Se giró al escuchar el grito. Era mi grito él que comenzó los peores segundos de mi vida. Ya sabía que estaba por suceder: Mi hermana menor me miraría a los ojos por consecuencia de mi grito y luego le caería una bala en el corazón. Pero eso aún no había sucedido.
Hace unos meses salió en el mercado negro tecnología que lograría hacernos regresar al pasado a través de nuestros pensamientos y recuerdos, rápidamente lo compré ya que vi una gran oportunidad de por fin descubrir quién fue el asesino. Según la policía, no hubieron testigos porque en ese callejón todos corrían por su vida, aún recuerdo la policía tirando gas lacrimógeno y los vendedores escapando con su mercancía. Ahora, he vuelto a ese momento. El problema es que sólo tengo cinco segundos.
Miro de reojo a mi hermana, con su vestido blanco y cola de caballo. Sé que debo mantenerme firme y que mi prioridad es descubrir la verdad. El problema es que moriría por ella, si pudiera me movería unos centímetros para que la bala me mate a mí. Pero no puedo cambiar la historia.
Subo la mirada hacia los tejados y veo a uno de los delincuentes en el edificio a mi derecha apunta hacia la dirección de donde estoy. Debe haber sido él. Estoy a punto de ver si se le puede reconocer cuando cambia de dirección de su arma hacia el tejado del edificio a mi derecha y dispara. Ahí hay un policía con una metralleta que apunta hacia mi hermana y mientras dispara le cae una bala en el cráneo que lo traspasa lentamente y luego la sangre cae lentamente. Ahora faltan dos segundos.
Por eso nunca encontraron ningún testigo o pruebas. La misma policía había asesinado a mi hermana, no sé si con intención o por el simple hecho de matar personas y disminuir el alboroto. El asesino pagó siendo asesinado.
Ahora sé que los culpables eran todos los que encubrieron la verdad.
Mi cuerpo en el pasado cae de rodillas al ver a Lily muerta, miro que hay sangre en su vestido blanco y milisegundos antes de caer junto a su cadáver, vuelvo a la actualidad con rabia y ganas de que se haga justicia.