Literautas - Tu escuela de escritura

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Encuentros - por Nico HernándezR.

Siempre me gustaron los museos. Iba con mi libreta a dibujar cada parte fascinante que el Museo Central de Historia me podría ofrecer. No era el mejor dibujante del mundo, pero trataba. Esa tarde solo caminaba por los desolados pasillos mientras mi playlist sonaba en mi celular directo a mis oídos.
Me senté en una esquina debajo de una enorme mujer de piedra que sobre su cabeza sostenía el techo del salón principal. Garabateaba en cada página sin entender mis propios dibujos como si una tormenta hubiera revuelto todo en mi cabeza. Cerré mis ojos, deje que la música inspirara ideas que mi vista me impedían canalizar.
“Un cartero corría por la calle, mientras en el árbol de la esquina una bandada de loros cantaban” ¿Acaso me estaba volviendo loco? No entendía las imágenes que mi inconsciente generaba. Volví a cerrar los ojos. “El cartero se había ido, y los loros estaban callados, pero el árbol seguía allí en medio de una vasta duna de arena”.
Abrí los ojos asustado. Frente a mi había un chico que me hablaba. Saque los audífonos de mis orejas.
¬¬—Hola —dijo mientras sacaba su mano de mi hombro.
Me incorpore. Todo fue un sueño.
—Hola —dije.
—Te quedaste dormido, te vine a despertar —Señalo mientras me sonreía—. El museo ya va a cerrar.
—Gracias.
Me levanté. Él lo hizo conmigo sin dejar de sonreír.
—Dibujas bien.
—Gracias. Solo son garabatos.
—Bueno, puede ser. Pero me gustan, me llamo Alejandro.
Dude en decir mi nombre, siempre fui reservado para todo en mi vida, pero si no lo daba me sentiría como un mal educado y no fui criado de esa manera.
—Me llamo Víctor.
—Un gusto —Dijo sonriendo.
Me sentí incomodo, el museo era mi lugar de retiro del mundo, eso no significaba que fuera una persona autista o inadaptada social. Pero era mi refugio.
―Siempre te he visto en el museo, caminas por los pasillos y dibujas.
―¿En serio? ¿Pensé que pasaría desapercibido?
―¿Eres ilustrador o diseñador?
―No ―Respondí sonrojándome―. Solo aficionado.
Menos mal que en ese momento sonó su teléfono el cual me salvo de la incómoda situación. Me señalo que le esperara. Pero a la primera oportunidad me escape del museo pensando en no volver jamás. Aun así sigo pensando en aquel encuentro y lo sigo dibujando en mi libreta sin saber nada más que el nombre del chico del museo.

Comentarios (7):

Carlos Carrasquero

18/05/2016 a las 17:49

Hola Nico…Me gustó el relato, hasta tiene parecidos con el mio, je je je; sin embargo, pudré ver que hay una palabra que no esta acentuada “señalo”, el tiempo verbal intuyo está en pasado…Con respecto, a la historia esta bien interesante y amena…Si quieres opinar sobre la mia, te dejo el link: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5630

Nico Hernandez

19/05/2016 a las 17:09

Gracias Carlos, pretendo continuar la misma historia en el siguiente reto.

Saludos!!!!!

Echos

22/05/2016 a las 15:33

una historia breve pero profunda, un hombre que busca estar solo y disfruta su soledad, yo me considero así, es mi musa favorita.
El ritmo de lectura es fluido y es una buena historia, algunas faltas en la acentuación ya señaladas pero todo lo demás muy bien.

AleO

22/05/2016 a las 19:42

Hola, Nico. Qué bonita historia, creo que tiene un gran potencial para ser el comienzo de algo más grande, y me alegra que pretendas seguirla.

La lectura se hace fluida y el final me gustó mucho.

Te invito a pasar por el mío, es el 102. Saludos 🙂

Nico Hernández

23/05/2016 a las 03:44

Gracias chicos, me esforzaré por el tema de las acentuaciones!!!

Amanda Quintana

24/05/2016 a las 18:49

Hola Nico, muy interesante la historia, y el final con un cliffhanger me pareció excelente, tendré que esperar a la próxima escena para ver como sigue…

Lindo leerte, hasta el mes que viene.

Nico Hernandez

26/05/2016 a las 16:06

Gracias Amanda!!!

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