Literautas - Tu escuela de escritura

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Quince por dos - por AleO

QUINCE POR DOS
Soy humano. No lo pude evitar. Un par de humanos me creó, un vientre humano me cobijó. Dicen que nací llorando. Creo que fue así porque ya sabía la vida que me esperaba en Luna.
Estoy condenado a servir. No hay explicaciones, solo mandatos. No importa si mi piel es clara u oscura, si soy hombre o mujer, si mi pelo es negro, rubio, marrón o rojo. Soy humano. Nací con grilletes alrededor de mis muñecas.
Cuentan que no somos de Luna, que venimos de un lugar alejado. Según los mitos, antes vivíamos en una tierra vasta, donde es posible derretirte de calor o congelarte de frío. Las leyendas más fantásticas incluso hablan de que todo está lleno de “música”, un hechizo que estremece el corazón. Me gustaría que esas historias fueran ciertas.
Los Dueños tampoco son nativos de Luna. Vinieron de Júpiter. Infectaron Luna, parasitaron en ella. Luego, viajaron hasta nuestra casa. Arribaron rodeados de un aura amistosa. Una falsa aura amistosa, debo agregar. Encandilaron a mis ancestros, invitándolos a abandonar su tierra al borde del colapso y recomenzar su vida en Luna. No más problemas, solo beneficios, un futuro color de rosa. Es curioso, no imagino cómo es el color rosa.
No hubo nada de lo prometido, solo una guerra cruel y la dominación. Ellos eran los Dueños; nosotros, los esclavos. Por el simple hecho de ser humanos, nos enjaularon de todas las formas posibles. Y así fue con las generaciones siguientes y conmigo. La idea de volver a nuestra Tierra era una utopía demasiado irreal para ilusionar a alguien.
Mi bisabuela era una de las originarias de nuestra tierra, una de las “Encandiladas”. Me gustaba escucharla hablar en los escasos descansos con los que contábamos. Ella toda era una enseñanza. A pesar de los años que achacaban su espalda, la energía de su voz transparentaba la juventud de su alma. Nunca se había perdonado haber sido parte del grupo que había condenado el destino de los humanos. Y nunca había dejado de luchar. Era obstinadamente indomable. Y estaba decidida a que yo aprendiera algo.
―Quince por dos.
―No tengo idea, bisabuela.
―Te doy una pista, el resultado sigue siendo el mismo que ayer, ¡cuándo te hice la misma pregunta! ― gritó, golpeando la mesa.
― ¿Para qué querés que sume o multiplique o lo que sea? No puedo servir a mis Dueños con eso. Además, está prohibido. ¡Y es inútil!
― ¿Por qué lo prohibirían si es inútil?
― No me hagas pensar, bisabuela.
―Tenés que pensar, nene. Tenés que dejarme que te enseñe a contar. Necesito que lo hagas.
― ¿Para qué?
―Para que actúes, yo estoy muy vieja para eso. Dejame enseñarte ―suplicó.
Lo hizo durante noches enteras, con paciencia incansable. Soportó mis errores y me palmeó la espalda cada vez que me estanqué. Festejó cada acierto con una esperanza más grande que Luna.
―Quince por dos.
― Treinta.
Los ojos de mi bisabuela se inundaron de lágrimas de emoción. Pero no era solo eso, no. Ahí había emoción, bronca liberada, sufrimiento añejo y esperanza inmortal.
― Escuchame ahora, nene ― me dijo luego de que su llanto cesara ―. Necesito que cuentes. Contá, contá en todo momento. Que contar te lleve a pensar. No dejes de contar, ¡nunca!
― ¿Qué cuento, bisabuela?
Clavó sus ojos serios en los míos y susurró:
― Humanos y Dueños. Vos solo vas a descubrir el porqué.
Dos vueltas al sol han pasado desde ese momento. No he parado de contar, ni siquiera el día en que un atardecer lluvioso se llevó a mi bisabuela para siempre. Conté cada ser sobre Luna. Les enseñé a otros humanos para que me ayudaran en mi tarea. Y ya sabemos el resultado…
Somos muchos más.
Los Dueños son unos cien mil. Los humanos los triplicamos.
Ahora sé qué quería mi bisabuela. Quería que viera la situación desde otra perspectiva. Quería que desafiara los mandatos. Quería que contar me llevara a pensar. Quería que agarrara la utopía entre las manos y la hiciera mía.
La cuenta es simple. Los superamos en número. Unidos, somos más fuertes. Organizados, invencibles.
Hay un plan. Está en su fase inicial, pero no vamos a detenernos. Descubrimos que ser humanos no es justificativo para que nos encadenen. No vamos a dejar ni de contar ni de pensar. Somos valientes. Somos obstinados como la bisabuela.
Espero conocer la música. –

Comentarios (24):

Bergroth

17/04/2016 a las 18:01

Hola AleO
Me gustó mucho la idea.
Le pondría otro nombre al relato.
Le invito a darse una vuelta por mi relato. Es el 14.
Un placer.

José Luis Troconis Barazarte

18/04/2016 a las 03:49

¡El Génesis lunar! que buena historia, puedes escribir mucho más de este tema! felicitaciones, mi relato es el 138. nos estamos leyendo!

Beatriz

18/04/2016 a las 08:40

Aleo…
Escribí mi comentario, lo envié a la luna y al llegar rebotó porque ya no estabas…
Eras el lider de los insurrectos y te batías en cruenta batalla por la libertad y la justicia..
Me encantó tu relato, me llegó adentro porque vivo en mi luna..y sigo contando
Namasté

Seruji-Lerel

18/04/2016 a las 16:01

La idea es muy buena a la vez que enternecedora. Veo una cosa que está muy a favor y otra que la llevas un poco en contra:

Para empezar utilizas expresiones que me encantan, véase la de la música o la de “dos vueltas al sol” para referirse a los años. Es muy bonito de leer 🙂
Por otro lado creo (y es mi opinión) que al querer que sea fácil de leer lo acortas demasiado. Quiero decir, que está todo separado por demasiados puntos, podrías intentar formar oraciones más largas (sin pasarse xd) y así darle movimiento a la lectura.

Obviando esto último es innegable que es una historia muy buena y podrías alargarla más por tu cuenta. Felicidades :L

Alex Sander Luthor

19/04/2016 a las 04:04

Aleo, el título es excelente. Fue lo que me llevó a leer tu relato. Un consejo: seguí escribiendo así, con tu propio estilo. Nada de “ponerle otro nombre” como dice Bergroth ni de “intentar formar oraciones más largas” como sugiere Seruji-Lerel. Ya sos un gran escritor precisamente porque tenés un estilo bien definido.

Pedirte que cambies el título del relato sería como pedirle a Tarantino que llame “La venganza de la novia Beatrix Kiddo” a Kill Bill.

Pedirte que formes oraciones más largas sería como insinuarle a Kurosawa que acortase la duración de Ran para que le resultara más ágil a los impacientes.

He venido del futuro solamente para decirte ésto, futuro Premio Nobel de literatura. Seguí escribiendo hasta que salgan callos en las ancas.

Koldo

19/04/2016 a las 16:53

Me ha gustado muchísimo y ni se te ocurra cambiarle el título, me parece muy acertado.

Tienes tema para estirar y estirar la historia y cuando lo hagas, házmelo saber por favor…

Un saludo y gracias por compartir.

Manoli VF

20/04/2016 a las 22:31

Hola Aleo.

Me ha gustado y sorprendido gratamente tu historia. Coincido con los compañeros que te dicen que el título es excelente y además es el que tiene que tener, porque esa frase “quince por dos” en tu texto se convierte en un lema. Todo el conjunto me ha gustado, llevas la historia acertadamente, no se si futuro nobel de literatura o no, pero escritor de los buenos, seguro.

Si hay errores se me pasaron y me he quedado con tan buen sabor con la lectura que no voy a pararme a buscarlos.

Lo dicho, un placer leerte.

Si quieres darte un paseo lunar por mi historia acércate a la 160. Un saludo.

beba

22/04/2016 a las 01:27

Hola, AleO:
Felicitaciones por tu inteligente relato; y por tu habilidad para manejar un lenguaje casi poético, culto y correcto.
Mantienes, con solvencia, la unidad de la primera persona; y un ritmo tenso que refleja el trasfondo de rebeldía silenciosa.
Muy bien tu mensaje: mantener la inteligencia y el pensamiento vivos para sostenerse y destruir las injusticias.
Adelante.
Mi relato es el 164

María Kersimon

23/04/2016 a las 09:04

Buenos días AleO,
Una bonita historia y bien llevada. Me pareció que el estilo iba mejorando a medida que avanzaba la historia y que al final se vivía muy fluido y cálido. Tuve una duda con el uso que hiciste del verbo achacar. Me parece que en esta forma significa atribuir algo a alguien, culpar a alguien de algo, que es diferente de “tener achaques”, que sería el significado en tu frase. Encontré las frases del principio secas y cortas, no sé ahora si es un de curso literario y quisiste expresar que el chico se iba instruyendo poco a poco. El fondo del relato se podría extrapolar a cualquier pueblo en esclavitud habido en la historia e incluso a los inmigrantes extracomunitarios que vienen a Europa “encandilados” buscando fortuna y encuentran esclavitud en los campos de hortalizas, trabajando de sol a sol casi por la comida. La figura de la abuela es entrañable.
Un saludo y felicitaciones.

Maria Kersimon

23/04/2016 a las 09:05

Un recurso literario, quise decir.

AleO

23/04/2016 a las 19:31

Bergroth, José Luis Troconis Barazarte, Beatriz, Seruji-Lerel y Koldo, muchas gracias por pasar y leer. Guardo las palabras de cada uno de ustedes y recibo sus comentarios con gusto.

Ya voy a pasar por los relatos de ustedes, al menos de los que me invitaron a hacerlo 🙂

¡Saludos y nos estamos leyendo!

AleO

23/04/2016 a las 19:34

Alex Sander Luthor, ¡guau! ¡Muchísimas gracias! Tu fervor me hace sospechar si no nos conocemos, pero creo que no jaja. Me hicieron muy bien tus palabras, sobre todo el consejo de que siga con mi estilo. Y sí, es como decís, el mejor trabajo para llegar a ser escritor es escribir, escribir y escribir.

¡Muchas gracias de nuevo! 🙂

AleO

23/04/2016 a las 19:38

Muchas gracias por tu comentario, Manoli VF. Sí, puse ese título porque la historia gira alrededor de la importancia de saber la respuesta. Y porque la cuenta, en esta historia, significa mucho más que una operación algebraica, significa libertad.

Ya voy a pasar por tu relato, por supuesto. Muchas gracias de nuevo 🙂

AleO

23/04/2016 a las 19:48

“un ritmo tenso que refleja el trasfondo de rebeldía silenciosa”

Qué maravilloso, eso es más poético que todo mi relato junto. Beba, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que hayas comprendido el mensaje que quise dejar con la historia. Seguro que pasaré por tu relato, saludos 🙂

AleO

23/04/2016 a las 19:59

María Kersimon, tenés muchísima razón. Ahí busqué el significado de “achacar” y no concuerda con lo que quería decir, está mal usado. Muchas gracias por mencionármelo, he aprendido algo nuevo 🙂

Las frases cortas fueron porque visualizaba a un personaje que no conoce ni siquiera la música, ni tiene una tradición oral de donde pueda aprender. Pensé en él como un luchador que está aprendiendo a pensar y razonar. Por ende, no me pareció coherente que el mismo hablara con oraciones largas, complejas y poéticas. Esa es la razón de la narración casi telegráfica. De todas formas, ahora creo que podría haber intercalado algunas oraciones más largas, para que la lectura no sonara tan interrumpida.

Y sí, quise contar, en un contexto fantástico, una situación bien real, que nos toca de cerca. Me alegra mucho que lo hayas visto 🙂

Muchísimas gracias por tu comentario, me ha sido de mucha utilidad. Saludos 🙂

Otilia

25/04/2016 a las 10:16

Hola Aleo,
Gracias por leer y comentar mi relato, por las observaciones que tendré en cuenta, y por los elogios que no merezco pero que agradan.
Tu relato es fácil de leer, con un lenguaje fluido y a veces poético.
Titulo e idea muy buenos, puede ser el principio de una novela.
¡Qué sería de nosotros sin abuelas y bisabuelas!,jajaja
Udane es nombre vasco.
Nos seguimos leyendo. Saludos
.

Tavi Oyarce

25/04/2016 a las 21:44

Hola por AleO.
Me ha sorprendido tu relato. No es usual encontrar en un mismo texto: imaginación, rebeldía y ternura. Todo lo describes muy bien, se nota una mano firme, eres un sucesor de los cuentistas argentinos a los cuales admiro mucho.
No es fácil conseguir emocionar, y tu lo haces con mucha soltura.

Solo quisiera hacerte una alcance:
En esta imagen: “La idea de volver a nuestra Tierra era una utopía demasiado irreal para ilusionar a alguien.
Mi bisabuela era una de las originarias de nuestra tierra, una de las “Encandiladas”

Para evitar repetir “nuestra tierra”, podrías dejarla así:
“”La idea de volver a nuestra Tierra era una utopía demasiado irreal para ilusionar a alguien.
Mi bisabuela era una de las “Encandiladas”. Digo esto porque sabemos a que se refiere “las encandiladas”

Espero te sirva mi aporte.

Gracias por pasar por el mío. Y no te preocupes por el análisis que has hecho, para eso lo envío
Saludos

María Esther

26/04/2016 a las 02:48

Me ha gustado tu relato AleO.La esclavitud y la libertad, son viejos y actuales temas, que los humanos no hemos resuelto.
Saludos.
Maritel del 155

AleO

27/04/2016 a las 03:52

Otilia, muchas gracias por pasarte a leer. ¡Qué lindo nombre! No lo conocía 🙂

María Esther, muchas gracias por venir por acá. Apenas pueda paso por tu relato 🙂

AleO

27/04/2016 a las 03:54

Tavi Oyarce, muchas gracias por marcarme ese cambio. Por eso es tan necesario el ojo ajeno, yo no me había dado cuenta de esa repetición por más veces que lo leí. Muchas gracias 🙂

Y gracias por el halago enoooorme del comienzo, dudo que lo merezca jaja. Pero me alegra el alma y me impulsa a seguir escribiendo.

Un placer, saludos 🙂

Alma Rural

29/04/2016 a las 19:37

Gracias AleO por tu comentario a mi texto. Fueron unas palabras muy amables y muy buenos consejos para poder con ellos mejor mi texto. Gracias sinceras.

He leído tu texto y no he sido capaz de sacarle ningún defecto. Me ha encantado. Me has llevado de tu mano del principio al fin del relato con una historia construida a la perfección. Enlazas la trama de tal manera que es imposible perderse o dejar de leer. Los diálogos dan los detalles precisos para que la comprensión de la historia se produzca sin problema. Vamos, que te has ganado mi corazón con este relato lleno de esperanza, rebeldía y coraje. Te felicito y te seguiré leyendo.

AleO

30/04/2016 a las 02:59

¡Gracias, Alma! Qué palabras tan tiernas 🙂

Me alegro que te hayan sido de utilidad mis observaciones.

Hasta el mes que viene. Nos seguimos leyendo 🙂

Prometeo

01/05/2016 a las 02:42

AleO, enhorabuena por tu relato. Me sumo a quienes alientan el estilo personal; por lo tanto, estoy en contra de hacer correcciones de más cual si se tratara de estandarizar la literatura en un “megaestilo” que nos englobara a todos los que pretendemos hacer literatura.
Basta mencionar que tu relato atrapa desde el principio, parece impecable y, lo que más me llamó la atención, es el fondo filosófico y humanista de carácter universal que tiene por mensaje.
Estaré pendiente de tus ulteriores trabajos.

AleO

01/05/2016 a las 16:40

Prometeo, ¡muchas gracias! Me alegro que te haya gustado y gracias por el aliento. Un abrazo 🙂

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