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Coito interruptus - por Pato MenudencioR.+18

Se giró al escuchar el grito de la Condesa. Vicente, joven sin escrúpulos y de moral distraída, al igual que una persona próxima a la muerte, empezó a enumerar los acontecimientos vividos en las jornadas previas al alarido que en ese momento perturbaron el hipotético plan de deshonra que este tenía para la hija de los dueños de casa.

¿Qué Salió mal en esa noche? Sus movimientos fueron calculados hasta el más mínimo detalle, pero siempre algo puede destruirlo todo.

La vida puede caber en un par de segundos y Vicente lo descubrió esa noche.

En medio del desastre recordó que todo empezó un año antes; cuando contempló a Isolina Casanueva, hija menor de los Condes del Arrayán, de diecisiete años recién cumplidos, bañarse desnuda en una laguna escondida en la hacienda de la familia.
Vicente, hijo mayor de una familia aristócrata en decadencia, paseaba por ahí cuando vio el cuerpo desnudo de la joven disfrutando el agua pensando que estaba sola.

La hermosa silueta redondeada de sus pechos, y la forma como resplandecía el vello de su pubis con los rayos de sol se convirtió en la obsesión de Vicente, que se deleitaba mientras permanecía oculto entre los matorrales.

Ese día nació un deseo que lo dominó por completo. El ya tenía fama de conquistador y uno de sus pasatiempos era salir a buscar nuevas pieles en las cuales entrar. Isolina sería su nueva conquista.

Primero fueron las cartas de amor que Vicente le entregó a ella. Esas misivas eran de una dulzura tan recargada que jubilaría a cualquier páncreas apenas leyese las primeras líneas.
El segundo paso fue cortejarla cuando la veía pasear por el pueblo acompañada de sus primas. Una mirada profunda, una sonrisa en el momento preciso y una reverencia lograron por fin ruborizar a la joven. Por su parte, Cada vez que la veía, Vicente imaginaba ese cuerpo desnudo y soñaba con algún día poder entrar en ella.

¿Cómo esos detalles invadieron su cabeza mientras el grito aún estaba ahí? Esa es la magia de los momentos límite. Y en ese momento, durante la fiesta de cumpleaños número dieciocho de Isolina, recordó todo lo que sucedía hasta ese momento.
Él entrando en la suntuosa casa patronal, más de cien personas; lo más selecto del pueblo, y Vicente, un galán de medio pelo, falto de dinero, pero lleno de labia y ambiciones.

Saludó a todos, fue encantador, ese era su papel, siempre lo fue. Colmó de atenciones a los condes, que cayeron rendidos ante los encantos de aquel desconocido, casi un don nadie.
El teatro de Vicente continuó hasta que divisó a Isolina. Tan bella, tan angelical, tan deliciosa. Ese era el momento que estaba esperando.

Subió la escalera, un intercambio de palabras llenas de dobles intenciones y miradas cómplices, fueron la antesala de algo que era inevitable. Estaba todo bien planeado y nadie advirtió cuando se perdieron en la fiesta.

Huyeron en silencio hacia una de las habitaciones, se entregaron frenéticos uno al otro, Vicente besó aquel cuello de garza como poseído, bajó sus labios hasta que dio con el canal de sus pechos. Con ambas manos bajó el escote y un pezón insolente se asomó, tímido, para provocarlo. El joven no aguantó, y mordió con fuerza aquel botón rosado. La respiración entrecortada de su compañera le daba la señal de que todo lo estaba haciendo bien.
Sus manos fueron hábilmente debajo de las faldas tocando esos muslos suaves que deseaba. El rostro casi traslúcido de su compañera estaba rojo por completo.

Bajó lentamente la ropa interior de Isolina, que mordía sus labios para no hacer ruido. Vicente supo que era ese el momento. Se bajó los pantalones y se tomó su tiempo para entrar a donde nadie había entrado…

A lo lejos se escuchaba a la Condesa preguntando por su hija, Vicente derrotado, tuvo que desistir de su intento. Por suerte sabía como huir.

Subió rápido sus pantalones y le dijo a Isolina que esperara. Salió de la habitación y se encontró con la Condesa. El joven sacó un frasco de medicamentos y le dijo que buscaba un lugar para descansar porque debía medicarse para los mareos.
Al principio le creyeron. Sin embargo, cuando ingresaba al salón, el grito destruyó todo.

Él sólo sintió algo helado en sus pantalones, pero lo que la condesa y los cien invitados de la fiesta vieron ese día fue a Vicente Casanueva paseándose por el salón aún con el pene colgando a través de cremallera abierta.

Comentarios (23):

SBMontero

18/01/2017 a las 01:48

Me he reído, tengo que reconocerlo, me he reído, pobre Vicente.

No te voy a engañar, es muy, pero que muy mejorable, aunque me ha encantado ese aire que le das a texto antiguo.

Espero, de verdad, que sigas escribiendo y poder leerte.

Un saludo.

Diego Manresa Bilbao

18/01/2017 a las 13:14

Buenas pato! Un placer volver a tenerte por aqui
Me ha parecido interesante, divertido sin duda, pero no esta a la altura de otros textos tuyos. El final es bueno, pero esta contado de una forma que no acaba de enganchar.

Un abrazo y nos leemos!

José Tapia

18/01/2017 a las 13:57

Pato Menudencio, bueno, podría decirse que Vicente tuvo sus cinco segundos de gloria. Encuentro en algunas partes del texto, trazos interesantes de una narrativa armónica, sin embargo en algunos segmentos, sobran cosas por ejemplo: “Él sólo sintió algo helado en sus pantalones,” Se entiende mejor sin la palabra “sólo”. Me gusto que te aventuraste con la narrativa histórica y eso es loable.
Un abrazo latino.

Osvaldo Mario Vela Sáenz

18/01/2017 a las 14:34

Hola Pato, es bueno volver a leerte y decirte que tu texto me llenó por la forma de mantener un ambiente muy calenturiento dentro de los limites de la comicidad. La sonrisa nunca desapareció de mis labios durante la lectura, hasta el final cuando la substituí con una franca risotada. Te felicito.

Pato Menudencio

18/01/2017 a las 15:53

Hola chicos.

Gracias por los comentarios.

Definitivamente el texto se puede mejorar. Originalmente tenía 1200 palabras y tuve que mutilar bastante para llegar al final sin hacer un “texto interruptus”.

Saludos.

Pd: para los que por primera vez me leen, los animo a pasar a mi blog, hay varios textos que he puesto.

Yoli L.

19/01/2017 a las 00:57

Hola Pato Menudencio

Me he reído un montón con tu relato, es simpatiquísimo! Te visitaré en el blog.

De la forma no puedo opinar de momento, porque apenas estoy empezando en esto, más bien si quieres leer el mío, agradeceré en todo lo que vale tu tiempo, es el #174 donde todo aporte me hará aprender para avanzar.

Saludos desde Costa Rica!

Andrés Scribani Lucena

19/01/2017 a las 05:12

Hola, Pato. Gracias por el entretenido rato de lectura que siempre nos permites con tus relatos.

“Esas misivas eran de una dulzura tan recargada que jubilaría a cualquier páncreas apenas leyese las primeras líneas” – > me gustó mucho el juego de palabras.

No me queda más que desearte un feliz 2017 y que por favor compartas tu opinión sobre mi relato. Saludos.

*Mi relato (116): “Ahora ser comido vivo será la menor de tus angustias…” -> https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/7042

Lamarsalada

19/01/2017 a las 09:26

Hola, me ha parecido un texto gracioso,se lee fácil.
Habría que corregir alguna cosilla.
Puedes criticarme en el 67.
Nos vemos.

Wolfdux Anathema Chimaera

19/01/2017 a las 09:35

¡Grande Pato!

Me alegra volver a leerte por Literautas, has sido y eres uno de mis referentes. He encontrado un par de cosillas a revisar pero nada que ensombrezca el resultado final. El estilo marca de la casa, tan descarado como siempre, tan picarón… me encanta. Como ya han comentado los compañeros, un relato muy divertido. ¿La versión extendida ha desaparecido o la conservas para una posterior edición para el blog?

Las erratas que he visto son:

-en el segundo párrafo escribes “Salió” con mayúscula
-en el sexto párrafo hay un “el” que ha perdido la tilde por le camino

Un abrazo. ¡Nos leemos!

Pato Menudencio

19/01/2017 a las 15:00

Gracias nuevamente por sus comentarios:

– Yoli: Pasaré en breve por tu texto. Paciencia, porque soy un vago.

– Andrés: Aunque no le creas, cuando un amigo dice algo muy cursi siempre exclamo: “¡¡¡Oh mi pancreas!!!

– Lamarsalada: Con calma corregiré el texto, si hay una sugerencia, no dudes en señalarla.

– Wolfdux: tanto tiempo. Gracias por pasar. Pronto caeré en tu texto.
Y si, hay versión extendida, tuve que cortar la escena sezual, Xd.
Pd: había otro texto para participar, trataba de los avatares de un eyaculador precoz. Los mejores 5 segundos de la noche.

Saludos.

PEPE ILLARGUIA

19/01/2017 a las 20:29

Buen grito Pato, solo me ha faltado que la bella Isolina saliera con el pezón suelto en mitad de la fiesta. Espero pasar por la versión extendida, y evitar los interruptus siempre lamentables.
Un enorme placer volver a releer tus textos.

Miranda

19/01/2017 a las 21:40

Hola Pato:
En cuanto al contenido la divertida escena te ha quedado muy entretenida, Creo que si se ha cumplido el reto, aunque depende de la velocidad con la que salio de la habitación y llegó al salón. Me he divertido durante la lectura y me he reido al final.

En cuanto a la forma es cierto como te comentan, que hay párrafos un poco confusos que no son de tú estilo y me han desconcertado un poco. Ha habido un momento en que he pensado que estas apadrinando a un novato y le has dejado publicar con tu nombre, para ver que pasa jeje.

Saludos.

P.D leeré la versión larga

Pato Menudencio

19/01/2017 a las 22:19

Hola Miranda:

La edición fue la culpable. Al final resumí 1200 palabras y corté a última hora (soy perezoso).

Pd: La segunda idea pronto la tendré editada. Y el relato del mes pasado no lo envié porque era muy largo.

Saludos.

luis de la Llave

20/01/2017 a las 00:53

Hola Pato Menudencio, me gustó tu grito.
Es mi primera participación en el taller así que voy despacio escribiendo y comentando.
te agradeceré comentarios sobre mi cuento, El nahual.

saludos

Daniel Escobar Celis

20/01/2017 a las 03:52

Jeje El lenguaje es bastante sencillo y estuvo bastante entretenido. Especialmente con el final. Pobre Vicente la que se lió… Veo que decidiste hacer todo un recuento para poder cumplir con el reto.

No voy a decir mucho mas porque soy nuevo por acá y aun no estoy muy bien en cuanto al análisis de texto.

PD: seria bueno que me comentaras algo soy del relato numero 17

Isolina R

21/01/2017 a las 17:15

Hola Pato Menudencio:

Me ha ofendido tanta patraña sobre mi vida, la verdad. Ni que decir tiene que casi todo lo que cuentas de aquella noche y de mi relación con el torpe de Vicente es una sarta de mentiras.

¿De moral distraída aquel imbécil? Ya me hubiera gustado a mí. Menudo reprimido…
¿Que empezó todo un año antes cuando me vio desnuda en la laguna escondida? ¿Y los tres que llevaba ya bañándome en cueros, en todas las lagunas a la vista? ¿Que cuando al fin conseguí que me viera pensaba yo que estaba sola? Eso no te lo crees ni tú. Mira que me bañaba hasta en invierno, cuando casi tenía que retirar el carámbano para meterme… Y él ni puñetero caso.

«La obsesión de Vicente», dices. Sabes perfectamente que a aquel sosainas mi belleza no le hacía ni fu ni fa. ¿De dónde sacaste que permaneciera oculto entre los matorrales espiándome? Como no se escondiera para observar a los conejos…

¿Fama de conquistador Vicente?, ¿pero de qué hablas? ¿Y las cartas de amor?, ¿de dónde has sacado esa trola? Las únicas cartas que hubo entre nosotros se las escribí yo a él y él jamás me contestó, como si no las hubiese recibido.

Nunca me cortejó, ni en presencia de mis primas ni en ningún otro momento. Esa es la pura verdad. Aquella noche lo atraje a mi casa con engaños. Le tendí una trampa para llevarlo a las habitaciones. Y cuando allí arriba se me hizo el estrecho, sentí rabia y le subí la cremallera con el resultado por todos conocido.

Saludos.

Isolina Casanueva.

Isolina R

21/01/2017 a las 17:45

Hola, Pato Menudencio:

Me ha hecho gracia y no he podido resistirme a gastarte una broma. Espero que no te moleste.

En fin, el relato es mejorable en la expresión; pero nos saca una sonrisa, como siempre. ¡Cómo me gusta tu sentido del humor!

Te cuento lo que puede ayudarte a mejorar el texto:

En: “Vicente, joven sin escrúpulos y de moral distraída, al igual que una persona próxima a la muerte, empezó a enumerar los acontecimientos vividos en las jornadas previas al alarido que en ese momento perturbaron el hipotético plan de deshonra que este tenía para la hija de los dueños de casa” has metido una oración larguísima. Yo ola fragmentaría en dos.

“¿Qué salió mal en esa noche?”.

En: “vio el cuerpo desnudo de la joven disfrutando el agua pensando que estaba sola” yo lo pondría de otro modo. No me gustan los dos gerundios y, además, el cuerpo sí disfruta del agua, pero no piensa. No me imagino al dedo gordo del pie pensando.

“Él ya tenía fama de conquistador”.

En: “que Vicente le entregó a ella” yo quitaría “a ella”.

En: “Por su parte, Cada vez que la veía, Vicente imaginaba ese cuerpo desnudo y soñaba con algún día poder entrar en ella”, pondría: “Por su parte, cada vez que la veía, Vicente imaginaba ese cuerpo desnudo y soñaba con poder entrar en ella algún día”.

En: “Y en ese momento, durante la fiesta de cumpleaños número dieciocho de Isolina, recordó todo lo que sucedía hasta ese momento” se repite “momento”.

En: “Él entrando en la suntuosa casa patronal, más de cien personas; lo más selecto del pueblo, y Vicente, un galán de medio pelo, falto de dinero, pero lleno de labia y ambiciones” habría que redactarlo de otro modo, así no es correcto.

Te sugiero que no repitas tanto el verbo “ser” ni uses tanto “su/sus”.

Espero que mis sugerencias te resulten útiles.

Saludos.

Ismael Tomas Perez

24/01/2017 a las 14:38

Hola Pato Menudencio
Bonita historia has desarrollado. Me ha enganchado y he disfrutado leyéndola. En cuanto a ritmo y puntuación esta bien, pero el final es muy corto. Quizá porque se te agota el espacio. Me ha gustado mucho, reto conseguido. Felicidades, si quieres estoy en el 1

Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia)

25/01/2017 a las 04:22

Hola Pato Menudencio, he disfrutado de la lectura de tu texto y recordé otras participaciones tuyas, siempre con ese toque divertido que me entretiene bastante.
Hasta pronto. Saludos.

María Teresa Montero P.

26/01/2017 a las 16:44

la historia es entretenida, audaz y bastante erótica. Algo machista pero que podemos hacer. Felicitaciones.

Cryssta

30/01/2017 a las 11:57

Hola Pato, una vez más me paso por tu relato para leer por placer y como en anteriores ocasiones me ha gustado.

Claro, que me ha gustado más que Isolina aclarara cómo fue la historia en realidad, ya sabía yo que ella no era tan pacata, jajaja.

Besos.

Jean Ives Tibauth

30/01/2017 a las 17:59

Hola Pato.

Me he acercado a tu relato gracias al título, ya que me pareció que habiass usado el grito inicial de la misma manera que yo.

Me he reído un montón con el final.
El texto, aunque mejorable en su manera mas formal, tiene mucho mérito ya que incita a leer sin parar y se lee de manera fluida.

Nos seguimos leyendo.

Te invito a que despellejes el mio a gusto:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/6901

Pato Menudencio

01/02/2017 a las 14:59

Nuevamente muchas gracias, procuraré usar vuestras recomendaciones para arreglar el texto con calma. Este año trataré de escribir cosas experimentales, tramas con realismo sucio o con humor corrosivo.

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