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Matar al salvaje - por CaritobelR.

Web: https://m.facebook.com/Mi-coraz%C3%B3n-de-tinta-y-papel-1033668616667468/

1878, Argentina.

"¿Por qué no me ha matado? ¡Maldito salvaje!”, pienso mientras el frío viento sur golpea con fuerza mi rostro desnudo. Sé que se aproxima una tormenta, lo puedo sentir en mis huesos, pero nada tiene que ver con el tiempo. Desde lo alto de la precaria torre del fortín puedo ver con claridad la extensión de la tierra a mi alrededor; un desierto sin arena, lejos de toda civilización, el límite con los indios. Sorbo con fuerza el mate, disfruto de su amargo sabor en mi lengua. Debería estar muerto, y esa verdad me hace disfrutar, incluso, de lo más simple; aunque estoy lejos de temerle a la muerte.

Tras un plácido momento de tranquilidad, la algarabía de algunos de los soldados me trae de vuelta a la realidad. Acaban de llegar de una exploración, una simple acción de rutina, pero el excesivo jaleo me advierte que algo ha sucedido. Con toda la rapidez que mi cuerpo, ni tan joven ni tan viejo, me permite, bajo y me dirijo a la zona de donde proviene el bullicio, que se asemeja al cotorreo de loros parlanchines.
La escena me sorprende pero evito demostrarlo, aquí soy la autoridad, debo hacerme respetar, no puedo mostrarme ni débil ni vacilante nunca.

—Señor, mire lo que le hemos traído, es un regalo —me dice uno de los oficiales más jóvenes. Algunos se apartan para que pueda ver con claridad el espectáculo. Un indio de complexión sólida, rostro implacable, mirada fiera, se encuentra atado de pies y manos mientras cuatro soldados lo mantienen sometido. Reconozco su mirada negra como la noche.

—¿Dónde lo han encontrado? —exijo saber con voz autoritaria mientras me acerco al preso. Las sonrisas se borran de los rostros de los subordinados.

—Estaba solo, no muy lejos de aquí, señor. Estamos seguros que estos salvajes están planeando algún movimiento en el pueblo más cercano, andaba sin compañía para no llamar la atención… No podíamos desaprovechar la oportunidad de cazarlo, además, tenemos la orden de llevarlo a Buenos Aires…

—¡Silencio! —grito interrumpiendo a Gutiérrez, el segundo al mando. Mi voz resuena en el lugar, todos se callan inmediatamente. De cerca puedo ver que el indio ha sido golpeado hasta sangrar, pero se mantiene en pie. De pronto, a pesar de mi profundo desprecio a esta raza inferior, lo admiro. Es una sensación tan contradictoria que me enfada, porque soy un hombre de pensamientos bien definidos; pero ante él me siento confuso, vulnerable—. ¿De quién fue la idea de capturarlo? —Poso mi mirada furiosa sobre los hombres que me rodean buscando ver quién tiene las agallas para hacerse cargo.

—Yo, señor. —Otra vez es Gutiérrez, lo observo con severidad.

—¡Retírense todos ahora mismo! —ordeno de forma categórica— Dejen al prisionero donde está. Gutiérrez, más tarde hablaremos.

—Pero, señor… Era nuestro deber apresar al cacique Aukan, hace meses que lo buscamos. ¿Qué piensa hacer? Es una alimaña peligrosa, no puede quedarse solo con él, hay que enviarlo lo antes posible a la ciudad. —Se atreve a cuestionarme impunemente, no puedo permitirlo

—¿Insinúa que soy un cobarde? ¿Cree que le temo a un indio herido? —pregunto retóricamente elevando varios decíbeles mi voz— ¡Este salvaje es mío —lo señalo con efusividad—, yo soy el único que puede decidir que hacer o no con él!, ¿¡ está claro!? —Parece que sí porque se retiran sin réplica alguna. Aukan se mantiene impertérrito delante mío, me acerco un poco más a él. No había pensado encontrarlo tan pronto, una pregunta carcome mi mente.

—¿Por qué estoy vivo, Aukan? —Somos enemigos declarados, pero hace pocos días ha salvado mi vida. Necesito saber la razón, porque no hay lógica en su accionar; debió haberme matado.

—Porque nunca he visto a un blanco defenderse como tú; además, no era el día de tu muerte —tarda en responder, su voz suena extraña pero habla perfectamente español.

—¡Muchos estarían felices de verte embalsamado en un museo de ciencia! Yo mismo tengo la orden de enviarte a Buenos Aires, vivo o muerto, ¡y me perdonas la vida porque he sabido defenderme! Eres un idiota —me irrita su actitud, no puedo evitar sacar mi pistola y apuntarlo—. Matarte es mi misión; solo soy un cartero, un mensajero.

—Hoy no es el día de mi muerte —dice convencido. Bajo el arma. Unos días atrás matarlo hubiera sido muy fácil.

—No, no lo es, pero algún día te mataré. —Sé que ya no lo podré hacer, pero eso, no se lo diré

Comentarios (62):

Marcelo Kisi

17/05/2016 a las 12:46

Caritobel hola!
Llego primero a comentarte, por la suerte de ser tu vecino de arriba 😉
Me gusta mucho la narrativa de acción, y por eso me gustó muchísimo tu relato. Para ser una dama metiéndote a narrar como si fueras un comandante en la Campaña al Desierto allá en la Patagonia al sur, lo hiciste bastante bien.
Cambiaría algunos modos, como el uso del pretérito perfecto: “he sabido defenderme”, “ha salvado mi vida”, que en Argentina no se usa. También algún par de términos que reflejan una ideología equívoca en el personaje: “con voz autoritaria”: nadie se trata a sí mismo de “autoritario” que es un adjetivo peyorativo o negativo. Ahí yo pondría “con voz de autoridad”, o algo que le hinche el pecho 😉 El otro uso es el de “raza inferior”. Es cierto que lo piensa, pero no sé si se hablaba así allí y en ese entonces. Ellos hablaban de “los salvajes”, ahí podrías poner “esa raza salvaje”.
Otra cosa que seguiría trabajando contigo es el del uso de los adjetivos, que me parecieron un poco muchos, aunque sin exagerar, especialmente viniendo de un rudo comandante de tropa en el desierto argentino.
Con mi mate amargo en la mano, brindo por tu historia bien lograda (y no me importa que las palabras del reto estén pa’cumplir nomás! 😉 ) Felicitaciones!! Huija compañera!!

Caritobel

17/05/2016 a las 16:56

Hola Marcelo. Qué bueno tenerte como vecino 😉
La verdad es que es la primera vez que escribo en este tipo de narrador en primera persona, y se notan los sesgos del otro tipo de narrador que uso siempre.

Todo un reto escribir en la piel de un hombre. Elegí acción para no matar de amor. Y algo histórico porque amo la historia ( soy coleccionista de perlitas históricas, me encantan).

Creo que el tema de usar o no “raza inferior” es irrelevante, en todo caso los “civilizados” no los veían como sus pares.

¿Qué adjetivos quitarías?
Con el tema del uso del pretérito perfecto… no estaba segura si escribir bien argento o ser más neutral, y elegí ser neutral para que todos los lectores comprendieran. Yo uso el pretérito pecfecto en el lenguaje diario porque es válido. Y conozo gente (argentinos, obvio) que también lo hacen.

Como dato curioso no me gusta el mate, pero era muy simbólico como para no ponerlo.

Y sí, las palabras del reto están, pasan desapercibidas, pero solo tenían que aparecer. No eran excluyente.

Gracias por tus comentarios, que son súper importantes para mi.
Besos.

Inés

17/05/2016 a las 21:19

Hola, si bien el comentario de tu predecesor en esta pagina tiene muchos aciertos, tu cuento esta bárbaro asi. El manejo del lenguaje de la época tal vez haría poco comprensible el cuento. Es cierto que el pensamiento ” inferior” era el latente en aquella gente que viniendo de la ciudad debía enfrentar a los malones, y responder al gobierno central con cabezas cortadas. Suelo usar muchos adjetivos y adverbios, contraviniendo lo que ahora se estila. Pero me encanta encontrar ese uso de un lenguaje tan rico como el castellano( bah, español). Me gustó mucho tu trabajo.
Mi escrito esta un poco mas arriba, creo que cuarto empezando desde el tuyo, si queres comentar me encantaría leer tu opinión, soy nueva acá.

María Kersimon

17/05/2016 a las 22:10

Hola Caritobel, Felicidades, una vez más Navegas ágilmente a través de la ambigüedad del alma humana. Esta inquietud es algo notable en ti y sacas a la luz muy bien la ambivalente del corazón humano, la confusión que se siente al percatarse de que uno permanece en la indefinición. Fuiste valiente al escribir en primera persona en la piel de un hombre, además un militar de rango. Resulta creíble. Yo me metí en el relato y al cabo de un rato me olvidé de quien era. Al finalizar busqué al autor y me sorprendí de que fueras tu. Una buena experimentación y un gran avance. Felicidades. Buen ritmo y se desenvuelve bien la trama. Me gusta el uso de la primera persona para crear realismo y comprometer al lector con el personaje. Un abrazo. Nos leemos.

Caritobel Gonzalez

17/05/2016 a las 23:53

Gracias, María Kersimon. Me encanta siempre hablar de temas que hablen de la naturaleza humana, siempre dá para mucho. Y sinceramente la perspectiva que le doy a la historia tiene que ver mucho con mi propia experiencia humana y mi manera de ver el mundo.
Me alegra que te haya gustado, la historia y el experimento, fue muy difícil pero algo salió.

Gracias por pasarte, obvio que te voy a leer, pero está vez ando con parciales, así que después del jueves me meto a mis anchas a leer a todos los que pueda.

Marcelo Kisi

18/05/2016 a las 09:09

Carito, aquí yo de nuevo!
Primero, gracias por tu hermoso comentario a mi relato!
Segundo, tenés toda la razón: la consigna era incluir esas palabras y no que fueran significativas en la trama.
Tercero, el tema de los adjetivos, de los que parezco haberme declarado enemigo jurado. No es tal o cual adjetivo el que quitaría, sino que cambiaría una concepción general de cómo se deben usar. Es como si quienes están aprendiendo a escribir pensaran que ser escritor es usar adjetivos. Cuando quizás eso podía ser así en la literatura romántica del siglo 19, pero no hoy. Fijate en esta frase: “…el frío viento sur golpea con fuerza mi rostro desnudo”. O algunos lugares con un solo adjetivo que antecede al sustantivo. “Amargo sabor”, “plácido momento”. Lo tuyo no es exagerado, he visto casos peores. En “a pesar de mi profundo desprecio a esta raza inferior”, los adjetivos están mejor, son más relevantes y necesarios, tienen una función, aunque estén bastante cercanos.
La sugerencia para todos los compañeros sería: “No sean escritores; sencillamente escriban”. Porque el problema con esos adjetivos es que delatan la presencia del autor. Y lo delatan como alguien que está haciendo grandes esfuerzos por escribir, como el niño que saca la lengua cuando hace un dibujo difícil. En resumen, bajar la dosis de adjetivación, usarlos con mesura, y cuando es realmente necesario, te va a aportar más naturalidad en la escritura. Eso opino yo 🙂
Abrazos!!

narranacion

18/05/2016 a las 15:05

Hola Caritobel.

Antes de nada: felicidades por el relato, me ha gustado mucho. Quizás no tengo conocimiento suficiente para ponerme en la piel de un militar argentino durante un conflicto como el que planteas (no soy de Argentina), pero sí puedo comentarte qué me ha gustado más de tu historia. Creo que precisamente el que esté escrito en primera persona, hace más creíble a un alto rango militar que tiene dudas y miedos. Si intento ponerme en el lado de Gutiérrez y el resto de la tropa, seguro que la visión de su jefe sí es la de alguien autoritario. Es posible que si ahora intento ponerme en la piel de Aukan e imaginar la misma historia narrada en primera persona por él, no me parecerá entonces tan seguro como se lo parece a tu protagonista.

Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

Caritobel Gonzalez

18/05/2016 a las 15:49

Inés: Hola, mucho gusto.qué bueno que te haya gustado mi trabajo. Te doy la bienvenida, y desde ya que voy a leer tu trabajo.

Marcelo: Me gusta tu explicación, ahora te entiendo más. Será que cuando escribo, lo hago de tirón, y no me doy cuenta de los adjetivos, las frases salen solas. A lo que le pongo más énfasis siempre es a los puntos, punto y coma, coma, que siempre me andan corrigiendo. Ja,ja,ja. Pero bueno, ahora estaré más atenta a los adjetivos, y prestando atención también al personaje que describe para dosificar el uso.
Gracias 🙂

Hola narranacion. Me alegro que te haya gustado. Elegí un tema histórico porque me encanta, y si logré superar mis propios obstáculos, eso me sube el ánimo.

Por supuesto que narrar en primera persona solo nos permite ver la visión de un personaje principal. Antes no me lo había planteado, pero contarlo desde Aukan también hubiese sido interesante.

Más tarde te leo, siempre devuelvo las visitas. Y,aunque no me visiten, siempre ando en búsqueda de tesoros escondidos.

Por favor dejen los números de sus relatos. Porque nunca me conecto por notebook o Pc, siempre ando con tablet o celular, y no los puedo buscar por nombres (no sé si se puede hacer).

Saludos a todos.

narranacion

18/05/2016 a las 15:59

Gracias.

El mío es el #134

Un saludo

drow_jack

18/05/2016 a las 23:50

Buenas, Caritobel.
Formalmente me ha parecido muy enfatizado, demasiado. Estamos más dentro del protagonista que en la escena. Es como si el cabecilla fuera una máquina de pensar. Ha quedado más que clara su diligencia, quizá no tanto la escena.
Las palabras del reto han sido integradas con fluidez, sin dar el cante.
Denotas nivel, pero quizás has emperifollado un poco la historia. Me han gustado los diálogos, pero no tanto el contenido de los incisos. Demasiados detalles reflexivos del protagonista, hablara quién hablara.
En este diálogo:
¡Este salvaje es mío —lo señalo con efusividad—, yo soy el único que puede decidir que hacer o no con él!, ¿¡ está claro!?
Escribiría mayúscula en ¿¡Está claro!?, suprimiría la coma también. Yo veo claramente un punto ahí (que no haría falta poner).
Buen taller. Nos leemos.

Yoli

19/05/2016 a las 11:25

Hola Caritobel.
Me ha gustado tu relato, es dificil ponerse en la piel de un hombre siendo mujer,pero tu lo has echo muy bien y tambien el utilizar expresiones de aquella epoca.El mio es el #156

Dante Tenet

19/05/2016 a las 21:23

Hola Caritobel:

Comparto lo que dice Marcelo acerca de los modismos argentinos y las formas de un comandante de frontera en esa época.
Pero saliendo de esto que es menor y fácilmente corregible, me gusto el ritmo, no te permite parar de leer y eso es lo que valoro de tu relato.
Gracias por tus comentarios en el mio, y sigo escribiendo , pero con un mate dulce y cascara de naranja seca, a diferencia de Marcelo.

Nos seguimos leyendo.

charola

20/05/2016 a las 17:08

Hola Caritobel! Un buen relato el tuyo con narrador en primera persona. Me gusta como has logrado impregnar el doble sentimiento del hombre que tiene la autoridad y la valentia con la que se presenta el “salvaje”. Esto hace que el otro lo respete, lo admire, aparte de saber que le debe la vida y creo que para estar a la par siente que tambien el debe perdonarle la vida. Buena historia, muy profunda, bien escrita. Felicitaciones.

Si tienes tiempo, estoy en el 136. Un abrazo.

Caciba (Valladolid - España)

20/05/2016 a las 22:32

Hola, Caritobel. Gracias por tu comentario a mi relato.

Comparto contigo el gusto por la historia y la arqueología.

Bueno, yo no tengo el nivel de los compañeros que te han aconsejado, así que yo no he sacado ningún “pero” a tu historia.

Sobre el que estemos más con el protagonista que con la historia, como te han dicho: la escena es sencilla porque el peso recae en los pensamientos y sentimientos encontrados de un hombre, esa es la verdadera historia. A mí me parece perfecto.

La introducción de las palabras del reto han quedado muy naturales.

Me ha gustado mucho enhorabuena.

Un saludo y suerte con tu parcial de Admón. Pública 🙂

Caritobel

20/05/2016 a las 23:20

Drow_jack, Dante, ya pasé por sus relatos. Gracias por leeme.

Yoli, Charola: Me alegra mucho que les haya gustado. Creo que ha sidoun acierto elegir contar la historia en primera persona por que permite esa peofundidad que quería darle a lo que le pasa al protagonista.

Estoy leyendo metódicamente los relatos de arriba a abajo, así que pronto leeré sus relatos. Y el de los demás que me faltan.
Gracias por sus palabras.

Caciba: Gracias por entenderme. Sí, la escena está centrada en la psicología del protagonista, lo externo sólo muestra el contexto para entender su accionar, pero no es lo verdaderamente importante. Aunque está vez me centré bastante en los diálogos, cosa que antes no hice.
Menos mal que pasé el reto con las palabras. A penas vi arena, se me ocurrió, y no sabía como meter al cartero en todo esto, pero bueno, pasó. Ja, ja, ja.

Gracias por tus comentarios. Ojalá me vaya bien en el parcial, pero era muy difícil.

Nos seguimos leyendo.

KMarce

21/05/2016 a las 05:18

Saludos Caritobel:

Muchas gracias por pasar voluntariamente por mi relato. Agradecida.

He leído tu relato y luego a quien te ha comentado, para no influenciar mi criterio. Aquí te detallo algunas deslices de dedo, que no te han mencionado:

*Reconozco su mirada negra como la noche.* — cliché. Siempre trata de usar tu propia inventiva a lo dicho. A no ser algo que sea para “enfatizar” el cliché es mejor que lo elimines.
*exijo saber con voz autoritaria mientras me acerco al preso* — concordancia- me parece que es mejor usar: con voz autoritaria exigo saber mientras me acerco al preso. – ¿Por qué? la secuencia primaria fue escuchar su voz, antes de que terminara su pregunta.
*Pero, señor… Era nuestro deber apresar al cacique Aukan* — Aquí el “era” debe ir en minúscula, porque es parte de la oración. Cuando hay puntos suspensivos, si lo que continúa no es directamente relacionado, es otra idea, etc, sí se permite usar la mayúscula: “Nadie creía lo que ocurrió… Mi vida ya no sería jamás la misma.”
*elevando varios decíbeles mi voz* — tengo duda con esto, porque no sé en que época se desarrolla tu historia. Creo que es en tiempo muy en el pasado, si es así la palabra “decibeles” fue usada por el 1875. Sin embargo aunque sea “contemporaneo”, el decibel es una medida de longitud de onda, es decir, sirve como para medir cuestiones de potencia, superficie, presión, masa, velocidad, distancia, etc. Algo así como lo es “el metro o kilómetro”. En este caso, lo correcto es haber usado: elavando varios tonos en mi voz. – Porque es la palabra adecuada para expresar la inflexión en la voz.
*Parece que sí porque se retiran sin réplica alguna.* — Aquí es necesaria una coma: parece que sí, porque se retiran…
*pero eso, no se lo diré * — faltó el punto final.

Leí el asunto de los adverbios, siendo honesta, no sentí que tuviera tantos; pero hay fans en evitarlos a más no poder, a quienes tampoco critico. Pero, solo espero que no llegue el día que los libros dejen de ser entrenimiento, para ser solo “manuales” de algo; porque dejamos de enriquecerlos. Comprendo que no hay que caer en el abuso, cada dos o tres palabras, darle un decorado; pero siendo crudamente franca, es por ello que no leo a muchos autores contemporaneos, me parecen insípidos. Amo los libros cargados de detalles, de las prosa versada, de las analogías, de la profundidad del pensamiento, las emociones y las descripciones líricas. Cuando “la mirada” sea solo “mirar”, estoy segura que voy a cerrar el libro. Yo, en forma muy particular, creo que todas las palabras hay que mantenerlas vivas, porque el lenguaje lo es. Que no se extingan palabras como ebúrneos, pusilámines, quedo, taciturno, etc. La extinción de la lengua, es algo que no vemos, pero pasa.

Y después de mi disertación, solo me resta felicitarte. ¡nos leemos!

Caritobel

21/05/2016 a las 06:12

KMarce: Gracias por las correcciones. Ya cambie lo de la mirada como la noche en el original, lo referido al tono de voz, la minúscula,y la coma. El punto final en el original está, pero bueno, algo habrá pasado en el camino. Eso que releí antes de enviarlo. Cuando hago el “copiar y pegar” en el formato de envío algunas cosas se cambian.

La historia al principio dice la fecha:1878.

En cuanto a los adjetivos, yo opto por el equilibrio. Sinceramente no creo abusar de ellos, pero es cierto que me gusta caracterizar para dar forma y personalidad a lo escrito. Me encanta la poesía, eso me influye mucho al pensar y escribir, por lo que no puedo ser lineal.
En algún punto la discusión es más de estilos y gustos —siempre y cuando no sea realmente exagerado—.
Pienso igual que vos, algunos contemporáneos son muy de ir al grano, cuentan y ya. Hay cierto grado de belleza o estética en el arte de escribir que jamás debe morir.

Un gusto leerte.

Manoli VF

21/05/2016 a las 17:37

Hola Caritobel:

Me gusto mucho tu escena. Este tipo de relatos sobre el tema que tratas me atrae particularmente. Hace un tiempo yo misma escribí uno para un concurso de un blog (que resultó ganador entonces) sobre una contienda también en tierras de indios (por si quieres leerlo se llama: “Daños colaterales” y puedes encontrarlo en mi blog) bueno, volviendo al tuyo, a mí me gusta como has usado esa primera persona, y lo único que cambiaría es esa frase final, que me parece bien en lo que dice pero la diría de otra forma más contundente, tratando de evitar al mismo tiempo la doble negación que haces en el inciso: “No, no lo es, pero algún día te mataré. —Sé que ya NO lo podré hacer, pero eso, NO se lo diré” (también sobra la segunda coma)

Pondría, por ejemplo: “No, hoy no es tu día -afirmo- pero algún día te mataré.-Se que nunca lo haré pero eso no puedo confesárselo.”

Le concedo una gran importancia a los finales porque son el broche de un relato.

Ah, también he visto una palabra que creo que está mal:”decibeles” por decibelios.

Lo dicho, un placer leerte. Saludos!

Frida

21/05/2016 a las 18:32

Hola Caritobel. Encantada estoy con tu relato, no solo hablas de historia, algo que adoro, sino que lo haces con mucho estilo y personalidad. Es bien difícil meterse en la piel de un hombre y tú lo consigues estupendamente. Es un relato ágil y con cierto grado de aura mágica, que atrapa desde el principio y te transporta al momento en el que transcurre, a sentirte viviendo la escena. Creo que el hecho de que lo hayas escrito en primera persona le da mucha fuerza y verosimilitud.

A mí, personalmente solo hubo una cosilla que me llamó la atención y que hizo que parase durante unos instantes la lectura, fue la palabra “decibeles”, pues al igual que KMarce, me hizo pensar que quizás, para la época que era, lo de decibeles igual era demasiado progre, como muy futurista. A parte de esa nimiedad, no he visto nada más, tan solo he disfrutado muchísimo.

Enhorabuena.

Frida

21/05/2016 a las 18:34

Por cierto, olvidé mencionarte, que cuando vas a la página de recopilación de textos, si pulsas control F, sale a la izquierda de la pantalla un cuadrito, en el que puedes buscar a la persona o texto que desees.

Elisabet Jiménez - Sevilla

22/05/2016 a las 08:30

Hola Caritobel, me ha transportado tu relato. He vivido la fiereza de esos hombres y como no me toca corregir y además, ya lo han hecho, me doy el gusto de disfrutarlo.
Genial
Nos leemos!!

Nuria GR

22/05/2016 a las 11:04

Hola Caritobel, me ha gustado tu relato, precisamente ayer vi una película que trataba también el tema de las luchas con las poblaciones indias y tu escena consigue describirlo muy bien.

Lo primero que me ha llamado la atención es la expresión “…el frío viento sur golpea…”, puesto que, donde yo vivo, el viento sur se caracteriza precisamente por ser caliente (una simple curiosidad).
Por otro lado, durante todo el texto, percibo quizá demasiada insistencia en hacer ver el miedo del protagonista a perder su autoridad frente a sus hombres. Te pongo algunos ejemplos:
“La escena me sorprende pero evito demostrarlo, aquí soy la autoridad, debo hacerme respetar, no puedo mostrarme ni débil ni vacilante nunca”, “exijo saber con voz autoritaria”, “lo observo con severidad”, “ordeno de forma categórica”, “Se atreve a cuestionarme impunemente, no puedo permitirlo”. Es cierto que ayuda a comprender cómo se siente, sin embargo, como decía, a mí me ha parecido un poco excesivo.
“delante mío” debe ser “delante de mí”, lo que no sé es si lo has hecho a propósito por tratarse del pensamiento del personaje y quizá él comete ese error lingüístico. En ese caso podría entenderlo, pero aun así suena raro, ese tipo de errores de habla de los personajes yo los pondría en diálogos para dejar claro que se trata de un error del habla y no del narrador.
Confieso que cuando estaba leyendo la parte en la que los soldados le cuentan que han encontrado al indio solo he pensado que se trataba de una trampa y que otros indios comenzarían a aparecer para terminar en una batalla, sin embargo, me ha gustado cómo lo has terminado, aunque me parece una torpeza por parte del admirable indio que lo hayan cogido desprevenido tan fácilmente 🙂
Por lo demás muy bien, tienes talento, y es verdad que resulta difícil narrar en un protagonista del sexo opuesto.
¡Un saludo!

MOT

22/05/2016 a las 16:35

Hola Caritobel.

De nuevo vuelvo a leerte y disfrutarte…Me gustó tu historia. Y qué valiente al atreverte con la primera persona, denota seguridad y confianza en tí misma. Particularmente, he tomado buena nota para cuando, algún día, me lance yo al abismo…je je je. ENHORABUENA.
Sí que quería comentarte unas cositas, con tu permiso, y son:

* Donde dices “decibeles” creo que querías decir “decibelios”

* En lugar de “delante mío”, se debe decir “delante de mí”. O al menos según la norma.

* En la frase “…no hay lógica en su accionar” más bien hubiera puesto algo tipo “…en su forma de actuar” o “…en su actuación/acción/actitud”

Un cordial saludo y…..te sigo!!!

Isolina R

22/05/2016 a las 17:12

Hola, Caritobel:
Este relato tuyo me convence poco por dos aspectos.
El más llamativo es la elección de la primera persona en presente. El protagonista de los hechos puede estar narrándolos al mismo tiempo que los vive si lo hace en un monólogo interior. Es decir, va pensando lo que ocurre al tiempo que interactúa con los otros personajes.

Es verdad que el narrador puede elegir contar los hechos en presente a alguien que no participó en la historia, que no estuvo allí. Al niño muchas veces se le narran hechos del cuento en presente: “Llega el príncipe, se acerca a la princesa por detrás…” El valor del presente histórico es precisamente acercar los hechos pasados al tiempo “actual” de la narración. Los juglares lo hacían con frecuencia en los cantares de gesta. El peligro que yo veo a la hora de compaginar la primera persona y el tiempo presente es que los principiantes ni logramos hacer un monólogo interior como Dios manda ni utilizamos como es debido el presente histórico.
Tu personaje está “viviendo” los hechos y al mismo tiempo “pensando” los hechos. En un momento dado dice: “Con toda la rapidez que mi cuerpo, ni tan joven ni tan viejo, me permite, bajo y me dirijo a la zona de donde proviene el bullicio, que se asemeja al cotorreo de loros parlanchines”. ¿A quién informa de que baja?, ¿a sí mismo?, ¿a un interlocutor que está escuchando su narración? Si tiene que informarse a sí mismo de que baja, no anda muy bien de la azotea; y si me informa a mí, a través de un narratario interpuesto, quiero saber cuándo introdujo a ese interlocutor en la narración de la historia, cuál es su presencia.
Si cambiaras de presente a pasado toda la narración en primera persona, no habría ningún problema. Imagina que dices: “Con toda la rapidez que mi cuerpo, ni tan joven ni tan viejo, me permitió, bajé y me dirigí a la zona de donde provenía el bullicio, que se asemejaba al cotorreo de loros parlanchines”. El protagonista vivió el hecho y después de vivido lo narra. El receptor de la historia (yo ahora mismo como lectora) está ante el narrador, no en el escenario de los hechos.
Si quieres que coincidan el tiempo de la historia y el tiempo de la narración (en primera persona) has de elegir el flujo de conciencia o el presente histórico con interlocutor explícito, como hacían los juglares cuando incluían a los oyentes.
El otro aspecto es que en los incisos, a veces el narrador habla del protagonista (es decir, de sí mismo, claro) de un modo un tanto retorcido. Por ejemplo: “Poso mi mirada furiosa”. El narrador se mira mirando. En: “con voz autoritaria”, no solo es que use un adjetivo, como te dice Marcelo, que uno no diría de sí mismo; es que, además, el narrador se oye oyendo.

No te voy a señalar más que una cosilla en el plano formal: “temer a la muerte”, diría yo. Y con pronombre: “temerla”. Has usado un leísmo.

Creo que si cambiases todo el texto a pasado ganaría muchísimo. También revisaría los incisos.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

Caritobel

22/05/2016 a las 17:23

Frida y Elisabet: Me alegro que les haya gustado, chicas.

Nuria: Soy de Argentina, el viento sur aquí viene del Atlántico sur. Si sopla ese viento, es frío (si es en invierno mucho más). Generalmente, en Buenos Aires, en la zona de Capital Federal, provoca sudestadas. De todos modos, mis personajes están situados un poco (bastante) más al sur de donde yo vivo, y que para esa época, a pesar de que era casi en la mitad de lo que hoy se conoce como la provincia de Bs.As, en ese momento era el límite de la tierra civilizada y el comienzo del “desierto”.

En cuanto al miedo por perder la autoridad. Las personas con cargos o posiciones no siempre son seguras de si mismas. Aunque este militar en particular no es un miedoso, no significa que algunas cosas no lo afecten. De hecho, es lo que quise plasmar.

“Delante de mi”, ahí hubo un error mio.

Me inspiré en una historia verídica para este relato, sobre un militar llamado El Toro Venegas y un indio llamado El Toro Vincent. Ambos eran enemigos públicos, pero la vida los hizo amigos, un respeto mutuo nació entre ellos. El indio le perdonó una vez la vida al militar (no sé en que circuntancias) y luego este le devolvió el favor, pero no pudo salvarlo de su inminente destino, porque el cacique terminó encarcelado de todos modos. Las cosas no dependían de Venegas.

Gracias por el halago. Nos leemos la próxima.

MOT: Decíbeles también se puede decir, al menos eso aprendí en las clases de música. Pero como otra compañera dijo, sirve más para medir ondas sonoras y el efecto que producen en la contaminación del ambiente, y les parece que no ajusta al contexto, aunque el militar gritara realmente fuerte, ja.
Lo de “delante mío”, ya lo estoy corrigiendo en el original.

Me parece que decir ” en su accionar” es válido. Porque hace referencia a lo mismo que me recomendás poner.

Gracias por tus elogios, y si mi experimento de escribir en primera persona te ayudó para tomar nota, me alegra doblemente.

Saludos a todos.

Caritobel

22/05/2016 a las 17:30

Isolina: gracias por el dato. La verdad que me es de ayuda. Lo que no entiendo es cómo entonces puede uno usar el presente en primera persona. ¿Nunca se puede usar? Quitando lo que ya dijiste acerca de los monólogos internos.

Caritobel

22/05/2016 a las 17:32

Otra cosa que me olvide. ¿Qué cosa debo revisar de los incisos, la forma o el contenido?

Isolina R

22/05/2016 a las 19:46

Hola, Caritobel:
La primera persona (como protagonista) es “peligrosa” en presente. Hay que manejarla muy bien.
No hace falta interlocutor de la narración si el prota se pone a pensar en lo que está haciendo o le están haciendo a él los otros personajes y suelta el rollo. Si piensa para sí, los lectores recibimos su pensamiento y tan ricamente. Pero el pensamiento tiene sus reglas. Uno no piensa así: “Voy a la nevera, saco la caja de leche, lleno un vaso, me lo estoy tomando”. Lo que puedo deducir de alguien que se informa a sí mismo de ese modo es que le falta algún tornillo.
Te sugerí que cambiaras a pasado el relato porque así te evitabas el problema de que el prota se informe a sí mismo de que baja.

La otra opción es que el narrador cuente los hechos a un interlocutor, que no los presenció pero a quien el narrador quiere trasladar al tiempo de los hechos como si los estuviera viendo realmente.
Te pongo un ejemplo: “Mira, Caritobel, el martes estoy en clase de Filosofía y hago como que me caigo de la silla. No veas el susto de las demás. Se levantan todas las compañeras, vienen a ver qué me pasa y yo partiéndome de risa en el suelo, pero disimulando. Me preguntan otra vez y yo aguantándome. Y no veas, chica, la broma continúa un buen rato. Se acerca don Andrés y casi se me escapa la carcajada, pero consigo taparme la boca. No te imaginas el cachondeo, Caritobel. Porque encima entra en ese momento el Jefe de Estudios y yo sigo en el suelo como si me hubiera dado un telele”.
Los incisos yo los acortaría un poco y desde luego trataría de adaptarlos al narrador en primera. Debes darte cuenta de que no es omnisciente. Uno no sale de sí mismo para mirar cómo mira. Yo veo cómo miran los demás; pero ¿veo cómo miro yo?. Puedo decir: “Pedro mira a Juan con furia”. Mis ojos pueden ver furia en los ojos de Pedro. Pero si escribo: “Miro a Juan con furia”, eso quiere decir que mis ojos ven furia en mis ojos. Y es un tanto difícil.

Espero que te sirva.

Caritobel

22/05/2016 a las 19:52

Gracias, Isolina. Ahí me doy un poco más idea de lo que va la cosa. Igual, voy a tratar de leer sobre el tema para informarme más para la próxima, ya que me gustó esto del narrador en primera persona.

beba

23/05/2016 a las 00:20

Hola, Caritobel:
Bueno; gracias a Dios llegué tarde al reparto;a mí me gustó mucho. Muy buen manejo gramatical.
Tal vez la trama debiera atender más a las acciones que a los diálogos, porque la actitud del jefe resulta aquí más importante que la interacción con el prisionero.
Por supuesto, un puntal de la organización militar es el autoritarismo, el dominar por que sí a los subordinados; de modo que tu posición es veraz, y creo que calzaría con la de cualquier “milico”. (“La ciudad y los perros”(V. LLosa), o “La novela de Perón”(Tomás Eloy Martínez)
Gracias por tu visita y comentarios. Saludos.

beba

23/05/2016 a las 00:44

Caritobel: me olvidé de comentarte lo que me extrañó que nunca oyeras decir “Me hace frío”. A mí me resulta tan natural como los “buenos días”.Soy de Córdoba. Saludos.

Caritobel

23/05/2016 a las 00:47

Beba, no la verdad que no, por éstos lares no se oye. Córdoba, hermosa provincia, súper mágica.

Caritobel

23/05/2016 a las 06:24

Sigo teniendo dudas con el tipo de narrador, y ya estuve leyendo bastantes cosas al respecto. No puedo entender por qué no está bien utilizado. Aquí encontré un libro que usa el mismo tiempo que yo elegí, y no se trata de un monólogo —en ninguno de sus tipos—, ni usa presente histórico, tampoco son pensamientos, está relatando la historia mientras es la protagonista:

“Me bajo de la cama y me pongo las botas de cazar; la piel fina y suave se ha adaptado a mis pies. Me pongo también los pantalones y una camisa, meto mi larga trenza oscura en una gorra y tomo la bolsa que utilizo para guardar todo lo que recojo. En la mesa, bajo un cuenco de madera que sirve para protegerlo de ratas y gatos hambrientos, encuentro un perfecto quesito de cabra envuelto en hojas de albahaca”.

Es un fragmento de THG, de S.Collins. Creo que en el ejemplo se utiliza el mismo tiempo que uso yo, y describe lo que el personaje está haciendo en el momento que las cosas pasan, no después. Cuando utiliza los diálogos también lo hace hablando así:

“Me espera una bañera llena de agua caliente. Me restriego para quitarme la tierra y el sudor de los bosques, e incluso me lavo el pelo. Veo, sorprendida, que mi madre me ha sacado uno de sus encantadores vestidos, una suave cosita azul con zapatos a juego.
—¿Estás segura? —le pregunto, porque intento evitar seguir rechazando su ayuda.
Antes estaba tan enfadada con ella que no le dejaba hacer nada por mí. Sin embargo, se trata de algo especial, porque le da mucho valor a la ropa de su pasado.
—Claro que sí, y también me gustaría recogerte el pelo —me responde. Le dejo secármelo, trenzarlo y colocármelo sobre la cabeza. Apenas me reconozco en el espejo agrietado que tenemos apoyado en la pared”.

Realmente no encontré nada que me iluminara más acerca de escribir un narrador en primera persona en tiempo presente.

Isolina R

24/05/2016 a las 00:38

Hola, Caritobel:
Lo de tomar precauciones con el narrador de primera en presente no lo he leído en ninguna parte. Me lo hizo ver un compañero en otro taller en el que participo cuando envié un texto con este tipo de narrador en este tiempo. Me pareció muy atinado lo que me decía.
La verdad es que no le encuentro mucho sentido a vivir y narrar los hechos a la vez, salvo que se trate de un monólogo interior y entonces el lector se cuele en la intimidad del pensamiento del protagonista como un intruso. La finalidad del narrador no es informar de nada al narratario sino interiorizar los hechos que está protagonizando, tal como hacemos todos cuando pensamos.
Creo que si quieres mantener la primera y en el presente, has de cambiar el chip para que no sea un omnisciente que habla en primera como si en realidad fuera tercera. Te puse el ejemplo de “posé mi mirada con furia” o “autoritario”.
Para mí queda muy artificioso el mensaje lógico en primera en presente, no así el prelógico del flujo de conciencia.
Saludos.

Caritobel

24/05/2016 a las 01:11

Perdón la insistencia, es que como varios libros contemporáneos que he leído utilizan el mismo narrador tal cual yo lo usé, no se me hace extraño. Lo mismo que no entiendo por qué nadie más se dió cuenta de ese tema, además en el taller he leído a algunos que lo usan así.
Yo entiendo lo de los monólogos, pero bueno. Elegi ese tipo dr tiempo y narrador porque me parece interesante al agregar más verosimilitud al relato, y más cercano en el tiempo. Sobre todo porque siempre me centro más en lo reflexivo del personaje.

Lo consultaré con algún profesional en el tema para entender mi error. Porque soy dura de roer con ciertos temas cuando no entiendo.

Caritobel

24/05/2016 a las 01:14

Gracias, Isolina, por la solidaridad y preocupación. Perdón por volverte loca con preguntas. Te mereces un monumento a la paciencia 🙂

Isolina R

24/05/2016 a las 07:52

Hola, Caritobel:
En Literautas he señalado eso mismo a otros compañeros. A unos les ha parecido oportuna mi sugerencia y a otros no.Lo cierto es que cuando a mí me lo marcaron en el otro taller, lo vi clarísimo. Claro que mi fallo estuvo en que intenté un monólogo interior lógico y me quedó una birria. No pensamos como yo hice pensar a aquel personaje protagonista. Quedó como si fuera imbécil. En primera en presente hay que tener cuidado de meter la información sin que se note que pretendemos hacérsela llegar al lector.
Me alegra que te haya servido.
Saludos.

Wolfdux

24/05/2016 a las 10:29

No me ha chirriado el narrador en su primera lectura, quizás mirando con lupa habría cosas (ya mencionadas) que se podrían mejorar, pero por lo demás: gran relato.

Un saludo.

Manuel Pla Martí

24/05/2016 a las 16:56

Hola, Caritobel:
Tu relato tiene fuerza pero parece extraído de una historia mucho más amplia y eso hace que se vea como un fragmento de algo.
Un tipo duro enfrentado a un sujeto indefenso. Un militar arrogante frente a un indio al que considera étnicamente inferior.
Tras el monólogo interior del comandante, el narrador inicia una presentación en primera persona que ocupa el primer párrafo y que sirve de presentación. Luego la narración sigue igual, en primera persona. Esto a mí me produce confusión, pues parece muchas veces que esté pensando, o tal vez contándome a mí, lector, la historia, o tal vez se la cuente a sí mismo. No lo acabo de ver del todo claro. A finales del siglo XIX, tal vez involucraban al lector con un: Querido lector, o algo así, y ya se sabía que el narrador te estaba contando a ti, lector, la historia, pero hoy día eso no se usa o resulta cursi.

El narrador en primera persona siempre parece aproximar la acción pero para mí es más difícil de controlar que el narrador omnisciente en tercera persona, aunque resulta menos frío y distante.
«”¿Por qué no me ha matado? ¡Maldito salvaje!”, pienso mientras el frío viento sur…» Parece mucha casualidad que el comandante esté pensando en el indio que le perdonó la vida y a continuación aparezca éste, preso a sus pies.
La expresión: «”¿Por qué no me ha matado?, parece hacer referencia a algo acontecido hace pocos minutos o pocas horas, sin embargo sucedió hace varios días.
«Pienso», debe ir entre comas.
«no puedo mostrarme ni débil ni vacilante nunca.» Creo que debe ir una coma después de vacilante.
«Reconozco su mirada negra como la noche.» Negra como la noche es un lugar común del cual es preferible huir.
«Las sonrisas se borran de los rostros de los subordinados». Aquí los subordinados parece que lo sean de otro. Sería mejor: «de mis subordinados»
«¡Este salvaje es mío —lo señalo con efusividad.» «Efusividad» me parece un adjetivo un poco rebuscado
«decíbeles». Decibeles se escribe sin acento, pero es que al mismo tiempo me parece una palabra demasiado técnica para ser usada, o pensada, en ese entorno.
«yo soy el único que puede decidir que hacer o no con él». El segundo «que» debe llevar tilde.
«—Hoy no es el día de mi muerte —dice convencido. Bajo el arma. Unos días atrás matarlo hubiera sido muy fácil.»
Creo que se vería mejor con «Bajo el arma» en punto y aparte, porque la acción no tiene nada que ver con el diálogo del indio.
«—Hoy no es el día de mi muerte —dice convencido.
«Bajo el arma. Unos días atrás matarlo hubiera sido muy fácil.»
Creo que utilizas muchas oraciones yuxtapuestas y esto crea rigidez en el relato. Aunque tal vez sea tu propósito al tratarse de una serie de frases que salen de la mente de un áspero militar.
Un gran relato Caritobel. No es fácil meterse en la piel de esos hombres rudos de hace 140 años.
Saludos y nos leemos.

Caritobel

24/05/2016 a las 19:55

Wolfdux: Me has ganado, ya había elegido leerte hoy —porque me tomé el día, e iba a aprovecharlo leyendo—. Me alegro que lo hayas encontrado un buen relato. Te “veo” en tu relato.

Manuel: sinceramente lo que escribí es lo que hay de la historia. Siempre que escribo para el taller, intento ajustarme a las 750 palabras, entonces, cuando me planteo la historia, jamás me pasó de ese límite; no hago recortes. Como historia, me parece que cumple con los tres momentos necesarios —inicio, nudo, y desenlace— como para considerarlo un fragmento. Aunque es cierto que pinta la curiosidad de saber más al respecto, digo, de todas las historias en el taller en general.

En cuanto al narrador, Isolina me hizo ver el error y ya lo estoy ajustando.
A pesar de que escriba sobre cosas del pasado, no me parece que deba repetir las formas que usaban las personas de ese tiempo para escribir relatos. Por eso, los problemas con el tiempo en el narrador son exclusivamente mios, no por haber querido imitar una forma antigua.
El narrador omnisciente es más cómodo, pero bueno, me arriesgué a innovar con mi propio estilo. Será cosa de prueba y error.

En cuanto a la expresión “¿Por qué no me ha matado?”, no es sólo casualidad. Aclaro muy bien que este asunto, primero, carcome su mente; luego que es realmente pronto el encuentro, según la percepción del mismo protagonista. Yo me imagino que si mi mayor enemigo me perdona la vida, esto sería algo que ocuparía gran parte de mi tiempo. En cuanto al uso del pretérito perfecto compuesto, y no otro tiempo, me parece correcto. Este tiempo señala acciones pasadas en un rango temporal cercano, que no precisamente deba ser determinado. El énfasis que yo quise darle a esta frase no sólo esta en la cercanía de tiempo, que puede ser matizada por la percepción del protagonista, sino en la acción en sí misma; esto es lo más importante para mí.

En cuanto «pienso» entre comas, tenés razón.

La coma antes del «nunca», me parece que puede ser subjetivo. El sentido no cambia, ni tampoco la facilidad para entenderlo.

“Mirada negra como la noche”, sí, es cliché.

Yo me quedo con «los» y no «mis». Él es la más alta autoridad, y es el único que habla, sólo pueden ser «sus» subordinados.

El hombre era efusivo.no me parece rebuscado el adjetivo.

Decibeles. Ups. Igual ya tomé nota acerca de lo técnico de la palabra.

La tilde del «qué», paso inadvertida para mi. Gracias por la corrección.

Punto y aparte después del diálogo del cacique, me parece correcto.

No me parece abusar de las oraciones yuxtapuestas. Creo que hay cierto equilibrio entre oraciones cortas y largas; en un principio mi problema era demasiadas oraciones cortas. Pero es importante la observación acerca del efecto de «rigidez», la tendré en cuenta.

Si a pesar de todo te gusto, me hace feliz :). Realmente fue un desafío para mí. Amo los relatos históricos, y también me gusta explotar la psicología de mis personajes, a todo eso le sume usar un narrador nuevo, y bueno, algunas cosas fallaron. Pero para la próxima ya aprendí un montón.

Gracias por pasarte por acá.

Mariaje

24/05/2016 a las 21:59

Hola Caritobel,
me ha gustado mucho tu relato, me ha parecido un relato muy bien estructurado, con una idea clara que has trasmitido estupéndamente, sin irte por los cerros de Úbeda ni distraer al lector con detalles circunstanciales, una introducción y un final muy bien llevados y además un conflicto interior muy interesante como tema. Y también importante: has usado el punto de vista de un “malo”, que no es muy habitual creo yo.
Al leerlo sin embargo, sí que algo me pareció a veces poco natural y fue a lo mejor por las expresiones que usa el narrador para hablar consigo mismo. He leído que ya habéis comentado el tema, no quiero repetir mucho lo ya dicho. Yo pienso que quizás no ha funcionado perfectamente por el uso de ciertos adjetivos y advervios poco usuales en una “conversación interior espontanea” (digo espontanea porque has elegido el presente, en pasado habría sido más fácil). Por poner un ejemplo; mi rostro desnudo, precaria torre, plácido momento, mi mirada furiosa, pregunto retóricamente, cuestionarme impunemente, se mantiene impertérrito… Pero ni que decir tiene que es una impresión muy personal mía, seguro que otros tienen conversaciones consigo mismos en este nivel. El único momento en el que creo que realmente ha habido un desliz en el uso del narrador es en “Un indio de complexión sólida, rostro implacable, mirada fiera…“ Aquí no parece el militar argentino quien habla: si lo he entendido correctamente él nunca se referiría al indio como “un indio de complexión sólida”, puesto que lo reconoce.
Resumiendo, me parecieron cosas menores. A mí me encanta usar la primera persona, y ya me han hecho notar los compañeros las limitaciones en escenas anteriores, ahora estoy practicando con el equisciente que parece que está más de moda jeje. Demetrio Vert, a este respecto, me recomendó “Matar a un ruiseñor”, que estoy leyendo actualmente y es una maravilla todo narrado en primera persona, eso sí, en pasado, con lo que resulta mucho más natural hacer descripciones para situar al lector y poner un lenguaje más florido. Como he visto que ha salido aquí este tema he pensado que igual te podría interesar también esta recomendación 🙂
Un saludo y felicidades por tu bonito relato

Saldivia

25/05/2016 a las 01:28

Hola Caritobel, gracias por tus amables comentarios en mi relato. El tuyo me ha hecho reflexionar mucho sobre esa fea cicatriz que nos ha dejado la forma en que se desarrollò la conquista en suramèrica. Ciertamente en aquellos años de tan escaso sentido humanìstico, la lògica primaria de cada etnia o grupo humano pasaba por conquistar tierra y aniquilar habitantes. Sin embargo la desigualdad en eficiencia de armas ocasionò que en nuestro subcontinente el proceso fuese màs doloroso y radical; no soy de los que se degarra las vestiduras gritando ¡genocidio! cada 12 de octubre, sino màs bien de los que habla de “encuentro de dos mundos”, sin embargo reconozco que eran pocos los conquistadores con el cacùmen suficiente como para darle dimensiòn humana a los amerindios, como ocurre con el protagonista de tu relato.

Resalto en èste lo bien tejida que està la trama, el equilibrio entre narraciones, descripciones y diàlogos y la fluidez de la historia.

Espero seguirte leyendo en futuros retos, un gran saludo!

Alonso García-Risso

25/05/2016 a las 01:28

Saludos Caritobel: Gracias por tu visita.

Los acontecimientos los adivinamos en las extensas tierras australes de América, tiempo atrás. Puedo entender que acontece en la etapa de pacificación e incorporación de territorios indios. La milicia procede de acuerdo a la política emanada de la metrópolis.
El relato se reviste de la atmósfera apropiada, que es lograda con acierto y se mantiene de principio a fin. Se distingue un cuadro de valores, una moral, si se nos permite: “El indio no ha matado al ‘blanco’, porque a su entender se ha defendido con valor”, es decir, que ha reconocido la valencia como moneda de cambio para vida y muerte. Bien lograda esta faceta que revela rasgos de humanidad en medio de la soledad austral.
Un escrito que reflota sucesos que plagaron la pampa y las despobladas tierras patagónicas. ¡Felicitaciones!

PS: Esta historia me guió sobre la histórica y legendaria obra de José Hernández, “Martín Fierro”. ¡Bien!

Alonso García-Risso

25/05/2016 a las 01:47

Saludos Cariobel: Gracias por tu visita.

Finales del S-XIX, en las extensiones gélidas y australes de América. Podemos entender las maniobras de la milicia dentro de las políticas de incorporación de los territorios indios.
La atmósfera reinante en el relato es sombría, cargada de soledades, bien lograda.
La historia abre un cuadro moral en medio de ese ambiente inhóspito: “El indio no ha matado al ‘blanco’, porque se ha defendido con valor”, es decir, ha levantado ‘la valentía’ como moneda de cambio entre vida y muerte, en medio de la barbarie. Aspecto narrativo muy bien logrado. ¡Felicitaciones!

PS: El relato me ha llevado a la obra magistral y legendaria de José Hernández, el inolvidable “Martín Fierro”. ¡Bien!

Cryssta (Madrid-España)

25/05/2016 a las 08:53

Hola Caritobel, perdona la tardanza en devolverte la visita, tengo mucho lío.

Como tengo poco tiempo y muchos relatos que revisar aún paso directamente a lo que yo he visto mejorable y creo que no te han dicho (tienes tantos comentarios que me he perdido):

– “disfruto del sabor amargo en la lengua”, ya se sabe que el sabor es el del mate y que es la lengua del protagonista

– “Con toda la rapidez que mi cuerpo me permite” creo que no aporta gran cosa “ni tan joven ni tan viejo”, si está al mando no será muy joven y se le ve con energía como para no ser muy viejo

– yo quitaría la coma tras “de donde proviene el bullicio”

– “Estamos seguros de que…” la pregunta no es “¿qué estáis seguros? sino “¿de qué estáis seguros? luego la respuesta tiene que ser “de que” no “que”

– como la pregunta es “¿De quién fue la idea de capturarlo?” la respuesta tiene que ser: “Mía, señor”

– “Se atreve a cuestionarme. No puedo permitirlo.” quita lo de “impunemente” porque eso es “quedar sin castigo”

– “decidir qué hacer o no con él”

– “Parece que sí, porque se retira…” se retira Gutiérrez

– creo que estaría mejor que tutee a Aukan puesto que este le tutea a él

– creo que no está bien metida la palabra “cartero”, un cartero reparte cartas o paquetes, está clara su función. Además dice “Matarte es mi misión” pero esas no son sus órdenes sino enviarle a Buenos Aires vivo o muerto. Creo que tienes que darle un repaso a ese párrafo

Por lo demás me parece un buen relato. Felicidades.

Escritores Anónimos

25/05/2016 a las 16:52

¡Hola Caritobel!

TE devuelvo la visita más por leer tu relato que por comentar, debido a que habiendo cuarenta comentarios ya no queda poco por decir.

Es cierto que siempre va a haber aspectos que chirríen/fallen/repitan/etc, pero lo cierto es que, ¿quién no los comete? Yo me centraría más en lo que intentas transmitir la historia. Si buscas no fallar en absolutamente nada, estarás tan preocupado por gramática/narrador/puntuación, que todo lo que escribas perderá la magia.
Por supuesto que todos los “comentaristas” tienen que hacer su papel y decir los fallos que se vean para que a la próxima vez se tenga “cuidado” no “miedo” de fallar.

Dicho esto (que no sé ni por qué me ha dado por aquí), tu texto me ha encantado, me recuerda un poco a una distopía juvenil: “bajo el cielo eterno” de Veronica Rossi.
Gracias por escribir, ¡besos y nos leemos!

Aina Pons Triay - Menorca, España

25/05/2016 a las 19:01

Hola Caritobel,

¡Enhorabuena! Me ha encantado tu relato. Me he metido de lleno en la piel del coronel, he sentido su malestar, su incertidumbre.

Además, está escrito en primera persona y en presente, lo que de da aun más fuerza al relato.

Me ha encantado, felicidades.

Espero seguir leyéndote.

Si quieres pasarte, mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655

¡Nos leemos!

Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com

Luis

25/05/2016 a las 19:50

Hola Caritobel. Soy Luis(90). He leído tu relato y me ha resultado entretenido. Sitúas bien la época en que ocurre. Saludos desde Barcelona.

L.M.Mateo

25/05/2016 a las 23:37

Hola, Caritobel:

Pues creo que ya te han hecho todas las observaciones necesarias, así que me quedo con el haber disfrutado del relato, que se hace muy ameno.
Respecto al narrador, ten en cuenta que hay muchas cosas que dependen del estilo. Es cierto que para saltarnos las normas, primero debemos manejarlas, pero me ha pasado como a Wolfdux, que en principio no me ha chirriado demasiado (al contrario que la palabra “decíbeles”).

No sé si te lo han apuntado, pero te ha faltado algún punto tras la raya de inciso del narrador.
Un abrazo.

Caritobel

26/05/2016 a las 01:12

Maridaje: Gracias por pasarte, por la recomendación, también. Si, la próxima voy a experimentar con el narrador en otras cosas, y cuando sienta que más o menos ya le agarré la mano, me lanzó a que otros me lean. Seguiré, por el momento, con el buen narrador omnisciente. Es importante no haber fallado, al menos, en los momentos de la historia. Gracias por marcarlo.

Saldivia: comome alegra que estés bien, y que te hayas tomado el trabajo de leerme.
MOT, un compañero en Literautas, me inspiró con la idea de “encuentro de dos mundos” con su texto de la Luna. Y me llevó a la reflexión de lo que había pasado en mi país con el tema «aborígenes» y la conquista. Y al ver el reto de este mes, tuve lugar para escribirlo. Una etapa triste, sin duda.
Pero, me alegro mucho que te haya gustado. Obvio que nos seguimos leyendo la próxima. Saludos.

Alonso: yo que te “reto” y vos que me halagas. Gracias.

Cryssta: y yo que releí como mil veces el relato pensando: «Si, esta vez habrá poco por corregir en lo formal». ¡Ja! Gracias por las correcciones. Disiento en algunos:

— Lo de impunemente. Me refiero a que Gutiérrez está cuestionándolo, y al protagonista nadie lo cuestiona sin castigo por tal acción. Como decir “nadie me ofende impunemente”, tal vez me falto algo más para aclarar la idea.

—Se retiran. No sólo Gutiérrez, que es el único que se atreve a contradecir una orden, sino todos los que estaban en la habitación que todavía no se fueron, precisamente, por la interrupción de éste.

—Aukan y el protagonista siempre se tutean. No entiendo a qué te referís.

—La palabra cartero.Qué son las cartas sino mensajes. El cartero es por lo tanto también un mensajero. El protagonista sólo le entrega un “mensaje” a los indios: civilización antes que salvajismo. Vivo o muerto debe mandar al indio a Buenos Aires, y siempre era mejor muerto antes que vivo, para ahorrarse las molestias. Sobre todo teniendo en cuenta que no los consideraban para nada con los mismos derechos que un “blanco”. Así que, muy bien, aunque no era orden directa, podía ser parte de la misión.

Si después de todo, te parece bueno, me alegra muchísimo.

Escritores anónimos: Querida, joven y sabia, amiga, tus palabras me llenan de esperanza. Tenés toda la razón, y me alegra que nos hayas regalado esa reflexión tan importante a todos.
Soy perfeccionista de más, es muy frustrante equivocarme, no importa en qué. Pero no quiero nunca, por eso, dejar esta pasión tan importante que es escribir. Tampoco me quiero obsesionar con sólo no “equivocarme”, perdiendo la esencia de transmitir algo más allá de la forma.

Si te recuerda a una distopía, tal vez la revise. Ja, tengo veintitrés años, y la verdad que me encantan las distopías. Leo de todo, en realidad, soy una lectora que hace “mix” en sus gustos. No me dejó sólo llevar por etiquetas. Si lo disfruto, entonces sirve —me refiero a gustos—.

Aina: ¡Qué bueno que lo disfrutaste! Claro que me paso por tu texto. A penas puedo, paso por allí. Todavía debo algunas visitas.

Luis: Gracias por la visita. Leeré tu relato. Saludos desde Buenos Aires.

Lidia: Gracias por pasarte. Me alegro que hayas disfrutado del relato.
Si, el tema del narrador fue algo inadvertido hasta para mi,ja,ja,ja. Pocos lo notaron, pero, si está mal, está mal.
Creo que me faltó el punto final, si es eso a lo que te referís.

Mil gracias a todos. Todo me sirve. Saludos.

Cryssta (Madrid-España)

26/05/2016 a las 08:17

“—¿Por qué estoy vivo, Aukan? —Somos enemigos declarados, pero hace pocos días ha salvado mi vida. Necesito saber la razón, porque no hay lógica en su accionar; debió haberme matado.”

Si le tuteara tendría que ser “has salvado mi vida” “tu accionar” “debiste haberme matado” (sería mejor “debiste matarme”

Decir “Se atreve a cuestionarme impunemente” es como decir “se atreve a cuestionarme sin castigo” así que sí, tienes que decirlo de otra forma, por ejemplo: “Se atreve a cuestionarme y no puedo consentirlo.No quedará impune su acción”

Dices “—¡Retírense todos ahora mismo! —ordeno de forma categórica— Dejen al prisionero donde está. Gutiérrez, más tarde hablaremos.”. Es de suponer que en ese momento todos obedecen la orden a excepción de Gutiérrez, si no es así tendrás que decir que no se mueven. Eso sería más grave para él que solo si Gutiérrez le cuestiona porque significaría que hacen más caso a un subordinado que a él y deberás reflejarlo en el texto. Debido a la limitación de las 750 palabras creo que es mejor pensar que han obedecido la orden y solo es Gutiérrez el que remolonea, así que pon “se retira” y lo dejas arreglado.

Yo no he estado nunca en el servicio militar pero me he criado en un internado durante la última parte del franquismo y eso es muy parecido a vivir en un cuartel y sé perfectamente cómo hay que funcionar cuando “un superior” da una orden y las consecuencias de no hacerlo.

“Yo mismo tengo la orden de enviarte a Buenos Aires, vivo o muerto” Si su orden es llevarle vivo o muerto significa que su misión es llevarle vivo o muerto. En el momento en que dice “Matarte es mi misión” parece que ha dejado de ser un oficial que cumple órdenes para convertirse en un fanático obsesionado con acabar con Aukan. Yo creo que el protagonista es un buen oficial y tiene muy claro que una orden directa se cumple de la mejor forma posible. Si le han dicho “vivo o muerto”, tal y como yo imagino al personaje, él preferirá llevarle vivo a pesar de tener más molestias. Siempre es preferible que sea vivo pues amedrenta más al vencido, si le mata le convierte en un héroe, cuánto más importante sea Aukan mayor motivo para que siga vivo.

“solo soy un cartero, un mensajero.” si acepto tu explicación, lo cual me cuesta bastante, entonces decir “cartero” y “mensajero” es una redundancia al ser sinónimos, tendrías que añadir algo más “solo soy un cartero, un mensajero de mis superiores” por ejemplo.

Sé que soy muy puntillosa cuando corrijo pero creo que es importante serlo. A medida que leo me voy imaginando la escena y si algo no me cuadra porque no es coherente tengo que decirlo, aunque luego quien escribe es libre de tomarse todas las licencias que le dé la gana, pero ya sabes que lo hago desde el cariño.

Un abrazo.

Caritobel

26/05/2016 a las 16:42

Cryssta: Son válidas todas las aclaraciones, por supuesto que las tengo en cuenta. Y sé que son desde el cariño.

Lo que todavía no entiendo es lo del tuteo. Todos los ejemplos que me diste son sólo pensamientos del protagonista sobre Aukan, no son dirigidas a él en diálogos.Es como si se lo dijera a alguien más. En el diálogo claramente se tratan con confianza.

¡Muchas Gracias, de verdad, Cryssta! Valoro mucho tus palabras.

Cryssta

26/05/2016 a las 17:28

Perdona Caritobel, culpa mía, pensé que formaba parte del diálogo, es que ya llevo muchos relatos corregidos y me patinan las neuronas.

earendil

26/05/2016 a las 22:50

¡Hola Caritobel!
Después de 53 comentarios… ¿qué queda ya por decir?
Sólo me queda unirme a las felicitaciones por tu trabajo.
Aprovecho para agradecerte tu visita a mi relato y tus aportaciones.
Siempre disfruto de tus trabajos y este me gustó mucho, tan diferente al del mes pasado que me ha sorprendido.
Un abrazo.
Nos leemos.

Demetrio vert

27/05/2016 a las 19:23

Hola Caritobel.
Gracias por “descubrirme”. Y por tus elogios. Un placer.

Muchos compis saben que yo solo suelo entrar en la estructura del relato, el conflicto, la voz y el tono narrativo. Par las cuestiones gramaticales hay otros mucho más expertos que yo. por ejemplo Isolina, marcelo, Wolfdux, Cryssta y muchos más.

La voz narrativa. El narrador. isolina da en el clavo, aunque ella no suele comentar etos aspectos. Céntrate en lo que dice, porque es así, y lo que sucede es que si las voces narrativas no se respetan, la novel, el relato, el cuento, no acaba de calar, incluso para los lectores que no se fijan.

Es cierto que hay muchísimos libros actuales en los que continuamente hay una confusión de voces narrativas. Y cuelan, pero no llegan.

El ejemplo que has puesto tú es paradigmático.

““Me bajo de la cama y me pongo las botas de cazar; la piel fina y suave se ha adaptado a mis pies. Me pongo también los pantalones y una camisa, meto mi larga trenza oscura en una gorra y tomo la bolsa que utilizo para guardar todo lo que recojo. En la mesa, bajo un cuenco de madera que sirve para protegerlo de ratas y gatos hambrientos, encuentro un perfecto quesito de cabra envuelto en hojas de albahaca”. Caritobel, ¿tú te dirías estas cosas mientras las haces? ¿Inténtalo?

“Me espera una bañera llena de agua caliente. Me restriego para quitarme la tierra y el sudor de los bosques, e incluso me lavo el pelo.” Hata aquí, lo ismo que antes, sin embargo al continuar el narrador, ya introduce lo que está viendo, Ya narra lo que ve, hace y siente. “Veo, sorprendida, que mi madre me ha sacado uno de sus encantadores vestidos, una suave cosita azul con zapatos a juego.
—¿Estás segura? —le pregunto, porque intento evitar seguir rechazando su ayuda.
Antes estaba tan enfadada con ella que no le dejaba hacer nada por mí. Sin embargo, se trata de algo especial, porque le da mucho valor a la ropa de su pasado.
—Claro que sí, y también me gustaría recogerte el pelo —me responde. Le dejo secármelo, trenzarlo y colocármelo sobre la cabeza. Apenas me reconozco en el espejo agrietado que tenemos apoyado en la pared”.

La narración está confusa, aunque sea de S.Collins, por no decir mal, ya que en escritura cada uno hace lo que le parece. Pero lo esencial es si quieres llegar al lector, o escribes solo para tí. Al lector, como en cualquier otro oficio, se llega utilizando unas reglas y unos recursos que hacen, primero, inteligible el mensaje, y segundo, lo emocionan.

Vuelvo a leer con placer “la isla del tesoro”, y te aseguro que, aunque voy con ojo de aguila, a Stevenson no se le ha colado ni una en este sentido. Y así con todos los grandes.

Añadir que la estructura adolce de lo que en casi todos los relatos pasa (incluso en los míos). as presentaciones suelen ser demasiado largas. Hay que entrar en materia más deprisa. Son solo 750 palabras. El resto lo veo bién, aunque el desenlace lo veo débil. Yo habría solucionado el conflicto del capitán matando al cacique. Está bien que dude, pues sino, no habría conflicto, pero para el interés del cuento hubiera sido más potente que lo hubiese matado. Pero eso es una cuestión de ustos. Hay conflicto y desenlace. Presentación, nudo y desenlace. estructura correcta.

Bueno, ya me he enrollado demasiado.

Hasta pronto. Saludos.

P.S. “Decibelios” es una palabra técnica correcta, que expresa la potencia o intensidad del sonido en relación a algo. (Bueno, es algo más complicadillo, pero vale. Lo sé porque soy técnico). Literariamente no la hubiese usado nunca, justo por ello; porque es completamente técnica y basta con decir “alcé mi voz”, “troné”, “grité”, etc.

Demetrio Vert

27/05/2016 a las 19:27

Perdona todos los fallos de teclado, pero siempre me ocurre lo mismo cuando comento.Espero se entiendan las palabras a las que les faltan letras.

Laura

29/05/2016 a las 13:49

Hola Caritobel.
Me ha oarecido un gran relato, más allá de los detalles.
Tal vez un poco pulido en su lenguaje del capitán, pero puede haber tenido una amplia cultura y por esas cosas del destino caer en un puesto de frontera.
Tal vez un poco en la justificación de por qué el cacique no mató al capitán en el pasado, aunque la aceptación de un día para morir resulta mística pero no increíble en un guerrero.
La última parte decae un poco en el aire marcial que das al relato, pero está muy bien logrado.
Realmente, te felicito.
Por si te interesa, tenés tiempo y ganas, estoy en el 9

María Kersimon

31/05/2016 a las 22:13

Me ha parecido muy interesante el asunto del narrador en primera persona. Toda la discusión en realidad ha valido la pena. Me he quedado con la duda, ¿hablamos de un tema o de dos? Pues una cosa es el narrador, que puede ser en primera persona (auto diegético, palabreja si las hay), en segunda persona y en tercera persona (generalmente omnisciente). Otra cosa es el tiempo del relato, que puede ser en presente, en pasado ( el tradicional del “erase una vez”), o parcialmente en presente, parcialmente en pasado, a veces en futuro o en condicional. El presente acerca, efectivamente, la escena al lector, aunque se desaconseja en trabajos largos como la novela, porque cansaría al lector.Pero en un relato breve puede ser el indicado.
Se pueden combinar narradores y tiempos sin que tengan que ser en primera persona y en presente o en tercera persona y en pasado. Se puede tener un narrador omnisciente para el cuerpo del trabajo pero un narrador en primera persona en episodios muy vívidos para acercarlos al lector, salvando los cambios para no hacerlos bruscos.
Así como se puede cambiar de narrador en ocasiones, se puede avanzar y retroceder en el tiempo, hacer elipsis, flashforward y flashbacks. Se puede tener un narrador en primera persona que narre a veces en presente y a veces den pasado, que en ocasiones use el flujo de palabras.
Es cierto que en las novelas se aconseja narrar en pasado por lo general.
En el relato breve, no va tan implícito.
Lo interesante en este espacio es que experimentemos, que para esto estamos aquí y me por esto me pareció interesantísima esta discusión y quise aportar mi grano de arena.
Un saludo afectuoso.

Claudio

01/06/2016 a las 15:37

Hola carito! Mil disculpas por pasar tan tarde a comentar, mis estudios me mantenian ocupado. Justamente estudio profesorado en Historia, lo que llevo a leer tu texto con gran agrado y cierta curiosidad. Noto aires de Sarmiento en tu relato, Civilización y Barbarie. Muy interesante el relato, muy fluido y con juegos de palabras que invitan a seguir leyendo. Como única critica, sentí que hacia el final quedo “vacio” el argumento de la historia. Tal vez deberias darle una mirada mas.
Muchas gracias por tus consejos y por tus criticas ! Saludos!

Caritobel

01/06/2016 a las 18:46

Earendil: Gracias por disfrutar la lectura. Sí que fue muy diferente este relato del anterior, no sólo temática, sino en narrador y tiempos, voy experimentando, pero persisto en lo mismo. Nos leemos la próxima en este mes.

Demetrio: Te comprendí perfectamente, gracias por los consejos, los tengo muy en cuenta.

Laura: Gracias por pasarte, claro que te leeré en estos días, todavía debo visitas, así que seguro tardo un poco, pero que te leo, te leo.
Sí que puede ser algo mítico eso de un día para morir, pero en las culturas indígenas existe mucho de eso. Sólo es necesario leer algunas leyendas indias, y te das cuenta de sus creencias y manera de ver el mundo. Me pareció interesante darle un poco de esa perspectiva.

María Kersimon: Hola otra vez. Gracias por aportar tu granito de arena al debate. Se agradece todo aporte.

Claudio: por supuesto que diste en el clavo con lo de Sarmiento. He leído varias cosas de él en la universidad, y es uno de los mejores representantes de la visión “blanca” al tema indios.

En cuanto al final, nunca me pasó de odiar a nadie en particular, memos en circunstancias parecidas al del protagonista de mi historia. Lo que quise plasmar fue el incierto que provoca cuando otro al que odiamos —por las razones que sean— rompe el patrón de actitud esperable y hace algo que no debería en función de ese papel que nosotros, en nuestra cabeza,le hemos dado. Más que nada quise marcar la linea difusa en un personaje que puede ser malo, pero que no necesariamente deba serlo. ¿Quién es totalmente bueno o malo en la vida real? Por eso, me pareció que mostrar esa confusión interna es suficiente justificación para no matar al indio, sobre todo, si he aclarado que el protagonista tiene siempre pensamiento muy bien definidos, encontrarse con algo que no puede definir con claridad le causa serios problemas.
Algunos hubiesen elegido mejor matarlo para acabar con en drama del militar, otros están bien con el final, es cuestión de valoración.
Gracias por pasarte.

Demetrio Vert

02/06/2016 a las 09:32

Hola Caritobel.

Dado que tu relato ha suscitado un interesante debate sobre la voz narrativa (el narrador), quiero añadir una apreciación de la que me percaté hace un tiempo, y que me parece un magnífico ejemplo de lo que es la voz narrativa y de loss límites de cada voz. Es, ni más ni menos, que el comienzo del Quijote, inicio elegido hace un par de años como el mejor de la nattativa (junto al de Moby Dick). Cervantes dice:

“En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero cordarme, vivía…”

Bien, el Quijote es una obra maestra de narrador omnisciente. El narrador dice, “no quiero acordarme”. ¿Por qué no dice “no me acuerdo”? Porque simplemente no lo puede decir, ya que l ser omnisciente lo sabe. Como no desea manifestarlo, el narrador, dice “que no quiere acordarse”.

En mi opinión, ahí marca Cervantes la novela. DeterminalLa voz narrativa, y, también, el tono, acabando el párrafo con, “…no hace mucho tiempo un hidalgo, de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

No sé si estas apreciaciones pueden interesar, pero a mi me parecen muy importantes..

Saludos.

Caritobel

03/06/2016 a las 18:14

Demetrio: Gracias, todo lo relacionado al tema esta bueno. Al menos a mí, me sirve mucho.
Gracias.

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Para todo aquel que tenga ganas de leer la versión corregida —teniendo en cuenta todas sus recomendaciones—, acá les dejo un link para que puedan leerlo:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1203081546392840&id=1033668616667468

¡Gracias por sus aportes, opiniones y consideraciones!

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