Literautas - Tu escuela de escritura

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CENA DE GALA - por Marazul

CENA DE GALA
Julián echó un vistazo a su alrededor buscando el libro de recetas que solía dejar sobre su mesa de trabajo. Tampoco estaba en la repisa, junto a otros libros, ni en ninguno de los cajones. Siempre lo dejaba en el mismo sitio, pero como últimamente se notaba algo despistado pensó que tal vez lo había olvidado en el office, junto a las cocinas.
Bajó a la planta baja y allí no estaba. Preguntó a Inés, una de las limpiadoras, que no había visto el libro por ningún sitio.
Entonces, Julián, que ya empezaba a ponerse nervioso, se sentó pensativo mientras observaba las ollas que en ese momento bullían humeantes.
Intentaba serenarse.
El viejo libro de recetas era en realidad un cuaderno,una joya para él,su mejor instrumento de trabajo, su memoria. Allí en donde anotaba todo: los menús que había servido en los quince años que llevaba en la Embajada, recetas, cantidades exactas, ingredientes, secretos de cocina, los gustos particulares de los embajadores, e incluso de algunos de sus invitados.
Dos jefes de Estado y cincuenta comensales más eran el motivo de la preocupación de Julián. Eso, y que sólo faltaban un par de días para el banquete.
Aunque prácticamente todo estaba preparado, el chef sabía por su dilatada experiencia que los últimos detalles son los que dan el éxito, o por el contrario, el fracaso. Por ese motivo, agobiado y sudoroso, decidió investigar entre el personal.
La primera llamada fue para el mayordomo, experto en protocolo.
—Raúl, ¿cómo va todo?
—Bien, chef, ya he elegido la vajilla. En esta ocasión creo que irá bien la de porcelana de Sèvres junto con la cristalería grabada en oro. La ocasión lo merece, ¿no cree usted, señor?.
—Si,si…una elección perfecta—contestó Julián con la mente en otro lado—luego comentamos.
Al cruzarse con Silvia, su sobrina y primera doncella desde hacía unos meses,tampoco comentó nada acerca de la desaparición del cuaderno. No quería alarmar al personal.
—Bonitas flores, Silvia.
—Son para el centro principal—explicó la joven muy risueña antes de entrar en el ascensor.
Con René, el cocinero francés, la entrevista duró escasamente diez minutos. Desde hacía una semana ya estaba decidido el menú. Los huevos con trufa y boletus en salsa de ostras y el rodaballo con salsa holandesa sobre flor de calabacín, eran un acierto seguro. Como postre una especialidad de Jordi, el repostero, galleta de higo y coco en gelatina de frambuesa con sorpresa de chocolate.
Todo parecía en orden, y nadie, tampoco el sumiller en la bodega, daba muestras de haber encontrado el imprescindible cuaderno.
Apoyado en la balaustra de la fastuosa escalera, la mente de Julián comenzó a divagar, «¿quién habría robado su cuaderno de recetas?, ¿sería una broma de mal gusto?»
Las sospechas empezaron a centrase en el personal de servicio.
«Sólo René y Jordi conocen la importancia de consultar el cuaderno en los últimos momentos. Todas las medidas y pesos exactos están allí, anotados en esas usadas hojas de gran valor para mí, que no tengo buena memoria»
Una salsa con las cantidades equivocadas puede arruinar el manjar más exquisito, seguía razonando, y éstas se elaboran en el último momento para que estén frescas. Es el toque que determina el éxito del plato. Pero, «¿quién y por qué querría alguien estropear la cena?»
«Por otro lado Marina, una de las camareras, aspiraba al puesto de Silvia, su sobrina. ¿Sería capaz de robar el cuaderno por no conseguir el puesto?»
Julián no paraba de buscar culpables entre las catorce personas que componían la plantilla de la Embajada. Siempre surgían roces y envidias entre ellos. Ya se estaba empezando a agobiar, notaba una ligera taquicardia, sus manos estaban frías y sudorosas.
Fue en ese momento cuando notó que su teléfono vibraba en el bolsillo del pantalón. Era la Embajadora quien llamaba
—Buenos días Julián, sé que está muy ocupado con los preparativos para la recepción, peo he pensado que podría ser importante.
—Dígame señora Embajadora—logró decir Julián en un tono más que cortado.
—Se trata del cuaderno de recetas; se lo dejó en mi despacho el día en que elegimos el menú. No me he acordado de decírselo hasta hoy—dijo en tono de disculpa. Y por cierto, Julián—continuó diciendo—¿qué tal van los preparativos?
—Va todo…bien, señora—suspiró el chef aliviado—ahora ya está todo perfecto.

Comentarios (23):

Yubany Checo

17/10/2016 a las 14:32

Me ha gustado la historia. Buena ambientacion y descripcion de elementos culinarios. Si fuera mi historia trabajaria en el inicio para hacer la historia mas cautivante al igual que el final. Los dialogos estan bien logrados al igual que el protagonista.
Espero seguir leyendo tus proximas historias.

Romina Eleonora Mc Cormack

17/10/2016 a las 17:58

Me gustó mucho. Quizás podrías haber aprovechado el reto y que saliera todo mal, algo que podría provocar una venganza.
Pero, me gustó la descripción tan vivaz de una circunstancia tan formal a la que no todos tienen acceso. La presión, desesperación incluso, de alguien a quien un error le puede costar la carrera.

Saludos

Osvaldo Mario Vela Sáenz

17/10/2016 a las 18:54

Hola Marazul, es para mi un gusto estar de regreso ante un trabajo tuyo. Como siempre tu escritura es clara. La historia la envuelves en el cotidiano vivir con sus preocupaciones y sus sobresaltos, Al parecer te dieron en la pata de palo, se nota que la cocina es una de las actividades que mas disfrutas.Enhorabuena.

Juana Medina

17/10/2016 a las 19:33

Hola Marazul,
Muy linda historia con un suspenso muy bien llevado a través de la descripción de los personajes y sus lugares de trabajo en la embajada. Me gustó mucho la ambientación. El sufrimiento del pobre chef es algo que todos podemos reconocer cuándo hacemos depender nuestro éxito o fracaso de lo que para otros es un detalle y para uno mismo significa la tabla de salvación.
Saludos

Tavi Oyarce

17/10/2016 a las 20:38

Hola Marazul
Leí tu cuento con mucha atención y esto del olvido es algo que todos cargamos.
Un tema muy bonito e interesante.
Algunos alcances para que lo tomes en cuenta para este u otro cuento que esté por salir:
Las ´palabras de otro idioma que vayan en cursiva.
Para un cuento tan corto no ocupes demasiados personajes.
Dale una vuelta a la ubicación de la raya en los diálogos y recuerda word no capta todas las fallas ortográficas.
Esto nos sucede a todos.
Tu cuento me encantó en todo caso. Te seguiré leyendo
Saludos

SBMontero

18/10/2016 a las 09:30

Estoy casi seguro que cogiste algo real que viste, pongamos que en la cocina de un palacio monaguesco (shhhhh), y la adaptaste a las exigencias de la idea del texto. Dejando a un lado alguna cosilla en los diálogos, sobre todo los interiores, del protagonista, no puedo más que aplaudir.

Un saludo.

Feli Eguizabal Fernandez

18/10/2016 a las 09:58

Hola Marazul,
Me ha gustado mucho tu relato. Agil, fluido, bien escrito, y con una atmosfera de tensión y suspense, muy bien llevada. Nos leemos.

Christian Joseph White

18/10/2016 a las 18:26

Bien desarrollado, y descriptivo. Debo admitir que anhelaba un giro inesperado para el final, pero veo ahora que no incluías el reto del mes. Un gusto leerte, hasta la próx 😉

¡Saludos!

Luis Ponce

19/10/2016 a las 12:49

Hola Marazul:
Un gusto volver a comentar un trabajo tuyo.
Me da la impresión de estar espectando un capítulo de Downton Abbey. Quizás un exceso de personajes en un relato tan corto.
Me sonó un poco raro lo de: “Bajó a la planta baja”.
Pero como siempre un gusto leerte.
Saludos

Miguel

19/10/2016 a las 15:19

Me parece un relato muy bien logrado. Me gustaron las descripciones, sencillas pero efectivas.
Los ambientes los veo perfectamente.
Si bien algunos personajes están muy bien, hay un par que me parecen innecesarios… Pero vos sabrás más que yo. Te lo comparto como una apreciación.
Muchos saludos y felicitaciones!

Marazull

19/10/2016 a las 15:54

Hola amigos, os agradezco de veras vuestro tiempo. A Yubany, a quien acabo de conocer. A Romina a la que tal vez le hubiera gustado que hubiera un poco de sangre jajajajaj…..A Osvaldo y Juana, a Tavi. Algunos me decís que en una historia tan corta no debería de haber muchos personajes, ¿por qué?. Precisamente en esta historia lo que yo pretendía era hacer creer al lector que iba a haber un culpable. De ahí que quisiera despistar al lector con varios personajes, para que pudiera sospechar de varios. Y como lo previsible era la venganza, pues me fui por “los cerros de Úbeda”, como decimos en España jajajaj……
A SB Montero le doy las gracias por pasarse por mi relato, y le cuento que para mi la fase más entretenida es la de documentarme. Esta breve historia, que he titulado “cena de gala”, bien pudiera estar ambientada en el Palacio monegasco,o bien,como dice Luis, en un castillo inglés. Lo importante es crear esa atmósfera refinada para encuadrar la historia.
Feli Eguizabal, Chistian y Luis Ponce que me paso por vuestros relatos y os doy mi opinión.
Un abrazo a todos

María Kersimon

19/10/2016 a las 19:18

Hola Marazul, encantada de leerte otra vez. Me gusta como llevas la historia, pausada y estructurada, y sale a relucir tu afición por la cocina pues aciertas de lleno con todos los términos culinarios y una colección de platos de alta cocina, ” Los huevos con trufa y boletus en salsa de ostras y el rodaballo con salsa holandesa sobre flor de calabacín, eran un acierto seguro. Como postre una especialidad de Jordi, el repostero, galleta de higo y coco en gelatina de frambuesa con sorpresa de chocolate”. Parece una descripción culinaria de Umberto Eco.
Nos montas una serie de pistas, hipótesis, sospechas… que hacen subir alto el grado de la intriga… para dejarlo caer de golpe plano y a raz del suelo. El lector se sacude ligeramente los hombros y en el fondo piensa ” Ah bueno, un cocinero despistado” y agradece el entretenimiento aunque el final podría haberlo llevado un poco más allá de la simple realidad.
Me gusta tu estilo, escribes bien, usas un vocabulario bien escogido y haces que uno se deje llevar por la le tura. Un placer leerte y hasta pronto.

Luis Ponce

19/10/2016 a las 22:04

Marazul:
Gracias por tus comentarios en mi relato.
Creo que me faltó suspicacia para no caer en el reto, pero hay que pagar todas las novatadas.
Ya está el vocativo entre comas.
Un gusto leerte otra vez.

DIASPORA

20/10/2016 a las 00:22

Excelente relato. Eso de documentarse y digerir la información para lucirla como propia es todo un reto. En tu caso, fue magistral el manejo de la terminología de alta cocina.

Personalmente sentí compasión por Julián, por poco se le cae el andamio…Para ser justos, la culpa de tanta angustia debe compartirla la señora embajadora.

Como dijo ya un compañero, dale una repasadita al manejo de los rayas de los diálogos. Ese es un pequeño detalle comparado con la excelente narración que has hecho.

K. Marce

20/10/2016 a las 06:51

Saludos Marazul:

Muchas gracias por leer y comentar mi relato.
Y bien como sabes que soy, no me puedo quedar callada cuando veo algo digno de mejorarse, así que los halagos te los cantaré de último.
Volviendo al tema de los diálogos, recuerda que siempre debes separar la acotación narrativo del diálogo, y lo has dejado pegado. Visualmente, debe verse así:

«—Se trata del cuaderno de recetas; lo dejó en mi despacho el día en que elegimos el menú. No me he acordado de decírselo hasta hoy —dijo en tono de disculpa—. Y por cierto, Julián. ¿Qué tal van los preparativos?»

En tu texto, hizo falta la segunda raya en el inciso narrativo. También he obviado la frase “continuó diciendo”, proque la frase es muy corta para una nueva acotación. Tambien eliminé el “se” lo dejó, ese “se” me parece innecesario y es una muleta de escritura. Desde que empecé a leer sobre las formas gramaticales y sus variantes, comprendí que no son necesarias en una escritura “estándar”.

Hace unos días investigaba sobre cómo escribir diálogos y la comisiva general, no solo recomendada, sino la preferida de los lectores son los invisibles: “dijo, respondió, preguntó”, cuando empleas otros, se nota la mano del autor, y a muchas personas no les gusta. A mí no me molesta, pero cuando encuentro un solo dijo, entonces, si me hace pensar.
También hay que evitar la reabundancia por supuesto, si hay una pregunta, no deberíamos usar, preguntó, a menos que lleve un anexado como: preguntó sorprendido.

“He notado que no haces separación con las comas,las dejas pregadas así,como te escribo de ejemplo,y no es correcto.” Debes hacer la separación de la puntuación, sea coma u otros signos de puntuación. También has colodado un signo de punto (.) despues del símbolo (?) tanto ?! no les precede el punto, ya que el mismo ya lo contiene.

Otro puntito, se debe escribir así:
«—Buenos días, Julián. Sé que está muy ocupado con los preparativos para la recepción, pero he pensado que podría ser importante.»

Y es que antes de mencionar a quien te diriges, debe de ir una coma.(No recuerdo como se le llama a eso). Isolina me lo corrigió en el proyecto que tuvimos para el libro entre compañeros, y también lo investigué a fondo por mi parte y es lo correcto, aunque audiblemente, no lo usamos. Si debe escribirse de esa manera.

Te han dicho que las palabras extranjeras deben ir en cursiva o en su defecto entre comillas; he buscado y la única es sumiller, que es correcta, ya que es la versión castellanizada de “sommelier” (como guisqui en lugar de Whisky) que en este caso de usarla, sí debería indicarse como extranjera. No sé si era otra, porque a mi vista, no la he encontrado.

Te diré que la historia me ha encantado, y me gusta mucho porque tiene esa euforía que si poseen los chefs (también son gritones por natura). No me ha importunado la colectividad de personajes y nombres, porque es una realidad en ese ambiente. He tenido la bendición de tener una buena variedad de trabajos, entre ellos laborar durante ocho años en cuatro cargos distintos, en un hotel de cadena internacional. Y ese mismo es el ambiente que se vive. Yo me encargaba de los eventos de todas las embajadas. Creo que no había nada que pusiera a sudar más que éstos al personal. Sobre todo la embajada americana que siempre mandaba a un escuadrón (incluídos perros), a revisar de cabo a rabo el hotel… ¡hasta el techo! y yo ahí también haciendo malabares en esas escaleras.
Que sea tan sencillo, sin gran alboroto sino la angustia de algo perdido, me ha gustado. El reto, no era obligatorio, y me ha agradado lo que has hecho sin meterte en él.

Espero que mis consejitos te sirvan de algo, y ya sabes que siempre te tengo entre mis lecturas de obligado plácer.
¡Nos leemos!

Roger/NHICAP

20/10/2016 a las 14:08

Hola Marazul,
Un relato muy en estilo, detallista, cuidado, léxico sencillo y adecuado al tema y buena ambientación y, porqué no decirlo, trasmite cierta nostalgia a banquetes fastuosos. Eso sí, con el menú adaptado a la innovadora gastronomía moderna que tanto nos inculcan.
Mantienes bien la intriga y tensión, con un final imprevisto, pero muy bueno por contrariar las expectativas del lector, que interpreto como un sutil toque humor.
Me ha gustado. Un placer leerte.
Un abrazo.

Peter Walley

20/10/2016 a las 21:27

Hola Marazul,

Qué bueno es leerte de nuevo.

Me ha gustado mucho la historia, es original y la has llevado muy bien. Cuando empezó a interrogar al servicio pensé que iba a derivar a una historia de misterio (y yo personalmente ya estaba convencido de que la culpable era la sobrina), pero al final le has dado el otro giro que lo ha hecho más realista.

La redacción, quitando un par de acentos y comas, impecable.

Muchas gracias por pasarte por mi relato.

Un abrazo,
Peter

Marazul

23/10/2016 a las 18:37

Gracias, Miguel, por tu tiempo, a María Kersimon, a Diáspora, a Roger y a Peter. Tengo muy en cuenta vuestras opiniones. A K.Marce decirle que realmente se agradece tanta dedicación al comentar los relatos. Se ve que lo haces con verdadero interés y dedicación. No sabes lo bien que me vienen todos tus consejos.
Un abrazo, amigos

Jose Luis

24/10/2016 a las 14:19

Hola Marazul
Gracias por tus opiniones sobre mi relato.
El tuyo está muy bien escrito, con la tensión que se va alzando con cada palabra, con cada frase. Y la estructura está bien, y el tono del relato. Y es que es como una película de detectives, con el protagonista tratando de averiguar quién es el culpable… Va descartando sospechosos poco a poco, hasta el giro final. Muy bien, buen trabajo.
Un saludo

Cara Rolin

24/10/2016 a las 20:44

Hola:
He visto algunos fallos que te habrán mencionado, como los guiones, espacios detrás de comas…
Sobre la tensión del relato creo que empezó bien, pero baja y vuelve a subir. Creo que hay que ir dando detalles que mantengan un nivel de tension sostenida y en el final tener su eclosión. Para mí le falta más drama. Pero es una opinión personal.

Marazul

24/10/2016 a las 21:21

Gracias por tu comentario, Cara
Un saludo. Marazul

Cryssta

01/11/2016 a las 08:27

Hola Marazul, a estas alturas ya no reviso los textos, solo leo por placer y quise pasarme por el tuyo.

Tu relato me ha gustado, si acaso te diría que le dieras una vueltecita al final que me ha resultado soso. Eso sí, he babeado con los platos del menú.

Un abrazo.

Marazul

01/11/2016 a las 10:46

Hola Cryssta: muchas gracias por tu tiempo y el comentario a mi relato.
Después de leer el tuyo, que es realmente bueno y con final impactante, no me extraña que el final de “Cena de gala” te parezca “soso” (yo también lo pensé al terminarlo).
Afortunadamente hay gustos para todos y, no sólo gustos, también momentos. Es como en la música. Me encanta el soul, el blues y el jazz, pero hay momentos en que necesito escuchar rock. La acción en una novela o en una película engancha, y suelen ser las más leídas o taquilleras. Personalmente también quiero dar espacio a otros temas más cotidianos, más tranquilos; en donde parece que no pasa nada, pero pasa….
Me gusta tu sincera opinión
Un saludo

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