<< Volver a la lista de textos

El verano y la tormenta - por L.M.MateoR.+18

La estación seca ha terminado.

El alba, apenas una línea grisácea en el horizonte que sombrea las acacias cercanas, me saluda durante mi paseo. Nervioso por la cercanía de la tormenta, seguido de sus alegres compañeros que garren y revolotean sobre los guayacanes en flor, un loro levanta el vuelo.

Y recuerdo otros pájaros y otras flores.

Casi puedo oler las coloridas veraneras de nuestro patio, llenas del aleteo de los colibrís bebiendo su néctar. Saboreamos el vino tinto tumbados sobre las hamacas; y tu voz, espesa por el alcohol, la mirada clavada en mi escote, narra alguna vieja historia de infancia. Pero ya no hay hamacas y la estación seca ha llegado a su fin. ¿Recuerdas los días de lluvia y el calor sofocante que nos mantenía despiertos hasta la madrugada? ¿Nuestra desnudez, entrelazada entre jadeos y susurros, moviéndose al ritmo de un viejo ventilador de techo?

Pero ya no hay susurros.

Vuelvo a casa sin prisa. Nuestra tortuga me recibe, con la boca abierta y el cuello estirado, para recordarme el desayuno. El aroma a café y tostadas me anima un poco, sabes que soy mujer de costumbres.

Y recuerdo otro café y otras tostadas.

Aún es temprano, pero no queremos perder ni un minuto de la que es nuestra primera escapada en este lado del mundo; así que desayunamos en el coche mientras el espejo retrovisor deja atrás la jungla y los manglares. Llegamos a Punta Chame —el calor, ¡cómo aprieta!— entre chistes y caricias. Los “totorrones”, escondidos entre las hierbas de liendrilla, nos reciben con canciones tropicales llenas de sueños. Fotografías mi cara de asombro cuando veo la inmensidad del Pacífico, tan distinto de nuestro Mediterráneo, y sus kilómetros de arena blanca que nadie visita. En medio, un solitario cubo amarillo destaca sobre la tierra lamida por las olas. Nos entretenemos buscando estrellas de mar y conchas huecas que nos cuentan secretos de otros amantes que jamás conoceremos. ¿Recuerdas el roce de la arena sobre nuestros cuerpos? ¿Las risas cómplices bajo la sombrilla?

Pero ya no hay risas.

Ya en la habitación, estás tumbado sobre la cama vacía. Apoyado sobre el costado derecho, la lujuria reflejada en tus labios, observas cómo me desnudo, poco a poco, al compás de tu sonrisa. Abro el armario para vestirme y allí están tus cosas clasificadas por tamaño y colores, como las piezas de un museo.

Y recuerdo otra cama y otro museo.

Estamos en París, en un junio que despierta soleado. ¿Recuerdas nuestra visita al Louvre? Pasamos horas dentro, fijándonos más en sus elaborados techos y amplios pasillos que en las obras de arte. Apenas podemos caminar al llegar a la pensión, los pies doloridos, llenos de llagas. Entre las paredes de la habitación, construidas de sexo, humedad y tabaco viejo, prometemos volver algún día; y nuestras manos inquietas sellan el pacto. Pero no volvemos. Hay tantas ciudades que visitar: Londres, con sus coloridos mercadillos en los días grises; Viena, que huele a lujo y chocolate; Berlín, tan lleno de vida, tan lleno de muerte, tan lleno de música…

Pero ya no hay música.

Aspiro con fuerza una de tus camisetas intentando no olvidarte, pero el aroma se diluye con el tiempo, igual que los recuerdos. Miro la hora y me pongo un vestido corto y unas sandalias. Apenas son las ocho y el calor es ya agobiante, así que rezo porque llegue la tormenta mientras me siento a fumar un cigarro bajo el porche.

Y recuerdo otra camiseta y otro cigarro.

Tú con la camisa de bananas y yo con el biquini, celebramos las campanadas de año nuevo bajo las palmeras de colores que rasgan el cielo nocturno y saben a cava. ¿Recuerdas cuánto nos gustaba sentarnos aquí para observar a la gente pasar? ¿Las historias y las vidas que inventábamos para ellos?

Pero ya no hay historias.

El señor Luis, el cartero, ha comenzado su ruta. Puedo verlo desde aquí, renqueando con su zurrón de un lado a otro de la calle. Por fin llega frente a nuestra verja, trayendo consigo las primeras gotas de lluvia, y me saluda con la mano deseándome buenos días. Hoy tampoco hay noticias tuyas, y la estación seca ha terminado.

Solo me quedan la tormenta y los recuerdos.

Comentarios (45):

Cryssta (Madrid-España)

17/05/2016 a las 17:59

Hola L.M.Mateo, no me toca revisar tu relato. Mejor, no quiero hacerlo, déjame que esta vez solo disfrute de su belleza.

Mi enhorabuena por tu talento.

Cryssta

17/05/2016 a las 18:06

Nos estábamos leyendo a la vez, jajaja. Yo que quería librarme de revisar tu relato y va a ser que no, jajaja. Te prometo que en cuanto tenga un rato lo reviso.

María Kersimon

17/05/2016 a las 21:01

Madre mía, qué bueno. No te había leído nunca, creo. Qué bonito texto y cuanto talento. Marcas muy bien el ritmo con las frases_recordatorio que van y vienen como un oleaje: “y recuerdo…” “ya no hay…”. Tienes una gran riqueza de vocabulario. El tiempo viene marcado por el alba que se torna mañana, la tormenta que amenaza y por fin empieza a caer… Y la espera incesante recalcada por el enésimo paso delante de la casa del cartero. Un relato lleno de recursos muy bien utilizados. No sé por qué marcas la casilla de los 18, pues no hay nada tan explícito. Enhorabuena. Un saludo.

Inés

17/05/2016 a las 21:43

Muy bueno tu relato. Llevas el ritmo como una melodia de recuerdo. No me tocaba revisar tu cuento pero como me encanta leer y soy nueva acá, me puse a husmear los de todos. Me gustaron muchísimo la cadencia, el vocabulario y los tiempos evocativos que usaste. Yo estoy casi al final con La playa de cristal, si tenes tiempo pasate por allí y comentá, me hace falta para mejorar.

El Recreo

17/05/2016 a las 22:23

¡Brutal! ¿Dónde has estado todo este tiempo?
Un placer leerte. Indagaré más.
El halago envilece y debilita… pero da igual. Me ha parecido sensual, sugerente, húmedo, melancólico. Con unas perlas como ésta “la tierra lamida por las olas. Nos entretenemos buscando estrellas de mar y conchas huecas que nos cuentan secretos de otros amantes que jamás conoceremos”. Pidiendo que no acabara y que bien lo has cerrado…la tormenta y los recuerdos que vienen como gotas de lluvia aunque la estación seca ha terminado como la relación.
Y esa estructura de enlazar momentos… tomo nota.
En fin… delicioso… Un bocado exquisito!

Melisa

17/05/2016 a las 22:57

Un relato hecho de recuerdos prolijamente hilvanados… ¡Qué belleza, L.M.Mateo!

Un placer leerte. Gracias.

Isolina R

17/05/2016 a las 23:28

Hola, L.M. Mateo:
Un texto poético donde los haya.
No voy a señalarte más que una cosilla: “rezo por que llegue la tormenta”.
Plas, plas, plas.
Abracísimo, querida compañera.

Manoli VF

18/05/2016 a las 00:18

Querida Lidia:
¡Por fin llego a tu relato con tiempo para comentarlo! Te cuento que fue el primero que leí, pero fui a comentar a mis vecinos de rigor, para volver después con calma a tu megarelato (grande de calidad) para comentarlo como se merece.

Antes que nada te felicito tanto por la historia en sí, como por ese recurso que tan bien has utilizado para volver atrás en el tiempo: “y recuerdo otros pájaros y otras flores” “Y recuerdo otro café y otras tostadas” es como un efecto que suena, un golpeteo (quizás de lluvia) sobre el ritmo que sacude al lector, una y otra vez, “pero ya no hay susurros” “pero ya no hay historias” comienzo y final, en un bucle sin fin: aplausos, compañera.

Sólo una mejora me atrevo a sugerirte: en ese final, yo lo cerraría antes y suprimiría una de las “Y”: “Hoy tampoco hay noticias tuyas. La estación seca ha terminado”. Creo que la frase: “sólo me quedan la tormenta y los recuerdos” es demasiado explicativa, cuando ya todo está dicho: La estación seca ha terminado. Fin.

Me has dejado tocada esta vez, con un relato de este calibre.

Mi enhorabuena y un gran abrazo. 🙂

L.M.Mateo

18/05/2016 a las 00:33

Gracias a todos/as por pasar a leerme y por vuestros elogios. La verdad es que para mí el texto ha sido todo un reto: nunca escribo romántica, ni monólogos interiores, ni uso el presente. Ha sido un triplete difícil de digerir para mis neuronas.

CRYSSTA: no tengas prisa, cielo. Para junio te prometo que te excuso de comentarme, jajajaja.

MARIA: Gracias por tus palabras. Marqué +18 porque en la Península no vemos nada para adultos en este texto. Sin embargo, no es así en todos los países de los que participamos por aquí, y también hay quien confunde el erotismo o la sensualidad con otras cosas.

EL RECREO: Pues llevo aquí desde octubre, aunque me perdí las ediciones de enero y marzo. Muchas gracias por tus amables palabras.

MELISA: Muchas gracias.

ISOLINA: ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Lo revisé una y mil veces. ¡MIL! Y al final se me escapó una… jajajaja. Muchas gracias por tus elogios. Viniendo de ti, que lo cazas todo al vuelo, los siento con más orgullo si cabe.

MANOLI: Gracias, churrina mía. Estaba temiendo que pasaras por aquí, la experta en este tipo de textos eres tú. Coincido contigo en esa última frase. La puse, la quité, la volví a poner, la volví a quitar… unas mil veces. Vamos, que no tenía claro si eliminarla o no. Veo que la primera impresión que tuve al terminar la historia, era la correcta y tenía que haber pasado la tijera (la próxima vez que me dé por hacer algo romántico, te lo envío antes, jajajaja).

Por supuesto, os iré comentando en mis ratitos libres.

Escritores Anónimos

18/05/2016 a las 06:42

Hola L.M. Mateo! ¿Qué puedo decir? Me ha atrapado con su música desde el principio, muestra anhelo, tristeza, felicidad y mucho amor. Cuando he leído que no sueles escribir romántica me he sorprendido la verdad, porque has conseguido crear la atmósfera perfecta.
En cuanto a la forma no tengo prácticamente ninguna queja porque tu escritura puedo decir que es casi impecable. Sólo una puntualización breve: tras “fotografía” yo pondría una coma.

¡Besos, felicidades y gracias por escribir este relato tan bonito!

Escritores Anónimos

18/05/2016 a las 06:42

Hola L.M. Mateo! ¿Qué puedo decir? Me ha atrapado con su música desde el principio, muestra anhelo, tristeza, felicidad y mucho amor. Cuando he leído que no sueles escribir romántica me he sorprendido la verdad, porque has conseguido crear la atmósfera perfecta.
En cuanto a la forma no tengo prácticamente ninguna queja porque tu escritura puedo decir que es casi impecable. Sólo una puntualización breve: tras “fotografía” yo pondría una coma.

¡Besos, felicidades y gracias por escribir este relato tan bonito!

Luis Ponce

18/05/2016 a las 16:51

Hola Lidia, ante todo muchas gracias por tus comentarios en mi relato, aprecio el trabajo que te has tomado para comentarlo. Seguiré tus instrucciones al pie de la letra.
Pasando al tuyo: para empezar he aprendido un nuevo término:garrir, no lo conocía y me servirá.
El resto es un poema, el vocabulario; el ritmo cadencioso con los recortes de tiempo, agrega un valor adicional al calor que se respira, se huele y se siente. Lo aprecio.
Gracias por esta demostración de que el romanticismo está más allá de lo que vende.
Un abrazo.

Aina Pons Triay

18/05/2016 a las 18:24

¡Qué bonito! Me ha encantado… Me has dejado sin palabras, de verdad que no se que decirte. Tengo la piel de gallina y ganas de fumarme un cigarrillo en el porche mientras la lluvia cae.
ENHORABUENA, así, en mayúsculas.
Gracias por regalarnos estas letras.

Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com

Mayca Nasan

18/05/2016 a las 19:57

Hola,

Impresionante relato, es pura belleza y un deleite leerte. Línea a línea, logras que nos metamos de lleno en la historia que nos estás contando, y qué bien contada. Las descripciones y ambientación son una delicia. No se puede pedir más.

Felicidades, un saludo

Alex

18/05/2016 a las 21:43

Un texto excelente.
Aunque no es el tipo de historia que más me gusta, se cuando algo es bueno. Y este texto lo es.

Me ha gustado la construccion de las frases, el aire poético y nostálgico.

El vocabulario, más que adecuado. A veces colocamos palabras complejas en frases sencillas y perjudican al conjunto. No es tu caso.

La ortografía bien, las puntuaciones bien.

En fin… Te conviertes en un referente para mi.

Saludos y si tienes tiempo pásate por el 105. Gracias.

earendil

18/05/2016 a las 22:04

Hola, L.M.Mateo.
¿Aquí cómo se aplaude? Me uno al coro de aplausos que se oye en Literautas.
De verdad me ha encantado, y eso que, como a Alex, no es el tipo de historias que me gustan.
He de reconocer que me ha emocionado.
Enhorabuena.
Saludos.

R.R.Gómez

19/05/2016 a las 00:18

Hola L.M.Mateo.

Que te digo… !ME EN-CAN-TO!

Al principio como que no me convencia del todo pero cuando en empezaste a unir los recuerdos con aquella relación que solo termino en voces… como que me atrapó y me lo disfrute !El mejor relato para aprovechar el tiempo muerto del trabajo!

Además de que sufria con la protagonista, yo me terminaba un helado de vainilla y caramelo. Ya te darás cuenta de lo bien que la pasé…

!Enhorabuena!

Espero que te pases por el mio, el número 11. Además, tome los consejos que me diste en el otro relato y sí, revise mi texto una y otra y otra vez. Ojalá no salga con fallos, aunque se sincera si le encuentras uno, me lo dejas saber.

Nos leemos luego.

Ismael Tomas Perez

19/05/2016 a las 09:12

Hola L.M. Mateo
Muchas gracias por pasarte por mi relato. En absoluto me ha molestado tus correcciones, todo lo contrario. Con personas como tu es como se aprende. Me ha gustado mucho tu critica y he tomado buena nota, sobre todo de la reforma de ortografía de 2010 que la desconocía (hace mucho tiempo que dejé mis estudios).
Respecto a tu relato lo encuentro genial. Has superado el reto cómodamente (tampoco era difícil) ya has hecho una narración impecable “que voy a decirte yo que estas muy por encima de mis conocimientos”. A mi entender, no diferenciado bien los tiempos de presentación, nudo y desenlace, al igual que hay palabras que no conozco “garren, guayacanes”, supongo que son voces sudamericanas.
Te felicito y te ruego me leas de vez en cuando, aquí estamos para aprender y tu enseñas muy bien.
Gracias y un saludo

Kika Delgado

19/05/2016 a las 11:31

Me ha encantado el ritmo de la narración, como te transporta casi sin querer a sus recuerdos. Felicitaciones, está genial, saludos.

Cryssta (Madrid-España)

19/05/2016 a las 11:59

¡Ay, bonita, qué difícil me lo has puesto! Es tan bello tu relato que me meto en él desnuda de mi espíritu criticón quiera o no quiera. He tenido que afinar tanto para encontrar algo que mejorar que hasta me duele la cabeza por el esfuerzo. Pero me encantan los retos. Allá voy:

– dices “Y recuerdo otra camiseta” y después “Tú con la camisa”, si hablas de la misma prenda una camiseta es una cosa y una camisa otra; si hablas de prendas distintas despista un poco

Ahora piensa ¿para quién escribes? ¿Quién quieres que lo lea en voz alta?

– esto te lo pongo por párrafos:

Llenas, ya, llegado, lluvia
Ya
Cuello, desayuno
Desayunamos, llegamos, liendrilla, llenas, amarillo, estrellas, sombrilla
Ya
Ya, apoyado, allí
Pasillos, llegar, llenos, llagas, sellan, mercadillos, lleno, lleno, lleno
Ya
Diluye, ya, llegue
Ellos
Ya
Calle, llega, trayendo, lluvia, tuyas

¿cómo te sonaría si lo leyera un argentino? (Yo también tengo tendencia a marcar el sonido de la “ll”).

Tal vez puedas cambiar alguna palabra, por ejemplo el cubo solitario puede ser “azul”, el sonido de esa palabra está más acorde con tu relato; las canciones tropicales pueden estar “ahítas de sueños” o las risas cómplices estar “bajo los parasoles”

Lo de tanta “ll” me llamó la atención al leer “llenos de llagas”

– esto también te lo pongo por párrafos, incluyo el título:

Tormenta
Grisácea, sombrea, cercanas, nervioso, cercanía, tormenta, alegres, garren, revolotean, sobre, flor
Oler, colibrís, sobre, narra, recuerdas, calor, despiertos, madrugada, nuestra, entrelazada, entre, susurros, ritmo, ventilador
Susurros
Prisa, nuestra, tortuga, recibe, abierta, recordarme, costumbres
Recuerdo, otro, otras
Temprano, perder, nuestra, primera, mientras, retrovisor, atrás, calor, aprieta, entre, totorrones, entre hierbas, liendrilla, reciben, tropicales, fotografías, asombro, nuestro, Mediterráneo, kilómetros, entretenemos, estrellas, mar, secretos, otros, recuerdas, roce, sobre, nuestros, cuerpos, risas, sombrilla
Risas
Sobre, sobre, reflejada, observas, sonrisa, armario, vestirme
Recuerdo , otra, otro
Despierta, recuerdas, nuestra, Louvre, dentro, obras, caminar, llegar, entre, construidas, prometemos, volver, visitar, Londres, mercadillos, grises, Berlín, muerte
Fuerza, olvidarte, recuerdos, corto, rezo, por, tormenta, mientras, fumar, cigarro, porche
Recuerdo, otra, otro
Celebramos, rasgan, nocturno, recuerdas, sentarnos, observar, pasar
Cartero, ruta, verlo, renqueando, zurrón, otro, por, frente, nuestra, trayendo, primeras, terminado
Tormenta, recuerdos

¿Te imaginas a una persona con problemas para pronunciar la “R” leyéndolo en voz alta? (no te he marcado la “r” suave).

En definitiva, un relato precioso para que lo lea una persona con buena dicción. Un relato precioso difícil de leer para una persona con problemas de dicción.
Un desastre si lo lee un francés de esos que se resisten al español: “El vegano y la togmenta”

Lo de la “RR” lo miré por las palabras “garren” , “narra”, “totorrones”, “Mediterráneo”, son palabras con mucha fuerza

– “coloridas veraneras” ri-ra-ra (en una canción queda muy alegre)

– has puesto “entrelazada entre”, mejor “entrelazada con”

– pones “la jungla y los manglares” dos “gla” seguidas, yo quitaría “la jungla”

Que conste que a mí me gusta el relato como está aunque creo que es de esos para leer para uno mismo y disfrutar de su belleza. O para leerlo en alto y ver cómo andamos de dicción. Creo que me gustaría leído por Nuria Espert.

A mí solo me queda felicitarte por un relato tan maravilloso, el que más me ha gustado de todos los que te he leído. Por favor, sal de tu zona de confort una vez sí y otra también, el resultado en esta ocasión ha sido estupendo.

Y para el próximo taller me apunto a comentar tu relato, para mí es todo un reto ponerme a pensar en lo que es mejorable cuando veo algo bien escrito. Además me estimula para mejorar en mi escritura porque está muy feo eso de fijarse en lo que pueden hacer mejor los demás y luego ir metiendo la pata en el propio relato.

Un besazo.

L.M.Mateo

19/05/2016 a las 12:59

Muchas, muchas gracias a todos.

ESCRITORES: Si pongo la coma donde tú dices suceden dos cosas. La primera es que la frase ya no tendría el sentido que yo le he dado (en este caso “Tú me fotografías”) y que separaría el V del CD (pecado gordo y feo). En caso de poner esa coma, el significado sería que “recuerdo/veo fotografías”, y luego cuento una en específico. No es lo mismo. 🙂

ALEX, EARENDIL: la verdad es que tampoco suele ser mi estilo, pero si no salimos de nuestro área, poco o nada podemos aprender, así que me lancé a ello.

ISMAEL: Efectivamente, muchas de esas palabras hacen referencia a cosas que no se encuentran en la Península. Hace tres años me mudé a Centroamérica pero nunca había escrito nada inspirado en lo que me rodea desde entonces. Aún así, menos “totorrones” (que sí aparece en Google, pero no sé si es palabra de la zona o específica en biología), todas las palabras están en el diccionario: “Garrir” es el sonido de los loros, el “guayacán” es un tipo de árbol que florea en la estación seca y es precioso, la “veranera” es un arbusto con colores muy vivos que solo florece en la estación seca, etc… Muy distinto de mi Mediterráneo natal, vamos.

CRYSSTA: Jajajaja. Pues no pensé en eso. Sí que elegí las palabras muy cuidadosamente por su sonoridad. No creo que aun argentino le suene extraño, pues es su forma de pronunciar y están acostumbrados, y dudo que ningún francés venga a leerme. Respecto a los que tienen problemas de dicción… no sé, hija. A mí es que me dicen que tengo una dicción perfecta y muy bonita cuando quiero, así que cuando lo leí en voz alta me sonó bien. Y se lo hice leer al venezolano-español con el que comparto mi vida, pero como las palabras son de su área del mundo, sonaban estupendas XDDD.

Desde luego, sí que me apunto el “entrelazada con”. Efectivamente, le da mayor sonoridad y menos repetición.

Como curiosidad te diré que todos los lugares y experiencias son reales (menos el abandono. Para eso tuve que pensar en un ex de hace mucho). Si quieres saber por qué el cubo es amarillo (y no azul o rosa), subí la foto a mi perfil de G+.
Me alegra ser un reto para ti.

A todos los demás, muchas, muchas gracias. Iré leyendo y comentando vuestros textos poco a poco.

Mariaje

19/05/2016 a las 14:06

Hola L.M. Mateo,
Qué nivel. Precioso.
Tu relato me ha encantado. Ya cuando leí la frase “Y recuerdo otros pájaros y otras flores”, sentí la tristeza, la pérdida, la añoranza. Qué bonito cuentas las cosas…
Solo una anotación: a mi parecer en “Pero ya no hay hamacas y la estación seca ha llegado a su fin. ¿Recuerdas los días de lluvia y el calor sofocante que nos mantenía despiertos hasta la madrugada? ¿Nuestra desnudez, entrelazada entre jadeos y susurros, moviéndose al ritmo de un viejo ventilador de techo?”, tras la primera pregunta debería ir una coma y no un punto. También en este párrafo me ha confundido que dices que la estación seca ha llegado a su fin, y seguidamente evocas los días de lluvia, como si fueran un recuerdo lejano y no la estación que acaba de empezar. Quizás no lo he entendido bien.
Felicidades en mayúsculas. Ya tienes una fan (más).
Un saludo, y si quieres pasar por mi relato, es el 160, me encantrá recibir tus comentarios.

Lemo

19/05/2016 a las 15:44

Hola L.M. Mateo

A pesar de mi frágil memoria, creo que este es el relato que mas me ha gustado de todos los que te he leído.
Esa mezcla de dicha y zozobra la has clavado.
No puedo mas que refelicitarte !!! eso si, te has elevado el listón para el mes que viene de lo lindo, pero tu puedes.

Un abrazo

Victor Hugo Montenegro

19/05/2016 a las 16:30

¡Hola L.M.Mateo!

Me da gusto leerte de nuevo. Bien, pues es en cuento a tu relato la verdad a estas alturas pues ya es poco lo que te pueda aportar. No más que decir que desde la escena pasada de la luna te convertiste en uno de mis Literautas favoritos y sobra destacar tú evidente forma de escribir. Realmente pasaba era más para saludarte y felicitarte por tu obra.

¡Enhorabuena!

¡Un Abrazo!

Cryssta

19/05/2016 a las 16:41

Si los franceses no te leen es porque todavía no saben lo bien que escribes.

Oye, a ver si nos coordinamos, mientras tú leías mi relato yo estaba leyendo el tuyo y ahora he visto que mientras yo hacía los comentarios a Escritores anónimos también lo estabas haciendo tú, tenemos que repartirnos mejor el trabajo para no repetirnos, jajaja.

Cara

19/05/2016 a las 17:50

Creo que tu historia se puede clasificar como poesía en prosa. No tendría mucho más que decir. Es muy buena.

Patricia Redondo-Madrid-España

19/05/2016 a las 18:34

Precioso relato. Se nota que dominas el lenguaje, la variedad , la musicalidad… Está lleno de sentimiento , de calidez , de sugerencias… Si es la primera vez que haces un relato intimista y nostálgico no imagino lo que serán los venideros cuando practiques 🙂

La parte formal no la comento por que no tengo conocimientos ni altura para ello (y la verdad suelo prestar poca atención), me quedo con el corazón y me ha tocado.

El Graffo

19/05/2016 a las 21:02

Hola L.M. Mateo, creo que te llamas Lidia, según leí jejeje

Punto a favor, es la entrada con el contexto. En muy pocas líneas ya has ubicado al lector en un lugar apartado de la ciudad, con muchos de sus elementos particulares.

Otro punto a favor es la estructura. Párrafo, línea, párrafo, línea. Esto crea un muy buen corte entre ideas que te permite lanzar a otra completamente diferente, salvo en el caso de “museo” que empalmaste entre dos párrafos.

Sobre el final ya te comentaron sobre el alargue, que tú ya reconoces como una falla. Sí, debiste haber pasado la tijera, pero creo que eso pasa cuando se escribe un texto sin tener muy clara la línea de cierre.

Es decir, ya tenías clara la idea que cierra con el cartero y la ausencia del otro personaje, pero dudaste entre la línea que mejor termina la historia. En el caso de los cuentos estoy por creer que definitivamente es mejor empezar a escribir el final en ambos sentidos: la idea y el texto de cierre.

Por lo demás, va muy bien ese lenguaje y los recursos narrativos. Hace poco leí “Carta desde Casa Blanca”, un cuento de Antonio Tabucchi donde el género epistolar se usa para contar una muy buena historia, muy similar a lo que acabas de hacer. Te lo recomiendo.

Vi un comentario que hiciste en otro texto y me agrada mucho que estés en Literautas aportando. Nos leemos en Junio!

Mi relato es el número 38 por si el tiempo te da permiso: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5743

Juana Medina

19/05/2016 a las 22:31

Salud L.M.Mateo:
Primera vez que te leo. Somos muchos y siempre me quedan historias por leer. Qué decir: magnífico poema en prosa. Llega al corazón, la forma es muy original y tiene un ritmo y una cadencia que me han encantado.
Me siento incapaz de señalar algo para mejorar. Eso lo dejo a los expertos. Yo me quedo con el placer de leerte.
Has entrado en mi lista de favoritos.
Un saludo

charola

20/05/2016 a las 00:00

Hola L.M. Mateo! Muy bueno tu relato. Estan bien logrados los saltos en tiempo y espacio. Un placer leerte. LLego tarde, creo que ya te han dicho los “mejorables”.
Felicitaciones!

Te invito a leer el mio. Estoy en el 136.

Caritobel

20/05/2016 a las 00:43

Hola L.M.Mateo. De verdad tu relato este mes es muy poético. En cada frase de despliega algo de belleza. Es romántico, pero a la misma vez melancólico, lo que logra una buena combinación. Nos trasladaste a muchos escenarios sin perdernos, y utilizaste con mucha gracia las palabras del reto.

Me gustó muchísimo. Te felicito compañera.

Si tenés tiempo de leerme estoy en el subsuelo (195)

Saludos,

Yoli

20/05/2016 a las 13:03

Hola L.M.Mateo
Me ha encantado tu relato, es larga pero no se me ha hecho nada pesada, es muy poetico y triste. Está muy bien escrita.
El mio es el 156

ines pilotta

21/05/2016 a las 02:57

L.L.Mateo, gracias por las palizas. Las palmaditas en la espalda no sirven en estos casos. Me ayudaste mucho. otra vez gracias.

L.M.Mateo

21/05/2016 a las 15:48

Muchas gracias a todos.

Voy devolviendo las visitas, eso sí, a paso de tortuga, que este mes sois muchos.

Wolfdux

22/05/2016 a las 08:03

Un texto muy poético que como ya han dicho esta muy bien trabajado. Había visto un par de costillas pero ya están dichas así que… Solo me queda felicitarte, un saludo.

¡Nos leemos!

Laura

22/05/2016 a las 22:14

Hola L.M.
Hermoso texto,como otros han dicho, poesía en forma de prosa.
De todo corazón,te felicito.

Veronica Murillo

23/05/2016 a las 02:30

Hola Lidia, ¿qué decir a estas alturas?
Sólo que tu lirismo siempre me hace soñar. Abrazos.

Leonardo Ossa (Medellín Antioquia)

24/05/2016 a las 03:20

Hola L.M.Mateo, excelente texto. ¡Felicitaciones! Me he quedado sin palabras.
Saludos.

Luis

25/05/2016 a las 20:17

Hola L.M. Mateo. Soy Luis (90). Poco tengo que decir que no hayan dicho ya los compañeros. Buenas descripciones y bien narrado. Saludos desde Barcelona.

Denise

26/05/2016 a las 18:25

Hola! Me sumo a los elogios;) Es un texto bellísimo; yo tampoco soy muy de romántica, pero me gustó. En serio. Te felicito por salir tan bien parada del experimento XD

Saludos!

Osvaldo Mario Vela Saenz

27/05/2016 a las 09:43

Que tal L.M. Mateo. Baja la limitatante de condición y de correccion en mi escritor solo tengo un comentario: que Bonito es Conocer el Mundo a traves de Los ojos del amor. Felicidades.

Menta

31/05/2016 a las 10:43

Hola LM Mateo: Tu relato me ha encantado. Hace muchos días lo leí, después lo releí y por ultimo, lo grabé en mi MP4 y mientras circulaba en mi bicicleta estática, te escuchaba. Es el relato que me gustaría hacer a mí. Quisiera evocar algunas esperiencias amorosas con tu maestría. Muchas gracias por compartirlo con todos nosotros. Hasta pronto, Menta

josue paredes

03/06/2016 a las 00:04

Es fantástico tu relato, me hipnotizo en seguida solo puedo decir wao

Marcelo Kisilevski

13/06/2016 a las 10:54

Hola L.M.!!
No podía no pasar a leerte. Un hermosísimo poema!! Lo disfruté, como algunos disfrutan de un buen vino con una bandeja de quesos franceses. Delicioso!

L.M.Mateo

18/06/2016 a las 18:59

Gracias a todos por vuestros comentarios.
Siento no haber terminado de devolver las visitas, pero estad seguros de que lo haré.

Un abrazo

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *