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Encuentro clandestino - por Carmen Ramacciotti+18

Susana esperaba. Tenía la espalda vencida de aguardar. Nadie salía ni llegaba a ese bar mugriento y apestoso. Tendría que haber hecho caso a los dichos de su madre, cuando le advirtió que no acudiera a ese lugar de mala muerte y además en ese barrio, zona roja de la ciudad.
Con una hora de retraso apareció la mujer. De aspecto lúgubre, mal vestida y delgadez extrema. Sus movimientos ondulantes, ojeras oscuras, no desentonaban con el entorno.
– Soy Olga Fuentes – dijo la recién llegada- disculpe la demora, es que se presentó un cliente a último momento.
– Está bien – respondió Susana – ¿vamos?
Se sentía ansiosa, pero estaba decidida, además, si había llegado hasta este punto, tenía que seguir.
Tomaron un taxi apenas salieron del bar.
Allí mismo descendió Susana al cabo de dos horas.
Parecía inestable al caminar. Entró al salón del que se había ido muy nerviosa, pero más serena, como si hubiera vencido en una batalla.
Hacía tiempo que buscaba un proveedor de cannabis, mejor dicho de un novedoso aerosol, preparado a partir de esa planta. Su hermana lo necesitaba para aliviar los efectos nefastos de la quimioterapia, ya que según le habían asegurado, proporcionaba bienestar inmediato.
Había logrado su objetivo. La manera, sería un enigma que sólo conocería Susana.

Comentarios (12):

Lizzi

18/04/2017 a las 00:28

Qué tema!!!. El amor y lo sórdido atraviesan el texto. Nos gustó.

Cecilia

18/04/2017 a las 03:03

Hola Carmen!!! un enigma que seguro no conoceremos…sólo Susana. Y eso está bueno, porque así suelen ocurrir estas transacciones y porque ella consigue su objetivo, muy noble por cierto y arriesgando su propia tranquilidad. Muy interesante tu texto. Bienvenida!!!! Ceci

Galia

18/04/2017 a las 15:19

Aprovechas el comienzo propuesto para poner en evidencia un tema que está en el debate actual de los argentinos y que por suerte tuvo, en el Congreso, total aprobación. Es la manera de evitar ese recorrido tan lóbrego que debían transitar quienes necesitaban el cannabis con fines medicinales y que tan bien describes en el relato.
Me gusta el final abierto, nos das lugar a imaginar todo lo que tuvo que pasar Susana para conseguir la anisada medicina.
Felicitaciones

Bea

18/04/2017 a las 16:32

Hola Carmen:

Me ha gustado el relato. Corto y directo al grano, nada de florituras ni remilgos, me ha gustado mucho tu forma de describir el ambiente y a las personas.
Por otra parte también me ha gustado el tema que has escogido, el final abierto y el hecho de que sólo la protagonista sepa cómo a conseguido esa ansiada medicina le dan un aire muy acertado al relato

Si te apetece pasarte por el mío estoy en el 102.

¡Felicidades, nos leemos!

Silvia Peregrina

18/04/2017 a las 22:48

Carmen: Ya el comentario de Galia expone la situación de Argentina frente a la marihuana y de los sufrimientos de los que la necesitan por su salud.

Además de la ficción, tu cuento muestra una triste realidad, que, esperemos, se vaya solucionando a medida que la humanidad evoluciona. ¡Es muy bueno que lo exteriorices por medio de tu narración!

La descripción de la delgada y ojerosa mujer que viene a buscar a Susana, da para pensar cualquier cosa… Un cliente… ¿por sexo o por cannabis? Un interrogante perfecto… ¡muy buen detalle!!

Tu relato es de esos que dicen tanto, ocultando datos…nada fácil de lograr, pero lo has hecho.

Tal vez debieras dejar un espacio de renglones en blanco entre que sube y baja del taxi, para mostrar gráficamente ese tiempo de dos horas.

¿Has leído “Emma Sunz” de Jorge Luis Borges? Me hizo acordar…

¡Felicitaciones por tu trabajo!!

Cesar Henen

19/04/2017 a las 19:16

Un relato corto bien llevado, me ha gustado bastante, aunque admito que a percepción propia me confundí donde dice
“Tomaron un taxi apenas salieron del bar.
Allí mismo descendió Susana al cabo de dos horas.”
¡Saludos!

cenesia

20/04/2017 a las 09:23

Me gusta mucho, cómo está escrito y el tema que trata, y el final me parece muy interesante.
Te felicito

Marisa

20/04/2017 a las 14:38

Hola Carmen, muy bueno tu relato. Pocas palabras, conceptos profundos, un final de enigma excelente, sin golpes bajos, con alta calidad, buen ritmo.
La única observación que hago es con la frase: “Allí mismo descendió Susana al cabo de dos horas.” me confunde, como si faltara alguna acción o espacio anterior.
Saludos y a seguir jugando con las palabras.

Soy el relato nº 86 por si te quieres pasar.

Alberto C.

21/04/2017 a las 16:08

Hola Carmen, te devuelvo la visita. 🙂

Me ha sorprendido, la verdad, que en tan poco hayas sabido decir tanto. No puedo añadir mucho más que los compañeros que te han comentado, y también coincido con ellos en cuanto al final, te deja un tanto pensativo. ¡Felicidades! Nos leemos el mes que viene.

Un abrazo.

Alberto C.

Earendil

21/04/2017 a las 17:54

Hola, Carmen.
Aquí estoy devolviéndote gustosa tu visita a mi relato.
De la parte argumental, poco puedo añadir. Es un tema muy delicado que, además, está muy presente en todas partes. Aquí en España también está en el candelero.
En la parte formal, has sabido decir mucho con muy poco, qué ya es decir (valga la redundancia) Es de esos textos que las florituras, más que adornar, hubiesen molestado.
Solo hay una parte que no encajo bien. Ya te han comentado con anterioridad sobre las dos frases de ida y vuelta en el taxi. A mí, particularmente, tampoco me gustan, pero no sabría cómo escribirlas de manera que encajaran en tu estilo, así que no me arriesgaré a darte una sugerencia. Además, dices: ” Entró al salón del que se había ido muy nerviosa”. Creo que no eres española (a lo mejor me equivoco), pero al principio has dicho un bar mugriento y apestoso, para luego calificarlo como un salón. Aquí, y sobre todo por la parte donde yo vivo, un salón es justo lo contrario de un bar de mala muerte, donde se celebran convenciones y banquetes distinguidos. Por eso me ha llamado la atención esta frase.
* Solo hay dos líneas de diálogo, por eso te voy a comentar:
“–Soy Olga Fuentes – dijo la recién llegada- disculpe la demora, es que se presentó un cliente a último momento.”
“–Está bien – respondió Susana – ¿vamos?”
Hay un tutorial aquí en Literautas muy bueno sobre cómo representar gráficamente los diálogos. Hay que usar el guión largo, y debe ir pegado a la frase explicativa del mismo. Los signos de puntuación también merecerían una corrección, por lo que te aconsejo que le eches un vistazo, te ayudará mucho
Me alegro mucho de haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo.
Un saludo.

Laura

23/04/2017 a las 17:40

Hola Carmen.
Pensé que ibas a ir por una relación entre dos mujeres a pesar de las convenciones, pero nada que ver.
Bien llevado.
Presta atención a los detalles.
Nos encontramos el próximo mes

Carmen Ramacciotti

25/04/2017 a las 02:03

Estoy muy agradecida a todos. Vuestros comentarios han sido muy respetuosos y enriquecedores. Por supuesto que los voy a tener en consideración ya que por eso es que participo en este grupo. Deseo aprender, para escribir cada vez mejor. Gracias a todos.

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