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En tu mirada me sigues. - por Tatei Jautze+18
Se giró al escuchar el grito de dolor en plena noche. Oyabak Orgén distinguió a alguien que salía corriendo entre las sombras hacia las calles del pueblo, dejando tirado sobre la playa, como si fuera cualquier cosa, el cuerpo del Sr. Yer Orgén, quien ya no se movía.
Usando su mano tatuada con el perfil de un caballo negro Staunton -y no con la diestra, herida y sangrante-, sacó su pistola italiana 9mm Parabellum -con el olor a la pólvora quemada que dejan los disparos-, apuntó temblorosamente hacia quien corría, y a medida que, sin prisa, presionaba poco a poco del percutor, el tiempo se iba haciendo más lento -así lo sentía cada vez que él le disparaba a alguien-.
Noep era un joven que, para salir de la indigencia, había ingresado al ejército. Esa noche, disfrutaba de sus días francos después de pasar tres meses de servicio en la sierra sur del país. Había decidido pasar unas horas a solas en la playa, quería contemplar el atardecer, pero se quedó un rato más al encontrar la luna menguante rayando el horizonte como si fuera un barco navegando. Al poco tiempo, el barco desapareció en el silencio de la noche estrellada. Luego se entretuvo buscando constelaciones en el cielo y reflexionaba sobre la nueva vida tan diferente que ahora llevaba. Estaba solo, en una noche fría y en la playa, pero ya no era un indigente y se sentía feliz.
De pronto, vio que venían dos personas caminando por la arena, no habían visto a Noep que estaba apoyado sobre una gran piedra. Venían discutiendo, comenzaron a forcejear y uno de ellos sacó una navaja en el momento en que el otro sacaba una pistola. Noep se cubrió totalmente detrás de la piedra y fue cuando escuchó el primer balazo.
Desarmado, Noep quedó asustado y en silencio. Sí, asustado, hasta que vio que uno de ellos se alejaba caminando, dejando en la arena el rastro de sus pasos y un hilo de sangre que pronto serían borrados por la pleamar.
Entonces Noep se acercó al hombre en el suelo, vio que tenía una horrible hemorragia en el cuello, no había nada más que hacer.
Yer Orgen se estaba desangrando y al ver que un hombre se le acercaba, entre el rictus de dolor y su mirada penetrante también se asomó el terror. – ¿Es que acaso viene a terminar de matarme? -intentaba decir mientras estas, sus últimas palabras, se diluían en un grito de dolor y expiraba-.
Noep se vio de pronto bañado en sangre, en una playa desierta, ante un cadáver, junto a la navaja que pudo infligir la herida mortal, fue entonces cuando salió corriendo hacia el pueblo.
Pero Oyabak Orgén, con pistola en mano y sonrisa despectiva lo estaba observando, pensó por un instante en perdonarle la vida a aquel cobarde testigo, pero se dijo a sí mismo "Pieza tocada, pieza jugada", y soltó tres disparos, aventó el arma de fuego al mar y se retiró del pueblo.
Hace varios días que tu vida terminó justo en mis brazos Yer Orgén. Ya te escribí un cuento y ya te lo leí en voz alta, todo tal y como me lo has estado pidiendo. Ahora ya retírate y déjame en paz.
Comentarios (5):
Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia)
18/01/2017 a las 18:26
Hola Tatei, muchas gracias por leer mi texto y dejar allí su comentario.
He venido a leer el suyo y me agrada encontrar varias historias en una. Percibo la historia de un pueblo costeño con playas vacías y oscuras en donde todo puede pasar. Hay otra historia de violencia mucho más protagónica que es común en todos nuestros territorios. Encuentro además la historia de Noep que ha cambiado su indigencia, pero no su destino, que nos muestra algo de soledad y fatalidad. Se suman acá las historias del señor Yer y de Oyabak Y como si fuera poco, hay una historia tras la historia (no necesariamente la del escritor) que involucra tatuajes, una vida con luchas y algo mágico que se muestra en “ya retírate y déjame en paz”.
Me ha gustado. Saludos.
lamarsalada
19/01/2017 a las 21:07
Hola me ha gustado la trama, como dice el compi de arriba hay varias historias y las has unido bien.
Te seguiré leyendo.
Pásate por el 67 y critica.
Nos leemos.
Marisa
19/01/2017 a las 22:24
Hola Tatei, me ha gustado tu cuento. Me gustó la trama, las historias, los personajes, el ritmo.
Felicitaciones.
Saludos y a seguir escribiendo
Soy la nro. 73
G. Sugonz
23/01/2017 a las 11:55
Hola Tatei Jautze,
Buen relato, con muchas historias que fluyen de forma muy natural y un último párrafo que es parte de una historia aún por revelar (¿El fantasma de Yer Orgén?).
Muy ingeniosos los nombres de los personajes… Mi única sugerencia aquí es si no debería ser Yer Oknalb, por eso de tener dos bandos (aunque claro, eso podría ser parte de otra historia).
Nos leemos.
G. Sugonz – 70
R.J. Esperanza Pardo
26/01/2017 a las 16:05
Hola, Tatei Jautze
Una historia sugerente, inteligente, con un halo de misterio, en la forma y en la trama. En serio, me ha encantado, la cuentas a flashes, como en un puzzle, me has hecho pensar y releer, el principio es el final, el final cambia el narrador en segunda persona… que miedo!, te felicito.