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La oscuridad absoluta - por EleemeR.+18

Se giró al escuchar el grito. El sonido que lo precedió fue sordo, pero el grito fue ensordecedor.

Segundo uno:

Debido al sobresalto, sus cabellos rubios comenzaron a moverse de forma errática, con gran energía y brusquedad, ocultando parcialmente su rostro. A pesar de ello, se podía vislumbrar en ella una mezcla de desconcierto y sorpresa.

El hombre fornido se encontraba de rodillas en el suelo, apretándose el abdomen con sus manos cubiertas de sangre. Tenía un aspecto congestionado, la cara contraída, la mandíbula tensa, y apretaba los dientes con suma violencia.

El silencio quedaba quebrantado únicamente por sus jadeos y resoplidos.

Segundo dos:

Se encontraba acurrucado, con la frente apoyada fuertemente en el suelo. Sus jadeos se intensificaban.

El ágil movimiento de sus cabellos había dado paso al reposo. Tras una mirada fugaz al hombre herido, su vista se depositó en él.

Frente a ellos, con las piernas semiflexionadas, una más adelantada que la otra, los brazos extendidos, y sosteniendo con firmeza el arma con ambas manos, se encontraba el pistolero.

Segundo tres:

Los jadeos se transformaron en aullidos desesperados, gritos de auxilio y súplica. Empezaba a ser consciente de su situación. El cuerpo, hecho un ovillo, descansaba sobre una extensa alfombra de sangre.

Quedó perpleja, con la vista fija en el hombre armado con una pistola, de cañón todavía humeante. Había algo en él que le impedía dejar de mirarlo. Era su mirada, profunda y fría, y su semblante, que no denotaba ni ira ni venganza, simplemente mera indiferencia.

Un impulso eléctrico recorrió toda su columna hasta la cabeza, quedando sus sienes invadidas por un incesante dolor, al tiempo que un zumbido se apoderó de sus oídos. El estómago le ardía. Respiraba con dificultad, por más que inhalaba, el aire no llenaba sus pulmones, se asfixiaba. Su corazón latía a toda prisa, descontroladamente. El sudor manaba a chorros de la nuca y creaba un reguero en su espalda. El pesado olor a pólvora y sangre invadía sus fosas nasales, era mareante. La angustia crecía y las arcadas se sucedían. El desconcierto y la sorpresa se tornaban en espanto y terror.

Segundo cuatro:

La bola sangrienta llamaba a su madre a alaridos, sollozaba y los lagrimones recorrían su cara hasta diluirse en la alfombra.

Oía sus llantos muy lejanos, eran casi imperceptibles. Su mirada seguía fija en ese ser tan escalofriante. La atrapaba.
El zumbido se tornó silencio, su respiración era relajada, el pulso controlado, el sudor se secaba en su espalda, las arcadas habían desaparecido. El terror se transformó en tranquilidad.

Era esa mirada, la viva mirada de la muerte, la que le había hecho darse cuenta de que todo había acabado.

Segundo cinco:

Un destello cegador, un sonido sordo, la oscuridad absoluta.

Comentarios (10):

LIAH PERSON

19/01/2017 a las 00:13

Hola Eleeme,
Un relato muy de cine negro, una escena perfecta para un thriller. Las descripciones del hombre arrodillado, a punto de morir…muy explícitas, realmente veo al tipo pasándolo fatal.
Me ha llamado la atención el uso reiterado de la conjunción “y”. Hay muchas descripciones con dos adjetivos o sustantivos unidos por una “y”:
“energía y brusquedad”
“desconcierto y sorpresa”
“jadeos y resoplidos”
“auxilio y súplica”
“profunda y fría”
etc

Quizá resulte una forma de describir un poco reiterativa.
Pero buena escena en cinco segundos clavados.

Tarquino

19/01/2017 a las 04:28

Lindo relato, bien armado, hasta el último segundo no se intuye el final, que por otra parte tampoco queda totalmente claro. Me gusto, un placer.

Eleeme

19/01/2017 a las 10:08

Hola Liah Person.

Te agradezco tu comentario. Lo tendré en cuenta para el próximo relato, pues como bien dices, resulta reiterativo el uso de la conjunción “y”.

Muchas gracias y un saludo.

Eleeme

19/01/2017 a las 10:10

Hola Tarquino.

Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por la lectura.

Un saludo.

Henar Tejero

21/01/2017 a las 10:59

Hola Eleeme,
Describes con perfección la violenta escena, donde se observa la angustia y desesperación.Has sabido ralentizar la acción segundo a segundo.
Coincido con los compañeros en el uso reiterado de la conjunción `y`y con la expresión `un sonido sordo`al principio y al final del relato. Quizás tú lo has querido hacer así.
Pero por lo demás está muy bien. Me ha gustado.
Si quieres pasarte estoy en el 152.
Nos seguimos leyendo !!!

Eleeme

23/01/2017 a las 12:39

Hola Henar Tejero.

Muchas gracias por tu comentario. Coincido contigo en que hay un uso reiterado del nexo copulativo “y”. Lo tendré en cuenta para futuros relatos.

En cuanto a la expresión del “sonido sordo”, se identifica con el disparo del arma. Cada vez que se menciona es porque se produce un disparo, de ahí que se repita. Además, también me resultó divertido empezar y terminar el cuento con la misma expresión.

Ahora mismo voy a leer tu relato.

Un saludo.

Wolfdux Anathema Chimaera

24/01/2017 a las 11:30

Una escena muy visual. Yo no he tenido esa sensación con la conjunción de lo inmerso que estaba en el relato, pero en una segunda lectura si que lo he apreciado más. Por lo demás, un relato excelente. Felicidades.

luis de la Llave

26/01/2017 a las 01:35

Hola Eleeme, ni cuenta me di de la “y”.
Mi interés recorrió tu relato varias veces.
A mí no se me ocurrió marcar los segundo y por eso mi relato se extiendo mucho.
No pude imaginar el escenario, primero pensé en un lugar al aire libre (cuando su cabeza recargó en el suelo), pero luego apareció la alfombra que me sugirió un ambiente interior.
Independientemente de lo anterior me gustó tu relato,felicidades.
Me ayudaría mucho que me dieras tu opinión sobre mi comentario.

Eleeme

26/01/2017 a las 08:56

Hola Wolfdux Anathema Chimaera.

Me alegro de que te haya gustado el cuento. Muchas gracias por tu comentario.

Un saludo.

Eleeme

26/01/2017 a las 09:17

Hola Luis de la Llave.

Te comento un par de cosillas relativas a tu comentario:

La acción puede suceder en cualquier parte, puesto que no hay descripción alguna del escenario. De elegir el emplazamiento idóneo ya se encarga tu imaginación. Ojo, que la alfombra no te confunda, que no es más que un enorme charco de sangre.

En cuanto a lo de marcar los segundos, me pareció divertido, como si fueran pequeños capítulos del cuento. Además, creo que me ayudó mucho a la hora de construir la secuencia. Me permitió por un lado, acotar la acción de cada segundo, sin que se alargara la historia, y por otro, conseguir un relato esquemático, con una narración ágil.

Me alegro de que te haya gustado el cuento. Muchas gracias por tu comentario.

Un saludo

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