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Por un puñado de piñones - por Carolina TribóR.
Web: http://reflexioneswc.wordpress.com
La noticia corrió como la pólvora en los principales medios de comunicación del país. “La cocinera revelación y reciente ganadora del prestigioso precio ‘Piñón de Oro’, Noemí Alcolea, ha fallecido a primera hora de la tarde tras haber ingresado ayer en un centro hospitalario. Todo parece indicar que su muerte se debe a una intoxicación alimentaria”.
Minerva lanzó el mando contra la televisión. La situación se le había escapado de las manos. Demasiado. Tan solo quería darle un escarmiento. Todo por un nombre.
Como una niña pequeña esperando el paso de los Reyes Magos, Minerva contaba los días que quedaban hasta el 23 de abril, día del libro. Se imaginaba entre la multitud de gente firmando y dedicando ejemplares. Aún no lo había visto impreso. Y se llevó una sorpresa mayúscula nada más ver el libro en una de las estanterías centrales de su establecimiento habitual. ’50 recetas jamás vistas’, de Noemí Alcolea. Se le cayó el alma al suelo. Un año entero trabajando juntas, descubriendo sabores nuevos y todo el mérito iba a ser para Noemí.
Decidió darle una lección. Recordó que tenía grabadas las recetas en su ordenador e hizo una pequeña modificación. El libro de recetas tendría éxito, así que pronto saldría una segunda edición.
Noemí abrió su propio restaurante y como regalo de inauguración, decidió premiar con una beca a aquel que hiciera mejor uno de sus platos. Contó con la ayuda de Minerva, que fue quien escogió la receta a elaborar: la pizza de macarrones y pollo con esferificación de zumo de manzana. Entregó un libro a cada uno de los diez participantes y éstos se pusieron manos a la obra. Una vez finalizada la hora del concurso, Noemí se dispuso a catar los platos para decidir al ganador. Pero una vez los hubo probado todos, la cocinera cayó redonda al suelo y empezó a ponerse roja y a tener convulsiones. Fue evacuada rápidamente al hospital, pero no se pudo recuperar y falleció al día siguiente.
Los análisis toxicológicos realizados a las pocas semanas revelaron que la causa de la intoxicación mortal fue la ingesta de piñones, alimento del cual era alérgica. Después de interrogar a los diez concursantes, éstos declararon que para cocinar el plato se ciñeron estrictamente en lo que estaba escrito en el libro de recetas. Pero la opinión pública se preguntaba, sí Noemí era alérgica a los piñones, ¿cómo es que los incluyó en sus recetas?
Como buena cocinera, Minerva sabía que la venganza se sirve fría.
Comentarios (8):
Luis Ponce
17/10/2016 a las 17:44
Hola Carolina:
¡Perfecto! me lo he comido de un bocado.
Una sola duda:””alimento del cual era alérgica” o”alimento al cual
era alérgica”
Un gusto leerte.
Janna
18/10/2016 a las 15:41
Hola Carolina, Tu relato se lee rápido y queda claro lo que sucede, no hay digresiones ni nada que distraiga al lector, además terminas con un final cerrado.
En mi opinión te falta es mostrar más, pues cuentas mucho. No hay descripciones que hagan que como lector entre en la escena. Puedes trabajar más en eso en el próximo relato del Taller. Deja que el lector vea más e interprete por sí mismo (es una regla en los relatos cortos) y no le digas todo jejeje.
La idea de la venganza me gustó y creo que Noemí se lo tuvo bien merecido 😛
Saludos!
Estoy en el nro. 145
beba
18/10/2016 a las 17:10
Hola,Carolina:Desde lo formal,un cuento muy bien escrito,con lenguaje pulcro. La trama es clara y ordenada. La historia es predecible,pero en conjunto es un buen relato.
beba-141
Carolina Tribó
20/10/2016 a las 17:50
Muchas gracias por vuestros comentarios. Tendré en cuenta vuestras sugerencias para próximos escritos.
Un saludo!!
Escritores Anónimos
20/10/2016 a las 21:37
Hola Carolina!!!
Tu relato me ha sorprendido mucho: conciso, ameno corto y cumpliendo todos los requisitos. Me ha parecido una buena idea, elaborada de una manera majestuosa, actual.
En cuanto a lo formal me gustaría aportar un par de cosillas:
*Creo que querías decir “un prestigioso premio” en vez de “precio”
*Hubiese escrito “se ciñeron estrictamente a lo que estaba escrito” en vez de usar “en lo que”.
*Separaría más los párrafos.
*Repites la palabra “recetas” demasiadas veces, entiendo que el tema del texto era incluir un “cuaderno de recetas” pero podrías haber usado más sinónimos.
Por tanto creo que tienes como poco un aprobado, con creces has superado tanto el reto como la temática. Muy buen trabajo, felicidades, sigue así!!!!
CARMELILLA
21/10/2016 a las 21:54
Hola Carolina:
¡Buen trabajo!El comenzar tu relato con el final no le resta interés aunque como ya te han dicho el final es un poco predecible.
Esta bien escrito, con ortografía cuidada y buena redacción.
¡Bueno bueno…de momento ganan las venganzas con finales mortales!…
Seguimos leyéndonos.
Saluditos.
María Esther
22/10/2016 a las 02:58
Hola Carolina,he leído tu relato sin dificultad. Todo está muy claro.Es una venganza bien pensada.Algunos opinan que bien merecida.Yo pienso que podría haberse salvado,con un rápido tratamiento antialérgico. Creo que la venganza habría surtido su efecto igual, con publicidad y por qué no reconciliación.
Saludos y te seguiré leyendo.Esta vez no intervine.
Cryssta
11/11/2016 a las 13:18
Hola Carolina, muchas gracias por pasarte por mi relato y comentar.
A estas alturas ya no reviso más relatos pero sí que devuelvo las visitas. El tuyo me ha gustado, además está muy bien escrito. Solo te diría que “la venganza es un plato que se sirve frío” es una frase que se ha convertido en un cliché por lo que al final de tu relato tú has puesto un cliché al decir “Como buena cocinera, Minerva sabía que la venganza se sirve fría”, además daría lo mismo que fuera mala cocinera.
Hay otro detallito. Dice que se le ha ido de las manos y que solo quería darle un escarmiento. Si hay un concurso y sabe que ella va a probar todos los platos, sabrá que la dosis de piñones va a ser grande y seguramente mortal para una persona alérgica, ¿por qué no la detuvo entonces? Sería mejor que Minerva no escogiera el plato y fuera la propia Noemí quien lo hiciera provocando así su propia muerte.
Espero leerte en el próximo taller. Un beso.