Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

BLANCA, NO ANA - por Oda a la cebollaR.

¡Ding, dong!

—Ya voy, abuela. Debe de ser el señor de la tienda de encuadernación.

Un hombre enjuto de minúsculas gafas nos traía nuestro encargo tras dos días de espera. Era una mezcla entre un libro de pasta dura y un cuaderno, con tonos rojizos brillantes que no pasarían desapercibidos en la estantería. Centrada en la portada, se distinguía una superposición hecha con papel antiguo donde podía leerse “Recetas para cuidar la Memoria”, un título que recopilaba la experiencia de media vida dedicada al cuidado de los mayores y a sus demencias.

—Mira, abuela, qué bien ha quedado. Mucho mejor así, que las pastas del original estaban ya muy desgastadas. ¿Verdad, abuela?, ¿verdad?

Por mucho que yo quisiera que me respondiera con rapidez, no había nada que hacer la mayor parte del día. Me confundía, continuamente, con la asistenta; no recordaba mi nombre. Se encontraba cada vez más desanimada, y la enfermedad había mermado bastante sus bonitas facciones, rezumando de ellas tristeza y pesadumbre. Aparentaba encontrarse mejor escuchando la lectura de aquel libro, momento en el que se acomodaba, interesaba y le llegaba algo de lucidez. Eran sus pequeños ratos de particular venganza ante la trágica situación.

—Ana, léeme esa hoja, de nuevo; no me he enterado muy bien del final. Hoy estoy muy cansada.

—Claro. Pero soy Blanca, recuerda… Blanca, tu nieta.

—No, Ana. Mi nieta se acaba de marchar. Fue a abrir la puerta y no ha vuelto. No sé muy bien por qué; habrá salido a comprar algo… Me gusta este libro, ¿quién dices que lo escribió?

—En la portada viene escrito el nombre de María Luisa Redondo. ¿La conoces, abuela? Creo que en estos años ha cosechado algo de fama.

—Ah, pues no me suena de nada… Yo también me llamo Luisa. La verdad es que debe de ser un nombre muy corriente. Bueno, sigue, sigue leyendo… Ya mismo voy a acostarme.

—De acuerdo. Descansa, que mañana te contaré cómo María Luisa consiguió un premio literario de labor social con su libro, hace ya unos años.

—¡Estupendo, qué bien! Será una persona muy inteligente. Me encantaría verla por la tele y conocerla. ¿Crees que será posible?

—Todo es posible, claro. Te mostraré el vídeo donde aparece recogiendo su premio y unas fotos de la gala benéfica para la que colaboró unos días más tarde, el veintiuno de septiembre. Estaba muy emocionada. Siempre le acompaña su estilo refinado, elegante, y se desenvolvía con soltura cada vez que la he visto hablar en público. Aunque ya hace tiempo que dejé de imaginarla en ese tipo de situaciones. Verás, te la enseño mañana y me dices qué impresión te da. Creo que se parece mucho a ti…

Comentarios (15):

Luis Ponce

17/10/2016 a las 22:09

Hola Oda:
Redondo, muy bien escrito como siempre.
La venganza no ha terminado de cuadrarme, pero el manejo del tema me parece digno de encomiar.
Siempre es un gusto leerte.

Francis

18/10/2016 a las 17:26

Buenas tardes, Oda.

Me ha encantado tu escrito. A mí sí me cuadra la venganza. La de la propia vida que, a veces, nos juega una mala pasada. Has creado un personaje digno de admirar, como el de todas esas personas que ven mermadas sus facultades, a pesar de haber ofrecido toda su vida a los demás, con estudio y dedicación.
Sigue construyendo relatos tan valiosos. Te leo siempre.
Enhorabuena.

Oda a la cebolla

18/10/2016 a las 17:52

¡Muchas gracias a los dos por tan bonitas palabras! Me pasaré a leeros. Saludos y buenas tardes.

Kathleen

20/10/2016 a las 11:25

Hola Oda.
Es un relato con una dura trama pero que has tratado con ternura.
Consigues que nos identifiquemos con la nieta y que sintamos compasión por su abuela.
Al igual que a Luis, a mi no me parece que este muy relacionado con el tema de la venganza, pero te felicito igualmente.

Cara Rolin

20/10/2016 a las 20:08

Hola:
Tierno tratamiento de un tema actual, la demencia en la vejez. Bien narrado, es bonito, pero tengo objecciones. No sé cuál es la venganza, ni creo que en una situación real, una persona con demencia, que ya no se acuerda de su trabajo, supese encajar ese vídeo. Creo que sería un sufrimiento innecesario.

Tatei Jautze Kupuri

21/10/2016 a las 20:06

Hola Oda a la cebolla:
En realidad no sucede nada, nos hablas de un personaje que tiene una demencia senil ¿pero qué le sucede, cuál es el nudo?

Si gustas, te invito a comentar mi texto, es el #167.

Gracias.

Oda a la cebolla

22/10/2016 a las 09:26

¡Buenos días! El relato es un cuento; narra una situación que no todo el mundo la encaja de la misma manera ni responde igual a ella, por supuesto. En este caso, ocurre como se ha contado. Puede tener otras variantes, claro que sí. Se trata de una venganza ante esa enfermedad. Ella se da cuenta de que escuchando la lectura del libro se encuentra mejor, y es lo que quiere hacer. Es una venganza tomada desde el punto de los sentimientos, ni violenta ni compleja.
Pasaré a leeros. ¡Saludos!

Menta

26/10/2016 a las 19:59

Buenas tardes Oda a la cebolla: Tú relato está muy bien y me ha sorprendido la trama. Cuando la nieta le dice que le va a poner un video de una señora que ella no conoce ya. Es muy tierno pero muy duro quedarse sin recuerdos, no reconocer la vida que se ha vivido. Pero por otra parte, Tatei tiene razón, no hay conflicto. Y otra cosa: la venganza proviene del odio y de la rabia. Es una reacción violenta a estos dos sentimientos. Muchas gracias por compartir con nosotros. Hasta pronto, Menta

Anastasio de la Torre

28/10/2016 a las 18:18

Hola Oda a la cebolla. Te felicito porque has conseguido uno de los fines de la literatura:compartir sentimientos. Me ha parecido tremendamente tierno tu relato y el efecto de esa linea espiral de alguien que al final sufre lo mismo con lo que ha trabajado toda su vida, muy original. Que la venganza esté o no presente es irrelevante.Un saludo

Oda a la cebolla

28/10/2016 a las 18:49

Muchas gracias por vuestros comentarios. Me pasaré a leeros. ¡Saludos!

Andrés Scribani

30/10/2016 a las 20:54

Hola, Oda. Me gustó mucho tu relato, el tono es dulce y transmite muchos sentimientos. ¡Buen trabajo!
No he percibido algún error durante la lectura, pero hay una frase que me choca un poco: “Un hombre enjuto de minúsculas gafas”, me parece que queda mejor si dices “Un hombre enjuto y de (también funciona ‘con’) minúsculas gafas”, lo separo porque se trata de dos características diferentes del mismo sujeto.
Lo de arriba es una tontería, no es un aporte real. A pesar de eso, espero puedas aportarle algo a mi relato… siempre es agradable que uno de mis autores fijos a leer en cada taller me lea :).
Espero estes bien. Saludos.

*Mi relato es el número 1 -> “La mercantilización de la venganza”: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-37/6374

Oda a la cebolla

30/10/2016 a las 21:22

Gracias por tus percepciones, Andrés. Me pasaré a leerte. ¡Saludos!

Cryssta

01/11/2016 a las 10:47

Oda a la cebolla, un relato muy tierno, me ha gustado.

Un abrazo.

Wiccan

19/11/2016 a las 16:17

Buenas Oda,

Siento haber tardado tanto en devolverte la visita a mi relato, el mes pasado ha sido muy complicado y estoy terminando de devolverlas antes de empezar a comentar las de este mes. En cualquier caso espero que sepas que te hubiese comentado igualmente.

En cuanto al relato, muy bonito, muy tierno, me ha gustado mucho como tratas la historia, como la cuentas desde la perspectiva de la hija, es algo precioso ver como trata a su abuela y como intenta hacerla sentir bien dentro de la situación que, desde mi punto de vista, es casi peor que la muerte de alguien. Muy dramáticas también las intervenciones de la abuela, totalmente desconectada de la persona que fue. Tengo que reconocerte que yo tampoco llego a apreciar del todo la venganza, me parece más una ironía de la vida, una persona que se dedicaba a escribir sobre conservar la memoria la pierde y su consuelo es leer ese libro sobre como no perderla. Es en cierto modo poético desde un punto de vista terrible, pero no lo veo como venganza.
A nivel formal, creo que está muy bien como siempre, solo te comento dos tonterías:
– “mejor así, que las pastas del”: quitaría la coma, creo que esa pausa no tiene sentido.
– En “Siempre le acompaña su estilo refinado” creo que debería cambiarse el verbo a “acompañaba”. La frase la continúas en pasado y en realidad actualmente, y por desgracia, no le acompaña su estilo refinado.
En cualquier caso, me ha gustado mucho el texto porque me ha hecho pensar mucho en la maraña de sentimientos que se desprenden de las intervenciones de ambos personajes. Muchas gracias por compartirlo y me alegro de seguir viéndote por aqui.
Un abrazo!!!

Oda a la cebolla

19/11/2016 a las 23:21

Muchas gracias, Wiccan! Hasta pronto!

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *