Literautas - Tu escuela de escritura

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Tentación - por Leosinprisa

Nunca había estado en un ascensor como aquel, ni recordaba el edificio en el cual se encontraba, ni la hora que era, ni si había comido o debía hacerlo.

Solo tenía ojos para la ascensorista.

Una mujer como nunca había conocido. Alta, de larga cabellera negra, tan negra que parecía pertenecer a la noche más apagada, y brillante al mismo tiempo, como si estuviera lacada. Con un tono azulado que la convertía en la melena más sensual y provocadora que pudiese recordar.

Tenía unos ojos oscuros, redondos, enmarcados en un sutil maquillaje. Penetrantes igual que cuchillas, intensos hasta hacer arder aquello sobre lo que sostuviesen su mirada.

Era pura pasión en su traje de cuero negro, muy ajustado, que nada dejaba a la imaginación. Unas curvas, sin ser excesivas, hablaban de su rotunda feminidad. Una extraña mezcla entre la moda gótica y la heavy metal.

Unas líneas rojas, trazadas con sabía intuición, la enmarcaban. Quien había hecho esa ropa sabía cómo cautivar a quien la mirase, sin necesidad de enseñar nada.

Dibujos concéntricos y pentagramas, runas y tachuelas de metal, la cubrían con sugerente propuesta.

Producía un brutal contraste, su piel tan blanca, casi luminosa y la negrura de su ropa, con aquel rojo fuego que revelaba su perfecto talle.

—¿Nunca habías visto a una mujer? —dijo aquella joven, mientras prestaba atención al contador del ascensor, cuyos números no parecían tener prisa en continuarse.

—Como tú, jamás —contestó aquel hombre con una sinceridad que le sorprendió.

Le miró por primera vez. Sintió que el corazón iba a estallarle, alguna parte de su cuerpo empezaba a perder el control y a responder de una forma que lo incomodó.

Ella sonrió. Una sonrisa que hubiera provocado en cualquier hombre o mujer, el deseo de acercarse a esos labios y profanarlos con un beso. Pero se contuvo, sentía que debía ser precavido.

—¿No te gusto? —habló en cierta forma sorprendida por aquella contención, su vista bajó hasta la entrepierna del hombre, generando una renovada sonrisa de satisfacción.

—Sí, pero debo ser un caballero —habló él sin saber muy bien porqué lo decía.

—Un caballero. Debes llevar encima el diccionario de los buenos modales. —La joven torció uno de sus labios y lo mordió con sus blancos dientes. Aun así era de una belleza estremecedora.

—Yo… —intentó hablar el hombre.

Ella puso uno de sus dedos en los labios masculinos.

—Ssss, mi momento para tentarte ya ha pasado. —El rostro de la joven atenuó su poder, mostrándose más mundana, aunque su hermosura seguía siendo imbatible.

Se volvió hacía el contador del ascensor, estaban llegando al último piso. No había apartado aquel dedo de los labios del hombre, que sentía iba a desmayarse con aquel pedazo de carne tocando la suya.

El dedo trasmitía un agradable calor y desprendía un olor como el de una materia aromática que se estuviese incinerando.

—Ya estamos donde debemos. Al menos, donde debes estar tú, mis relaciones con mi madre no son del todo cordiales, pero he de reconocer que esta vez ha sabido elegir bien, eres un ángel —habló la mujer manteniendo una suave sonrisa al mirarlo. Apartó su dedo y juntó los brazos por detrás de sus caderas.

La puerta se abrió y una vigorosa luminosidad inundó la tibia iluminación del ascensor.

—Vamos, sal. O habré de echarte a patadas de aquí, tontorrón. —Le señaló con la cabeza la dirección que debía tomar.

El hombre empezó a caminar, pero se detuvo justo a la salida del ascensor, girándose para mirarla.

—¿Cómo te llamas? —preguntó sin dar un paso más.

—“La portadora de luz” o si prefieres mi nombre celestial: Lucifer —dijo con una sinceridad aplastante.

—Creía que eras una entidad masculina —habló aturdido el hombre.

—Todo el mundo lo cree, y todo el mundo se equivoca. Y has de saber que tengo el mejor cuerpo… bueno, el segundo mejor cuerpo de la creación. Mi madre ocupa el primer puesto y es difícil competir con ella, siempre lleva las de ganar.

—¡Dios es una Diosa! —exclamó aquel individuo con mayor asombro.

—Sois tan ingenuos, por eso me va tan bien tentándoos. Vamos, largo de aquí. —Lo empujó con suavidad, pero lo retuvo de repente por el brazo.

—Espera, sé que esto es una traición a los pactos con mi madre, pero no puedo resistirme a incumplirlos. —Se acercó hasta él y lo besó con pasión. Un beso intenso, largo y ardiente.

—Eres un ángel encantador —dijo, empujándolo hacía fuera y guiñando uno de sus hermosos ojos.

La puerta del ascensor se cerró.

Comentarios (12):

Jose Luis

17/03/2016 a las 22:15

Hola
Me he pasado por tu relato para leerlo y dejarte mi comentario
He hallado esto:
habló él sin saber muy bien porqué lo decía. ——————– creo que este porqué va separado: por qué
¡Qué bonito relato! Yo pensaba que era algo romántico y sosón y resulta que la chica es una diablesa. A ver, tu cuento me ha recordado a la película “Al diablo con el diablo”, pero lo cierto es que el final sí que me ha sorprendido. Muy bien narrado, colega, estupendamente. Dominas el lenguaje y las metáforas.
Un saludo

Nic-Is

18/03/2016 a las 05:37

Me encanta tu relato.
No he encontrado cosas que corregir fuera de lo que te menciona José Luis. También me ha sorprendido la naturaleza de la tentación. Muy bien manejado el reto.
Escribes muy bien. Es la primera vez que leo algo tuyo, y ahora creo que regresaré a buscar tus escritos de escenas pasadas. Felicidades.
Si quieres pasar por el mío, es el 143. Me gustaría recibir tus consejos.

Isan

18/03/2016 a las 22:20

Hola Leosinprisa:

Quería hacer únicamente el comentario del final, pero me he liado a sacarle punta al escrito y no he podido parar.

He encontrado algunas cosas que yo cambiaría. Casi todo subjetivo.

En la metáfora de la cabellera negra en comparación con la noche, parece difícil que se dé una noche apagada y brillante al mismo tiempo.

En “…hasta hacer arder aquello sobre lo que sostuviesen su mirada.” Pondría “sostuviese” en singular.

Sobra la coma entre “contraste” y “su piel blanca” y la pondría después de “luminosa”.
En el mismo párrafo quitaría la coma entre “ropa” y “con”.

En el siguiente párrafo quitaría la coma entre joven y mientras.

“le miró por primera vez”. Creo que sería mejor la miró (a ella).
En el mismo párrafo pondría LE incomodó en lugar de LO.

Después de contuvo pondría punto en lugar de coma.

La separación de “por qué” (ya comentada).

En la frase “Se volvió hacía el contador del ascensor, estaban llegando al último piso”, pondría punto en lugar de coma.
En el mismo párrafo “que sentía iba a…” pondría que sentía QUE iba a…En el mismo párrafo se dice AQUEL dedo y con AQUEL pedazo de carne, suprimiría uno de los aquel ya que están muy seguidos y cambiaría lo de “pedazo de carne”, no sé, me suena mal.

“una vigorosa luminosidad inundó la tibia iluminación del ascensor.” No sabría decirte por qué, pero la frase no termina de convencerme. Quizás porque la luminosidad inunda la iluminación…

Repites siete veces la palabra hombre. Tal vez demasiadas.

En cuanto al relato en sí, me ha parecido fantástico. Lleno de imaginación. Muy Atractivo para continuar hasta el final. Sorprende gratamente el tratamiento femenino que les das a Lucifer y a Dios. Muy original la manera de llegar al cielo después de la muerte. El (la) Diablo, muy en su papel, siempre tentando hasta el final.

Yo, si hubiera sido el finado, seguramente me agarraría a donde fuera para no salir del ascensor.

Y hablando de tentaciones, no te molestes en buscarme. No tengo relato por esta vez.

CARMELILLA

20/03/2016 a las 10:36

Hola Leosinprisa:
¡Muy bueno!
Intrigante.
Muy buena redacción y lenguaje.
Muy bien usadas las palabras obligatorias, me encanta esa”necesidad del diccionario de buenos modales”.
Me parece que has logrado expresar el “arrobamiento” de ese hombre ante esa espectacular mujer de una manera extraordinaria.
Muy buen uso del lenguaje.
Eso de que Dios sea Diosa, ¿por qué no?
Ahora vienen mis dudas: no se dónde se dirigía el hombre y qué iba buscando (o sólo persiguiendo a su amor platónico). Tampoco se que objetivo tenía esa preciosidad de Lucifer, (¿estaba intentado robar almas?), aunque al parecer estaba bastante sometida a Diosa.
Bueno Leosinprisa ¡Me gusta tu trabajo, bien hecho!
Seguimos por aquí.
Saluditos

Alonso García-Risso

21/03/2016 a las 23:39

Saludos Leosinprisa:

Primeramente, debo decirte que, privilegio la intromisión de la figura diabólica en los temas a tratar; porque obliga a profundizar en nuestras concepciones y condiciones de existencia. Además, he de señalarte que es recurrencia común a todos los pueblos.
Así como te digo, el tratamiento que le has dado a este personaje, me ha resultado novedoso; pues, lo manejas con soltura hasta caer en algún momento, en la confiansudez. Lo considero bien logrado, en el grado de sobresaliente. Por otro lado, resulta adecuada la faceta femenina que le otorgas a Dios y a este Ángel de Luz, Lucifer.
Bien lograda la interrelación entre los protagonistas, los perfiles usados y los recursos formales utilizados que, logran una lectura atrayente y cómoda que deja atrás cualquier disensión o traspié formal.
Felicitaciones, espero tener el agrado de reencontrarnos.

Paola

23/03/2016 a las 11:40

Hola Leosinprisa

Sorprendente relato, yo tampoco me esperaba el final.
Espero que la realidad no sea esa, las mujeres cuando somos malas somos peores que ellos, no me gustaría encontrarme un un infierno en femenino!

KMarce

31/03/2016 a las 23:19

Saludos Leosinprisa:
Final de mes y en carrera leyendo antes del próximo reto a los autores voluntariamente obligados, ahora te ha tocado al tuyo.

No puedo mencionar más correcciones de las que ya has recibido, así que me alegra porque otro ya hizo la tarea por mí.
Aprecio el relato, porque he leído esta misma tarde otro que el ascensor iba para arriba con un Pedro bondadoso y paciente, en fín, que el bien y el mal son temas que nos dan para mucho, y ambos con la palabra traición que ha sido bien calada.
La única pega, es la enorme descripción de esa ascensorista, quince líneas me parece demasiada descripción, pese a que reconozco que era “necesario” para mostrar la beldad de dicha mujer, pero haces mucho incapié en su negra cabellera, sus curvilea figura, y su sensualidad desbordante. Para un relato de esta magnitud, me parecio que es casi la mitad de la historia… mucho para mi apreciación a una escena corta.

Pero, de que sí es disfrutable, definitivo que lo es. Me ha gustado esa maldad hasta el último momento, como ese ese desgraciado diablo en la realidad…
¡Nos leemos!

Caritobel

01/04/2016 a las 06:58

Hola leonsinorisa.
En cuanto a lo técnico, y estando de acuerdo con las demás observaciones, solo agrego una cosa más, me parecieron demasiados puntos y aparte. Sobretodo en la parte donde describis a la mujer, podría haberse aglomerado todo en un solo párrafo.

En cuanto a la historia no es la primera vez que leo que el Diablo y Dios pueden representarse como mujer- leí un libro llamado “la cabaña” que habla del tema-, en teoría son entidades asexuales, y solo se expresan sus características a través del antroposmorfismo y analogías con cosas que podamos reconocer para el entendimiento humano. Pero le agregaste tu propio condimento al asunto.
Al principio no me imagine que se trataba de un ascensor al cielo, luego me sorprendió, aunque no me termino de cerrar del todo, bien porque no entendí o bien porque le falta información a la situación (ahí concuerdo en que menos descripción de la mujer hubiese dado para más descripción sobre quién es el hombre o qué hace allí) para darnos un poco más de margen de dónde estamos parados. Porque sinceramente no entiendo si el protagonista esta muerto, es un ángel, o qué, o porqué razón el Diablo lo lleva al cielo. Eso es confuso.

Por lo demás me pareció que manejas un gran estilo para escribir.

Te felicito por tu trabajo. Te mando saludos,

Caritobel

01/04/2016 a las 07:01

Perdón pero el diccionario me corrigió tu nombre y mandó cualquier cosa, Leosinprisa. 🙂

Wolfdux Anathema Chimaera

01/04/2016 a las 08:03

Me uno a las felicitaciones. Todo un gran acierto el relato, desde su manera de escribirlo hasta la elección de los personajes. He leído por los comentarios que el tema de cielo/infierno ha sido uno muy recurrente, en tu caso pese a tocarlo, me ha parecido muy original. Felicidades. ¡Nos leemos!

Leosinprisa

01/04/2016 a las 11:53

Gracias a todos por vuestros comentarios.

La verdad es que la descripción de la mujer quisé hacerla más corta y con menos puntos apartes, pero me despisté y envié antes de que lo corrigiera como a mi más me gustaba 🙁

Me ha gustado tanto ese personaje que le estoy escribiendo una novela, jaja, ya llevo 65 páginas y me queda aún mucho que contar.

De nuevo, gracias a todos, es la mejor forma de aprender.

José Torma

05/04/2016 a las 00:25

Mi estimado leo sin apuro. Por fin pude llegar, el trabajo me trae loco. Yo concuerdo con lo que te dicen, en especial KMarce. encontre la descripcion de la mujer un poco pesada, creo que podrias hacerlo mejor con muchas menos palabras y adjetivos.

Ni hablar de que Dios es mujer jaja si que da tela.

Como siempre eres una lectura que se disfruta. Veo que te lanzas a escribir una novela, cuida de no caer en cliches.

Te felicito y gracias por tu visita a mi relato.

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