Literautas - Tu escuela de escritura

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LA BAÑERA PÚRPURA - por LIAH PERSONR.

Se giró al escuchar el grito realizando un movimiento espasmódico. El esfuerzo involuntario la devolvió de golpe la consciencia y todo el asco se le vino a la boca de inmediato, con una náusea de sabor metálico. Sus pupilas, dilatadas en exceso, siguieron automáticas la dirección del grito y se toparon con las de él: pupilas espanto, pupilas horror, pupilas súplica.
Ni siquiera pudo hablarle, ni siquiera lo intentó, no habría tenido fuerzas. Su cuerpo pétreo, aterido de frío, estaba inmerso hasta el cuello en agua roja toda. Lo supo por el reflejo púrpura que devolvían los azulejos blancos, y al momento también lo supo por los ríos teñidos que resbalaban de su mano oprimida entre las de él, la mano estrujada, los dedos estrangulados entre sus dedos.

−¿Pero qué has hecho? ¡¡¿Qué has hecho?!! ¿Por qué me haces esto?

La percepción confusa, la vista nublada, el oído ya casi sordo. A penas era capaz de distinguir aún las formas, su ropa dispuesta con cuidado en los ganchos de la pared, la luz fluorescente del espejo tocador ayudada de muchas velas, seis, diez, doce velas pequeñas iluminando cálidas el cuarto de baño. El olor desinfectado del detergente con frescor oceánico, el lavabo impoluto, el inodoro aséptico, los jabones ordenados por tamaños y colores, la colección de perfumes mínimos, miniaturas de cristal en frascos diminutos sobre las repisas alineadas.
Escuchaba como en ecos muy lejanos los lamentos de su marido, envuelto en perplejidad y escandaloso llanto, estallando entero en nervios al encontrarse con la escena.

Para él toda la estancia fue la bañera, la bañera en frente, la bañera al lado, en el centro, la bañera arriba y abajo, ocupándolo todo. La bañera completa, mostrándose toda sin remilgos, no hay mampara no hay cortina que la cubra, que la esconda decorosa. La bañera exhibiéndose obscena, repleta de agua de sangre, agua tibia y espesa, agua encarnada, caldo de venas derramadas, de muñecas rasgadas, agua cómplice y silenciosa.

Ella tuvo tiempo casi de formar un pensamiento coherente. No importaba que ahora ya no pudiera hablarle, pronto repararía en la nota que había dejado considerada en la mesilla. Sus razones, su despedida por escrito, su adiós premeditado. Tuvo tiempo casi para compadecerse de él. No tenía que haberla encontrado así, no debía haber llegado tan pronto, no todavía. No, todavía no.

Frío gélido, hielo.

Una imagen apareció en su cabeza con claridad, se configuró nítida, una fotografía que se colaba inoportuna, un recuerdo vívido. Una montaña nevada y un viaje, el coche rodando por la carretera que se adhiere a la roca y a sus curvas, la sensación de mareo. Ella es una niña en el asiento de atrás, mira tranquila por la ventanilla, su padre conduce y habla y habla.
La voz refugio de su padre la mece y la transporta, voz abrigo, voz de hogar, quédate conmigo…

El líquido escarlata salpicó la pared y ella regresó a la bañera.
Sus ojos vagos, queriendo cerrarse los párpados, resistían y se fijaban en él a través de una fina rendija horizontal. Su rostro desencajado, su ropa manchada. Sus manos torpes revoloteando sin control, peleándose con un teléfono que se le escurre como si fuera un pez recién pescado luchando por zafarse del anzuelo.

La fina rendija horizontal desapareció al juntarse las pestañas. Mantener los ojos abiertos era levantar una tonelada con un solo dedo, era remar en mar abierto teniendo el viento en contra. Era inútil resistirse.
Se entregó vencida por el cansancio, la piel traslúcida en sus mejillas de papel de seda, pálida la frente. Abandono lento que retornaba paz, descanso de venas vacías y sueño.

Él la abrazaba contra su pecho, la apretaba fuerte sin obtener respuesta. Sujetaba el cuerpo desmadejado de brazos caídos y cuello de muelle.
Y ella se veía desde lejos ya, como mucho más alta y mucho menos pesada. Como tanto más ligera que la primera vez que imaginó meterse en la bañera, hacer lo que iba a hacer, y poder volar.

Comentarios (38):

PEPE ILLARGUIA

18/01/2017 a las 17:28

Gracias por acercarte a mi puente de Kristianía, Liah, es un honor compartir espacio contigo, porque tienes un estilo muy bueno para escribir. Hay que corregir pequeñísimos defectos gramaticales, que no voy a enumerar, pero el resultado general es asombroso, con sensaciones dispares en tus personajes sin nombre, para resaltar quizá que el personaje principal es la Bañera, y de apellido Púrpura.
Un placer leerte.

Manuel Pla Martí

18/01/2017 a las 18:29

Hola, Liah.
Primer relato que comento este mes que me hace palpitar de emoción. Van seis. Lo he mirado por encima y a simple vista he pensado que utilizabas el punto de vista del marido, enseguida he visto que no, que el punto de vista es de la persona, la mujer, que está moribunda en la bañera. A partir de ese momento el que ha estado con el agua hasta el cuello dentro de la bañera he sido yo. La forma perfecta, no sé si alguien descubrirá errores, yo no los he visto ni me he preocupado de buscarlos. La forma, repito, magistral. Es un texto lleno de detalles, de excelentes detalles. Él, llamando por teléfono, “Sus manos torpes revoloteando sin control, peleándose con un teléfono que se le escurre como si fuera un pez recién pescado luchando por zafarse del anzuelo”, que frase tan lograda. Veo al hombre con la ropa manchada tratando de llamar, desesperado, por teléfono.
Has logrado unir el contenido y la forma de una manera perfecta. El tono de la narración es el adecuado para ese tipo de situaciones, el punto de vista original, que sea la moribunda quien te introduce en la escena es una forma poco habitual de enfocar un suicidio. Esas rendijas horizontales que se van cerrando, que cada vez pesan más, dirigiendo una mirada apagada por el impoluto cuarto de baño…
El contenido es simple pero complejo al mismo tiempo. Te pone a pensar en el desespero de esa mujer, váyase a saber la causa, para haber tomado esa decisión. En la profunda depresión que habrá soportado, capaz no obstante de comprender el daño que le está haciendo al marido, y ese marido, en su desesperación incapaz de desprenderse, no obstante, de ese punto de egoísmo, “¿Por qué me haces esto?”, que lo hace sentir víctima en vez de, quien sabe, victimario. Y Luego ese regreso a los brazos del padre, ese Edipo en el que toda mujer sueña de manera inconsciente, hasta encumbrarlo en el ser protector en el momento del tránsito hacia la muerte.
Una belleza. No tengo nada más que decir.
Saludos y nos seguimos leyendo.

Bea

18/01/2017 a las 22:29

Hola Liah:

Vaya pasada de relato. Me ha encantado todo, la forma en la que describes hace que la lectura fluya. Además mezclas recuerdos, imaginaciones y presente con maestría para acabar haciéndonos vislumbrar de forma perfecta la situación y haciéndo que nos metamos por completo en la piel de los personajes.
Me ha parecido que la forma en la que escribes y describes es delicada y poética, me ha encantado de verdad, te felicito.

Si te apetece pasarte estoy en el 242.

¡Nos leemos!

Pilar

18/01/2017 a las 22:37

Wow, Liah!!!! Tú sí que sabes escribir…!
Menudo texto, vaya vocabulario tan bien utilizado!! Lleno de imágenes potentes e impactantes que me han hecho seguir la historia de un tirón, luchando yo misma por abrirle los ojos, oprimirle las muñecas para que dejara de sangrar, con ganas de llamar a emergencias… Te felicito, me acabo de convertir en tu fan!!! Un beso.

LIAH PERSON

18/01/2017 a las 22:57

Muchas gracias Pepe, tus palabras son muy amables. Me alegra de verdad que te haya gustado mi texto. Me anima mucho porque tu breve relato me ha encantado, es muy especial. Y sí, tienes razón, la prota real podría ser la bañera, sin duda.
Gracias de verdad. El placer es mío.

LIAH PERSON

18/01/2017 a las 23:04

Manuel, millones de gracias por tus palabras. Demasiado generosas me parecen, pero mentiría si dijese que no me alegran y me animan a seguir escribiendo (o intentándolo).
Gracias por haber leído tan bien mi texto y por haberlo interpretado de la forma que lo has hecho. Has visto precisamente aquello que para mí era importante transmitir.
Gracias de verdad. Te sigo, por supuesto.

LIAH PERSON

18/01/2017 a las 23:07

Bea, muchísimas gracias por tu visita y por haberte tomado la molestia de comentarme. Me alegro de que hayas disfrutado con esta lectura. Gracias por tus palabras. Me paso seguro por tu 242.

LIAH PERSON

18/01/2017 a las 23:11

¡Pilar! me encanta que te guste mi relato. Gracias por decirme cosas tan buenas ¡te has pasao!. Estoy deseando leerte de nuevo la próxima vez, yo también soy fan de la frescura y la buena prosa de tus textos ¡gracias de verdad!

Alonso García-Risso

19/01/2017 a las 03:27

Saludos Liah: Muchos suicidios esconden un crimen perfecto bajo la forma de la “inducción al suicidio”.
El texto es la historia realizada en “el sitio de suceso”, mismo. Narrado segundo a segundo; aunque sobrepasa los estipulados por el desafío. Con qué realismo se describe la escena sangrienta, los últimos vestigios de vida de la suicida, la reacción del cónyuge…
La atmósfera cargada de dramatismo, sobrecoge.
Una excelente historia, narrada con habilidosa maestría.
¡Excelente!, en buena hora.

Alonso García-Risso

19/01/2017 a las 03:29

Saludos Liah Person:

Muchos suicidios esconden un crimen perfecto bajo la forma de la “inducción al suicidio”.
El texto es la historia realizada en “el sitio de suceso”, mismo. Narrado segundo a segundo; aunque sobrepasa los estipulados por el desafío. Con qué realismo se describe la escena sangrienta, los últimos vestigios de vida de la suicida, la reacción del cónyuge…
La atmósfera cargada de dramatismo, sobrecoge.
Una excelente historia, narrada con habilidosa maestría.
¡Excelente!, en buena hora.

Otilia

19/01/2017 a las 12:10

Hola LIAH PERSON,
Tu relato es prosa poética y sin embargo creo que tocas temas muy duros: el suicidio, el mal trato en la pareja(…todo el asco…) y hasta puede que el complejo de Edipo. En su recuerdo solo aparece el padre (quédate conmigo…).
Buen trabajo. Enhorabuena!! Saludos.

LIAH PERSON

19/01/2017 a las 12:16

Muchas gracias Alonso y Otilia por comentarme.
Muy amables.

Juan Chukofis

19/01/2017 a las 13:32

Hola Liah,
Al principio me perdí con el punto de vista, más por distracción mía y lo inusual de ese punto de vista. Después cuando lo releí me pareció excelente la idea y el relato en general.
Me gusta la búsqueda de expresiones particulares y detalles.
Como el detalle macabro de las velas encendidas entre tanto orden y pulcritud del baño.
Las imágenes, el teléfono escurriéndose como un pescado (pondría igual directamente “pescado” en lugar de “pez recién pescado”)
El lenguaje poético que tiene en general todo el texto.
El foco en los ojos, en las pupilas, en la fina rendija horizontal que desaparece al juntarse las pestañas.
Las descripiciones todas me parecieron muy buenas.
Lo único que me hace ruido es una frase que dice: “escandaloso llanto, estallando…” Quizás alterando el orden para que no queden juntas esas palabras me parece que quedaría mejor.

Saludos y muchas gracias

LIAH PERSON

19/01/2017 a las 21:13

Gracias a ti Juan. Me alegro mucho de que te haya gustado mi relato.

Paola

20/01/2017 a las 11:23

Hola Liah

Un relato muy intenso y los dos puntos de vista, no sabes cual de los dos da mas terror. Seguramente el de él,que se queda.
Como dicen los compañeros muy bien relatado y tomo nota para el mio de la alternancia de los protagonistas. Leyendo a los compañeros se suele aprender mucho.

Enhorabuena

Servio Flores

20/01/2017 a las 12:47

¡Hola Liah!
¡Que gran dominio del lenguaje!
Un relato que dosifica la información, llevándonos frase a frase, palabra a palabra hasta el final.

Felicidades Liah

LIAH PERSON

20/01/2017 a las 20:42

Paola, muchas gracias por tus palabras

LIAH PERSON

20/01/2017 a las 20:46

Servio,muchas gracias por leerme.
Me pasaré por tu texto

Marazul

20/01/2017 a las 22:41

Hola Liah: un texto impecable en cuanto a la forma. Vocabulario muy rico con descripciones acertadas y alguna comparación muy lograda. Es un relato muy trabajado que según mi punto de vista cumple el reto. Incluso se respira esa lentitud propia de la descripción que haces de ese instante tan dramático.
El tema es duro, pero muy real.
Un buen relato, Liah. Te felicito
Un saludo

LIAH PERSON

20/01/2017 a las 23:42

Marazul, muchísimas gracias por tu comentario. Un placer haberte leído y una satisfacción que tú me leas.
Espero que podamos hacerlo muchas veces.

María Kersimon

21/01/2017 a las 02:01

Hola Lisbeth, antes que nada, gracias por dejarme un comentario alentador. Por mi parte, tu relato me ha parecido simplemente magistral. Se diría que ha sido escrito de un tirón, fluyendo sin esfuerzo alguno por su cauce de imaginación y sensación. Está hermosamente redactado, poético, sensitivo. Tienes expresiónes muy bonitas y acertadas a la vez en tus descripciones. Da la sensación de que no te cuesta ningún esfuerzo escribir así ( seguramente no es así) por lo bien que fluye. Mi más sincera enhorabuena.

María Kersimon

21/01/2017 a las 02:02

Quise escribir Liah, pero el corrector…

SBMontero

21/01/2017 a las 10:19

Es un texto complejo, muy carnoso, que diría el maestro Umbral. Por momentos me ha recordado mucho a Austin Wright… a ver, salvando las distancias, eh, pero sí, por momentos.

Todo un acierto el punto de vista y eres capaz de mezclar la descripción con cierto sentido poético de la imagen que, a parte de ser bastante pegajoso, descoloca, y si me permites decírtelo, da grima, aunque no lo digo como algo malo, para nada, es como cuando estás viendo una película y en ciertas escenas no quieres ver lo que ocurre, pero eres incapaz de apartar los ojos… no sé si me explico.

La historia en realidad es bastante simple, no te has complicado y haces bien. Hay una referencia a un coche y un padre que habla que parece querer llevar a otro sitio, pero que queda en agua de borrajas -una pena-.

Me ha gustado.

Desde el punto de vista formal diré que jamás te perdonaré el “a penas“, caguentó.

Sigue escribiendo, por favor.

Un saludo.

SBMontero

21/01/2017 a las 10:21

… y no se te ocurra decirme nada del “a parte“, eh

Patricia Redondo

21/01/2017 a las 12:43

Hola Liah!!

Gracias por pasarte por mi relato a comentar. Hago lo propio con el tuyo.

Buena historia. Me ha gustado especialmente la parte en la que ella se va marchando definitivamente. Contrasta muy bien lo terrible de la situación con las sensaciones interiores de la suicida que son de calma total , de paz.

Sé que no es parte del relato, pero me he quedado con las ganas de saber más de los motivos que llevan a la protagonista a quitarse la vida.
Yo quizá hubiera ahondado más en esto y habría aligerado de otros detalles como la descripción pormenorizada del cuarto de baño, o el recuerdo de niña , que no he sabido muy bien como encanjar en el sentido del texto.

Pero esto es una preferencia mía eh ? que me gusta mucho ahondar en los personajes y menos quizá en la descripción del ambiente o en la acción misma. Entiendo que tu intención es describir el momento y no la historia de los personajes que ocupa un plano secundario…

Nos seguimos leyendo!!

LIAH PERSON

21/01/2017 a las 23:19

Hola María Kersimon. Gracias por regalarme esas palabras tan generosas. El hecho de que tú hayas apreciado mi texto de la manera que lo has hecho, es una inyección de energía para mí.
Gracias de verdad.

LIAH PERSON

21/01/2017 a las 23:43

Hola SB Montero,
que menciones a Umbral al inicio de tu comentario, aunque sea de casualidad y aunque no tenga nada que ver con nada de lo que quieras decir sobre mi relato… ya me ha supuesto un subidón.
Que me digas que te recuerdo de lejos (lejísimos) a Austin Wright, un autor que apenas (y digo bien: “apenas”) conozco, me obliga a empezar a leerlo mañana mismo.
Que digas que el punto de vista que he elegido es un acierto y después afirmes que la escena que describo provoca esa sensación de “no poder dejar de mirar” (de leer en este caso), consigue que hoy acabe el día con la autoestima mucho mejor armada de lo que lo empecé.
Y que SB Montero me pida “por favor” que siga escribiendo… no sabes cuánto me anima a continuar con esta tarea en la que he empezado hace tan poco tiempo.
Gracias, muchas gracias por tu comentario.

Del maldito “a penas” me avisó una amiga nada más publicarse el texto. ¡Se me coló!, y crucé los dedos para que pasara inadvertido… cosa que casi consigo hasta que has pasado tú con tu lupa por el relato, claro. ¡Ay!¡qué rabia me da!

LIAH PERSON

22/01/2017 a las 00:00

Hola Patricia,
los motivos que llevan a mi protagonista al suicidio… no los sé ni yo. Me centré en el hecho en sí del suicidio, incluso más aún, en la parte final de esa terrible decisión. El grito de su marido devuelve a la mujer por unos segundos (pretendí que fueran 5 aproximadamente) a una realidad de la que ya estaba casi fuera por completo. Eso es lo único que quise escribir, y lo hice. No hay más, no sé quién es la prota ni qué la llevó a la depresión, ni cuánto de solo se queda su marido, ni si tienen hijos o no…
No lo sé, y no sé tampoco si te decepciono por ello, pero sólo intenté crear un texto de 700 palabras que cumpliese con el reto propuesto.
Aunque, quién sabe, puede que en algún momento me decida a seguir con esta historia y encuentre los motivos, las razones y hasta la consecuencias de lo que aquí narro. El antes y el después del momento de la bañera.
No sé, quizá lo haga.
Muchas gracias por leerme y comentar. Gracias de verdad.
¡Nos seguimos!

Osvaldo Mario Vela Sáenz

24/01/2017 a las 03:34

Hola Liah Person, por primera vez me veo ante un escrito tuyo y sabes una cosa, que me ha encantado.

Después de leer los comentarios de los compañeros literautas y los tuyos propios me siento orgulloso de ser parte del grupo: Se aprende a raudales.

Sólo me queda una cosa por agregar; que suerte tienen los buenos escritores como tú.

Mira que el marido haya llegado tan a tiempo para dar la voz de arranque a una obra tan bella.

Y vaya que es suerte, el de tu don didáctico, al despertar toda variedad de emociones.

Inquietudes de culpabilidad, de arrepentimiento,de añoranza de tiempos idos con su padre y de abandono.

Y para terminar el ambiente poético en que se desarrolla.

Sigue escribiendo que primero Dios yo seguiré tus escritos.

LIAH PERSON

24/01/2017 a las 11:03

Osvaldo, muchísimas gracias por dedicarme palabras tan amables. Estoy segura de que no las merezco. No acabo casi ni de llegar a esto de “la escritura” y aún me queda todo por aprender.
Pero gracias por tanto ánimo.
Me pasaré por tu relato, seguro.

Wolfdux

24/01/2017 a las 11:40

Hola Liah, un relato como bien dicen los compañeros muy bueno, se nota que esta cuidado y trabajado al detalle. Hay un par de cosillas que ya te han señalado pero nada que ensucie el resultado final.

Felicidades. ¡Nos leemos!

LIAH PERSON

24/01/2017 a las 13:59

Gracias Wolfdux por devolverme la visita. Espero poder seguirnos en el futuro.

luis de la Llave

26/01/2017 a las 01:10

Hola Doña Lia, no puedes imaginar el tremendo susto que me llevé al leer tu relato.
Está muy potente. Se queda uno imaginando cada escena que describes, los colores, la pulcritud, la angustia y el abandono final.
No puedo imaginar que escribas así y que “apenas acabes de llegar a esto de la escritura”.
Yo de verdad empecé ayer pero me quiero imaginar escribiendo con tu capacidad en un futuro no muy lejano.
Gracias por el ejemplo y felicidades

LIAH PERSON

26/01/2017 a las 16:38

Hola Luis,
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado tanto. Te he buscado en la lista para devolverte la visita, pero no te encuentro. Si me dices en qué puesto estás, te leeré seguro. Gracias.

Lorkiano

26/01/2017 a las 18:05

Hola Liah Person:

¡Felicidades! Lo que has escrito es una maravilla de relato. El variado vocabulario y la manera que tienes de describir la situación me ha dejado boquiabierto. Me ha encantado.

SBMontero no lo podría haber dicho mejor: sigue escribiendo, por favor. Es una gozada leer relatos de esta calidad.

Nos leemos.

LIAH PERSON

26/01/2017 a las 21:09

Lorkiano, mil gracias. Qué bien que te haya gustado tanto y que lo valores tan bien. Creo que empiezo a estar algo abrumada por tantos comentarios tan buenos que está teniendo mi relato.
Solo espero no decepcionar a nadie con el próximo…¡uf!
Nos seguimos

Laura

31/01/2017 a las 21:13

Hola Lía.
Maravilloso relato donde pormenorizas los detalles del suicidio.
Me han encantado muchas expresiones que utilizas.
Felicitaciones

LIAH PERSON

31/01/2017 a las 21:30

Muchas gracias por tu comentario Laura

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