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El anciano - por Juan CarlosR.
Web: http://fotosdesdelabase.wordpress.com
El anciano encontró la llave en un bolsillo de su chaqueta. Era una americana azul en tejido de espiga y con cierre de dos botones que no hacía más de una hora se había puesto, tras acabar su partida diaria de cartas y antes de salir a la calle para volver a casa.
Llevaba caminando un rato por la acera en sombra cuando se sintió confuso. Sus piernas se dirigían en una dirección que su cabeza no podía seguir y tenía la extraña sensación de que el lugar le resultaba conocido pero sin ser capaz de ubicarlo en su memoria.
De repente se paró en mitad de la acera y comenzó a palpar sus ropas. Desasosiego. Sabía que necesitaba algo y no recordaba el qué. De los bolsillos de su pantalón salieron varios objetos: un pañuelo blanco y bien doblado, el monedero con el poco dinero que llevaba tras haber pagado su café y un teléfono móvil en el que destacaba un botón grande y rojo.
Metió la mano en un bolsillo de su chaqueta y acarició un objeto metálico, frío al tacto y que, al sacarlo, brilló ante sus ojos. Era un llavero de acero pulido del que colgaba una llave.
Con el llavero aún en la mano se sentó a descansar en un banco cercano. Ante él pasaron grupos de niños, parejas de enamorados y caminantes solitarios. Ninguna de aquellas personas le resultó familiar, aunque algunas lo saludaron con afecto.
Tras un largo rato sentado en el banco, su mano se cerró en un puño, dejando atrapado en él la llave con su llavero, apretó los dientes con rabia y lloró en silencio. Era consciente de lo que sucedía.
Tenía lo que necesitaba. Había encontrado la llave. Ahora sólo le quedaba encontrar la cerradura.
Comentarios (8):
LUZ ORTEGA
17/06/2016 a las 21:31
Hola Juan Carlos:
Te felicito por tu relato, transmite sentimiento y refleja lo duro de la situación en esas enfermedades.
Me ha gustado. Saludos
earendil
17/06/2016 a las 23:04
Hola, Juan Carlos.
Eres el segundo siguiente al mío, así que me toca comentar.
Desde luego tú no has tenido problemas con el tope de palabras. Con apenas 300, te ha bastado y sobrado para explicarnos la angustia y sentimientos que una enfermedad como esa es capaz de generar.
* En la parte formal no he observado faltas de ortografía. El lenguaje es correcto y fluye el texto fluye a buen ritmo, sin faltarle ni sobrarle detalles que le den al texto la fuerza que emana, aunque es sencillo y fácil de leer.
* En cuanto al contenido, has elegido el mismo tema con el que me estrené en este taller, con el lema de: “El sobre estaba vacío”. Yo llamé a la enfermedad “el monstruo”, tú has sabido describirla muy bien sin un solo adjetivo.
Te felicito por tu trabajo. Enhorabuena.
Un saludo.
Nos leemos.
m4riel4
18/06/2016 a las 00:42
Muy bueno.
charola
18/06/2016 a las 16:35
Hola Juan Carlos! Me tocó comentar tu relato y qué bueno que así haya sidoporque somos tantos y a veces nos perdemos la lectura de muchos relatos buenos. El tuyo me gustó mucho, con tan pocas palabras has logrado trasmitir sentimientos muy profundos acerca de la pérdida de la memoria en la gente mayor.
El primer párrafo “El anciano encontró la llave en un bolsillo de su chaqueta. Era una americana azul en tejido de espiga y con cierre de dos botones que no hacía más de una hora se había puesto, tras acabar su partida diaria de cartas y antes de salir a la calle para volver a casa”. Creo que está demás “para volver a casa”.
Por lo demás, muy bien. Te felicito. Un abrazo.
Estoy en el 176.
Antonia castro Delgado
20/06/2016 a las 12:52
Hola juan Carlos,parece que la primera frase conque hemos empezado el relato, invita a hablar de esa terrible enfermedad , y tu lo haces genial, me gusta sobretodo las pocas palabras que has necesitado para describirla,te felicito por ello, y por el trabajo esplendido que has realizado. un saludo
Si te apetece mirar el mio esta en el numero 37, gracias
Juan Carlos Santa
20/06/2016 a las 16:27
Gracias a todos por tomaros la molestia de leer mi relato y, por supuesto, por haberlo comentado.
Saludos a todos y nos leemos en la próxima escena.
Wiccan
20/06/2016 a las 19:27
Buenas Juan Carlos,
Un gran relato, si señor, sencillo, natural, corto y, aún así, cargado de sentimiento y de carga dramática. Como bien dicen los compañeros, transmites en muy poquito texto la sensación de angustia, miedo y frustración de una persona en esa situación, no sabiendo si conoces a quien te encuentras o sabiendo que has olvidado algo que eres consciente que deberías recordar. Muchos matices en tan poco texto, te felicito.
A nivel formal, nada que decirte, el relato es claro, el narrador muy adecuado para explicarte los sentimientos que seguramente el protagonista no te explicaría de viva voz, el léxico cuidado y conciso pero muy bien empleado.
Espero seguir leyéndote, muchas gracias por tus comentarios a mi relato.
Un saludo.
beba
10/07/2016 a las 02:37
Hola, Juan Carlos:
Felicitaciones por tu habilidad narrativa y excelente síntesis. También destaco tu pulcro lenguaje.
(203)