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El rey del puerto - por Pato Menudencio
Web: http://menudencio.wordpress.com
El anciano encontró la llave en el mismo lugar que la había dejado el jueves pasado. Fue despacio hacia su habitación y durante varios minutos se quedó inmóvil contemplando el baúl en donde guardaba los últimos estertores de su vida. Hoy era el gran día.
Con la meticulosidad de un restaurador, sacó la camisa blanca y uno a uno, fue abrochando los botones mientras tarareaba un tango de Gardel que puso en el tocadiscos.
Blanca su camisa, al igual que su traje, Don Mariano contempló su estampa frente al espejo, sonrió satisfecho al ver que aún conservaba ese aire de aventurero con pachorra que tantas veces enloqueció a las mujeres en las noches bohemias del puerto. Sólo faltaba un detalle en su atuendo para poder disfrutar la noche. Anudó la corbata roja, consciente del contraste que nunca pasará desapercibido y se puso la colonia con la generosidad de aquel que quiere ser el centro de la noche. Por último, una mezcla de antiinflamatorios y analgésicos mezclados con abundante agua, marcaron el final de su ritual de los jueves. Ya estaba listo para su noche.
El bar Cinzano a esa hora estaba lleno de alegría. La banda tocaba tangos como todos los jueves. Unos turistas miraban con curiosidad el despliegue de los músicos y les parecía hasta pintoresco ver en las mismas mesas a jóvenes y viejos compartiendo por igual. De pronto la atmósfera cambió durante una fracción de segundo, para muchos fue imposible notarlo, sin embargo aquellos asiduos al local comprendieron que la noche no podía estar completa sin la llegada del hijo ilustre del lugar, don Mariano por fin llegó al bar. Ahora si la fiesta estaba a punto de empezar.
Saludó con un gesto familiar al dueño y este, como por acto mecánico llevó una copa de vino casillero del diablo al que era su amigo desde hace décadas. Mariano sonríe, esta noche hay muchos rostros nuevos. Ve a un grupo de rubias que hablan fuerte en inglés, turistas probablemente que están visitando los encantos de los cerros de la ciudad; algunos universitarios que llegaron pensando que esa noche encontrarían cuecas bravas para bailar, pero se quedaron disfrutando el tango para ver qué pasa. El anciano se paseaba a sus anchas, parecía un maestro de ceremonias, pero para hacerle justicia, era un león que recorre sus dominios esperando el instante preciso para poder saltar sobre su presa. Buscó su mesa de siempre, al fondo del bar para tener una vista de todo el lugar y determinar el mejor momento para salir al baile.
Bebió su vino con calma, esperó hasta acabar la última gota y recién ahí se paró de su asiento.
Los que ya lo conocían miraron expectantes, estaban a punto de presenciar algo que rayaba en la perfección.
Mariano cogió la mano de Marta, una antigua compañera de batallas y bailaron como si sus vidas pudieran perpetuarse a través del baile. En ese momento todo se detuvo en torno a aquella pareja de ancianos. Pronto Marta pediría un descanso, pero eso no fue impedimento para que don Mariano siguiera bailando. Todas querían compartirlo, de la nada vio a las tres gringas turnándose para bailar con él. Dentro de su corazón sabía que en otros tiempos pudo llevarse a su casa a cualquiera de ellas y a la mañana siguiente, ver desnudos los primeros rayos de sol bañar la quietud de la bahía. Muchas veces fue así, pero ahora sólo le queda el baile y debía conformarse con eso.
¿Cuántas horas bailó Mariano? Definitivamente fueron muchas más de las que podía soportar, pero eso era lo de menos. Bailó sin parar hasta que todos se marcharon. Ya a las cinco de la mañana no quedaba nadie.
En la misma mesa del fondo, don Mariano contemplaba con nostalgia las sillas ahora vacías en las que tantas noches exprimió hasta la última gota de vida. Siempre es el último en irse, no quiere que nadie lo vea así. Se incorporó con el dolor de todas sus articulaciones recordándole que le queda poco, algún día las pastillas no serán suficientes para mitigar el dolor, algún día abandonará esta vida, la del tango, para siempre. Sin embargo, aguanta como puede aunque su paso ya perdió la gracia que exhibió hace tan solo un par de horas.
Las rodillas lo torturan, la artrosis lo tiene casi postrado, pero a Mariano no le importa. Todo ese sacrificio vale la pena con tal ser, durante una noche, el rey del puerto.
Comentarios (17):
José Torma
17/06/2016 a las 21:33
Excelente Pato, como te habia comentado, el narrador ya no estorba.
Lo he vuelto a disfrutar un monton.
José
Luis Ponce
18/06/2016 a las 01:33
Hola Pato:
Genial como siempre, se ve que dominas el ambiente.
Pero “estertor” de acuerdo con la RAE es:”Respiración anhelosa, generalmente ronca o silbante, propia de la agonía y del coma”.
Quizás querías referirte a los “últimos festones de su vida”.
Me ha sonado redundante:”una mezcla de antiinflamatorios y analgésicos mezclados con abundante agua”.
Hay un resquicio cacofónico en:”la banda tocaba tangos”.
Casillero del Diablo es una marca que debe llevar mayúsculas.
Por lo demás es un paseo por los últimos días del último garufa.
Saludos.
Algocar
18/06/2016 a las 09:11
Una gran historia, has conseguido meterme en el ambiente y eso es miy difícil, felicidades.
Poco más que añadir después de lo escrito por Luis Ponce. No obstante, recomendaría alguna revisión de última hora, para alguna coma aquí y allá.
Y lo dicho, una bonita historia, sigue trabajando duro pero disfrutando. Un saludo.
Marazul
18/06/2016 a las 10:29
Hola Pato, me alegra ser tu vecina y volver a leer tus interesantes relatos. Yo no soy muy minuciosa ni exigente al corregir. Si me resulta fácil la lectura del texto, no veo fallos importantes y me engancha el argumento, pienso que con un poco de interés y de repaso cualquier error se puede mejorar.
De entrada me gusta el título y ese ambiente retro (humm…aparece un “tocadiscos”) y decadente que suele acompañar a ese tipo de locales. La historia tiene mucho fondo porque nos muestras las dos caras de la vida de un artista, en este caso ya mayor. No todo es éxito y glamour, la realidad de los achaques y el esfuerzo por alargar lo que todos sabemos terminará algún día.
Adoro el baile, así que cualquier historia relacionada con ese tema me engancha. Creo que ya me has dado un tema para otra historia, Pato.
Sólo hay una cosa que no entiendo referente al significado.¿ Por qué dices que “Hoy era el gran día”? ¿no se trataba de otro jueves más? ¿quizás era su último jueves de actuación?. Bueno, tampoco está mal dejarlo a la imaginación del lector, ¿verdad?.
En cuanto a la forma,yo pondría un punto y coma antes de”….sin embargo, aquellos asiduos al local….”
Un sí afirmativo que hay por ahí y al que se te ha olvidado poner acento
“saludó…..y este…” (como es pronombre lleva acento éste)
“como por acto mecánico” mejor iría entre comas
La marca del vino, como bien dice Luis, en mayúsculas
Un buen relato, Pato, que como todos (el mío el primero jeje…) con una revisión puede meorar.
Un saludo. Marazul
Manoli VF
19/06/2016 a las 11:09
Hola, Pato.
De nuevo nos sumerges en ese universo de personajes variopintos y carismáticos que sueles crear.
Tu relato es ágil como el mismo tango y contiene elementos de color como corresponde a ese Don Mariano, figura del baile y rey del tango y mambo a un mismo tiempo. No falta tampoco tu toque humorístico que me ha encantado en ese bar “Cinzano” tan apropiado.
Te corrijo -más por manía de corregir, que por otra cosa- un par de párrafos:
“la llegada del hijo ilustre del lugar, don Mariano por fin llegó al bar. Ahora si la fiesta estaba a punto de empezar.”
Por: “la llegada del hijo ilustre del lugar, don Mariano, que por fin llegó al bar.”
Mariano como vocativo ha de ir entrecomillado, y te falta el “que” en alusión al sujeto.
También falta una coma en ese “dentro de su corazón, ” y en los últimos párrafos cambias en la misma frase de pasado a presente, por lo que mejoraría un poco la redacción de las últimas frases.
También el nombre del vino ha de ir en cursiva o entrecomillado:”Casillero del diablo” por cierto, un nombre de lo más apropiado.
Pero lo importante es el personaje que construyes, y el mundo que nos presentas siempre desde esa óptica de humor agridulce que tan bien dominas.
Placer leerte, como siempre.
Sabes que estás invitado a comentar el mío (131)
Un abrazo, compañero.
Manoli VF
19/06/2016 a las 11:13
P.D: Me dejé a medias el análisis de la frase: “Ahora si la fiesta estaba a punto de empezar.” Por: “Ahora sí, la fiesta estaba a punto de empezar.”
merchylam
19/06/2016 a las 17:39
Hola Pato,
Encantada de leerte de nuevo. Buen tema y buena historia, que se “ve” .
Cosillas a mejorar al margen de lo que ya te han dicho:
Don Mariano, el Don va en mayúscula, y en ocasiones no lo has puesto.
Revisa la puntuación como ya te han comentado, faltan algunas comas.
Esta frase:
“Blanca su camisa, al igual que su traje, Don Mariano contempló su estampa frente al espejo, sonrió satisfecho al ver que aún conservaba ese aire de aventurero con pachorra que tantas veces enloqueció a las mujeres en las noches bohemias del puerto”
Es un poco larga y hay dos opciones, o más. Si la dejas así, pon un punto tras el espejo. Así le damos tiempo para que se contemple. O bien altera el orden tan poético que te ha quedado. “Don Mariano contempló su estampa frente al espejo. Blanca su camisa al igual que su traje. Sonrió….
“..el contrate de que nunca pasará desapercibido” Tiene dos pegas, la concordancia de “pasará”. Sería “pasaría”. Y que te falta un nexo ” …de que ese contraste nunca pasaría desapercibido.
En esta has cambiado de tiempo verbal sin saber muy bien por qué. Esto quizás se deba a una falta de revisión más concienzuda. Mira:
Saludó con un gesto familiar al dueño y este, como por acto mecánico llevó una copa de vino casillero del diablo al que era su amigo desde hace décadas. Mariano sonríe, esta noche hay muchos rostros nuevos. Ve a un grupo de rubias que hablan fuerte en inglés, turistas probablemente que están visitando los encantos de los cerros de la ciudad; algunos universitarios que llegaron pensando que esa noche encontrarían cuecas bravas para bailar, pero se quedaron disfrutando el tango para ver qué pasa. El anciano se paseaba a …”
Saludó- Ve-Sonrié-Se paseaba.
Hay una historia buena y bonita pero no tiene mucho giro y desenlace final, pero no pasa nada no siempre lo logramos. Estamos aprendiendo. Aún así muy bien, aunque me encantas cuando te tiras de lleno por el humor.
Por cierto, qué significa “y recién ahí se paró de su asiento”? Que se sentó, que se separó, que se levantó.. Supongo que en tu país se usa así para alguna de esas acepciones.
Creo que estoy por debajo tuya.
Un abrazo.
Diego Manresa Bilbao
20/06/2016 a las 16:21
Muy muy buen relato Pato, como siempre…
Me ha recordado a una pelicula “Esencia de mujer” supongo que por lo del tango y demads, y tambien a un actor espanol llamado Arturo Fernandez, que hace siempre ese personaje…
Dos pequenios fallos:”estertores” creo que esta mal utilizado. No significa “ultimos restos de vida” como indicas… es un tipo de respiracion, como de ronquido, que se asocia a la muerte… a metafora es buena, pero un tanto incorrecta… Yo hubiera puesto “restos”, Pedazos” o “cenizas”…
“casillero del diablo” al ser una marca comercial, juraria que va en mayusculas… ademas favorece la comprension para quien no conozca ese gran vino de tu tierra jejejeje…
Nos leemos!
beba
20/06/2016 a las 17:45
Hola, Pato: A mí también me gustó tu historia; en especial destaco el talento descriptivo que has puesto en toda la escena, y el realismo de la situación. Asimismo, el tono agridulce que la impregna.
Coincido en señalar las fallas de puntuación que llevan a párrafos muy largos; y la alteración de tiempos verbales.
Como te dijo Marazul, uno pasa por alto los detalles si la historia te prende bien;pero me parece que solías ser más pulcro con la gramática.
Tirón de orejas de vieja gruñona.
Saludos.
Estoy en el 203.
Andrés Scribani
20/06/2016 a las 20:37
Hola, Pato. Un relato bastante entretenido.
Certifico el comentario de beba. No siempre comento, pero siempre que participo en un taller, te leo. Y la razón de eso, es que me parece que tus historias son muy interesantes y bien redactadas, aunque en esta sobresalen detalles que se podrían mejorar y que no sueles pasar por alto.
Un par de ejemplos, aparte de los que ya han resaltado:
-“rubias que hablan fuerte en inglés, turistas probablemente que están visitando los encantos de los cerros de la ciudad” … Quedaría mejor ‘rubias que hablan fuerte en inglés, probablemente turistas que están visitando los encantos de los cerros de la ciudad’
-“se quedaron disfrutando el tango para ver qué pasa” … ‘se quedaron disfrutando el tango para ver qué pasaba’
Saludos.
**Mi relato es el 26. “Deleite y amor ligados a inclinaciones socialmente rechazadas” -> https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5959
earendil
20/06/2016 a las 22:39
¡Hola Pato!
Bonito escenario para tu historia de este mes. De él podría decirse que morirá con las botas puestas, je,je.
Aparte de chistes, has creado un personaje y un ambiente muy bien definidos, que se ven de inmediato en un relato muy fluido y entretenido.
Por poner alguna pequeña pega, creo que deberías cuidar más esos cambios verbales sin justificación, descolocan un poco,.
Un saludo.
Nos leemos.
Cryssta
21/06/2016 a las 19:52
Hola Pato, discúlpame si no miro lo mejorable de tu texto, tengo muchas visitas por devolver y no tengo tiempo. Me pasé por tu relato solo porque me gusta cómo escribes y quería leerte por placer. No me has defraudado.
Te deseo un feliz verano y espero leerte a la vuelta. Un abrazo.
Wolfdux
22/06/2016 a las 08:48
Como ya esta todo dicho, solo me queda felicitarte por el relato. Una historia excelente. Felicidades.
Juana Medina
23/06/2016 a las 21:14
Hola Pato,
Llego tarde a todos los comentarios. Sí me llamó la atención lo de “estertor” y alguna otra cosilla, pero he disfrutado enormemente un relato muy bien escrito. Las descripciones tanto del personaje como del lugar son perfectas. Como porteña las he disfrutado muchísimo. Me habría gustado bailar con Don Mariano, aunque creo que a él, no. No soy una buena bailarina de tango. Bueh! en la imaginación todo vale.
Un relato genial.
Seguiremos leyéndonos, espero. (Ando por el 106)
Aina Pons Triay - Menorca, España
23/06/2016 a las 21:51
Hola Pato,
Fiel a tu estilo, que me encanta y me seduce como un tango de Gardel 😉
“ver desnudos los primeros rayos de sol bañar la quietud de la bahía”. Sencillamente precioso.
Qué decir, creas personajes que enamoran, como Don Mariano. Me has hecho recordar a aquel sacerdote de uno de los talleres de hace ya tiempo, con el que también seducías con cada palabra.
Algunos detalles:
– “De pronto la atmósfera cambió durante una fracción de segundo, para muchos fue imposible notarlo, sin embargo aquellos asiduos al local comprendieron que la noche no podía estar completa sin la llegada del hijo ilustre del lugar, don Mariano por fin llegó al bar. Ahora si la fiesta estaba a punto de empezar.” Yo cambiaría un poco la puntuación de este fragmento: “De pronto la atmósfera cambió durante una fracción de segundo. Para muchos fue imposible notarlo, sin embargo aquellos asiduos al local comprendieron que la noche no podía estar completa sin la llegada del hijo ilustre del lugar: don Mariano por fin llegó al bar. Ahora sí, la fiesta estaba a punto de empezar.”
– “una copa de vino casillero del diablo al que era su amigo desde hace décadas”. “Casillero del Diablo” debería ir en mayúsculas por ser el nombre del vino.
– Mezclas verbos presente cuando todo el relato debería, a mi parecer, estar en pasado:
* “Mariano SONRÍE, esta noche hay muchos rostros nuevos. VE a un grupo de rubias que hablan fuerte en inglés, turistas probablemente que ESTÁN visitando los encantos de los cerros de la ciudad; algunos universitarios que LLEGARON pensando que esa noche ENCONTRARÍAN cuecas bravas para bailar, pero se QUEDARON disfrutando el tango para ver qué PASA.”
*”Muchas veces FUE así, pero ahora le QUEDA el baile y DEBÍA conformarse con eso.
*”Siempre ES el último en irse”
*”Se incorporó con el dolor de todas sus articulaciones recordándole que le QUEDA poco”
*”Sin embargo, AGUANTA como puede aunque su paso ya PERDIÓ la gracia que EXHIBIÓ hace tan solo un par de horas.”
*”Las rodillas lo TORURAN, la artrosis lo TIENE casi postrado, pero a Mariano no le IMPORTA. Todo ese sacrificio VALE la pena con tal ser, durante una noche, el rey del puerto.
– “El anciano se paseaba sus anchas, parecía un maestro de ceremonias, pero para hacerle justicia, era un león que recorre sus dominios esperando el instante preciso para poder saltar sobre su presa.” A lo mejor podría pulirse esta frase: “El anciano se paseaba sus anchas, como un maestro de ceremonias, como un león que recorre sus dominios esperando el instante preciso para poder saltar sobre su presa.”
– Ojo con los “-mente”: Probablemente, Definitivamente .
Espero que mis comentarios pueden ayudarte.
El relato me ha encantado de arriba a bajo.
Enhorabuena, compañero.
Un abrazo.
Nos leemos,
Aina Pons Triay – Menorca, España
ainaponstriay.wordpress.com
Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891
Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia)
26/06/2016 a las 04:13
Hola Pato Menudencio, el ambiente del puerto, los tangos, el arrabal, son temas que me suenan muy cercanos. Precisamente ayer se cumplieron 81 años del trágico accidente aéreo ocurrido en el viejo aeropuerto de esta capital, en donde falleció Carlos Gardel y desde entonces las imágenes del bar Cinzano que describes en tu ameno relato, son escenas comunes en mi ciudad. Por estos días se conmemora el acontecimiento con orquestas de tango y concursos de baile en distintos bares y plazoletas a los que acuden personajes como don Mariano.
He disfrutado tu relato. Saludos.
Luis
27/06/2016 a las 18:23
Hola Pato Menudencio, soy Luis(127). Tu relato me ha gustado. Muy buena descripción del ambiente en el que se encontraba el anciano, me ha hecho sentir que estaba allí. Saludos.