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Los gritos del huérfano - por Alejandra Romero
Se giró al escuchar el grito. Una niebla espesa lo rodeaba. Apenas podía ver algo. Los cuervos sobrevolaban el cielo nocturno. De pronto, la niebla se disipó y vio el origen del grito. Un bebé recién nacido, tapado con una manta agujereada, estaba llorando. Cogió al bebé en brazos e intentó que dejara de llorar. Tomó sus manos entre las suyas y se las besó para darle calor ya que estaban heladas. De pronto, el bebé dejó de llorar y con sus pequeñas manos empezó a acariciar su barba. Cuando quiso darse cuenta la niebla se había disipado por completo. Despacio, avanzó por el camino de grava con el bebé en brazos cuando oyó otro grito, esta vez más agudo. Avanzó corriendo hasta encontrar, tras un arbusto, a una mujer tumbada en el suelo, pálida como la nieve. El bebé extendió los brazos hacia la mujer, lo que le hizo presuponer que aquella mujer era su madre. El bebé era huérfano. Un graznido se escucha a los lejos, lo que hace que sus facciones se contraigan de temor. Dejó al bebé en el suelo, este se puso a llorar, pero él no se giró. Intentó ver de donde provenía ese graznido, pero solo veía oscuridad, las nubes habían ocultado la luz de la luna. A tientas avanzó a través de la espesura de árboles. Junto a un pequeño arbusto encontró un pequeño conejo, le produjo tal ternura que lo acogió entre sus brazos. Pero en cuanto lo abrazó la cara de este animal se transformó en una máscara indescriptible: sus ojos se tornaron rojos, sus dientes sobresalieron de su pequeña boca y su nariz desapareció. Rápidamente lo soltó y vio que se dirigía hacia el bebé para atacarle. Sin tiempo que perder, corrió hacia el bebé, lo acogió entre sus brazos y salió corriendo como alma que lleva el diablo por el camino de grava, hasta que encontró un cobertizo pequeño en el que se resguardaron. No se escucharon más gritos.
Comentarios (5):
Leonor Cuevas Martín
18/01/2017 a las 15:29
Hola, Alejandra: Me ha gustado tu relato aunque no he comprendido por qué dices esa frase de el bebé era huérfano cuando lo deja junto a su madre.
Está bien escrito y con buena ortografía cosa que no siempre es lo que nos encontramos. Enhorabuena.
Estoy en el 162.
Un saludo
Thelma López Lara
19/01/2017 a las 05:59
Hola, Alejandra.
Tu relato me ha gustado.
Deduzco que la mujer muere, porque al final del relato dice que no se volvieron a escuchar gritos. Sólo el hombre y el niño se resguardaron en un cobertizo.
Saludos.
novel_madriles
19/01/2017 a las 10:36
Buenos días, Alejandra.
A mi me pasa como a Leonor, no he comprendido bien por qué dices que el bebé es huérfano, excepto si la madre tumbada en el suelo, pálida como la nieve, está muerta. Lo del conejo tiene su gracia, dentro de la historia “gótica”.
Es un buen relato, enhorabuena. A seguir escribiendo, que para eso estamos.
Elisa
20/01/2017 a las 17:20
hola Alejandra. Me ha gustado tu relato. El elemento m´agico o sobrenatural de ese conejo que en realidad es un monstruo sengun a mi entender es lo mas interesante del relato.
Yo enseguida he pensado que la madre esta muerta cuando lo encuentran y que por eso se dice que el bebe es huerfano y por eso el hombre la deja alli.
Una cosa que me parece que puedes mejorar es en la frase que dice que le beso las manos para darle calor ya que estaban heladas. esa aclaracion de estar heladas creo que sobra, pues ya lo deducimos. Tampoco me ha gustado la frase en que habla del graznido que es en presente cuando todo el relato esta en pasado.
Perdon por las falta de las tildes, es que estoy con un teclado ingles.
Saludos
Alejandra Romero
26/01/2017 a las 17:29
Hola, gracias a tod@s por vuestros comentarios y consejos que creo que me van a servir mucho. Espero que vosotr@s también sigáis escribiendo que yo en cuanto pueda volveré a participar en estos retos, me parece muy interesantes y divertidos.
Muchos Bss.