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VAN A ENCONTRARTE - por Aina Pons TriayR.
Web: http://www.ainaponstriay.wordpress.com
Tendría que haberme quedado callado y dejar tranquilo al Golme. Pero la policía tuvo que encontrarme y mandarme a la otra punta del país. Eso sí, al menos vivía junto a la playa. No hubiera estado tan mal si no fuera por ese viejo cartero loco. Apareció cuando llevaba dos días trabajando en el museo. Sin darme apenas cuenta, se acercó a mi espalda:
—Van a encontrarte.
Al principio no le hice caso, aunque aparecía cada mañana a la misma hora, diciéndome lo mismo. "Van a encontrarte". ¿Quién era ese viejo? ¿Cómo sabía que me estaban buscando?
Empecé a ponerme nervioso. Intenté esquivarle limpiando en otra parte a esa hora, pero era inútil. Tras varias semanas, decidí enfrentarle.
— ¿Quién van a encontrarme?
Me miró con sus ojos grises, tristes y cansados.
—Tú lo sabes y yo también.
Entonces dio media vuelta y desapareció por los pasillos. A lo mejor alguien más del museo le habría visto. Me dirigí a la oficina.
—¿Sabéis algo de ese viejo cartero que viene cada día? Tiene los ojos azules y la nariz grande, curvada como el pico de un loro.
—Por aquí no viene nadie así. Oye, ¿te encuentras bien?
Salí corriendo, sin despedirme. ¿Me estaba volviendo loco? ¿Era el viejo producto de mi imaginación?
No, no lo era, yo lo sabía, era real. Le había visto cada día durante semanas, había tenido su cara delante de la mía, había notado el olor a húmero de su ropa. ¿Qué estaba pasando? Pensé que llevar un arma encima no estaría demás, así que cogí uno de los cuchillos de cocina y lo enganché a mi cinturón. Al día siguiente el cartero volvió a aparecer.
—No es buena idea que hables de mí, van a encontrarte antes. Además nadie va a creerte. Yo no existo.
Dio media vuelta para salir corriendo, pero le cogí de la manga. Estaba furioso.
—¿Por qué van a encontrarme antes si hablo contigo? —. Quiso soltarse, pero no pudo—. Puedo llevarte al callejón y machacarte hasta que hables.
—Pero no vas a hacerlo. Me necesitas. Están cerca.
Lo miré sin mostrar asombro, y él continuó.
—Esta noche, junto al columpio grande del parque.
Una tormenta rugía por toda la ciudad y me quedé empapado en el camino que iba mi casa hasta el lugar de la cita. Cuando llegué ya estaba esperándome.
—Tienes que desaparecer — dijo a modo de saludo.
—¿Cómo dices?
—Tienes que desaparecer, ser nadie, un invisible, el fantasma de esta ciudad.
—¿Por qué iba a hacer eso? ¿Y cómo sé que no van a encontrarme?
—Hace 30 años yo estaba igual que tú. Tenía que testificar contra un traficante. Me metieron en el servicio de correos hasta que un día logré escapar y desaparecí. Llevo vivo desde entonces.
—¿Estuviste en protección de testigos? ¿Cómo escapaste?
—Igual que vas a hacerlo tú. Sígueme.
Le seguí por el parque, sumidos la oscuridad absoluta. El viejo iba delante marcando el camino, bajo la lluvia torrencial, girando, volteando entre los árboles y arbustos. Sin darme cuenta, habíamos llegado junto a una pared cubierta de matorrales y enredaderas, a través de la cual el viejo desapareció. Le seguí por el interior de un túnel, aun más oscuro que la propia noche. Olía a orina, vomito y descomposición.
—Ahora, haremos que desaparezcas.
Noté como algo se clavaba en mi cinturón e intentaba ganarse paso hasta mi estómago.
—¿No querías desaparecer? ¡Yo te haré desaparecer!
En un instante, aquel viejo se había convertido en un monstruo de fuerza descomunal que intentaba matarme. Le cogí la mano y separé de mí el arma como pude. Gritó, me mordió y me miró con la cara descompuesta por la locura. Le separé de mí de un puñetazo, saqué mi cuchillo y se lo clavé en el pecho.
Tambaleando, salí del túnel y me encontré con los pies hundidos en la arena. Estaba junto a mi casa. Había dejado de llover y un extraño color anaranjado iluminaba las olas. Levanté la cabeza y vi mi casa en llamas. Escondido tras unos arbustos, escuché la conversación de la policía.
—Sí, parece que ha sido el Golme.
—Al final lo ha encontrado.
—Tendremos que buscar a otro testigo.
No había tiempo que perder. Acababa de ser dado por muerto y tardarían varias horas en darse cuenta de que no estaba ahí. Volví al túnel, me puse la ropa del viejo y me convertí en nadie, un invisible, el fantasma de la ciudad.
Comentarios (39):
Lewis J. Simon
17/05/2016 a las 19:40
Hola saludos, gracias por leerme.
Quiero comentarte que me entretuvo mucho la trama, aunque hay algo de misterio que no acabé de comprender. La parte en la que el viejo se vuelve un monstruo descomunal me resultó confusa sobre todo por como se cierra esa escena, es que parece que se tratara de un suceso sobrenatural, no sé si fue error de comprensión de mi parte. Saludos, espero leernos nuevamente en otra ocasión.
Liliana Del Rosso
17/05/2016 a las 20:54
Hola Aina Pons Triay.
Muy interesante el relato. Mantiene la tensión permanentemente.
Todo el relato tiene un aire a un posible fantasma, pero se desvela con mucha claridad. Me gustan los dialogas, son rápidos y sin distracciones.
Aina Pons Triay
17/05/2016 a las 22:14
Hola Lewis y Liliana,
Gracias por leerme.
Lewis, gracias por tu comentario. Tienes razón, esa parte resulta algo confusa, pero en realidad solo se convierte en monstruo su personalidad. ¡Es lo que tiene recortar! He perdido la práctica por llevar tanto tiempo sin participar, sin tener un límite de palabras. ¡La próxima vez intentaré mejorarlo!
Liliana, gracias por tus palabras. Me alegro de que te haya gustado, sobretodo los diálogos. Siempre intento que sean dinámicos, sin mucha explicación.
De nuevo, a ambos, ¡gracias por leerme!
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
merchylam
17/05/2016 a las 23:39
Hola Aina,
Está bastante bien, con un lenguaje sencillo, fluido, con presentación, nudo y desenlace.
He visto algunas cosillas.
Falta un “de” en “me quedé empapado en el camino que iba mi casa al lugar de la cita. Es más ese “me quedé empapado” no suena bien. Sería “me empape” u otra forma que tu veas mejor.
También falta un “en” en sumidos la oscuridad absoluta. Es más quizás quedaría mejor si hubieras dicho sumidos en la oscuridad más absoluta.
Sobra un espacio tras el guion de cierre en – dijo a modo de saludo. Es un verbo de habla por lo que debe ir pegado.
Cuando dices que siguió limpiando y se fue a otra parte, lo de parte tampoco suena bien. Como estás en un museo puedes decir a otra sala o a otro pasillo.
El viejo al principio tiene los ojos grises pero cuando va a la oficina lo describe con los ojos azules. Detallitos a tener en cuenta cuando repasas.
La frase de ¿Era el viejo producto de su imaginación? , a mi modo de ver necesita una coma tras viejo. Porque si no lo que entiendes es que lo que era viejo era el producto de su imaginación y no el viejo en sí. Compruébalo de todas maneras. A ver si otros te dicen lo mismo.
Lo único que me ha parecido que entraba forzado es eel tema de la arena, porque en la siguiente frase ya está en su casa, así que me ha dejado un poco descuadrada.
Por lo demás a mi me ha gustado, como te dije al principio por la sencillez, y por un uso de los diálogos conciso.
Tampoco entendí al principio lo de Golme, y no sé si es algo inventado o que es conocido en el lugar de dónde procedes, pero en la segunda lectura me quedó claro todo.
Ha necesitado de más repaso, pero en general muy bien.
Estoy encima tuya, por lo que me correspondía leerte pero ha sido un placer.
Un saludo
merchylam
18/05/2016 a las 00:25
Se me olvidaba.
Hay dos “le separe de mí” muy seguidos. El primero es una construcción un tanto extraña pero él segundo con solo haber puesto “lo aparté con un puñetazo” ya hubiéramos dado por sentado que lo alejaba de él.
🙂
Aina Pons Triay
18/05/2016 a las 06:53
Hola merchylam,
¡Muchas gracias por tus comentarios y por mirar con detenimiento mi relato!
En algunos puntos estoy de acuerdo y en otros discrepo, pero todas las críticas sirven para mejorar. 🙂
Tienes razón con el “de”, el “en”, el espacio antes de “—dijo”, lo de la parte (otro pasillo hubiera sido lo correcto) y los ojos del viejo, aunque con grises no me refería al color delas pupilas, sino más bien a la sensación de tristeza que da ese color, pero tienes razón en que si lo analizas no concuerda.
Por otro lado, discrepo con “me empapé”. Es una fórmula que en donde vivo (Menorca, España) no se utiliza, por lo que me suena mucho mejor “me quedé empapado”.
Tampoco debe ponerse ninguna coma entre viejo y producto, pues es una hipérbole en una frase sin ninguna subordinada (en Menorca somos “muy fans” de cambiar el orden lógico de las palabras jejeje). En todo caso se podría poner “un producto de su imaginación”, pero me parece que quedaría algo infantil.
Y la arena puede sonar algo forzada, pero al principio indicaba que la casa estaba en la playa y en ningún momento digo que vuelva a ella, sino que la ve desde lejos. A dónde vuelve es al túnel 😉
De nuevo, muchas gracias por profundizar, te lo agradezco de verdad. 🙂
¡Me paso por el tuyo ahora!
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
El Sr. Pimienta
18/05/2016 a las 13:45
Hola Aina, ¿cómo estás?
Me ha gustado tu relato; la manera en qué me quedaba ansioso de saber como continuaba lo atestigua.
Sí que al principio, lo de “al Golme” no se entiende del todo, y, estoy contigo con lo que comenta merchylam, pues yo también hubiera dicho “me quedé empapado”, almenos, yo siempre lo he dicho así.
Un saludo!
Aina Pons Triay
18/05/2016 a las 18:00
Hola Sr. Pimienta,
¡Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario!
El “Golme” en realidad podría ser “el patillas”, “el cangrejo”, “el patapalo”… Es el sobrenombre de un maleante. Puede que tengáis razón, dónde yo vivo los sobrenombres muchas veces no tienen demasiado sentido y por eso a mi no me resulta extraño poner un nombre así en un relato. Lo tendré en cuenta para la próxima vez 😉
Muchas gracias de nuevo y me paso ahora a leer el tuyo.
Aina Pons Triay
LUCIANO SÍVORI
18/05/2016 a las 19:58
Estoy con los comentaristas, el relato está medio confuso, pero puede darse una pulida y creo que quedaría estupendo. Lo importante es que está bien llevado, entretiene y genera suspenso.
¡Felicitaciones! Y gracias por pasarte por mi historia.
Victor Hugo Montenegro
18/05/2016 a las 20:54
¡Hola Aina!
Primera vez que te leo. Bien, en cuanto a tu relato me gustó la forma de crear tensión en la primera parte cuando el cartero está volviendo loco al protagonista, con esa tensión de quién era el cartero y que buscaba con su “—Van a encontrarte.” También me gusta el hecho de tu narración que no te quedas dándole vuelta a un solo asunto si no vas avanzando en la historia. Con respecto al viejo cuando se transforma en un monstruo realmente no me lo esperaba, realmente me cambiaste la película, me sentía en un ambiente un poco más realista, no digo que este mal, solo que no me lo esperaba y eso cuestión de gustos.
En general el relato se le con fluidez, tienes una narrativa que hace que uno entienda bien las ideas. Ha sido un placer leerte.
¡Enhorabuena!
¡Un Abrazo!
Aina Pons Triay
18/05/2016 a las 21:13
Hola Luciano y Victor Hugo,
¡Gracias por pasaros por mi relato y comentarme!
Luciano, si todos estais de acuerdo será que tenéis razón 😉 He querido condensar una historia demasiado larga en tan slo 750 palabras. Tendré que buscar argumentos más senzillos para que funcione mejor. 🙂
Victor Hugo, veo que lo del viejo “transformándose” en un “monstruo” no ha quedado nada claro, pues no es ni fatasía ni ciencia ficción: me refería tan sólo a su comportamiento, a su personalidad y su actitud. La próxima vez intentaré expresarme mejor. Ahora me paso por tu relato 😉
¡Muchas gracias a ambos!
Nos leemos 🙂
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
juanjohigadillo
19/05/2016 a las 07:11
Felicidades, Aina:
Me ha encantado tu relato. En el aspecto formal creo que no puedo añadir nada a lo ya dicho por los comentaristas anteriores, así que me quedo con la “garra” que tiene la historia, que te atrapa y se lee de un tirón. Sigue así.
Saludos desde Pucela.
Leosinprisa
19/05/2016 a las 07:59
Hola Aina,
al principio, reconozco que lo del Golme me dejó un poco descolocado, no sabía muy bien a que te referias, pero al leer que es un apodo, todo está mucho más claro. Creí que lo habías escrito mal y te referias a un «Golem», un ser fantástico creado para obedecer a su amo, pero está claro no era así 🙂
Yo también pensé lo del monstruo, creyendo que sería algo sobrenatural, de hecho como a mí me gustan ese tipo de historias, lo habría preferido a alguien normal, pero se comprende el sentido que quieres darle a tu descripción de la brutalidad inesperada de ese personaje.
Es un relato entretenido, al que poco puedo puntualizar, pues ya está todo dicho por los compañeros.
Agradecido por leer mi texto y comentarlo, ha sido un placer leerte. Un saludo.
Aina Pons Triay
19/05/2016 a las 17:37
Hola Juanjo y Leo,
¡Muchas gracias por vuestros comentarios!
Juanjo, me alegro de que te haya atrapado la historia. Es lo que siempre intento y si de vez en cuando lo consigo, pues ya me siento satisfecha 🙂
Leo, no soy demasiado seguidora del género fantástico y me cuestan este tipo de historias, por lo que mis textos son siempre “realistas” y lo que pueda sonar fantasioso es fallo mío 🙂
Gracias a ambos.
Un saludo
L.M.Mateo
19/05/2016 a las 18:46
Hola, Aina:
Coincido con algunos de los apuntes que te han hecho los compañeros. El relato es un poco confuso, pero ya aprenderás a sintetizar.
En el aspecto formal veo que te han marcado algunas cosas:
-“arma encima no estaría demás”. Ese “de más”, va separado. Si quieres más info, puedes visitar el blog de Alberto Bustos. Tiene una entrada dedicada a esta forma.
-” antes si hablo contigo? —. Quiso…”. El punto de cierre te sobra. Ten en cuenta que lo que sigue no es un verbo dicendi, así que el punto iría antes de la raya de inciso. Al tener un interrogante, no se pone. ” antes si hablo contigo? —Quiso…”
-” y me quedé empapado en el camino que iba mi casa”. Te han llamado la atención sobre ese “me quedé empapado”, y siento decirte que tienen razón. Ten en cuenta que en lengua catalana decir “em vaig” es correcto, pero no en castellano. Además, tal y como está expresado da la sensación de que se queda quieto. La solución es tan simple como eliminar ese “me”, o poner un “me empapé” tal y como te han sugerido. No se si te han dicho que también falta la preposición “a” delante de “mi casa”.
Creo que lo demás ya te lo han comentado los compañeros, así que no voy a repetirme.
Un abrazo. Espero leerte en el próximo taller.
Emyl Bohin
19/05/2016 a las 19:18
Hola Aina:
Discrepo contigo cuando dices: “lo que pueda sonar fantasioso es fallo mío”. Toda historia tiene varias lecturas, tanto como lectores tenga, a no ser que sea muy simple, se explique todo y no quede nada a la imaginación del lector.
Empieza con “el Golme” ser fantástico al que hay que dejar tranquilo. Un viejo cartero loco se te acerca por la espalda y siempre repite una frase. Viene todos los días, pero nadie lo ve, y si preguntas por él te miran como te pasara algo. Estuvo en Correos, escapó y desapareció, pero todavía sigue llevando ropa de cartero. Desaparece a través de una pared. Ahora estáis en un túnel más oscuro que la noche, mas le ves la cara descompuesta por la locura cuando se ha transformado en monstruo. Sales y estás junto a tu casa. Con tu permiso yo me quedo con la historia fantástica-terrorífica que es la que me ha atrapado, con sus olores y sensaciones, y esa intriga que se respira en todo el relato.
Por cierto, se han colado alguno espacios junto a la raya de diálogo, y en el inciso “—. Quiso soltarse, pero no pudo—. Puedo” creo que debe ir así: “—quiso soltarse, pero no pudo— Puedo”
Saludos.
Aina Pons Triay
19/05/2016 a las 19:52
Hola L.M.Mateo y Emyl, ¡Muchas gracias por vuestros comentarios!
De todos los comentarios se aprende y más de gente que disfruta de lo que hace y quiere aprender, como todos nosotros en este taller.
L.M. Mateo, tomo nota de las correcciones, para la versión de mi blog interaré mejorarla. Y el “me quedé empapado”, si sois varios que lo decís supongo que tenéis razón, pero me sigue sonando raro (será por que soy “isleña). Me lo apunto e intentaré evitar los “catalanismos” en mis próximos relatos. La verdad es que con el parón de año y medio sin edcribir he perdido mucha práctica, sobre todo a la hora de repasar y detectar los fallos, especialmente los formales. Gracias por indicármelos 🙂
Emyl, gracias por tu apoyo. La verdad es que cuando vés que el relato no se lee cómo querías expresarlo te hace sentir algo decepcionada, pero tu comentario me anima a seguir dejando abiertas las lecturas, pues enriquecen aún más la historia gracias a vosotros, los lectores.
De nuevo, gracias por vuestros comentarios.
¡Nos leemos!
Un abrazo
A.R.Payán
19/05/2016 a las 21:33
Hola.
Me ha entretenido tu relato. Se lee fácil y se comprende bien.
Si he visto que describes en primer lugar al cartero con ojos grises, y acuntinuación con ojos azules, un ligero despiste.
Por lo demás poco se puede aportar a lo ta dicho por los compañeros.
Aina Pons Triay
20/05/2016 a las 06:47
Hola A.R. Payán,
¡Gracias por tu comentario!
Se ve que el texto se ve distinto dependiendo del lector, algunos lo leen fácil y otros lo ven confuso. Tendré que trabajar en ello.
Ahora me paso por tu relato.
Saludos
Wolfdux
20/05/2016 a las 08:11
Primero de todo, darte la bienvenida de nuevo. Es un placer poder volver a leerte. Me ha encantado la historia, el ritmo que le imprimes y el final. De diez, es un regreso a Literautas con mayúsculas. ;·)
Y segundo, solo he visto un par de cosillas que no sé si ya habrán sido comentadas:
-Te has dejado la tilde en “vómito”
-Habría que corregir el diálogo “—¿Por qué van a encontrarme antes si hablo contigo? —. Quiso soltarse, pero no pudo—. Puedo llevarte al callejón y machacarte hasta que hables.” el punto al inicio del inciso sobra, y en consecuencia, la raya de diálogo debe ir pegada a “Quiso”.
Por lo demás, una maravilla. Un abrazo. ¡Nos leemos!
Conchi
21/05/2016 a las 09:50
Hola Aina:
Ami me ha gustado, es curioso la cantidad de sensaciones que puede causar un escrito. He leído todos los comentarios y técnicamente estoy de acuerdo con ellos. Pero puedo decirte que es muy bueno, precisamente por que a cada uno le trasmite sensaciones distintas.
¿Sabes? La sensación que yo he tenido, es que ese viejo en realidad no existe, sino que puede referirse a los miedos que sentimos.Sin darme apenas cuenta, se acercó a mi espalda: Esta frase respalda un poco mi sensación. A veces el miedo hace que sintamos que alguien nos persigue. Lo que sigue después es como sensaciones que uno mismo siente producidas por el miedo. —Van a encontrarte.
Al principio no le hice caso, aunque aparecía cada mañana a la misma hora, diciéndome lo mismo. “Van a encontrarte”. ¿Quién era ese viejo? ¿Cómo sabía que me estaban buscando?
Empecé a ponerme nervioso. Intenté esquivarle limpiando en otra parte a esa hora, pero era inútil. Tras varias semanas, decidí enfrentarle.
— ¿Quién van a encontrarme?
Me miró con sus ojos grises, tristes y cansados.
Buena esta es mi sensación, que uno habla con su propia conciencia.
En cuanto a esta última frase, si creo que sobra una de estas palabras. o grises o tristes, las dos palabras trasmiten lo mismo.
Me ha parecido un relato profundo, que amí me ha trasmitido los miedos que uno puede sentir ante ciertas circunstancias por las que te lleva la vida.
Muchas felicidades.
Aina Pons Triay
21/05/2016 a las 12:07
Hola Wolfdux y Conchi,
¡Gracias por vuestros comentarios!
Wolfdux, compañero ¡qué alegría que hayas pasado por aquí! Eres muy amable con tu comentario, yo no diría que haya sido de diez, estoy algo “oxidada” jeje, pero para eso he vuelto 😉 A ver si esta vez consigo no dejar de escribir. Tomo buena nota de las correcciones. Un abrazo
Conchi, muchísimas gracias por tu comentario. Me has subido la autoestima, pues has leído lo que quería transmitir. El viejo es su consciencia, es él mismo, es en quien se convertirá. Al escribirlo pensaba en una persona real, pero tu impresión de que no existe más que en su mente me gusta mucho. Gracias de verdad. Y gracias también por tu corrección referente a “grises y tristes”. Sihubiera quitado “grises” ya no habría cometido el fallo de confundir a la gente con el color de los ojos 🙂
Muchas gracias a ambos de nuevo.
¡Nos leemos!
Ratopin Johnson
21/05/2016 a las 19:23
Hola Aina,
Se lee muy bien, a pesar de tener un final algo abierto, y que quizá pueda resultar confuso. Yo he entendido que el protagonista toma el lugar del viejo, del fantasma, de ahí en adelante. Es decir, en cierto modo desaparece. Lo que sí me han gustado mucho son los diálogos, son intensos, le dan muchísima fuerza al relato. Muy original. Alguna cosilla que ya te han dicho : “vómito” o el cambio de “ojos grises” a “ojos azules”.
Por cierto mi segundo apellido es como el primero tuyo. Y he visto en tu blog que eres de Menorca. Mi abuelo materno era de Mahón, en concreto de Villacarlos. Aunque ya se que hay millones de Pons en Menorca, es posible que compartamos árbol geneálogico en algún punto
Diego Manresa Bilbao
21/05/2016 a las 19:28
Buenas Aina,
Los que nos tiramos de los pelos somos nosotros por no tenerte mas a menudo en el taller. Muchas gracias por tus elogiosos comentarios.
Tu relato me ha gustado, me ha parecido muy interesante, aunque si que encuentro el final un poco confuso… Esta muerto? No? Estaba muerto el cartero? Lo que tu dices, el problema de recortar.
Nos leemos!
Pato Menudencio
23/05/2016 a las 19:03
Hola, tanto tiempo. Bienvenida otra vez. Es grato volver a leerte.
La historia me ha parecido interesante, sin embargo hay unos puntos que habría que considerar.
– La transformación del cartero en monstruo me pareció algo abrupta, tal vez hacer que en verdad el viejo lo tome como aprendiz de “fantasma” para desentrañar una intriga mayor.
No obstante posee buen ritmo y se lee de un viaje.
Saludos.
Dianet (Cuba-España)
23/05/2016 a las 19:17
Hola Aina
Creo que nunca había leído nada tuyo y me sorprendiste, pues me ha encantado la historia. A mi que me gusta el género de fantasía con la realidad. Enhorabuena por cumplir con el reto opcional, es siempre de valorar. Muy buena estructura, unos diálogos en su sitio y una historia que deja al lector querer saber más. A demás dejas el final abierto, se puede continuar.
Te sigo en tu blog 😉 un saludo.
Aina Pons Triay
24/05/2016 a las 18:20
¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!
Ratopin, has entendido bien, el viejo muere y el protagonista toma su lugar. La idea la saqué de una canción que tenía en mi cabeza (a ver si alguien descubre que canción era jeje). Me alegro de que te hayan gustado los diálogos, me gusta darles fuerza e importancia. Y los fallitos, pues los tengo bien anotados, sí, para próximas ocasiones.
Diego, me alegro de que te haya gustado. Tendré que ir con cuidado con los recortes, ha quedado todo algo confuso. A ver si me acostumbro de nuevo a “las distancias cortas”, pues últimamente he estado más ocupada en escritos más largos.
Pato, tienes razón con el final. El cartero realmente no se transforma en nada, sólo saca “su bestia interior”, cambia su caracter. En la versión larga, el cartero y el protagonista pasaban juntos dos días y despues el cartero se suicidaba, poniendo su cuerpo en la casa quemada del protagonista, librándole de su “persecución” y cediéndole su vida de “fantasma”. Pero todo eso no tuvo espacio y el recorte me quedó algo “feo”.
Dianet, muchas gracias por tu comentario y por seguirme en mi blog! No creo que continue esta historia, pues me la “cargué” con el recorte mal hecho, pero saldrán otras mejores:). Ahora me paso por tu relato y también por tu blog.
A todos, de nuevo, muchas gracias.
¡Nos leemos!
Un abrazo
Isolina R
24/05/2016 a las 21:01
¡Qué bueno, Aina!
Mientras tú estabas comentando mi texto yo estaba leyendo el tuyo.
Casualidad graciosa.
Mañana sacaré un ratillo para comentarte.
Saludos.
Cara
24/05/2016 a las 21:20
Hola Aina.
Gracias por leerme.
Tu relato consigue mantener el suspense y no es fácil, va increcendo. Eso me gusta desde un punto de vista de lector porque tira de mi para seguir leyendo hasta el final.
La novela negra o los thrillers no son mi estilo, pero me gusto el manejo de la accion y el suspense, pero en algunas partes puede que me perdiera un poco.
charola
24/05/2016 a las 22:35
Hola Aina! Me gusto tu relato. Al leerlo me hizo recordar a la pelicula “El maquinista” donde el protagonista se va lejos y, hay un hombre que se le aparece, que lo persigue, pero solo el lo ve, sin embargo, es tan real. Al final era su conciencia. El hombre habia cometido un delito que lo reprimio tanto hasta llegar a olvidarlo.
En tu final hay un poco de fantasia, no se si lo terminaste asi por la presion de las 750 palabras. En suma tu relato me parecio ameno, facil de leer. Creo que resulto un poco confuso porque no tiene un buen inicio o no esta claro. Ahora si dices que el cartero es su conciencia, entonces tiene que sincerarse consigo mismo para redimirse y he alli el problema de como acabar sin que nos lleve a ser algo fantastic. Si dices que se va convertir en el viejo cartero entonces, se convertira en la conciencia de otros?
Nos leemos.
Te invito a leer el mio: 136 . Por favor, disculpame por la carencia de tildes, es por el teclado que estoy utilizando.
Isolina R
25/05/2016 a las 15:20
Hola, Aina:
El título me parece un gran acierto. Ya antes de pinchar en él, el lector lleva en su mente una frase que le evoca una persecución y el miedo ante ese “encuentro”. Que luego las palabras de marras se repitan en el relato es genial. Solo por ese detalle imagino que sabes lo que te traes entre manos y que eres una narradora como la copa de un pino.¡Bravo!
Te señalaré algunas cosillas en el plano formal. Espero no repetir lo que ya te ha señalado otros compañeros:
1 “Tendría que haberme quedado callado y dejar tranquilo al Golme. Pero la policía tuvo que”, para no repetir “tener que”, podías poner: “Debí haberme quedado callado y dejar tranquilo al Golme. Pero la policía tuvo que”.
2 “No hubiera estado tan mal si no fuera por ese viejo cartero loco.”, mejor: “No hubiera estado tan mal si no hubiera sido por ese viejo cartero loco.”
3 “Apareció cuando llevaba dos días trabajando en el museo.”, ¿quién llevaba dos días?, ¿él o yo? Pondría: “Apareció cuando llevaba yo dos días trabajando en el museo.”
4 En: “diciéndome lo mismo. “Van a encontrarte”. ¿Quién era ese viejo?”, yo pondría: “diciéndome lo mismo: «Van a encontrarte». ¿Quién era aquel viejo?”
5 En: “— ¿Quién van a encontrarme?”, hay que quitar el espacio entre la raya y la interrogación y poner “Quiénes” o bien poner “va”.
6 En: “había notado el olor a húmero de su ropa” para mí que has querido poner “húmedo”, porque no sé yo a qué huele el húmero…
7 En: “no estaría demás” hay que poner “de más”.
8 En: “lo enganché a mi cinturón”, yo pondría: “Me lo enganché al cinturón”, el posesivo ahí no me gusta demasiado.
9 En: “Además nadie va a creerte”, yo pondría coma antes de “nadie”.
10 En: “Estaba furioso.”, ¿quién?, ¿él o yo?
11 En: “y él continuó.”, yo pondría dos puntos al final porque luego siguen palabras textuales.
12 En: “— dijo a modo de saludo” sin espacio entre la raya y “dijo”.
13 En: “sumidos la oscuridad absoluta.”, falta “en”.
14 En: “aun más oscuro que la propia noche”, esto es un cliché.
15 En: “Noté como algo se clavaba en mi cinturón”, debe ser “cómo”.
16 “Tambaleándome”.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Aina Pons Triay - Menorca, España
25/05/2016 a las 18:39
¡Muchas gracias Cara, Charola e Isolina!
Cara, me alegro de que haya conseguido engancharte para leer el relato entero. Sé que algunas partes han quedado poco claras, pero por eso estamos aquí, para mejorar. Gracias.
Charola, la verdad es que con los recortes todo el relato ha quedado algo confuso y ambiguo, no he expresado lo que quería y no os ha llegado como yo pensaba, por lo que tomo este relato como piedra en el camino para poner el pie encima y seguir subiendo. ¡Gracias! Ahora me paso por tu relato 😉
Isolina, ¡menuda revisión! ¡Muchísimas gracias! La verdad es que me sirve de gran ayuda los detalles que me indicas, toda la ayuda es poca y de tus comentarios aprenderé mucho. Sobretodo veo que debo fijarme en los “catalanismos” que me habéis corregido (en los comentarios anteriores ya habían detectado algunos) y en una cosa que me haces mucho hincapié y creo que tienes razón: la ambiguedad de la primera y tercera persona en algunas de las frases. Intentaré evitarlo y que quede siempre muy claro. Muchas gracias, de verdad 😀
La falta de revisión me ha pasado factura esta vez. A ver si para el próximo lo termino antes y tengo más tiempo para revisarlo.
¡Muchas gracias a todas!
¡Nos leemos!
Menta
26/05/2016 a las 09:02
Hola Aina: Me ha gustado mucho la idea de la trama de tu relato y como la has desarrollado. Tu forma de escribir es muy fluida, sencilla, directa y clara; además eres buenísima en los diálogos.
Es la primera vez que estoy en el taller escribiendo y analizando y me está pareciendo muy importante adquirir la capacidad de criticar positivamente a otros para mejorar lo que han escrito porque seguro que después lo podremos aplicar en nuestros textos.
Coincido con algunas de las observaciones que han hecho algunos de nuestros compañeros y para no repetir sólo te enumero a continuación los “fallos” que también, quizás, puedas corregir.
1. Pones: – el olor a húmero de su ropa –
Húmero es uno de los huesos del brazo.
Creo que debía poner húmedo, pero además debía ser humedad.
– el olor a humedad de su ropa –
2. Escribes: – Pensé que llevar un arma encima no estaría demás –
En este caso no es demás, sino – de más -, una locución adverbial que significa de sobra, en demasía. Ej.: Has hecho una copia de más. (RAE)
3. Dices: -Una tormenta rugía por toda la ciudad y me quedé empapado en el camino que iba mi casa hasta el lugar de la cita –
Creo que falta: – desde – mi casa hasta el lugar de la cita.
4. Pones: – sumidos la oscuridad absoluta- Pero tenía que poner: sumidos en la oscuridad absoluta
5. Dices: – Noté como algo se clavaba en mi cinturón e intentaba ganarse paso hasta mi estómago–
No entiendo lo que es ese algo. No sé si le hirió… mucho, poco o nada.
6. Tampoco está muy claro el siguiente párrafo:
– Tambaleando, salí del túnel y me encontré con los pies hundidos en la arena. Estaba junto a mi casa. Había dejado de llover y un extraño color anaranjado iluminaba las olas. Levanté la cabeza y vi mi casa en llamas. Escondido tras unos arbustos, escuché la conversación de la policía-
Me pregunto:
¿Por qué tambaleando?
¿Por qué es importante: con los pies hundidos en la arena?
Antes en el camino le dio tiempo a empaparse y ahora de repente se encuentra junto a su casa. Falta algo antes de esta frase: – Estaba junto a mi casa -.
7. Merchylam ya te ha dicho: – La frase de ¿Era el viejo producto de su imaginación? , a mi modo de ver necesita una coma tras viejo. Porque si no, lo que entiendes es que lo que era viejo era el producto de su imaginación y no el viejo en sí. Compruébalo de todas maneras. A ver si otros te dicen lo mismo.
– Estoy de acuerdo con ella, yo le pondría la coma después de viejo.
Ha sido un placer analizar tu texto, muchas gracias y hasta pronto.
Menta
Aina Pons Triay - Menorca, España
26/05/2016 a las 17:53
Hola Menta,
Muchas gracias por tu comentario.
Tomo nota de los fallos que me indicas, lo tendré muy en cuenta, al igual que lo que me han ido indicando los demás compañeros.
Por otra parte, en los últimos puntos te centras en lo que no entiendes, y que además me han señalado otros compañeros. Como no me he explicado bien en el relato (mea culpa, lo sé), voy a intentar explicarme aquí, pues todo tiene una razón de ser:
“5. Dices: – Noté como algo se clavaba en mi cinturón e intentaba ganarse paso hasta mi estómago–
No entiendo lo que es ese algo. No sé si le hirió… mucho, poco o nada.”
El “algo” es el cuchillo que tiene el viejo, que él en la oscuridad no puede ver. Por eso no lo identifica con nada en concreto. No le hiere “nada”, porque da de lleno en el cinturón.
“6. Tampoco está muy claro el siguiente párrafo:
– Tambaleando, salí del túnel y me encontré con los pies hundidos en la arena. Estaba junto a mi casa. Había dejado de llover y un extraño color anaranjado iluminaba las olas. Levanté la cabeza y vi mi casa en llamas. Escondido tras unos arbustos, escuché la conversación de la policía-
Me pregunto:
¿Por qué tambaleando?
¿Por qué es importante: con los pies hundidos en la arena?
Antes en el camino le dio tiempo a empaparse y ahora de repente se encuentra junto a su casa. Falta algo antes de esta frase: – Estaba junto a mi casa -.”
Tambaleando, porque acaba de salir de una pelea. Me pareció que su estabilidad estaría algo desequilibrada.
Los pies hundidos en la arena es porque al principio indico que la casa está en la playa. En Menorca, una casa en la playa muchas veces está justo al lado de la arena. Por eso, al notar los pies en la arena entiende que está cerca de su casa, porque su casa está en la playa.
Sobre la longitud del camino, el hecho de empaparse (corrección aplicada 😉 ) y justo después junto a su casa, lógicamente no expresé bien la longitud del camino, el tiempo necesario en recorrerlo ni la cantidad de agua que caía (puedes empaparte en 200 metros). En mi cabeza, llovía muchísimo, una de esas tormentas de verano que te mojas los pies hasta los tobillos con el agua que corre por la calle; además, para llegar al parque, imaginé un camino por la calzada normal que implicaba tener que dar un rodeo; el túnel del parque atajaba este rodeo, haciendo que en la realidad, el parque estuviera bastante cerca de la playa . Lamentablemente, todo eso no llegó al papel 🙁
Para la próxima, más y mejor, lo prometo 😀
Muchas gracias Menta, ahora me paso por tu relato.
¡Nos leemos!
Aina Pons Triay – Menorca, España
ainaponstriay.wordpress.com
marazul
29/05/2016 a las 13:46
Hola Aina, relato intrigante que hay que leer hasta el final. Ya desde el principio el lector se pregunta: “¿y quién es el Golme”?. Y como la historia es ágil, con diálogos y mucha intriga pues es imposible dejar de leer. Los lectores somos curiosos, muy curiosos jeje….y tú lo sabes, Aina.
Creo que dominas perfectamente esa técnica.
Una historia inquietante y un final abierto muy logrado.
Un saludo
Cryssta (Madrid-España)
30/05/2016 a las 08:22
Hola Aina, disculpa la tardanza en devolverte la visita, tengo demasiado trabajo.
Lo bueno de llegar tarde es que tengo poco que decirte pues ya te han dicho muchas cosas.
A mí también me ha gustado tu relato aunque lo de que el viejo se convierta en un monstruo no me gusta mucho.
Te diré lo que creo mejorable que no te han dicho:
– puesto que es un apodo tendrías que poner “Golme”, con comillas
– creo que quedaría mejor poner “se acercó a mí” o “se acercó a mí por la espalda”
– “treinta años” los números en letra
– ese “llevo vivo desde entonces” no me cuadra ¿es que antes no estaba vivo?
– repites “Le seguí”, además de la repetición tengo dudas aquí ¿no sería “lo seguí”?
– “aún” con tilde porque equivale a “todavía”
Espero haberte ayudado. Un abrazo.
Cryssta
30/05/2016 a las 08:23
Ah, se me olvidó decirte que la policía no da a nadie por muerto hasta que no están seguros de que hay un cadáver.
Aina Pons Triay - Menorca, España
30/05/2016 a las 12:53
Hola Marazul y Cryssta,
¡Muchas gracias por vuestros comentarios!
Marazul, gracias por tus halagos. Me alegro de que te haya enganchado y haya picado tu curiosidad. ¡Va a ser que la intriga es lo mío! 🙂
Cryssta, ya lo dicen, ¡más vale tarde que nunca! Muchas gracias por pasarte, y más sabiendo que andas muy liada. Tomo nota de lo que me indicas y sí, me resulta de mucha ayuda. ¡Gracias! Y la policía sé que no da por muerto a nadie hasta estar seguros de que hay un cadaver, pero en 750 palabras no me daba tiempo a arreglarlo bien!
¡Para la próxima tengo que mejorar mucho!
¡Nos leemos!
Aina Pons Triay – Menorca, España
ainaponstriay.wordpress.com
beba
03/06/2016 a las 03:51
Hola: Llego tan tarde wue ya está todo dicho.Así que te dejo mis aplausos. Excelente.