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LOS GRANDES CAMBIOS - por Tarquino
-Te quejas de llena.
-Puede ser, pero esta rutina me está matando.
En la puerta del supermercado, las dos vecinas charlan, vestidas con ropa de marca, sus changos de compras rebosan bolsas. La charla es distendida, sin prisa. Cada tanto serrando los ojos, apartando sus antejos ahumados, apuntan el rostro al sol.
-Qué maravilla Silvia, que día hermoso, no sé cómo podés estar disconforme con tu suerte.
Silvia es de unos 35/40 años, rubia y se nota que su cuerpo es sometido a la clásica rutina del gimnasio.
-A lo mejor tenes razón, pero insisto, me aburro, algo tengo que hacer, cosas que cambiar.
-Búscate un amante.
-No en serio, vos sabes que a Carlos lo adoro. Es un poco exigente, sobre todo con la comida, pero no se … , Todo es tan mecánico, el lunes pescado, los martes se lava la ropa, el miércoles toca limpiar los ventanales, y así…, los sábados sexo.
-No puedo creer de lo que te quejas, si todas esas tareas los hace la “chica”, menos el sexo … creo.
– No te rías, no es quien hace, sino la rutina. Me compre un libro de recetas para sorprender a Carlos de vez en cuando con alguna comida especial, ¡que yo mismo cocino!
-Bien, ¿Y entonces?
-Y no sé, igual es rutina, programado. Me parece que tu idea del amante, me esta empezando a dar vueltas, al fin de cuentas, estoy segura que el muy turro se acuesta con su secretaria. Ba muuuuy segura no estoy.
-Y no seria raro, pero y con las comidas especiales, ¿Lo noto, que te dijo?
-Que rico. Eso fue todo.
-Estaría pensando en su secretaria.
-Lo tomas todo a broma, pero la verdad es que estoy preocupada por mí, pasa la vida y lo único que hago es cumplir unos rituales programados, no hay nunca nada nuevo. Tengo que apartarme de lo convencional, romper reglas, estándar de vida. Hacer cosas que salgan de la rutina, jugarme, desafiarme.
-Estas loca, cualquiera envidiaría tu suerte, casa con pileta, auto propio, vacaciones donde se les antoja, tiempo libre. Lo único que falta es que hagas alguna macana y la arruines.
– ¿A qué te réferis?
-Y, imagínate si Carlos se entera de tu amante.
-Tarada. No tengo amante, lo que digo es que tengo que romper drásticamente con la rutina, hacer cosas alocadas, arriesgarme, cosas que me hagan sentir pasión, aumentar la adrenalina, sentirme viva.
-Está bien, solo te digo que tengas cuidado, tenes mucho que perder.
-No tengo miedo, si es necesario perderé lo que sea con tal de ganar en ¡vida!, y te digo más hoy empiezo con los grandes cambios.
Las dos cargaron sus respectivos automóviles, se besaron ambas mejillas, y cada una partió para la misma dirección.
Esa noche, como de costumbre Carlos saco la basura a la calle y noto que, en uno de las bolsas, estaba un libro de recetas.
Comentarios (5):
Beverly Matos
17/10/2016 a las 19:08
Esta bien Tarquino, te pasa como a mi que nos comemos las tildes con patatas.Pero se entiende.
Puede que sea porque el espacio es limitado pero tengo la sensación de que tu relato se ha quedado un poco a medias tintas.Una lástima me hubiera gustado leer mas.
Tarquino
18/10/2016 a las 21:27
Gracias por el comentario, pero lo que fue limitado es mi capacidad creativa.
Por lo demás, que problema con el idioma en general y los modismos en particular: “te pasa como a mí que nos comemos las tildes con patatas” Juro que no sé qué quisiste decir.
LUCIANO SÍVORI
21/10/2016 a las 14:12
Me divirtió, me parece que es una historia con potencial para hacer una buena comedia. Me imaginé la situación en mi cabeza y me daba risa. ¡Felicitaciones!
Saludos desde Argentina,
Luciano.-
http://viajarleyendo451.blogspot.com.ar/
Ismael Tomas Perez
29/10/2016 a las 17:15
Hola Tarquino:
Me gustó tu relato, aunque al principio no entendía algunas palabras, hasta que me di cuenta de que debe ser español sudamericano o algo así. Te han faltado tildes y para el comienzo de los diálogos hay que utilizar el guion largo. No viene en el teclado, tienes que que sacarlo con Alt + 0150.La historia está bien, parece un trozo de telenovela, pero me gustó mucho. Hay un tramo un poco confuso sobre las rutinas, mezclas las comidas con los quehaceres. Estaría mejor solo de comidas para dar paso al libro de recetas. Es mi modesta opinión.
Felicidades y seguimos escribiendo y leyendo.
Un abrazo.
beba
30/10/2016 a las 21:42
Hola, Tarquino:
Tu historia es muy cotidiana y muy de telenovela. Ubicados en esa mira, es una historia burlona que tiene un trasfondo muy triste: el de la “pobre gente rica”; y otro: el de la confusión ética; ver lo “novedoso” como signo de realización personal.
Está bien armado, aunque no demasiado inspirado, y muestra buen manejo gramatical, salvo algunos detalles que ya te señalaron.
beba-144