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DESTINO - por Aina Pons Triay - Menorca, España

Web: http://www.ainaponstriay.wordpress.com

El anciano encontró la llave en el suelo de la habitación de su hermana Isabel. Simón había entrado allí para despedirse por última vez. Su corazón de ochenta y tres años necesitaba medicinas que el seguro no cubría, y tuvo que tomar una de las decisiones más duras de su vida: vender las pertenencias de su hermana, fallecida hacía cinco años de cáncer.

Siempre habían cuidado el uno del otro. Su padre murió en la guerra cuando ellos eran pequeños y su madre, enferma desde entonces, murió cuando él tenía dieciocho y ella dieciséis. Tuvieron que buscarse la vida desde muy jóvenes. Él trabajaba y ella se encargaba de la casa, una especie de matrimonio con habitaciones separadas. Era como si el destino los hubiera unido de esa forma.
A los veintiún años, Simón se enamoró de Catalina, una amiga de Isabel, la muchacha más preciosa de su pueblo, rubia, con ojos azules y piel blanca, que lucía siempre preciosos vestidos con flores de colores. La timidez de Simón le impedía acercarse a ella para pedirle una cita, así que empezó a escribirle cartas de amor, que le entregaba a través de su hermana Isabel, esperando recibir algún día la respuesta de su amada. Pasó semanas intentándolo, hasta que la insistencia llegó a dar sus frutos y una mañana Isabel llegó a casa con una carta de Catalina. En ella, la joven le pedía que se encontraran aquella noche en el banco de madera del parque.
Entusiasmado, esa noche, Simón acudió a la cita. Espero más de una hora, pero Catalina nunca apareció.
Desolado, maldijo el día en que quiso mostrar sus sentimientos. Le habían roto el corazón, pero no pasaría de nuevo. Volvió a casa y su hermana salió corriendo a su encuentro. Estaba sofocada y con las mejillas sonrojadas.
—¿Qué ha pasado?
—No ha venido, se ha reído de mí.
—Oh, dios mío. ¡Cuánto lo siento, Simón!

Intentó consolarle, pero él descartó su mano.

—Nos vamos —dijo Simón.
—¿Qué?
—He dicho que nos vamos.
—¿Pero, a dónde vamos a ir?
—A la ciudad. Allí encontraremos trabajo.
—¿Y qué hacemos con la casa?
—Véndela. No pienso volver.

Habían pasado ya sesenta y dos años desde ese día y había cumplido su promesa. Sacó la llave de su bolsillo. La llave del sótano su antigua casa. ¿Por qué la guardaría su hermana tras venderla?
Esa noche no pudo dormir. Demasiadas preguntas rondaban su cabeza. Puede que fuera el momento de volver.

Su antigua casa estaba igual que cuando se marcharon. La miró desde la acera y un torrente de sentimientos le invadió. Con una lágrima resbalando por su arrugada mejilla, cruzó la calle, pero una robusta aunque temblorosa mano en su hombro le detuvo.

—¿Simón? ¿Eres tú?

Al girarse, Simón vio una cara conocida.

—¡Soy Paco! ¿No te acuerdas de mí?
—¡Paco! ¡Qué sorpresa! Ha pasado tanto tiempo…
—Y que lo digas, desde la desaparición de Catalina no habíamos vuelto a verte.

Intentó permanecer calmado. Paco siguió hablando.

—Al principio pensamos que os habíais fugado juntos, pero Isabel dijo que os fuisteis solo vosotros, que ella ni siquiera se presentó a la cita y que no querías saber nada de ella nunca más.

El débil corazón de Simón empezó a temblar. “¿Por qué no me dijiste nada, Isabel?” La cabeza empezó a darle vueltas. Paco le miró preocupado.

—¿Oye, te encuentras bien?
—Sí, sí, es el cansancio del viaje. En seguida se me pasa.

Simón se despidió lo más rápido que pudo y se dirigió, con la cara sudorosa, de nuevo hacia su antigua casa. Los recuerdos de acumulaban en su mente y se mezclaban con la nueva información como un torbellino sofocante.
Ni siquiera miró la entrada. Dio la vuelta a la casa y se dirigió a la parte trasera. Una pequeña puerta de madera daba paso al sótano. Metió la llave en la cerradura y la puerta se abrió con un chirrido. Buscó a tientas el interruptor y prendió la luz de la pequeña bombilla que colgaba del techo.
La visión fue estremecedora. Tirado en el suelo, un esqueleto de mujer con un vestido de flores yacía tumbado boca arriba.
“¡Por qué, Isabel, por qué lo hiciste!”
Trató de acercarse al cuerpo. “Catalina, siempre te he amado.” Apretó su mano contra el pecho. Su corazón se estaba parando. “Catalina, mi amor”. Cayó al suelo. “Catalina, te amo”. Y allí quedó, para siempre, a sólo un paso del cuerpo de su amada.

Comentarios (27):

Yoli (Mallorca-España)

18/06/2016 a las 10:39

Hola Aina.
Tu relato me ha gustado, esta bien escrito y ha tenido un final que me ha sorprendido, y eso siempre es agradable, aunque triste. Saludos.
Si quieres leer el mio, soy el 104.

Caritobel

19/06/2016 a las 04:19

Hola, Aina. El mes pasado tuviste la amabilidad de leerme, pero no pude devolverte aún la visita. Por eso, para resarcirme, te estoy leyendo ahora. A penas pueda, leo el relato del mes pasado.

En cuanto a lo técnico:

En el primer párrafo “hermana” se repite dos veces muy seguidas.

Repetís su/sus como dieciséis veces. Demasiados posesivos, trata de sustituirlos.

Una vez que decís “su hermana Isabel” ya no es necesario repetir que Isabel es su hermana. Pone solo Isabel o su hermana, y todos lo entendemos.

Esperó, con tilde.

Dios va con mayúscula, porque es un nombre.

“recuerdos de acumulaban”. Se por de.

“Tirado en el suelo, un esqueleto de mujer con un vestido de flores yacía tumbado boca arriba”. Para mi «tirado en el suelo» y «yacía tumbado» son redundantes.

En el último párrafo se repite mucho «puerta». También hay repetición con «amada/amado/amo». Igual con el nombre de Catalina y con «casa».

“una lágrima resbalando por su arrugada mejilla», es una frase cliché.

Contenido:

Trama: un anciano que decide vender las pertenencias de su hermana para comprar remedios para su corazón. Casualmente en la habitación de la difunta, encuentra una llave que supone es del sótano de la casa donde vivían anteriormente. Se dirije allí, pero en el camino encuentra a un conocido que le da cierta información que le hace concluir que su hermana fue la secuestradora y asesina de un amor de juventud. Y, que en efecto, encuentra el cadáver de dicha joven en el ya citado sótano.

Hay algunos tramos que resultan confusos en una primera, y me atrevo a decir, hasta en una segunda leída. En primer lugar, no se entiende qué relevancia tiene haber encontrado una llave en el suelo, además, parece ser “la” llave. Más adelante cuesta saber por qué razón Simón cree que es la llave del sótano de su antigua casa. Han pasado demasiados años y, excepto que esa llave en particular haya sido de una forma muy peculiar, resulta extraño que la asocie de esa forma. Sobre todo teniendo en cuenta que la casa la han vendido, y a los nuevos dueños tuvieron que darle todas las llaves. Que haya gente viviendo en la ex casa de Simón hace aun menos creíble que todavía allí haya un cadáver sin ser descubierto.

La introducción a la historia es tan larga, con flashback incluido, que el desenlace y el final son muy rápidos.

Otra cosa que no me convence es la aparición de Paco. Todo da a entender que pasaron muchísimos años desde que se fueron de ahí, por lo que ahora, siendo anciano, es muy difícil que lo reconozca de buenas a primera. Es como muy precipitado. Además, ¿en qué momento le pudo hablar Isabel a Paco de algo? ¿Por qué sabía de la cita entre Simón y Catalina? Lo habla como si fuese de público conocimiento.

Opinión personal:

Creo que la idea es buena. Una hermana y un hermano tan unidos que la línea del amor fraternal se vuelve difusa. A tal punto que la hermana sólo quiere el amor de su hermano para ella, por eso secuestra y mata a su amiga, ya que Simón la amaba, y en la mente de Isabel eso podía significar perder un poco de atención y amor de parte de él.
Lo que creo que tenés que hacer es retocar algunas secuencias para añadirles más claridad temporal. Distribuir la información que das al inicio como introducción a lo largo de toda la historia para no restarle dinamismo.

Te animo a seguir trabajando. Espero que mis observaciones te sirvan.

Si querés leerme estoy en el 159.

Saludos.

Isolina R

19/06/2016 a las 12:23

Hola, Aina:

Estaba preparándome para dedicarte un comentario bastante extenso sobre los fallos de la trama de tu relato y veo que Caritobel ya te ha dicho lo que pienso, así que no lo repetiré.

Siento que has partido de una idea magnífica: la hermana que quiere la compañía del hermano solo para sí misma y cuando ve que una mujer puede meterse en medio la mata. El problema de tu historia es que presenta varias fallas. A las que ya te ha dicho Caritobel yo añadiría alguna otra: ¿cómo es posible que Isabel traiga y lleve cartas entre los dos, incluso la de la cita, cuando lo que siente la va a llevar al asesinato? En el caso de que Isabel quisiera precisamente el desengaño amoroso de su hermano por la decepción de que Catalina no se presentase habría que dárselo de algún modo al lector.

Si revisas y pules el texto, puede quedar bien.

Saludos.

Roger/NHICAP

19/06/2016 a las 19:21

Hola Aina,
Me han gustado la frescura y naturalidad del texto. Caritobel e Isolina han hecho una correcta disección de los aspectos mejorables, en forma y fondo, del relato
Quizá, la emotividad de la historia y la narración tan espontánea, te impidieron hacer un pausado análisis del contenido.
Buen trabajo Aina. Te seguiré leyendo.
Un abrazo y buen verano.

Edu SC

19/06/2016 a las 22:12

Hola Aina Pons Tryai

Gracias por tus comentarios a mi relato.

Veo que ya te han hecho unos buenos análisis a tu relato. No sé si te podré aportar mucho más.

Decirte que, ante todo, la base de la historia me parece muy buena, el amor posesivo de una hermana hacia su hermano, hasta el punto del asesinato ante quien se puede poner por medio. Luego está la ejecución, donde ya te han dado buenos consejos. Sólo remarcarte que a mi, particularmente, me ha chocado sobre todo lo de encontrar la llave en el suelo de la habitación y lo de ir a su antigua casa vendida, donde se supone que viven otras personas y encontrar el cadáver en el suelo. También un poco el amor que manifiesta el anciano hacia su amada fallecida. A pesar de afirmar al principio de la historia que estaba enamorada de ella, me da la impresión de que en realidad no la conocía demasiado y esa intensidad del final me descuadra un poco. Bueno, es mi sensación.

En cuanto a la forma, yo lo he leído muy bien, no tengo nada que añadir.

Un placer leerte Aina, hasta septiembre y buen verano.

Diego Manresa Bilbao

20/06/2016 a las 16:09

Aina,
Me tenia un poco despistado tu relato… No me estaba gustando hasta el final, no lo veia logico… Poero el final lo redime por completo… Como defecto, tal vez de,masiadas comas..
“una especie de matrimonio con habitaciones separadas” es una frase para enmarcar
Nos leemos!

Aina Pons Triay

21/06/2016 a las 07:05

Hola a todos,

Gracias por vuestros comentarios.

Otra vez, la falta de espacio me ha jugado una mala pasada. Con vuestros comentarios me he dado cuenta que quité una parte que resulta crucial en el diálogo con Paco y que me gustaría incluir aquí, para que tal vez se entienda mejor:

“—¿Simón? ¿Eres tú?

Al girarse, Simón vio una cara conocida.

—¡Soy Paco! ¿No te acuerdas de mí?
—¡Paco! ¡Qué sorpresa! Ha pasado tanto tiempo…
—Y que lo digas, desde la desaparición de Catalina no habíamos vuelto a verte.

Intentó permanecer calmado. Paco siguió hablando.

—Al principio pensamos que os habíais fugado juntos, pero Isabel dijo que os fuisteis solo vosotros, que ella ni siquiera se presentó a la cita y que no querías saber nada de ella nunca más.

El débil corazón de Simón empezó a temblar. “¿Por qué no me dijiste nada, Isabel?”

¿Sabes si vive alguien en nuestra antigua casa? Parece bastante abandonada.
—Desde que os marchasteis no he vuelto a ver a nadie.

La cabeza empezó a darle vueltas. Paco le miró preocupado.

—¿Oye, te encuentras bien?
—Sí, sí, es el cansancio del viaje. En seguida se me pasa. ”

Tomo nota de todos los comentarios: el exceso de repeticiones, las redundancias, las faltas de ortografía, la trama que no cuadra… tendré que emplearme a fondo si quiero volver a escribir como antes…

Espero que las musas me perdonen y sigan visitándome.

Muchas gracias, de verdad, en especial a Caritobel, por el esfuerzo de mirar con lupa todo el relato, y a todos los demás, pues cada comentario y cada palabra cuenta para mejorar.

En los próximos días me paso por vuestros relatos (si no me he pasado ya).

Gracias, de verdad.

¡Nos leemos!

Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com

Aina Pons Triay

21/06/2016 a las 07:08

E incluso en la corrección, me equivoco al copiar y pegar desde el original… en fin:

“El débil corazón de Simón empezó a temblar. “¿Por qué no me dijiste nada, Isabel?”

—¿Sabes si vive alguien en nuestra antigua casa? Parece bastante abandonada.
—Desde que os marchasteis no he vuelto a ver a nadie.”

Será que necesito centrarme…

Emyl Bohin

21/06/2016 a las 11:29

Hola Aina:

Leí tu relato hace un par de días, pero por alguna razón dejé el comentario para más adelante. Me alegro, así he podido leer tu explicación y los comentarios. Te comprendo muy bien, es difícil estar en junio en Menorca y no disfrutar de esa isla. Si estuviera en tu lugar mi relato habría quedado así: El anciano encontró la llave y se durmió. ZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzz.
Unos escriben lo que les gustaría vivir y otros viven lo que les gustaría escribir. Qué dilema.

Saludos y hasta la próxima.

Robles

21/06/2016 a las 19:20

Buenas Aina!. Pese a encontrar algún que otro error, (somos humanos yo cometo tropecientos jeje) me ha parecido una historia muy buena. El pobre Simón se va sin respuesta a ese cruento hallazgo. Me ha enganchado. Mi relato es el 27, por si te apetece. Un saludo.

Fernando Velázquez

23/06/2016 a las 00:46

Labparte técnica de tu relato está más que cubierta. Así que por mi parte, me ahorraré mi opinion en cuanto a eso.

Sobre el contenido, te felicito, me fue una lectura me fue muy amena, aunque lo que dice Paco me hace ruido, ya que habla del tema con toda naturalidad, así como así.

“Él trabajaba y ella se encargaba de la casa, una especie de matrimonio con habitaciones separadas.”
Fue mi fragmento preferido.

Sólo hay que atender a los puntos que mencionaron los compañeros y seguir mejorando.

Un saludo.

marazul

24/06/2016 a las 11:46

Hola Aina: a mí tu relato me ha llegado. Me has transmitido esa sensación de rabia e impotencia que debió sentir Simón al conocer la verdadera historia. ¡Cuantas veces se han truncado vidas…amores…por la intervención de una tercera persona egoista!, y muchas veces dentro de la propia familia, como en el caso del relato. En cuanto al significado hay mucha parte psicológica que desarrollar y el tema me parece muy interesante.
Tu forma de escribir es de las que me gustan. Eres clara y tienes un lenguaje natural, fresco y fluido.
Es verdad que hay algunas incongruencias en el tema, en cuanto al significado pero eso lo puedes arreglar con una lectura atenta y algunos pequeños cambios en el argumento.
Un gusto leerte, Aina
Saludos

José Torma

24/06/2016 a las 16:47

Hola Aina.

Gracias por tus palabras a mi relato.

Lo mas padre de este taller es que hay gente muy talentosa, que hace correcciones que te sirven a ti (escritora) y a mi (lector). Yo siempre he dicho que lo tecnico no es lo mio y me voy mas por intentar transmitir el sentimiento.

Con tu relato pasan dos cosas, la relacion enfermiza entre los hermanos (mas en ella que en el) me parece bien retratada, el detalle de las cartas choca un poco, porque como celosos que todos hemos sido, pienso que no se las entregaria jamas.

El tema del Deux ex machina con la subita aparicion de la llave podria cuestionarse, pero al ir leyendo, se diluye en una historia bien contada, con detallitos como todas, pero muy disfrutable.

Creo que si retrabajas el final, con los apuntes que ya has hecho, quedara una historia mas que redonda.

Te felicito.

merchylam

24/06/2016 a las 21:46

Hola Aina,
Ya te han dicho muchas cosas. A ver si puedo aportarte algo nuevo.
A mi me parece que terminar la frase con un nombre y empezarlo con otro, como has hecho en la primera y segunda frase, ..Isabel.Simón..” es el primer tropiezo.
No hace falta que le des nombre al anciano hasta más tarde. Tampoco es necesario que nos hables de sus padres. Entiendo que querías dar profundidad a la relación que tenían ambos hermanos desde muy jóvenes. Pero para la historia no nos interesa mucho dónde murieron sus padres y que edad tenían cada uno de ellos. Basta decir: “Aún no habían llegado a la veintena cuando quedaron huérfanos” o algo similar y te ahorras un montón de palabras y explicaciones que luego no van a ser determinantes en la historia.
He leído por ahí que puede haber cierta incongruencia en que Isabel le entregue las cartas cuando va a matarla después. A mi modo de ver no la hay, pudo tener buenas intenciones al principio y luego, al darse cuenta a dónde podía conducir aquello, de improviso, matarla, es más, y si las cartas nunca hubieran llegado a su destino. E Isabel, para dar punto y final al tema se quita a su hermano de en medio redactando una carta como si ella fuera Catalina, para alejarlo de la casa y otra para esta para matarla.
No es tan sencillo, y quizás puedas dar ahí el intríngulis y el giro de la historia. Catalina nunca habría sabido por qué la mataron.
Repites tres veces, aunque no muy seguidas “antigua casa”. En la primera lectura puede que no nos demos cuenta pero en la segunda, sí.
Vamos a ver estos párrafos:
” —Al principio pensamos que os habíais fugado juntos, pero Isabel dijo que os fuisteis solo vosotros, que ella ni siquiera se presentó a la cita y que no querías saber nada de ella nunca más.”
Creí que te referías a Catalina y Simón y no a Simón e Isabel.
Sugerencia:
Al principio pensamos que os habíais fugando juntos pero Isabel dijo que os fuiste solo tú y ella, que Catalina ni siquiera se presentó a la cita y que no querías saber nada de ella nunca más.
A continuación viene este pensamiento de Simón:
“El débil corazón de Simón empezó a temblar. “¿Por qué no me dijiste nada, Isabel?” La cabeza empezó a darle vueltas”
¿Dónde está la sospecha? No hay nada que le hiciera sospechar de su hermana. Isabel no dijo nada que él no supiera ya.
Otra cosa que chirría. ¿La llave la encuentra en el suelo de la habitación de su hermana? Como asesina hubiera escondido la llave a buen recaudo, y también el cuerpo. La posibilidad de vender la casa, supone que alguien pueda descubrir el cadáver, y de ahí a que detuviesen a ambos. Imaginemos que no le da tiempo, que la actitud de Simón de querer irse a toda prisa se lo impide. Va, pero ella tiene la llave, puede volver al pueblo cuando quiera y enterrar el cuerpo, y luego volver a casa tan tranquila.
En general la historia puede dar se sí un montón, y es buena. Requiere de una limpieza y una vuelta de tuerca para que todo encaje.
Ya sabes que hay veces que nos sale y otras no tanto, pero no te desanimes. Al contrario, porque esto sirve para hacer camino.
Feliz verano. Nos leemos a la vuelta.

charola

24/06/2016 a las 23:00

Hola Aina Pons! La historia de tu relato da para mucho. Es bastante interesante. Creo que con las recomendaciones de los compañeros puedes mejorar y pulirlo.
Felicitaciones, me ha gustado el argumento. Quizás para darle mayor verosimilitud, te sugiero no incluir la venta de la casa, solo que la cierran y te evitas de tanto problema después con el cadáver, los inquilinos etc. Además como se van de prisa…
Un abrazo.
Te invito a leer mi relato 176.

Aina Pons Triay - Menorca, España

25/06/2016 a las 09:50

¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!

Como dice Emyl, con el sol entrando por la ventana y el olor a mar envolviéndolo todo mientras los pájaron cantan frente a tu casa resulta complicado sentarse a repasar… Sale lo que sale y al final sale chapucero, como este relato mío de aquí… Lo siento…

(Nada, excusas, lo que quería era daros un poco de envidia 😛 porque este mes todos habéis escrito mejor que yo. :D)

Veo que Paco ha sido una piedra en el camino, un Deux ex Machina de los que tanto odio, por lo que voy a liquidarle en la próxima versión de este relato, así como la parte de los padres y de la venta de la casa. Tenéis mucha razón todos. Voy a centrarme en la historia pura, a ver si os llego un poquito más al corazón. 😉

Además, revisaré con lupa todos los fallos estéticos y de todo tipo que me marcáis. Es un relato que tiene mucho significado para mí, pues la idea surgió de una historia real, aunque no tan drámatica (nadie murió). Algún día os la contaré 😛

Gracias a todos de nuevo, en especial a Merchylam por su análisis profundo y a la vez escrito con delicadeza y decisión. De verdad, gracias compañera.

Que tengáis un feliz verano y si os pasáis por Menorca, no dudéis en avisarme.

Un abrazo

Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com

lunaclara

25/06/2016 a las 11:10

Hola Aina: gracias x pasarte x mi relato.
El tuyo me ha gustado mucho y creo q está muy bien escrito. Tus descripciones son muy sencillas, pero suficientes en el detalle, como el vestido de flores de la pobre Catalina.
Pienso que merece la pena que lo amplies y que te explayes sin el límite de las 750 palabras. Eso sí, procura mantener siempre el factor sorpresa. Es un consejo.
Merecería la pena saber por qué Isabel llegó a ese extremo.
Felicidades!

Laura

25/06/2016 a las 11:42

Hola Aina
Me ha gustado el tema del relato, no necesito señalarte nada que no se haya señalado.
Tan sólo adhiero a quienes les ha gustado, a pesar de los detalles que por supuesto pueden reponer dejándolo reposar.
Son muchos a tener en cuenta para explicarlos en 750 palabras. Me sucede una y otra vez.
Te sigo leyendo

DIASPORA

26/06/2016 a las 05:40

Hola, Aina.

La temática que desarrollaste es muy rica. Desde luego, sin ser reiterativo, coincido en algunos aspectos con las observaciones de los compañeros. Esto es una escuela y tienes el perfil de una buena alumna. Como lo he dicho muchas veces: es saludable aprender de los que saben.

A mí me gustó el estilo fluído que tienes en la narración.

¡Ah, y gracias por leer y comentar mi relato!

Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia)

27/06/2016 a las 00:45

Hola Aina Pons Triay, me identifico con el comentario de nuestro compañero José Torma: yo también destaco la relación entre los hermanos que allí nos presentas. Espero volver a leer tus futuras participaciones. Hasta pronto.

Jesús Lacupett

27/06/2016 a las 05:12

Hola Aina Pons Triay:
Me ha sorprendido gratamente tu historia y el final impactante.
Es mi segunda participación en este taller y no me siento capacitada para evaluar errores, además que he leído los comentarios anteriores, también servirán para mejorar mis cuentos.
Te felicito y creo que serás una gran escritora cuando no tengas que limitarte en palabras.
Disfruta de tu isla que algún día visitaré.
Un saludo desde la ciudad costera de Viña del Mar, Chile

P.E.: Si deseas leer mi relato es 153 (+-)

Wolfdux

27/06/2016 a las 16:29

Hola Aina, las correcciones que ya te han hecho los compañeros son muy acertadas, pero no comparto la opinión de que la trama tiene algunos fallos; si que hay partes que son muy precipitadas pero para nada hacen confundir la historia.
El final: un broche perfecto.

Luis

27/06/2016 a las 18:28

Hola Aina Pons Triay, Soy Luis (127). Tu relato me enganchó, pero sí es cierto lo que te comenta Caritobel. Lástima, ya que la idea está muy bien buscada. En cuanto al límite de palabras es verdad, condiciona mucho lo que deseamos expresar, aunque con la práctica se aprende a decir casi lo mismo y eso también es bueno. Saludos y buen verano.

L.M.Mateo

27/06/2016 a las 21:18

Hola, Aina:

Aquí estoy a paso de tortuga devolviendo las visitas.
No estoy de acuerdo en que la trama sea confusa, aunque coincido en todos los demás apuntes que te han hecho los compañeros. Podrías haber obviado las edades simplificando las frases, tal y como ya te han apuntado, para darle más desarrollo a la trama principal. Y sí, quedan muchos aspectos al azar, como ya te han apuntado.

Un abrazo

Cryssta

30/06/2016 a las 12:42

Hola Aina, muchas gracias por pasarte por mi relato, con mucho gusto te devuelvo la visita.

Aina, no te fustigues que no lo has hecho tan mal, a mí me ha gustado aunque tengas que pulirlo.

Como te han dicho si quitas las cosas irrelevantes tendrás más palabras para crear una buena historia. A ver si te puedo aportar yo algo:

– creo que sería mejor que la llave estuviera en otro lugar, si la hermana murió hace cinco años seguro que ya se habría pasado por su habitación y vería la llave así que es mejor que esté en algún sitio que tenga que revisar a la hora de vender las pertenencias de la hermana

– dices “Simón había entrado allí para despedirse por última vez” ¿de las pertenencias de su hermana? yo creo que esa frase sobra totalmente, además si dices “última vez” es que ya se ha despedido antes ¿por qué se despide varias veces? Como te digo, mejor fuera la frase entera.

– también sobra “hacía cinco años de cáncer” si falleció hacía tanto tiempo seguro que ya tendría más que revisadas sus pertenencias, es mejor que haya fallecido recientemente (es irrelevante que sea de cáncer)

– ya has dicho que es anciano así que no es necesario especificar que su corazón tiene ochenta y tres años

– también puedes ahorrar palabras quitando “A los veintiún años”, decir que se enamoró de una “muchacha” nos hace pensar que él también es joven por lo que no hay que especificar

– repites “Isabel” muy seguido

– elimina todos los “Simón” que haya cuando esté claro que se habla de él ya que es el protagonista y nos lo has presentado al principio del relato

– “sótano de su antigua casa”

– en cuanto has hablado del sótano yo ya he sospechado que estaba ahí muerta Catalina, solo te lo digo para que seas consciente de que habrá personas a las que no has sorprendido con el final. No es que lo hayas hecho mal, es solo que se puede hacer mejor y ese debe ser un reto para ti, sorprender a los que estamos acostumbrados a leer novela negra, ten confieso que para mí eso también es un reto personal que tengo y te animo a que sigas intentándolo, al final lo conseguiremos, compañera

– creo que al final con una vez que digas Catalina es suficiente

Por último decirte, querida, que si “con el sol entrando por la ventana y el olor a mar envolviéndolo todo mientras los pájaron cantan frente a tu casa resulta complicado sentarse a repasar” lo tienes fácil, ponte un pincho en la silla, jajaja. Para mí que lo que has querido diciéndolo es darme envidia y además lo has conseguido (dice Cryssta mientras las lágrimas lavan su bello rostro manchado por la tinta de tantos relatos repasados)

Te deseo un feliz verano y espero leer a tu vuelta un magnífico relato de asesinatos.

Un abrazo.

earendil

30/06/2016 a las 17:45

Hola Aina.
Siento haber tardado tanto en llegar a comentar tu relato. Ya te han dicho de todo, lo bueno y lo malo.
Me sumo a las felicitaciones, la historia me gusta mucho (tal vez para mi gusto le falta algo de truculencia), pero está muy bien tramada, sobre todo si pules esos pequeños detalles que tan bien te han marcado los anteriores compañeros.
Espero leerte en próximos talleres y aprovecho para agradecerte tus valiosas palabras a mi relato.
Un saludo y feliz verano.

Juan F. Valdivia

01/07/2016 a las 11:53

Buenos días, Aina.

Nota: redacto este comentario sin leer los anteriores. ¡Que son 26! Madre mía, la gente en algunos relatos comenta y comenta que es un gusto. Otros sin embargo andan tan escasos…

El cuento lo veo mejor que bastantes otros que he leído, pero aun así voy a tratar de sacar defectos para ver si así aporto algo.

Te olvidas de la llave una vez acabada la primera frase: te pones a narrar la vida de los ancianos y la llave queda hundida en una montaña de palabras. No se sabe a santo de qué va esa llave que encuentra. Podrías avanzar en la narración de la vida (mediante flashes o recuerdos) al mismo tiempo que la narración de la llave prosigue.

Revisa la acentuación, que tienes algunas tildes sin poner (como ese ‘espero’ que debería ser ‘esperó’). Seguro que eso se debe al maldito corrector ortográfico.
‘había cumplido su promesa’. ¿Qué promesa? ¿Lo de encontrar trabajo? Eso no me suena a promesa…

‘Sacó la llave de su bolsillo’. Aceptamos la elipsis de cuándo se la guarda en el bolsillo, pero no estaría mal decirlo al inicio del cuento: así ya sabemos lo que pasa con la llave una vez encontrada y quedamos a la espera de la vuelva a sacar.
‘de nuevo hacia su antigua casa’. Puede sonar algo cacofónico esa unión de ’nuevo’ con ‘antigua’.

La escena final no me cuadra. ¿Isabel vende la casa y durante décadas un cadáver yace a la vista en el sótano sin que nadie lo encuentre? Lo siento pero no me lo creo: rompe la suspensión de incredulidad por completo.

Sin embargo ese final se podría solucionar de varias maneras. Te voy a decir una que se me ocurre ya mismo. Me gusta dar a todos mis relatos una pincelada fantasiosa (una o muchas, sí :P). ¿Y si antes de ese párrafo dices que la casa se yergue en un terreno estéril donde apenas crecen plantas, o sólo plantas duras y resistentes? ¿Y si describes que Isabel a lo largo de los años, una vez lejos de la casa natal, ha desarrollado con el tiempo una fobia a las flores vistosas (eso da baza para jugar con el personaje, darle una profundidad que ahora no tiene)? ¿Y si dices que al llegar Simón a la casa, tras décadas, se encuentra con un pequeño macizo de flores, coloridas, vigorosas y alegres? ¿Y si esas flores son idénticas a las que Catalina vestía en los estampados de su ropa? Eso puede sembrar la duda tanto en el lector como en Simón acerca del destino de Catalina: ¿yace muerta bajo esas flores, que son su grito para denunciar el crimen de que ha sido víctima, o se trata de una simple curiosidad del terreno?

Espero no haberte aburrido 😉

Un saludo.

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