?

—¡Yo ignoraba que moriría de diabetes! ¡Era su comida favorita! ¿Qué podía hacer yo, si no paraba de pedirme chucherías? Su hijo era un goloso que no sabía controlarse.

Susana quiso justificarse ante el ataque de la madre, pero solo consiguió avivar el fuego de la discordia entre ambas.

—¡Esto es el colmo! —chilló la señora Ratón, fuera de sí—. ¿Para qué has venido, Susanita? ¿Para insultar a mi hijo en su propio funeral? O sea, que pretendes quedarte con todo el dinero de la canción, que él mismo compuso, ¿y encima vienes aquí a burlarte?

—Su hijo no compuso la canción, señora —protestó Susana—. Al menos no toda, y eso quedará demostrado en el juicio. ¡Y no me llame «Susanita»! Ahora soy una mujer, de modo que es solo «Susana».

—¿Sabes qué, querido? —espetó la señora Ratón, dirigiéndose a su marido—. Estoy empezando a pensar que ella lo mató… Por el dinero.

—¡Cómo se atreve usted! —gritó Susana, ofendida.

—Cariño, ya sé que estás muy cansada y afectada por toda la situación, pero sabes que eso no es cierto —dijo el señor Ratón, tratando de calmar a su esposa.

La señora Ratón hizo un gesto de asentimiento, como de aceptación de la dolorosa verdad, pero inmediatamente volvió a echar otra mirada asesina a su enemiga.

—¡Vete de aquí! ¡No quiero verte más!

—¡Ni hablar! ¡Era mi mejor amigo! ¡Pase lo que pase entre nosotros, tengo derecho a asistir al entierro!

—Sí, es cierto —intervino el señor Ratón—. Sin embargo, creo que lo mejor sería que te fueras, Susana. —Prosiguió, en tono suplicante—: Ya sabes, para evitar más líos. ¡Por favor!…

Con lágrimas de rabia, Susana se marchó del cementerio montada en su lujoso coche deportivo recién estrenado. Fue una equivocación presentarse en el funeral. No hubo perdón de los progenitores de su mejor amigo. Pues mala suerte. Peor para ellos y su conciencia. Por lo menos, le quedaba la canción infantil que la había hecho famosa y rica: «Susanita tiene un ratón». Susana decidió que aquellos padres desagradecidos no verían ni un céntimo de las regalías. No, excepto que los tribunales dictaminasen lo contrario al término del litigio judicial.

Comentarios (22):

ADELA CASTAÑON

17/04/2017 a las 19:23

Hola, Jose Luis:
Solo puedo decirte una cosa como comentario: ¡¡me quito el sombrero!!
Sacar semejante historia tirando de la clásica canción infantil, e hilar esa tragicomedia absurda con tintes humanos y ratoniles merece el mayor aplauso del mundo. Eso en cuanto a original a la hora del tema. Respecto a la forma, no encuentro ningún fallo ni gramatical ni de construcción. Y, por supuesto, mi más cordial enhorabuena por el estupendo rato que me has hecho pasar con tu relato.
Lo repito: ¡Me quito el sombrero! Felicidades, felicidades, y más felicidades. Ha sido un placer enorme leer este relato tan sorprendente.
Un abrazo. Adela

M.L.Plaza

17/04/2017 a las 20:38

Hola, José Luis.
Has escrito un relato muy original y entretenido.
Pero el tema del juicio en curso lo hace más oscuro.Si ya antes de morir el autor se habían enzarzado en un juicio, me parece muy normal que la madre la considere una asesina. Me parece que la historia que cuentas es, como poco, homicidio involuntario.
Lo único que me ha chirriado es cuando Susana dice que ya es una mujer. Yo pondría adulta. No es una mujer, es una ratona.
Me ha gustado mucho leerte.
Saludos

ZU VAZQUEZ

17/04/2017 a las 23:51

¡Que bárbaro!
En mi vida se me hubiera ocurrido sacar una historia de una canción, y menos de una canción infantil!
Me encanta tu historia, sin duda muy original y creativa.
Ojalá que Susana lo reconsidere y de su parte de regalías a la familia de su amigo si no se comprobara que fue asesinato
Pasa por el mio estoy en el 202
Saludos

M.L.Plaza

18/04/2017 a las 00:47

Hola, de nuevo.
Muchas gracias por tu crítica. Me ha encantado leerla. Tomo nota de tus sugerencias.
Saludos

charola

18/04/2017 a las 01:48

Hola José Luis!

Qué lindo relato y muy original. He tenido que ir a YouTube para escuchar la canción, pues no la conocía.
Tu historia, muy bien lograda, bien escrita. Creo que Susana es una niña, no una ratoncita. Al final le das un toque malvadín, para sacar el tono rosa del relato. Buen giro. Me gustó. Felicitaciones.

Estoy en el #199.

Yoli

18/04/2017 a las 10:25

Hola, Jose Luis.
Me encantó tu relato. Cuando leí el titulo, se me paso por la cabeza la canción, pero no pensé que al final si que tuviera algo que ver. Me parece muy original, la verdad. Es una historia triste pero también tiene sus momentos cómicos y eso me gusta.
Si quieres leer el mio, soy el 235.
Saludos.

Ana Luna

18/04/2017 a las 11:48

Hola José Luis!!
Bravo!!
Original, divertido…
Me ha encantado.
Aplausos y mi más sincera enhorabuena.
Eres genial con tus relatos.

Thomas Carnacki

18/04/2017 a las 12:30

Jajajaja, de lo más hilarante que he leído hasta ahora. Y para colmo la señora ratón no se equivocaba al respecto 😛 Felicitaciones por semejante relato, y enhonrabuena a tu imaginación. Un placer leerte, saludos 😉

Alycia

18/04/2017 a las 16:02

Hola, José Luis:

He entrado a leerte con mucha curiosidad precisamente porque al leer “Susanita” en el título me ha venido a la cabeza la canción y quería saber si había algo de eso en el relato.

Me ha parecido sencillamente genial.

Saludos desde el 101,

Alycia

Isan

18/04/2017 a las 17:29

Hola JoséLuis:

Me ha parecido muy ingenioso que echaras mano de esta canción popular infantil para montar un relato que te ha salido como un cuento también infantil. Así que puedes estar doblemente satisfecho. Digo cuento por el tono del lenguaje y por dar voz a los animales. El formato me ha parecido muy adecuado. Otro detalle es que has metido toda la letra en el relato con mucho acierto.

Por comentar algo, me ha parecido muy prematuro que estando aun en juicio dispusiera ya de dinero para comprarse un cochazo. En cuanto a los derechos de autor, en un cuento se acepta todo y, supongo, que lo anterior también.

Muy Buen relato. Te felicito por ello. Un abrazo.

Táctico

18/04/2017 a las 17:49

Buenas Jose Luis

Antes que nada, agradecer tu amable comentario en mi relato.

Con respecto a tu texto, al igual que a nuestros compañeros, me parece muy ingenioso. Has conseguido transformar la popular canción de “Susanita” en una historia que está muy bien hecha. Las interacciones entre los personajes, así como los diálogos están muy bien logrados.

Esperemos que Susana no se enfrente a un jurado popular de ratones… Casi puedo ver como parte del tribunal del jurado a la señora Ratón con una mirada inquisitiva.

Un Saludo

Perla Preciosa

18/04/2017 a las 22:26

Jola, José Luis. sencillamente, como ya te han comentado alicia e Isan, me parece muy curiosa la idea de hacer una historia con una canción infantil, que te ha quedado como un cuento, también infantil. Si te apetece pasar por el mío, estoy en el 107.

Diego coppa

19/04/2017 a las 03:30

José Luis, lamentablemente no conozco la canción. Me es difícil opinar sin conocerla. Sólo una cosa te digo, hacé que susana y el ratón hayan sido amigos desde el primer momento.
Saludos
Diego

Earendil

19/04/2017 a las 17:44

Hola, José Luis.
¡Pero qué bueno!
¡Ay con la Susanita! Y parecía tonta cuando la compramos.
Hay que ver cómo dos palabras de inicio y un escenario poco corriente nos exprime la imaginación para sacar historias como esta.
Te felicito por tu trabajo, enhorabuena.
P.D. Gracias por pasarte por mi relato y dejar tus impresiones.

Cryssta (Madrid-España)

20/04/2017 a las 09:58

Plas, plas, plas, plas (son aplausos).

Tengo por costumbre (por falta de tiempo) corregir a la vez que leo, por eso cuando comienzo a leer un relato y me olvido de corregir lo único que puedo hacer es aplaudir pues el relato me ha enganchado a lo bestia.

No pienso leer de nuevo para ver si hay mejorables, te quedas esta vez solo con los aplausos.

Anael

20/04/2017 a las 12:27

¡Hola José Luis!

Qué historia tan original 😀 . Ya el título daba pistas sobre la canción, y no ha defraudado en el desarrollo del relato. Quién iba a imaginar que nuestro querido ratoncito moriría de diabetes. Un giro Genial.

A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

1. “Susana esperaba. Muchas cosas.”
Yo pondría “Susana esperaba muchas cosas.” Si no, se lee como dos golpes, inconexo con la frase tan larga que hay a continuación.

2. “aunque las lágrimas continuaron afluyendo a sus ojos.”
He buscado afluyendo en el diccionario y esto es lo que viene:
afluir

1. intr. Acudir en abundancia o concurrir en gran número a un lugar o sitio determinado.
2. intr. Dicho de un río o de un arroyo: Verter sus aguas en las de otro o en las de un lago o mar.
3. intr. Fís. Dicho de una cosa: Fluir hacia un punto.
Aunque en el término estrictamente gramatical puede ser correcto, escrito en este contexto me suena un poco raro, veo como un diluvio saliendo de los ojos de papá Ratón, cuando en el fondo parece el más contenido. Creo que quedaría mejor simplemente fluir, para demostrar que no puede contenerlas pero que salen con calma.

3. Al final de relato das el título de la canción. Yo no lo pondría tienes un párrafo magnífico en el que cantas toda la canción, creo que la mención del título sobra. O incluso la puedes poner en el título del relato, aunque creo que reventaría la sorpresa. Lo que quiero decir es que el lector ya se da cuenta de la canción que es al leer la letra en el párrafo descriptivo que haces.

4. Gran ortografía y uso del lenguaje, no he encontrado mucho detalle formal, y los diálogos son complejos y bien puntuados. Da gusto leer sin trabas.

Una historia tierna y muy simpática, sin suavizar el conflicto de los padres o la violencia de la situación. Me encanta el giro que le das. Se ve que reinventar historias clásicas se te da estupendamente. Espero que las sugerencias te sean útiles 😉
Enhorabuena y una gran salva de aplausos, me voy a trabajar con una sonrisa.

¡Un abrazo!

P.D. He visto en los comentarios de otros que no todo el mundo conoce la canción, así que quitar el título puede no ser la mejor idea. Pero lo daría de otra forma. A lo mejor así:
Por lo menos, le quedaba la canción infantil «Susanita tiene un ratón», la que la había hecho famosa y rica. Para que no sea un punto tan brusco. Pero vamos, minucias minucias que no restan a tan gran relato. Felicidades de nuevo 😉

Osvaldo Mario Vela Sáenz

20/04/2017 a las 15:35

Hola José Luis, vaya cuento infantil tan lleno de atractivo acabas de desarrollar. Mira que hasta mencionar que al ratón le gustaba el equipo Barcelona, que bueno que no le tocó ver los juegos contra la Juventus. Se hubiese Vuelto a morir.

Después de leer todos los comentarios tan llenos de buenas vibras, solo me uno al clamor general y te felicito.

Enhorabuena y nos leemos.

SBMontero

22/04/2017 a las 00:03

Es muy bueno. Me niego a decir nada más al respecto.

Sigue escribiendo, por favor.

Un saludo.

Gantros

22/04/2017 a las 20:43

Vaya gran cuento has escrito, José Luis.

Extremadamente original, sólo hay algunas minucias por ahí. Pero la que más he notado fue la última oración, que me parece algo técnica y artificial: «No, excepto que los tribunales dictaminasen lo contrario al término del litigio judicial».

Me uno a la petición colectiva de que por favor sigas escribiendo.

Si te apetece pasarte por el mío, estoy en el 170: «Resurgir».

¡Saludos!

~Gantros

Laura

24/04/2017 a las 00:28

Hola José Luis.
Felicitaciones por el relato que sacaste de la popular canción infantil.
Aspectos técnicos no tengo que señalar, y ya Anael se ha despachado por allí, por lo que tan sólo agrego mis felicitaciones.
Hasta el próximo mes

Marián

24/04/2017 a las 22:47

Hola José Luis.
Yo también quiero felicitarte por el relato tan ingenioso que has montado a partir de la famosa canción. Que bueno.
Saludos, (223)

Osvaldo Mario Vela Sáenz

26/04/2017 a las 11:31

HOLA José Luis, se me pasó comentarte que le atinaste al comentario que hiciste de mi texto, el desenlace de la historia ya con las recomendaciones de los compañeros literautas suena así:

Cuando la feligresía se hincó con humildad para recibir la bendición, Ruperto vio salir de su pecho una luz que se ciñó al féretro para luego elevarse al cielo. En ese momento, en la alcoba de la vivienda holgada, un rostro carente de edad dibujaba una sonrisa que se volvería eterna. El espíritu de Ruperto cayó en cuenta que Susana siempre residió en su corazón y que por una última noche, volvió para compartir su cama.

GRACIAS DE NUEVO POR TU VISITA.

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