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Las cosas en su sitio - por AlhemaR.
Pasea tranquilo a primera hora de la mañana. El tiempo es fresco en esa Amsterdam húmeda y, aunque el sol naranja se avanza como un cálido regalo para el nuevo día, él parece ajeno a la belleza de los canales, los puestos de fruta abriendo y lo pintoresco del barrio residencial.
En su cabeza suena a lo lejos un tango antiguo de sus años de juventud. Ha quedado tan lejos que apenas reconoce los recuerdos como suyos.
Cruza un puente, gira a la derecha y con notable falta de agilidad para unos huesos que inician la tercera edad, se sienta a la orilla del canal.Algunos paseantes van y vienen. Lo observan unos instantes. Luego se pierden en la distancia. Únicamente una pequeña rata se detiene algo más junto a su pie. Mueve su nariz junto a la lona de las zapatillas. Después las rodea,vuelve a quedarse quieta juntando sus manos de roedor y una vez perdido el interés se marcha en silencio.
Observa cómo la rata se aleja y se concentra después en el brillo del sol sobre el agua del canal. Las luces intermitentes de los destellos son para él una metáfora de su secreto. Como ocurre con este, aparecen y desaparecen. La doble identidad que durante más de doce años ha llevado, le han convertido en un extraño incluso para sí mismo. Saca del bolsillo la insignia de las SS que ha guardado como un talismán todo este tiempo. Lo ha llevado este último mes junto a la alianza de casado. Está seguro que su viuda lo habrá echado de menos. Allá en Argentina estará anocheciendo. Imagina a su mujer, creyéndole muerto, triste y hundida asomada al balcón. O bajando pesadamente las escaleras del pequeño apartamento camino a la calle. Lo mismo da. Su tiempo escondido ya ha durado bastante. Es momento de poner otra vez las cosas en su sitio.
Comentarios (5):
Yoli L.
18/02/2017 a las 00:36
Hola Alhema
Te haré el comentario como lectora, de la forma apenas estoy aprendiendo, ya vendrán otros compañeros que te aportarán al respecto.
Agradecí fuera un relato corto, porque me costó un poco leerlo al ser falto de párrafos.
La historia se entiende y ese final hace imaginar una segunda parte.
Te animo a seguir escribiendo.
Estoy en el #179 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-41/7258
Un abrazo
Henar Tejero
19/02/2017 a las 07:46
Hola Alhema,
Es una breve historia que condensa un tema tan trascendental como el engaño.
La descripción es buena, alternas frases cortas y largas, dando ritmo.Has sabido incluir las palabras en un relato más breve, lo cuál también tiene su mérito.
Sin embargo, pienso que al relato le falta algo.Es como si faltara alguna anécdota o algo más concreto que nos hiciera conocer al personaje un poco más.Eso le daría más fuerza al texto. Es mi opinión personal.
Por lo demás me ha gustado.
Nos leemos!!!
Wester
22/02/2017 a las 15:01
Hola Alhema,
Una buena idea, buen ritmo, descripción y sentimiento de la escena pero le falta algo. Podrías haber profundizado un poco más sobre el porqué o sobre qué piensa hacer ahora el señor. Tenías espacio para ello.
También, cuida un poco la estructura del texto y los párrafos. Está todo un pelín amontonado aunque eso es fácil de solucionar con un par de pausas y puntuación.
Sigue dándole, que no decaiga. Estoy en el 109 por si quieres pasar.
Abrazo
Fernando Caporal
24/02/2017 a las 03:34
Hola Alhema, gracias por comentarme. La dolorosa historia del tipo que oculta su identidad a la propia esposa, la enajenación de su propia vida, las SS… Triste, muy triste, pero sobre todo, desde el punto de vista de un hombre que por lo que cuentas, ya está retirado, es muy buena. Con ciertas cosas flotando en el aire, inexplicadas, dejas que el lector interprete a su libre albedrío qué hará o en todo caso, invitas a que te siga leyendo en una parte dos.
Muy buen relato.
Alhema
27/02/2017 a las 09:19
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Sé que se queda mucho en el aire y en el próximo intentaré afinar más la trama. Pronto os hago mis aportaciones a vuestros relatos.
Un saludo!