<< Volver a la lista de textos

Recuerdos enterrados - por Wanda Reyes

Web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com

«Nunca pensé que regresaría algún día a este lugar», pensó Oren. Viajaba en su viejo auto, un honda accord del ´97, por la solitaria carretera aquel martes de verano. Los recuerdos lo golpeaban como el viento agitado a través de la ventana abierta. Sus grandes ojos grises dieron un vistazo recorriendo la parte delantera del coche. Como si la tuviera a la par, escuchó la voz de su abuela regañarlo por el desorden que mantenía en él; junto con la típica frase, que escuchó mientras ella aun vivía: «de haber sabido que lo ibas a tener así, jamás te lo hubiera regalado».

Hace mucho que conservaba aquel carro, no porque no lo pudiera cambiar, sino porque no lo quería hacer.

No existía un instante en su vida en el que no imaginara cuál sería el regaño o el comentario que su madre o su abuela le harían. Sonreía al recordar, como su mamá pasaba horas regañándolo por un mismo tema. Entraba y salía del dormitorio cargando el cesto de ropa limpia y luego el de la sucia, renegando por algo que había hecho mal. Pensó en que su madre nunca quiso reconocerlo y se incomodaba cuando se le decía, pero era tan parecida a la abuela. De vez en cuando se reprochaba sonar como ella, pero al mismo tiempo se sentía feliz al ver que aunque fuera ese mal hábito tenían en común.

El tiempo parecía haberse detenido en aquel lugar. El camino a la finca donde moraba su madre lucia exactamente igual a cuando él, de niño, viajaba a visitar a la abuela. La carretera todavía estaba llena de baches, había que zigzaguear en tramos para no caer en ellos terminando de arruinar el amortiguador de aquel viejo armatoste.

También el abuelo acudió aquel día a sus recuerdos, le escuchó decir: « ¡Maldición! ¿Cuándo arreglaran esta calle? ¿Estos políticos que harán con los impuestos del pueblo?» Una sonrisa se dibujó en el rostro de Oren, sintió que estaba ahí a su lado, hablando con él. Volteó a mirar el asiento del pasajero apunto de contestar, pero estaba vacío, al igual que las botellas de agua que olvido sacar del auto y que ahora rodaban, sonando al caer una tras otra cuando maniobró esquivando otro bache.

Todos los años desde que estaba pequeño, hacía el viaje a la finca de sus abuelos. Amaba sentir el aroma del campo. Disfrutaba abrir la ventana sintiendo el viento golpear su cara y observar a las personas caminar a la orilla de la carretera. Veía los animales de los pobladores merodeando a las orillas de ésta. Aún ahora podía ver como una vaca estaba detenida a un lado de la carretera y como la gente salía corriendo al escuchar que un auto se aproximaba para ofrecerle de lejos frutas, dulces, pericos, iguanas e incluso un mono.
El olor a elote asado inundo por un momento el interior del auto.

Las mismas pequeñas casas construidas de restos de madera se podían distinguir a ambos lados de la carretera, como hace tantos años que pasó por este lugar. Los niños aun correteaban afuera de estas sin camisa y descalzos, e incluso los más pequeños corrían sin ropa. De vez en cuando debía disminuir la velocidad al ver alguno aproximarse a la carretera, sin inmutarse por los carros que la recorrían a alta velocidad.

Pero lo que lo traía de regreso, no eran los constantes recuerdos y culpas que sentía al haber abandonado a su madre debido al rencor que llegó a sentir hacia ella. Sino el arrepentimiento por el dolor que por tantos años le causó, al reprocharle cada falla en su vida, cada obstáculo. Finalmente regresaba a terminar ese capítulo. Había madurado, el haberse comprometido le hizo reflexionar sobre como empezaría una nueva vida sin antes resolver los fantasmas de su pasado. Regresaba decidido a saber de una vez por todas que había pasado con su padre. Su madre nunca le dijo nada mas sobre él, solo que se fue y nunca regreso. El rencor se quedó en el pasado, pero la necesidad de saber que había sucedido le destrozaba el corazón aun ahora. No quería empezar una nueva vida, una nueva familia, cuando sus recuerdos y sus miedos le anclaban al pasado. Llegó el momento y no se irá sin saber la verdad.

Comentarios (18):

Frida

18/02/2016 a las 00:26

Hola Wanda. Comienzo diciéndote un par de detalles.
*lucia exactamente igual, es lucía
* apunto de contestar, es a punto de.
*olvido sacar del auto, es olvidó.
*elote asado inundo por, sería inundó no inundo.
*Los niños aun correteaban. La palabra aún lleva tilde cuando puede sustituirse por todavía, como en la frase que tú nos muestras.
*sobre como empezaría una nueva. En esta ocasión, es cómo, pues aunque no vaya entre interrogantes se trata de un como dubidativo.
* todas que había pasado con su padre. Sería qué, pues al igual que en el caso anterior, este qué plantea un interrogante aunque no vaya entre interrogación.
*le dijo nada mas sobre él. Es más, siempre se acentúa más excepto cuando va sustituyendo a un pero.

En cuanto a la historia en sí, es interesante el viaje que propones por su memoria, a la par que avanza por la carretera. Creo que te has parado mucho en su madre y en su abuela, que realmente fueron quienes lo criaron, pero me faltó una chispa más de intriga hacia ese padre ausente, es como si te hubieses quedado corta en tu referencia a él, me hubiese gustado ver una alusión a algo que lo convirtiese en una persona un poco más enigmática, una pequeña chispa para redondear la narración.

Wanda Reyes

18/02/2016 a las 01:57

Gracias Frida por tu aporte a mi capitulo. Como este es el comienzo de una novela que tengo a medias tuve que reducir mucho lo que ya tenia escrito y ahi se perdieron algunas cosas. En cuanto a lo que te refieres al padre precisamente no quise poner mucho de el pues toda la novela va desarrollandose a partir de los escasos recuerdos del protagonista sobre su padre y algunos flash backs y pesadillas que lo llevan a poder armar ese personaje que el no conocio totalmente.

Luis Ponce

18/02/2016 a las 18:37

Hola Wanda:estoy de acuerdo con Frida en lo de las tildes. Se complica un poco la lectura cuando te suena raro una palabra mal acentuada.
Es muy difícil recortar algo más largo para poder cumplir con la extensión del texto, por eso ciertas faltas de concordancia. Pero además en el contenido he encontrado dudas:creo que las marcas van en mayúsculas: Honda Accord. Al principio hablas de ” la solitaria carretera” pero luego (y es el mismo viaje) de “los carros que la recorrían a alta velocidad”.”apunto de contestar” es a punto de contestar.
“Todos los años desde que estaba pequeño, hacía el viaje a la finca de sus abuelos”no compagina con “como hace tantos años que pasó por este lugar”
El final podría ser un poco más condicionante:”y no se iría sin saber la verdad”
Wanda, esto es escribiendo, todos estamos aquí para aprender y cada mes vamos tratando de mejorar, pero la mejor manera de hacerlo es escribiendo TODOS LOS DÍAS, aún así cada mes los compañeros encuentran algo que se nos pasa desapercibido y volvemos a empezar, pero así es la vida del escritor.
Continúa en este camino, lee, comenta, escribe y a fin de año estarás contenta con lo que has logrado en este capítulo de tu vida, porque las vidas son como libros.
Saludos.

Wanda Reyes

18/02/2016 a las 20:35

Gracias Luis por tus comentarios. Si ahora mismo me estoy reprochando porque no revise bien el texto antes de mandarlo y entiendo lo que dices que a veces cuesta un poco entender cuando algo tiene errores ortograficos y lo corregire. Pero a mi me interesa un poco mas saber la opinion sobre el contenido. En cuanto lo que dices sobre la historia en si, cuando hablo de solitaria me refiero a poco transitada (talves debi utilizar otra palabra), es obvio que circulan carros ya que hay personas haciendo comercio a las orillas. Por lo mismo que es poco transitada los carros pasan a alta velocidad disminuyendo al ver a los niños y los baches. Gracias de nuevo por tu aporte.

Tilly

19/02/2016 a las 13:53

Hola Wanda,tu relato me ha parecido muy tierno y muy escenografico.He vijado con Oren y he conocido a su madre y al abuelo.Me ha gustado y he disfrutado con el.Tilly

beba

19/02/2016 a las 16:55

Hola, Wanda:
Tu relato promete una linda novela que develará misterios familiares, y consolidará los afectos (positivos y/o negativos).
Me gustó la bonita descripción del paisaje que incluyes a mitad del relato.
Coincido, totalmente, con las observaciones de Frida y de Luis.
Adelante.

Noemi

19/02/2016 a las 17:13

Hola Wanda, me encanta el tono de tu relato y como vas hilando la relación entre presente y recuerdo. tienes una gran capacidad para recoger el detalle preciso colocarlo en el momento justo, sabes crear una atmósfera tranquila, agradable para tirarnos al final las preguntas que no llegamos a hacernos embriagados justamente por ese correr de recuerdos y a partir de allí nos entra la urgencia de seguir leyendo. Lo único que quiero señalarte es “que aunque fuera ese…” suena mal “al menos” se oye mejor y en cuanto a “e incluso los más pequeños corrían…” pienso que lo apropiado
sería “y los más pequeños sin ropa” puesto que ya pusiste que correteaban y los mas pequeños ya están incluidos por definición entre los niños. Muy buen comienzo Wanda, ahora vamos a ver cómo sigue, El padre es la intriga

beba

19/02/2016 a las 17:13

Hola, Wanda:
Tu relato promete una linda novela que develará misterios familiares, y consolidará los afectos (positivos y/o negativos).
Me gustó la bonita descripción del paisaje que incluyes a mitad del relato.
Coincido, totalmente, con las observaciones de Frida y de Luis. Un consejito: comienza a ponerlos en práctica en tus respuestas; en especial, la acentuación. Cualquier historia bonita se entorpece con ina ortografía pobre.
Adelante.

María Elvira Alonso

19/02/2016 a las 21:02

Hola,Wanda! Me gusta mucho como nos pones en la cabeza de este personaje que viaja y recuerda al mismo tiempo, he volteado la cabeza para ver a la abuela yo también. Coincido en que se puede pulir bastante, pero el modo en que vas hilando imágenes del presente y del pasado parece prometedor. Adelante con tu novela!

Tavi Oyarce

19/02/2016 a las 22:13

Hola Wanda:
Leí tu cuento y los comentarios de los compañeros y no agregaré nada más.

La idea está clara que es lo principal, se entiende.
Nadie empieza sabiéndolo todo, escribir es hermoso y exige mucha concentración.
Espero que los análisis que te ha hecho, no dismunuya tu entusiasmo, por el contrario ojalá te motiven.

Me colgaré de lo que dice Luis Ponce: para avanzar en esta profesión hay que leer mucho, escribir mucho y sobre todo revisar y volver a revisar que a la larga, te vas a encontrar que es lo más fascinante.

Ánimo.
No es la primera vez que te leo y lo seguiré haciendo para ver tus progresos.
Saludos

Coral Mané

20/02/2016 a las 13:56

Hola Wanda
Yo también he leído otros relatos tuyos y creo que sí que vas mejorando. A mí personalmente me ha gustado la historia, pero creo que hay algunas partes que podrías explicar un poco mejor. Me explico. Como das información de su madre, de su abuelo, de su abuela, de su padre… A mí me resulta un poco confuso seguir quién es quién y además, al ser un primer capítulo, creo que tanta información no interesa aún al lector y lo que consigue más que engancharle, es despistarle.
En el aspecto formal ya te han señalado todos los “fallos” y coincido con Luis es que lo que hay que hacer en esta “profesión” o al menos, bonito hobby, es intentar leer y escribir todo lo que se pueda y poco a poco se va mejorando.
Te invito a pasarte por mi relato, es el 189.
Un saludo y nos leemos

werchy Lam

20/02/2016 a las 23:02

Wanda, he releído tu texto varias veces, independientemente de la forma, acentuación etc que ya te han dicho, prueba a hacer lo que yo he hecho con él. Borra los recuerdos de su abuela, y lo que le dice de la limpieza y el de la madre con cesta va, cesta viene con la ropa sucia. Salta a…Todos los años desde que estaba pequeño, hacía el viaje a la finca de sus abuelos…. y concentrate en él. Ya nos hablaras de su madre y su abuela en otros capítulos. Como por ejemplo cuando se encuentre con ella.
Te lo digo porque es una distracción que en ese momento no interesa. Pero sigue, no pares de escribir.
Saludos

Maureen

22/02/2016 a las 16:07

Hola, Wanda.

Como te han puesto por ahí, parece un relato con una historia familiar complicada que promete.

Me gusta mucho cómo describes los sentimientos de Oren hacia sus abuelos, reflejas muy bien su cariño hacia ellos.

El mayor problema que le veo a tu comienzo es que le cuesta un poco arrancar; hay muchas descripciones al principio y, sobre todo, no conocemos para nada a Oren, por lo que sus recuerdos cariñosos hacia sus abuelos pueden resultar algo indiferentes. ¿Por qué no dejar esos recuerdos para más adelante o reescribir el inicio de forma que sepamos algo del protagonista antes de hablar de sus abuelos?

Marcelo Kisi

22/02/2016 a las 17:04

Wanda querida hola!
Primero, mil gracias por pasarte por mi relato, y el cálido comentario! 🙂
Me gustó mucho tu inicio de novela, indudablemente hay ahí una historia familiar muy intrincada.
Para aportarte una mejora, yo quiero ir más allá contigo. Hay una especie de conflicto en el manejo de lo visual, entre la escena misma del viaje, y la vida de Oren, que es lo que realmente importa.
O sea, si hablamos de “mostrar” vs. “contar”, el viaje de Oren lo vemos en detalle, pero de la vida de Oren tenemos que esperar, mientras recibimos referencias generales “contadas”.
No es que esté mal contar lo que Oren ve en la carretera, pero en algún momento se hace excesivo, porque sabemos que es una excusa, un prólogo a lo que está por venir. Yo reduciría la parte de paisaje, niños descalzos y elotes asados (ya averiguaré qué es un elote 😉 ) y describiría algún par de escenas donde la mamá de Oren lo critica. Una vez frente a todos lo hizo cantar, lo vemos con sus pantaloncitos cortos y su voz aniñada, y luego la madre, con la décima copa de la velada en la mano, le dice fuerte: “Lo lamento, Orencito, no llegarás muy lejos, pero bravo por el esfuerzo, ahora vete a la cama y mejor que no hagas ruido”.
En un párrafo comenzaste así, muy bien: la madre entra con la cesta de ropa limpia al dormitorio. GEnial! Y lo regaña, pero entonces vuelves a “contar” diciendo: “sobre un mismo tema”. Cuéntanos cuál! Recrea una de esas veces con diálogos, con la carita de Oren y sus ganas de meterse debajo de las sábanas o irse a jugar con los sapitos al río. Qué le dice exactamente su madre?
Un par de párrafos así equilibrarían el “mostrar” del presente (paisaje, carretera) y de sus veranos con los abuelos, ya demasiado pastorales, con la imagen de una infancia tórrida que, de paso, nos ayudaría a entender e identificarnos con los rencores de Oren, y nos llenaría de tensión frente al reencuentro con su madre sin que tengas que decir de forma abstracta: “aquí hay tensión”.
Creo que con tu talento y tus ganas de aprender, no te va a costar mejorar este aspecto. Espero desde ya tu próxima creación!

Nic-Is

23/02/2016 a las 00:20

Hola Wanda.
Me gusta mucho el ambiente que has logrado en tu texto. He leído los comentarios de los compañeros, y para no redundar, te diré que la forma en que describes el lugar es hermosa. Coincido con Marcelo en el asunto de “mostrar” vs. “contar”, pero me quedo con la deliciosa imagen de un elote asado, con chile piquín y un chorrito de limón.
🙂 Hiciste que se me antojara.

Cyrano

23/02/2016 a las 00:59

Hola Wanda.
De gramática solo comentarte que alguna frase se me ha hecho demasiado larga y alguna coma que yo cambiaria, no obstante yo tengo fallos de esos, por lo que me resulta difícil dar consejos.
En cuanto el relato me ha gustado, el protagonista recuerda su infancia, el tiempo en el que vivió en esa casa, incluso refuerzas esa idea del paso del tiempo con un coche viejo. Te entran nostalgias el leerlo.

Saludos

Ryan Infield Ralkins

25/02/2016 a las 16:34

Desde ya quiero saber que sucedera en el próximo capítulo. Me parece una historia buenisima e intrigante desde el primer momento. Poco a poco voy imaginando esa finca con sus caminos y hasta las casas y su gente. Excelente capítulo.
Felicitaciones, saludos y gracias por tu comentario en mi relato.

Wanda Reyes

27/02/2016 a las 16:31

Gracias a todos por sus comentarios a ellos sumo el de mi esposo que siempre es mi mas duro critico. He encontrado diferentes cosas que le han gustado a unos y otros no, pero creo que antes que nada debe gustarme a mi como escritor. Tomare algunas sugerencias y otras no, pues conozco a Oren y su historia en mi mente y me mantendre fiel.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *