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Deleite y amor ligados a inclinaciones socialmente rechazadas - por Andrés Scribani

El anciano encontró la llave en el patio de la casa, entre el césped, y a la sombra del árbol allí ubicado. Mientras buscaba la llave, se lo podía ver deambular como un espectro, un ser sin alma, alguien que no estaba totalmente convencido de lo que hacía y que no tenia razón para vivir.

Aún se mantenía un poco de esa emoción que lo impulsó a arrojar, con mucha aversión, la llave por la ventana de su cuarto… aún persistía un poco del miedo a sí mismo. Las alternancias entre alba y ocaso solo apaciguaron su ansiedad, sin embargo, seguía sin poder coexistir con su persona. Cada mañana, se detenía unos minutos frente al espejo del baño y pensaba en que simplemente lo que hacía era observar a su reflejo y no a sí mismo; lo que veía era el esperpento que lo termino revistiendo luego de la atrocidad que cometió.

Los días y semanas avanzaban, acumulándose difusamente en la vida del desdichado anciano. Y así como se apilaba el tiempo, también resurgía y se intensificaba su apetito sexual. Cada día significaba una apasionada lucha con sus demonios; era necesario decidir: abrir la puerta que la famosa llave mantenía cerrada, o respetar los ideales que le inculcó la sociedad, y encauzar su deseo sexual de otra forma.

Eventualmente decidió tomar la segunda opción, la que parecía más correcta. Se trasladó hasta una casa de lenocinio y pagó por un buen servicio. A pesar de la belleza y la juventud de la mujer que tenía a su disposición, no pudo superar la flacidez, por lo que se retiró del sitio luego de un par de decenas de minutos.

Estando en casa, apenas después de cerrar la puerta, rompió en llanto. Dentro de su impotencia, se sentía desconsolado, enojado e intranquilo. Subió a su dormitorio, tomó la llave, se dirigió hacia el que hubiese sido el cuarto de su hijo, retiró el candado e ingresó a la habitación. Desde que colocó un pie en el seco y oscuro recinto, su piel se erizó; hacía mucho que no la veía. Un cubo de vidrio, cual vitrina, mantenía visible pero sumergido (bajo una solución especial), el “perfecto” cuerpo sin vida de su esposa.

Intentando calmar sus lamentos, se sentó frente a ella en el único mueble que decoraba la habitación. El olor a químicos colmaba el aire. Luego de un momento de contemplación, se disculpó con ella y le comenzó a relatar el por qué no la había visitado desde el embalsamamiento, así como toda su lucha interna por el remordimiento que le había causado profanar su cadáver, y todo por una razón tan egoísta como lo era su fascinación hacia el “perfecto” cuerpo que sus ojos veían.

Durante el monólogo, pudo sentir cómo la acrotomofilia conducía un fuerte flujo sanguíneo hacia su zona íntima; continuaba hablando y se iba desvistiendo. Luego de pedirle perdón, comenzó a estimularse mientras observaba con gusto y embeleso, la forma, textura y longitud de los muñones en el cuerpo de su fallecida esposa.

Rápidamente se disiparon todos los sonidos de la casa, el de una cremallera subiendo, una puerta cerrándose y un candado siendo sellado… el único ruido que resonaba con carácter atemporal, como un eco omnipresente, fue el del “te amo” proveniente del murmullo del anciano al despedirse de su esposa.

Comentarios (15):

drow_jack

18/06/2016 a las 01:29

Hola Andrés.
Excelente en forma y contenido. No puedo añadir más signo de admiración ya que el tema trata de lo que trata jeje.
Me quedo con la frase: “Dentro de su impotencia” Nunca mejor dicho en ese momento.
Saludos.

Rafelo

18/06/2016 a las 15:43

Hola Andres. He de decir que me gusta tu relato. A pesar de lo oscuro del tema, la idea está bien conseguida. Aunque no soy fan de este tipo de aberraciones, son cosas que existen, la mente humana en ocasiones traza una linea muy fina entre lo lógico y sensato para muchos y la mas oscura de las locuras. Existe de todo y como narradores de lo diario estamos en el deber de contarlo. Felicidades.

Diego Manresa Bilbao

19/06/2016 a las 17:21

Hola Andres,
Curioso titulo para un curioso relato… Me ha gustado, la historia esta muiy bien, pese a lo tetrico. El unico pero es en los signos de puntuacion y algun acento… El resto muy bien
Nos leemos!

Saldivia

19/06/2016 a las 22:33

Hola andrés. Llegué a tu relato atraído por el título, esperaba algo levemente sórdido y mordaz…. y exactamente eso fue lo que conseguí, me ha agradado mucho tu relato, bien conducido, con una dosis justa de irreverencia, hilvanado correctamente. Desconocía el término acrotomofilia, gracias a tu relato he aprendido algo nuevo, interesante por demás.

Espero seguirte leyendo, ¡Éxito!

Andrés Scribani

20/06/2016 a las 19:39

Hola, buenas tardes.

Muchas gracias a todos por tomarse el tiempo de pasar a leer mi relato y compartir su opinión al respecto.

Es agradable conocer esos pequeños detalles a los que hacen mención. Siempre es un placer participar en Literautas.

Saludos.

Wiccan

20/06/2016 a las 22:01

Buenas Andres,
La verdad es que no puedo menos que felicitarte por el relato, además de estar muy bien escrito y construido es valiente, es sincero y, aunque pueda sonar fuerte, me parece muy humano. La forma que tienes de reflejar la indecisión del anciano ante sus deseos, intentando evitar algo que en su interior sabe que no es correcto, y finalmente abandonándose a ese deseo al ver que no se satisface de ninguna otra forma, lo dicho, refleja a un ser humano cediendo a sus pasiones y sentimientos ignorando la sordidez que ello implica.
También te comento que me parece que es uno de los relatos en los que la premisa de la escena tiene un valor añadido, la busqueda de la llave es un reflejo de ese abandono a sus deseos igual que el tirarla fue un reflejo de su intento por evitarlos. Me gusta la poesía que transmites con ello.
No te critico nada formalmente porque el texto me atrapó y no sentí que exisitiese ningún error importante. Enhorabuena por un gran relato. Seguimos leyéndonos.
Un saludo!!!

Isolina R

21/06/2016 a las 01:33

Hola, Andrés Scribani:

Como desconocía el término “acrotomofilia”, lo tecleé en Google y fui a una página que ofrece un glosario bastante completo de perversiones sexuales y parafilias. En orden alfabético, letra a letra, y con bastante gracia, el compilador ha reunido un montón. Con la “A” inicial aparecen bastantes. Me leí el glosario entero, de la “A” a la “Z” y concluí que “hay gente pa to”.

Por lo pronto, tu relato ya tiene un mérito: me ha llevado a investigar sobre un término que no conocía y a ampliar vocabulario. Desde luego el campo semántico de las perversiones sexuales lo tenía muy pobretón.

Perdona mi incultura en este terreno, pero se me ocurre preguntarte: ¿la mujer tenía las amputaciones ya cuando estaba viva o se las hizo él al cadáver? Supongo que si el anciano se excita con los muñones estarían ya cicatrizados y bien cerrados, de modo que las amputaciones serían en vida. Claro que si conserva el cadáver, ¿no se podría añadir otra perversión sexual: la necrofilia?

El tema me gusta, y que hayas elegido un personaje acrotomofílico no me incomoda. Cada quien es cada quien y allá cada uno con sus “cadaunadas”. Lo que veo un poco flojo es el conflicto en el interior del anciano. Considero que debiste mostrar más la lucha entre lo que hace y lo que considera que debería hacer.

Te señalaré algunas cosillas en el plano formal:

El primer párrafo yo lo pondría así: “El anciano encontró la llave en el patio de la casa, entre el césped, a la sombra del árbol. Mientras la buscaba, se le había visto deambular como un espectro, un ser sin alma, alguien que no estaba totalmente convencido de lo que hacía y que no tenía razón para vivir”. (Fíjate en la tilde de “tenía”).

“lo terminó revistiendo”.

En lugar de “un par de decenas”, yo pondría “veinte”. Si puedes decir algo en una palabra, no uses cuatro.

En: “relatar el por qué no la había visitado”, podrías corregirlo así: “relatar por qué no la había visitado” o así: “relatar el porqué de no haberla visitado”.

Nos seguiremos leyendo tras las vacaciones.

Espero que mis sugerencias te sirvan.

Saludos.

Fonta

21/06/2016 a las 05:41

Me gusto, no suele ser mi estilo pero tiene cierta oscuridad atrapante el relato
Soy nuevo en literautas, me servirían mucho los consejos que me pudieran dar, ya que la idea es mejorar mi escritura, así que si queres pasar por el mio (nro 125), un abrazo.

lunaclara

21/06/2016 a las 10:18

Hola, tu relato al principio me cansó un poco (soy de las que piensan que hay que entretener y no solo deleitar), pero conforme avanzaba fui sorprendiéndome. El tema es muy escabroso, pero tú lo tratas muy bien.
Felicidades.

Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia)

21/06/2016 a las 22:36

Hola Andrés, yo, como otros comentaristas también debí averiguar de la parafilia sobre la que gira la historia. No solamente has logrado que indaguemos un poco, sino, que nos has entretenido con un relato poco común.
Te agradezco de manera especial tu visita y comentario sobre mi texto.
Saludos.

beba

23/06/2016 a las 23:25

Hola,Andrés:
otra que se despabila de los alcances del “pa’todos”.
Al margen,creo que la excelencia de tu relato no radica en el morbo sino en la buena factura,y en tu habilidad para transmitir las vivencias del personaje.
Aplausos.
(203)

JOSE MARIA

26/06/2016 a las 02:55

Realmente impactante. Tema con la dosis justa de “morbo”. Tema delicado, pero bien tratado. Puede haber alguna discusión de estilo, pero es cuestión de gustos, como los del anciano.

Sigue así.

Saludos,

Cryssta

29/06/2016 a las 11:22

Hola Andrés, muchas gracias por pasarte por mi relato, con gusto te devuelvo la visita, un poquito tarde debido a la falta de tiempo.

No puedo añadir nada nuevo a lo que han dicho los compañeros, solo manifestarte que a mí también me ha gustado mucho. Me gustan los relatos que hablan de cosas poco tratadas, si están bien escritos son muy enriquecedores y el tuyo lo está.

Te deseo un feliz verano y espero leerte a la vuelta.

Un abrazo.

Vespasiano

30/06/2016 a las 15:30

Hola Andrés:
Gracias por pasarte por mi relato.
En cuanto a mí ando un poco liado y el tiempo se me echó encima, primero la falta de conexión a Internet en el campo y, ahora problemas familiares me tienen retenido en la UCI del hospital, donde está ingresado mi yerno.
Así que no me centro en lo que pretendo hacer. Pero si te diré que he leído tu historia y me ha parecido que tu protagonista (com se suele decir) no tiene desperdicio.
La historia la veo valiente al tratarse de un tema escabroso y chocante, pero no por eso existente.
Felicidades.

Oda a la cebolla

05/07/2016 a las 11:16

¡Hola, Andrés! Hiciste un buen trabajo, aunque debes mejorar alguna que otra cosilla, como cambiar comas por puntos y acortar ciertas frases. En cualquier caso, te felicito. Que pases buenas vacaciones y ¡nos leemos a la vuelta! Saludos. ¡Buenas tardes!

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