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Haciendo historia - por Alejandro MorenoR.
Web: https://loszusammen.wordpress.com/
Una puerta al abrirse rompe la quietud del exterior. A través de ella aparecen dos hombres con una extraña indumentaria. Una cúpula de cristal los separa de la superficie lunar.
—No puedo más, Alberto —dice el más bajo mientras cierra la puerta tras de si—. Lo voy a dejar.
—Venga, Carlos, no me jodas —responde éste—. No estamos tan mal.
—¿Qué no?
—Al final nos irá bien —dice intentando animarle—. Sólo hay que aguantar un poco más.
—¿Y cuánto es un poco más? —responde Carlos— Llevamos aquí más de cinco años y estamos igual que al principio. Para servir comida y limpiar mesas me hubiera quedado en la tierra —dice mientras la observa solitaria a través del cristal—. Mírala —continúa—, se está riendo de nosotros.
—¿Qué pretendes hacer? ¿Volver? —dice Alberto. Después niega con la cabeza y mira al suelo— Tienes contrato, si lo rompes te arruinarías.
—Ya lo sé —responde Carlos con la mirada perdida. Tras unos instantes de silencio da un puñetazo al cristal—. ¡Joder! —exclama de rabia y dolor.
Aurelio mira el reloj ansioso. Va a llegar tarde y no quiere fastidiar las cosas en su primera semana en la luna, no ahora que todo volvía a estar bien. Decide interrumpir la segunda capa. Desconecta la máquina y escribe en un Post-It: «Empezar segunda fase de nuevo». Pega el papel en el propio cristal para que lo termine el compañero del turno de mañana y se marcha. Tras unos minutos, la nota cae al suelo. Nadie la verá.
—Nos lo vendieron de puta madre —continúa Carlos tras recuperarse del golpe—. «Ven a la luna, todo un mundo de posibilidades». Colonos lunares, así nos llaman.
—Es lo que somos ¿no? —dice Alberto con media sonrisa— como los antiguos americanos a la conquista del oeste.
Carlos mira a Alberto y hace una mueca extraña, parece que intenta sonreír.
—En algo sí nos parecemos a los americanos —Y tras decir esto escupe al suelo—, en el tabaco de mascar de los cojones. ¡Putas normas de seguridad! Lo que daría por fumarme un cigarro.
—Hay cosas peores.
—Claro que hay cosas peores —contesta Carlos subiendo el tono de voz—. Lo que me toca los huevos es todas las mentiras que nos dijeron. Seguimos siendo un puto país de servicios, igual que en la tierra. Lo más gracioso es que aquí ni siquiera hay mar.
Fátima tiene un problema. Es la encargada del proyecto Moonland y aún hay muchas cosas pendientes. Sus superiores le apremian a que todo esté listo para mañana, día de la inauguración de la primera estación lunar española. Va a venir gente importante. Todavía hay módulos que no han pasado todas las pruebas de seguridad pero no hay tiempo suficiente. Debe tomar una decisión.
—¿Cuánto hace que inauguraron esta estación? –pregunta Carlos.
—Desde el 2104… unos ocho años.
—Era una pregunta retórica…–reflexiona mirándose la mano herida– La luna ha pasado a ser un destino turístico sin más, en lugar de la siguiente etapa al futuro de la humanidad. Y nosotros estamos participando en esa pantomima.
—Estamos haciendo historia.
—Nosotros haciendo historia y los demás en la tierra muriéndose de envidia, respirando aire natural, bañándose en el mar y tomando el sol. Te recuerdo que para ver el cielo tenemos que salir a estas putas peceras.
—Estás siendo demasiado negativo.
—Estoy harto, Alberto. Sólo quiero salir de aquí.
Lorenzo está cansado. Lleva más de veinticuatro horas seguidas trabajando. Inauguran la estación en dos horas y todavía le queda por colocar la última cúpula. Lo hace rápido, sin florituras, pero no se da cuenta de que la esquina inferior se acaba de rajar al contacto con el suelo. Son sólo un par de milímetros y no los distingue a simple vista.
—Vamos Carlos, que los de la excursión deben de estar al caer y vendrán con hambre. Volvamos dentro.
—¿Sabes lo que más odio? La manía que tienen de hacer semanas temáticas —dice mientras se ajusta el sombrero de copa—. Puto siglo XIX.
De repente se escucha un ruido y ambos se dan la vuelta asustados. Una grieta irregular ha empezado a dibujarse en el cristal, va desde la esquina inferior izquierda y sube en diagonal. A través de la cúpula se ve la tierra en el horizonte. La grieta parece atravesarla, simulando partirla en dos. No hay tiempo para nada más. Se abre un agujero enorme en el vidrio y la diferencia de presión hace todo el trabajo.
Comentarios (16):
Yoli
18/04/2016 a las 12:55
Hola Alejandro
Me ha gustado el relato, está muy bien escrito y me ha gustado todas las historias, están muy bien enlazadas. Muy buen final.
Beatriz
18/04/2016 a las 12:57
… que risa, “Puto siglo XIX”
Namasté
Victor Hugo Montenegro
18/04/2016 a las 21:10
¡Hola Alejo!
En cuanto a tu relato la verdad soy más del gusto de hacer narrativa y estar contando, y no quedarme tanto en los diálogos en especial si es un relato corto. Pero la verdad veo que el planteamiento y la forma en como desarrollas los diálogos no son para nada planos y hacen parte de la historia, muy bien trabajados logrando una atmósfera de intriga. Lo digo porque he leído otros relatos que de verdad veo diálogos que son solo relleno. En cuanto a los párrafos donde desarrollas la trama están bien escritos, no tengo ninguna pega en cuanto a la forma.
¡Felicidades, buen trabajo!
Nos leemos.
Javier CH
18/04/2016 a las 23:55
Buenas.
Buen relato.
Me encantan los dialogos, bien llevados y bien encajados. Permiten conocer la historia y a los personajes a traves de ellos. Eso es un mérito, porque veo que no hay mucho fan de los dialogos y como dice Victor, suelen ponerse por que se tienen que poner, pero en este relato, estan muy bien llevados.
La lectura es agil, los párrafos y frases tambien muy bien.
Se nota el trabajo.
Felicidades.
Alejandro Moreno
19/04/2016 a las 08:21
Gracias por los comentarios.
Respecto a los diálogos, tengo una relación de amor-odio con ello. Como lector, leer sólo narrativa me cansa y hace que pierda el hilo muchas veces, por eso agradezco cuando el autor introduce diálogos que llevan la acción hacia delante y me mantienen interesado en la historia. Sin embargo, cuando escribo algo, la parte de los diálogos es la que encuentro más difícil y la narrativa no me cuesta tanto. Por eso me gusta practicar los diálogos, porque considero que es algo bastante complicado de lograr, pero que si consigues hacerlo bien le puede dar un punto extra a tu texto. Aun así, lo mejor está en combinar ambos, para poder entretener al lector. Encontrar el equilibrio es lo difícil.
Pero para eso estamos aquí, para aprender y compartir opiniones.
Nos seguimos leyendo.
earendil
19/04/2016 a las 22:59
Saludos Alejandro.
Es la primera vez que te leo y he disfrutado de tu relato. Puede que sea uno de los más originales que he leído este mes hasta el momento.
Coincido con los otros comentaristas respecto a los diálogos y, en tus propias palabras, dices que tienes una relación amor-odio con ellos. Algo así me sucede a mí, me gusta mucho como hacen avanzar una historia sin necesidad de descripciones, y hacen la lectura más rápida y ágil. Este mes me ha costado bastante escribir mi historia y no he puesto ni uno solo.
El tema del sombrero de copa está muy bien insertado y, sobre todo, las tramas que se entremezclan en el relato.
Sólo he visto un par de cositas que paso a comentarte:
* “Una cúpula de cristal los separa de la superficie lunar.”__Esta frase me resulta un poco extraña pues no acabo de ver la imagen en mi mente. Se supone que una cúpula cubre un espacio ¿Cómo los separa de la superficie que pisan?
* En cuanto a las alusiones que haces de la Tierra y la Luna, yo las hubiese escrito en mayúsculas, pues hacen referencia directa a su nombre. Ejemplo:
– “Para servir comida y limpiar mesas me hubiera quedado en la tierra”
– “Va a llegar tarde y no quiere fastidiar las cosas en su primera semana en la luna,”
Si te apetece leer mi historia estoy en el 152, por si quieres pasarte a dejar tus impresiones.
Un saludo.
Jess
20/04/2016 a las 04:00
Hola, Alejandro
Me fue difícil al principio conectarme con la historia, por la entrada repentina de algunos personajes (Aurelio, Fatima y Lorenzo), a mi parecer podrías haberlos introducido en la trama en lugar de entrar de improviso.
La escena del post-it creo que queda fuera del ambiente que estás relatando, la historia es futurista, probablemente con un medio de comunicación ficticio pero posible, quedaría mejor planteada.
Te deseo suerte.
Saludos!!
Alejandro Moreno
20/04/2016 a las 09:09
Gracia Earendil y Jess por los comentarios.
Mi idea al intercalar historias de tres personas distintas en la historia principal, era mostrar los acontecimientos pasados que ocurrieron relativos a la cúpula de cristal, que van a afectar a nuestros protagonistas en el presente. Por eso no los podía meter en la historia principal.
Lo del Post-it quizás tengas razón, es lo que tiene tener que limitarte a los 750 palabras, que acabas simplificando, a veces de más.
Saludos.
drow_jack
24/04/2016 a las 17:18
Buenas Alejandro. Me ha gustado mucho tu relato.
Se podría separar como dos historias con un desenlace relacionado, el relato narrado y el diálogo de Carlos y Alberto.
Respecto al diálogo, me ha gustado su aspecto mundano ¿Dos españoles quejicas inclusive en la luna? Lo compro, me parece de lo más realista en este taller.
Respecto a la narración, añades información y da mucho juego en un texto, pero mejor en un texto largo. Quiero decir. Quizá, para un relato de este tamaño no es lo más adecuado. A mí me ha sacado del diálogo y luego cuando volvía a introducirme ya no sabía si hablaba Carlos, Alberto o Aurelio, por ejemplo. Pero como estilo narrativo está muy bien.
De hecho, tu relato me ha recordado mucho a un capítulo del libro de “el marciano”. ALERTA SPOILER: En ese capítulo, el autor narra la historia de un panel (Como lo fabrican en la tierra, lo envían a Marte, lo montan, etc…) y a su vez; intercalado, como lo has hecho tú, te explica un día cotidiano del protagonista en marte. Finalmente el fallo de ese panel, provoca una despresurización súbita que casi lo mata.
Lo siento por el Spoiler.
Algo más que destaco, es el final, la visualización de la Tierra partida por esa grieta. Muy buena imagen.
De falta solo te saco a relucir la ausencia de puntuación en un diálogo tras el guión largo de un inciso. Te pongo un ejemplo:
“—¿Y cuánto es un poco más? —responde Carlos— Llevamos aquí más de cinco años” Después del guión de Carlos iría un punto, por ejemplo.
Muy adecuado el contenido para afrontar el reto del sombrero sin que quede forzado la introducción de este elemento.
Aprobado.
Peter Walley
25/04/2016 a las 09:14
Hola Alejandro,
Buen relato, has llevado muy bien los diálogos y has conseguido una historia interesante. El final me ha parecido un poco del tipo deus-ex-machina, pero en cualquier caso la historia está muy bien. Enhorabuena
Manoli VF
25/04/2016 a las 12:00
Hola Alejandro.
Muy buena historia. Los diálogos muy creíbles y caracterizadores de los personajes. La mezcla de escenas bien conseguida, y en su conjunto un relato bien desarrollado. Por poner una pega que se acabe tan aceleradamente, y dejando en mi mente varias preguntas sobre ese final.
Te sigo leyendo. Un saludo.
Alejandro Moreno
25/04/2016 a las 14:51
Muchas gracias por vuestros comentarios, sirven para ver la historia desde otra perspectiva, cosa que a veces resulta muy difícil ya que yo la tengo entera en la cabeza y cuesta sacarlo todo sin contar ni mucho ni poco. Me gusta que el lector piense por sí mismo y no darlo todo mascado, pero a veces me paso suponiendo cosas y pensando que todo está muy claro. En cuanto pueda me paso por los vuestros para seguir aprendiendo.
Como aclaración a la historia en sí, me gustaría dar mi opinión a lo que ha comentado Peter Walley. No estoy de acuerdo (o no era mi intención) con lo de deus-ex-machina. De hecho la historia intenta contar una escena cualquiera, en la Luna en este caso, y las consecuencias de esa escena (el puñetazo al cristal) en base a cosas que han ido pasando en el pasado. En este caso la cadena de pequeños acontecimientos que hacen que el cristal no pase las pruebas de seguridad apropiadas y por lo tanto, entro otras cosas, no aguante el simple puñetazo de una persona y acabe rompiéndose. Esa era mi intención, no sé si lo he conseguido.
Lo que comentas Drow_jack sobre “El Marciano” pues la verdad es que sí, se parece muchísimo. No lo hice a posta, pero ahora que me lo has dicho no sé si esa trama estaba en mi cabeza y ha salido del subconsciente. Yo que creía que me había salido algo original… :(.
Respecto al punto después del símbolo de interrogación, no acabo de tenerlo claro. Si fuera una frase normal, sin rayas con verbo dicendi, nunca pondría el punto después de un “?” ya que siempre he entendido que el “?” hace de punto por sí mismo. Pero al ir después de la raya no tengo claro si debería ponerse un punto (o coma, o punto y coma) o no. Estaría bien que alguien que lo sepa me lo pudiera aclarar.
Y sí, Manoli, el final quizás es un poco rápido, pero tampoco quería alargarlo más, pero quería llegar al desenlace, tampoco había mucho más que contar y en 750 palabras poco más se puede hacer. Por lo menos yo.
Muchas gracias por vuestros comentarios, ayudan mucho.
Nos leemos.
José Luis Troconis Barazarte
26/04/2016 a las 03:21
Te felicito, me gusta nuestra actividad, me parece grandioso este compartir, admiro que escribas y me encantaría que me leyeras mi relato es el 138, que maravilla poder expresarnos y mejorar cada día, ¡que viva el arte y la literatura!
Werhylam
26/04/2016 a las 22:48
Hola Alejandro,
Hay un tumoral acerca de la puntuación en Literatura. Aunque es breve esta muy bien. Es cierto que el signo de interrogación lleva su propio punto pero en el caso de los diálogos la cosa cambia y también afecta a la exclamación. En la RAE tb puedes buscar las reglas de puntuación en los diálogos.
En cuanto a tu relato,me gusta la sencillez y es lo que destila el tuyo,por eso se lee tan bien.Estan muy bien conseguidos los diálogos.
Dos cosas:
-exclama de rabia y de dolor
Quizás sería mejo usar “con” rabia y dolor
Pero entonces tendríamos otro problema porque así no queda bien.
Quizás hasta si lo eliminaras y solo dejarás “exclama” no estaría mal pues la expresión “joder” entre admiración ya da por sentado al lector el cabreo que tiene.
Y lo otro. Lorenzo es imprescindible pero Fátima no lo es tanto. Su párrafo podría desaparecer y la historia seguiría perfecta. Puedes aprovecharlo para otra cosa.
Lo del sombrero no era cosa fácil, yo no me atreví a meterlo. No es que este con calzador pero tampoco cuaja como un puzzle.
Pero en definitiva muy bien. Es de los relatos por sencillo y directo que más me ha gustado.
Te leeo
Werhylam
26/04/2016 a las 22:49
Tumoral en literautas
Werchylam
26/04/2016 a las 22:51
-Tutorial
🙂