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El mentiroso - por Paola
Web: http://papan3.blogspot.com
El detective llega a la calle de la Malavida, número 13, lugar en el cual abre sus puertas el bar Juani.
La dueña, pasando bayeta, observa el avance del hombre:
«No hay duda de que parece un cuervo. ¡A estos me los meriendo yo al ajillo! »
— ¿Sigues vivo, don Juan? —pregunta sin levantar la mirada.
—¡Si me vuelves a llamar don Juan o fanfarrón, vas a pasar el resto de la vida girando como una peonza, nena!
—¡Pues si te atreves a ponerme la mano encima… serviré criadillas de aperitivo esta mañana!—Y levantando por fin la cabeza para enfilar esos ojos negros, remata— ¿te queda claro, nene?
—¿Dónde está tu marido?
—No tengo ni la menor idea.
—¿Cómo se llama el pajarito?
—Te daré esa información, si quiero o si puedo.
—Apiádate de mí, nena… —Cuervo cambia el tono para intentar convencerla, sabe que a veces esa treta funciona.
—A mí no me vas a torear —le dice ella con dedo acusador—, pero me das pena.
—¡Estoy…!—se arranca Cuervo.
— En… ¡cuidadito, con cómo estás! —dice Juani mientras coge dos vasos de tubo—. ¿Una cervecita para calmar los ánimos?
El detective acepta la tregua y se apoya en el mostrador.
— ¿Tienes dinero?
—¡No puedo creerlo, nena! ¿Te has propuesto fastidiarme o has decidido acabar en el depósito de cadáveres?
—¡A tú salud! ¡Y nunca mejor dicho! Por cierto, creo que aún no me he presentado, soy Juani —Y levanta su tubo. Tras mojarse los labios continúa— Mi Pepe es un manitas, hace reformas y nunca sé dónde está. Para serte sincera, en los últimos tiempos ya no es el mismo. Nunca ha sido un finolis pero ahora me lo han cambiao, anda con flipaos y navajeros.
—¡Mira nena! No he venido aquí a compadecerte aunque te voy a dar un consejo y «de gratis»: busca un bar en una calle que tenga otro nombre y quizás todo empiece a rodar. ¡Y ahora a lo nuestro… qué tu marido ha intentado matarme!
—¡Intenté avisarte, si no fueras tan…
— ¡No empieces otra vez!
Juani se muerde el labio y levanta los hombros con cara inocente, después sigue contando:
—La otra noche mi Pepe, que por cierto no es mi marido pero no se te ocurra contarlo, creyó que yo estaba dormida. Habló por teléfono, apuntó tu dirección y aseguró al tipejo que no pasarías de hoy. Por eso esta mañana he venido a avisarte, pero visto que no te importaba…
— ¡Juani! ¿Vas a cerrar de una vez la bocaza esa que tienes? ¿Quién era el tipejo?
—Eh, ¡sin faltar o te saco de aquí a patadas! —contesta con las manos en la cintura— ¡No tengo ni idea! ¡A ver si te crees que no tengo otra cosa que hacer que espiar a mi hombre! Para eso estás tú, ¿o no?
—¿Dónde puedo encontrar a tú Pepe, querida?
—Tampoco lo sé, ¡no soy detective! Por la noche él es el que echa el cierre del bar, ¡si te sirve de algo saberlo!
—¡Me sirve!—contesta el detective dejando en la barra un billete de 100 pesetas—. ¡Cómprate otro bolso, muñeca! esta mañana parecías una furcia barata.
Cuervo lo dice de corrido y sale corriendo del bar.
***
El detective reúne a sus hombres en el despacho y les cuenta que esa misma mañana un tipejo le había disparado. Añade que, horas antes, una desconocida había intentado avisarle de que su marido quería matarle, él no había creído una sola palabra y la había despachado de malas maneras.
—¡Joder! Cuervo, ¡desembucha de una vez! ¡Hay que sacarte la información con una cucharita! —estalla Gato poniéndose en pie de un salto.
—¿Veis la ventana hecha pedazos? Un disparo desde la acera de enfrente en el momento en el que yo recogía un papel que no me sonaba de nada, del suelo. ¡La publicidad de un bar me había salvado la vida! Deduje que lo había dejado caer la desconocida, al salir.
—¿Y qué? —pregunta Tortillas tamborileando con los dedos en la mesa.
—¡Allí estaba esa desdichada detrás de la barra! Le dije cuatro cosas y la puse firme. A la pobre no le quedó más remedio que desembucharlo todo. Entre llantos me contó que su hombre había recibido el encargo de matarme y ella, aterrada, había intentado avisarme. Lo malo es que, la pobre, no sabe ni quién se lo ordenó ni porqué tenía que hacerlo.
—Bien —dice Gato frotándose las manos— ¡Por fin tenemos caso!
Comentarios (16):
Marisa
18/03/2017 a las 15:32
Hola Paola, he leído tu relato y en mi opinión las situaciones no me resultan muy creíbles o verosímiles. Me da la impresión que no tenías claro hacia dónde ibas con el conflicto. Mas bien me parece el inicio de algún capítulo de un relato más largo o una novela.
Saludos cordiales y a seguir escribiendo
Soy el relato nro 154
Don Kendall
18/03/2017 a las 16:10
Hola Paola,
Una fábula interesante, entretenida y bien llevada. A paso ligero tal como estila y destila “tu autora” últimamente. Alegría en los diálogos, descriptivos y sin paradas innecesarias, EN GENERAL.
Ahora llegan los reparos. Como se sabe
Pues bien, empezando por esta frase «No hay duda de que parece un cuervo. ¡A estos me los meriendo yo al ajillo! ». Tengo la impresión de que es una incursión de la autora que no parece confiar en su narrador en tercera persona y tiene que aparecer ahí a ralentizar la narración. En mi opinión (despreciable por supuesto ;-)) tal vez ganase el relato si empezase con la parte del final :
Un espacio en blanco, y aquí ya el cuerpo central del relato hasta
“Cuervo lo dice de corrido y sale corriendo del bar”. A partir de ahí se podría introducir a la Juani para despedirle a viva voz :
«No hay duda de que parece un cuervo. ¡A estos me los meriendo yo al ajillo! ».
Final del cuerpo central del relato, espacio en blanco y párrafo final :
“—¡Allí estaba esa desdichada detrás de la barra! Le dije cuatro cosas y la puse firme. A la pobre no le quedó más remedio que desembucharlo todo. Entre llantos me contó que su hombre había recibido el encargo de matarme y ella, aterrada, había intentado avisarme. Lo malo es que, la pobre, no sabe ni quién se lo ordenó ni porqué tenía que hacerlo.
¡Por fin tenemos caso!.”
Y se suprimiría ese diálogo de detectives final, que no aporta nada .
En fin, me gusta pero estimo que la trama arreglada de otra forma podría ayudar un poco más.
Como siempre , mil gracias por ofrecer tu trabajo. Un abrazo
Luis Ponce
18/03/2017 a las 18:10
Hola Paola:
Ahí tienes material para armar algo alrededor, pero no has logrado cuajar algo concreto ni en trama ni en personajes. Tus razones tendrás.
He buscado al mentiroso pero se me ha escabullido por algún lado.
Tú sabes que puedes hacerlo mejor, nos gusta leerte, por eso me extraña tu trabajo de este mes.
Un abrazo
paola panzieri
18/03/2017 a las 18:57
Hola Maria, Don kendall y Luis,
Gracias por los comentarios. Los leeré con detenimiento el lunes y pasaré por los vuestros. Ahora me es imposible.
Saludos
lectora70
20/03/2017 a las 09:08
Hola Paola,
Tu texto me ha parecido el primer capítulo de una novela. Me han gustado los diálogos porque aportan características de los personajes. El final es interesante por estar abierto para que cada lector imagine la continuación
Un saludo!
María Kersimon
20/03/2017 a las 19:44
Hola Paola, el relato tiene buen ritmo, hecho en el estilo particular de los detectives de las películas americanas, donde suelen ser mal hablados, ir de sobrados y dárselas de listos. La chica también tiene un buen pico y la réplica fácil, de modo que la historia tiene un talante de serie negra de los 50 muy logrado (además aún contamos en pesetas). El cuento tiene su toque de humor (calle de la mala vida, 13). A pesar de todo queda un poco plano por falta de acción y no tener claro un nudo y un desenlace. Diría que está el marco bien dispuesto para la acción pero que aquella no acaba de suceder. ¿En un próximo capítulo?
Saludos, sobre todo sigue escribiendo.
Tavi oyarce
20/03/2017 a las 22:02
Hola Paola:
Bueno todos tenemos buenos y malos momentos y a veces el tiempos es escaso para corregir y se filtran vacíos incomprensibles.
Leí dos veces tu relato, pero siempre quedé con ese gustillo: aquí falta algo.
La ambientación, el tono, el ritmo, como siempre están correctos, es en la trama donde entran las dudas. Imagino que algo de tu idea no está plasmada y de ahí los vacíos.
Es mi apreciación.
Muchos sabemos de tu maestría en la escritura así que seguiré leyendo tus relatos
Saludos
Osvaldo Mario Vela Sáenz
21/03/2017 a las 23:45
Hola Paola, Creo que tu escrito es de lo mas cordial en su lectura pues lo leí de corridito y sin tropiezo. Creo que don Kendall te da indicaciones acertadas para el mejoramiento del mismo.
Yo aprendí una nueva palabra de nuestro lenguaje latinoamericano: peonza, que es igual a trompo bailador. Gracias.
Me gusto mucho tu texto Felicidades
Arnia
22/03/2017 a las 11:08
Hola Paola,
Te devuelvo la visita.
Nada nuevo puedo aportar ya, salvo mi opinión.
Creo, también, que parece el comienzo de algo más grande. La introducción al nuevo caso de la policía. Sólo sabemos que ha habido un intento de asesinato y un previo aviso.
En cuanto a los diálogos, me han parecido geniales.
Saludos.
Jean Ives Thibauth
23/03/2017 a las 13:41
Hola Paola.
Un gran ejercicio el de este mes con esos diálogos tan cargados de intención. Es un pulso entre los dos personajes.
Solo un pero, llega un momento que parece que habla la misma persona. Creo que deberías haber hecho una distinción más marcada en la forma de hablar de cada uno.
Me parece mucha casualidad de que a la chica le parezca un cuervo y luego se llame así, es algo que me chirrió.
Me ha encantado el tamborileo de los dedos sobre la mesa del Tortillas. Si te pasas por mi relato entenderás por qué ;).
Hay algún defectillo por ahí, pero ya te los han señalado los compañeros. Solo decirte que son cosas fáciles de solucionar.
Te invito a que te pases por mi relato y lo despellejes a gusto:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7408
Nos seguimos leyendo.
PEPE ILLARGUIA
23/03/2017 a las 20:35
Perdona por no haber pasado antes, Paola, y sabe que adoro enredar un poco tus asuntos policíacos. Esta aventura tiene dos partes muy bien delimitadas por los asteriscos, en la primera predomina la voz de la Juani que corre al detective como una matrona estilo Annie, el fan número uno de Misery, una de mis preferidas de Stephen King. En la segunda, la panda del Gato, el Cuervo y el Tortilla por fin tienen un caso. Creo que una de las dos parte sobra, y yo prefiero la segunda.
Un abrazo, Paola.
Paola
24/03/2017 a las 11:54
Gracias Marisa, María Kersimón, Lectora 70 y Arnia; Sí, se trata de una escena de un trabajo más largo y he querido ver si era capaz de montar un relato con ella. Veo que tengo que trabajar más.
Gracias Don; alterando el orden de las cosas quizás consiga convertirlo en relato. Me ha encantado lo de la fábula y la trama.
Gracias Luis; el mentiroso es Cuervo pues después del rapapolvos recibido por Juani cuenta a sus hombres que la puso firme.
Gracias Tavi; sobre todo por eso de la maestría… 🙂
Gracias Osvaldo; casi me gusta más trompo bailador, si no fuera porque Cuervo es de un barrio castizo de Madrid, cambiaría la palabra.
Gracias Jean; Cuervo es el apodo que se ha ganado Benigno Detecto por lo delgado que es y porque siempre va de negro.
Gracias Pepe; ¡Me encanta que te guste el equipo del Cuervo!, ¡menudos son! Y no veas en los líos que meten al jefe.
Marcelo Kisi
25/03/2017 a las 12:28
Hola Paola!
De nuevo gracias por pasarte por mi relato en el blog y comentarlo!
El tuyo de este mes no es como otros, donde nos tenés acostumbrados a una transparencia y frescura especiales. Aquí se me enreda un poco el lenguaje coloquial, que parece demasiado central, con la trama en sí, que queda algo opacada. ¿Por qué trata mal Juani al poli si antes había querido advertirlo? ¿Por qué se pelea Cuervo con ella, si la necesita para aclarar la info? No sé, toda esa pelea se me aparece un poco bizarra.
Pero evidentemente ahí tenés una buena historia en marcha, la de un plan para matar a un policía, y de una mujer que se complica la vida para evitarlo. Así que a seguirla!
Abrazos!
PD: Pongo con tu permiso el link a mi relato “fuera de concurso” por si algún compañero todavía quiere darse una vuelta. Gracias! https://contarelcuento.wordpress.com/2017/03/18/el-mentiroso/
Laura
26/03/2017 a las 22:29
Hola Paola.
Iniciaste un relato policial negro y hemos quedado en ayunas.
¿Continuará?
Me han resultado muchos personajes hacia el final.
Coincido con quienes señalan que la segunda parte en este relato, no en la segunda parte de un capítulo o en un segundo capítulo.
Hasta el próximo mes
María Esther
29/03/2017 a las 04:29
Hola Paola, qué puedo agregar yo después de tan buenos comentarios, sino que me gustó mucho la historia, los diálogos, con ese lenguaje tan arrogante y amenazador,muy bien logrados.
¡Qué personajes la Juani y el Cuervo!
Sin duda que tienen razón los compañeros cuando piden un segundo capítulo, claro que queremos saber mucho más de esos personajes tan particulares,que se tiran unos flechazos envenenados de lo más intrigantes y misteriosos.
Felicitaciones y hasta el próximo mes.
Maritel
Alycia
31/03/2017 a las 12:41
Hola, Paola:
Lo primero agradecerte visita y comentario.
Lo que más me ha gustado de tu relato es la fluidez que tienen los diálogos.
Sí que es verdad que he estado continuamente despistada al leerlo. Primero pensé que ambos protagonistas no se conocían; después que sí, que compartían además cierto grado de intimidad; a continuación, cuando ella se presenta, vuelve a parecer que no, para después parecerme que sí… Igual es solo impresión mía. Si bien tratas de aclararlo en la segunda parte del texto, yo sigo confusa…
Entiendo que el mentiroso es el detective, al narrar a sus compañeros la forma en la que ha “confesado” la camarera.
Pero me he quedado con ganas de más, ¿habrá secuela?
Saludos,
Alycia