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Los secretos del desierto - por Mirell

Jana era una exploradora. O al menos eso había intentado creer desde que a los dieciséis años huyó de casa en busca de su primera aventura en las pirámides. Ahora, en el salón de exposiciones del museo del Cairo recordaba una y otra vez los días infatigables bajo el sol del desierto y las noches frías durmiendo sobre la arena solo para desempolvar huesos viejos y cosas oxidadas, que habían quedado olvidadas a la suerte. Pero con su escapada perseguía un objetivo bien claro. Desde que leyó aquella revista de arqueología por primera vez, supo que su propósito en la vida era encontrarla.
La reina Nietsi, la miraba desde la fotografía en la que se mostraba uno de los pocos bustos alegóricos a quien hubiese sido la rival acérrima de Cleopatra en el amor por el gran emperador romano. La leyenda contaba que ambas se habían odiado hasta la muerte, los celos de Nietsi corroyeron su joven corazón, hasta el punto que se especulaba sobre su participación en la muerte de la reina egipcia. Decía que Cleopatra había colocado serpientes no venenosas en el ánfora donde planeaba introducir la mano para fingir el suicidio y poder huir con su nuevo amante una vez Egipto fuera conquistado, pero recogía la leyenda, que Nietsi se encargó personalmente de cambiar las serpientes inofensivas por víboras de cascabel cuya mordida provocaba una muerte agónica y dolorosa.
Jana sabía todo esto pues se había involucrado de lleno en la vida de la exiliada reina egipcia, quien no solo luchaba por el amor de un hombre, también por el trono que le fue arrebatado al ser hija ilegítima de Ptolomeo XII con una sirvienta mestiza. La historia fue desgranándose en los años que pasaba Jana forrajeando en las arenas del desierto africano, y aunque al inicio llegó a considerar a Nietsi como una mujer sobre-humana que había sido capaz de llegar muy lejos por la sed de venganza que albergaba en su corazón, al encontrar su tumba comprendió que no solo era tan humana como ella, incluso pudo ver lo mucho que se parecían físicamente. Era Jana una copia viviente de la reina egipcia, los bustos que había visto a lo largo de su investigación no le hacían justicia a su verdadera identidad. Al descubrir el sarcófago encontró un papiro que recogía un retrato bastante exacto de su rostro, tanto que no pudo evitar lanzar un chillido de la impresión, parecía estarse viendo a sí misma. Descubrió que el cuerpo de Nietsi fue enterrado sin las alhajas propias de la realeza egipcia, solo un collar de nácar con un rubí coronaba lo que quedaba de su cuello ya deshecho por el pasar de los siglos.
Esa noche, junto a sus compañeros de exploración trasladaron el sarcófago al campamento pues una carta del museo le notificaba que recibirían en el salón de exposiciones, a la mañana siguiente, el gran descubrimiento. Fue con la fría brisa de la madrugada cuando todo terminó o empezó, Jana no podía estar segura. El espíritu de la reina apareció en su tienda esa noche, entre la bruma, bella como en el dibujo del papiro.- Hace mucho tiempo que te estaba esperando- le dijo Nietsi en un susurro.
El collar del rubí comenzó a brillar intensamente sobre su pecho y de su boca ahora totalmente cerrada, salían palabras incomprensibles en arameo antiguo. Una especie de hechizo envolvió a Jane quien intentó gritar, pero no tenía voz, sentía que con cada frase pronunciada por Nietsi iban diluyéndosele las fuerzas, sus ojos se apagaron y su alma le fue hurtada del cuerpo, introduciéndose en el ser putrefacto que guardaba el sarcófago. Al mismo tiempo, su tierna piel era habitada por la esencia de Nietsi. Nadie vio ni oyó nada.
A la mañana siguiente la falsa Jana, se encontraba de pie ante los directivos del museo, haciendo entrega de lo hallado en la expedición. El alma de la exploradora yacía presa en el sarcófago mientras la reina exiliada respiraba el aire fresco de la vida- al fin- y estaba justo donde debía, en el centro del mundo, lista para comenzar su venganza, venganza que la muerte no volvería a arrebatarle.

Comentarios (4):

MM Ariel

18/05/2016 a las 18:31

Hola Mirell.

Interesante historia. A mi personalmente me encantan esos relatos donde la magia y la fantasía son protagonistas.
Me parece una historia bien contada, bien puntuada y de buen nivel. Se nota que te has esforzado practicando la escritura.

Solo encuentro un par de cosas por mejorar:
1- “Una especie de hechizo envolvió a Jane”, en el resto del relato es Jana, no Jane.
2- Creo, desde mi humilde opinión, que el relato debió terminar en “el centro del mundo”, porque comenzar una venganza…¿contra quien?

En general me pareció una buena historia, muy bien ambientada, con un inicio que atrapa y con un lenguaje trabajado. Felicidades.

No estamos leyendo.

ortzaize

19/05/2016 a las 10:08

que bonita historia me ha encantado.
habra otros entendidos en correcciones que quizas te digan algun fallo, yo como lectora, y que me gusta todo lo relacionado con la historia egipcia…. me ha parecido genial. gracias.

merchylam

21/05/2016 a las 03:29

Hola Mirell,
A mi como historiadora también me gustan las referencias históricas aunque sean en parte inventadas. Creo que por eso he leído y escrito siempre tanto porque me encanta la historia, explicarla y leerla. Y de esa manera tu relato me ha atrapado pero el final chirría un poco. Cómo te ha dicho Ariel, ¿Contra quién iniciaría una venganza si Cleopatra hace siglos que despareció?
Algunas frases son subordinadas están bien construidas pero son un pelín largas.Y en algunas en vez de la coma quizás convendría más un punto o punto y coma, como en “La reina Nietsi. Jana la miraba….”
Hay una que no se entiende bien:
Era Jana una copia viviente de la reina egipcia, los bustos
que había visto a lo largo de su investigación no le hacían justicia a su verdadera identidad.
Al solo haber una coma después de egipcia, da la impresión de que hablas de Jana y entonces parece lo que no es: que Jana era una copia viviente de la reina y que los bustos no no le hacían justicia. Además poco después encuentra el papiro con su rostro y se asusta, de lo que se parece a ella.
De manera que casi mejor que un punto, elimina esa frase y colócala más adelante, cuando encuentre el papiro. Así sabremos que los bustos de Nietse no hacen justicia a su verdadera y ambiciosa personalidad.
Después cuando Jana abra el papiro puedes añadirlo. Creo que es eso, que está colocada en un lugar que no le corresponde.
El guion de los diálogos es un guion largo que se consigue pulsando alt gr + raya (suele estar en el bloque de números del ordenador.
El “al fin”, iría mejor entrecomillado con comillas españolas porque no es un diálogo sino un pensamiento interior. Se consiguen pulsando alt174 y alt175.
Pese a lo que te digo, escribes bastante bien y has conseguido atraparme, de hecho casi hasta la mitad del relato se lee de corrido, así que muy bien.
Por cierto gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios. Nunca te había leído pero lo hare en próximas entregas.
Un placer leerte.

Mirell

22/05/2016 a las 18:34

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Es la primera vez que participo, tenía un poquillo de miedo con mis líneas, al parecer no me ha ido tan mal,jaja. No es mi estilo escribir sobre temas históricos, pero esta idea me fluyó casi sin pensar, quería intentar algo distinto. Les reitero los agradecimientos por las correcciones, realmente hay cosas que no domino en cuanto a la técnica y su ayuda me sirve para perfeccionar el trabajo. Nos leemos!!!

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