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El último beso - por charola

Juan manejó hacia el supermercado para hacer las compras de la semana. Su esposa no pudo acompañarlo esta vez, porque tenía reunión con sus excompañeras del colegio "Inmaculada Virgen María". <<¡Qué aburridas!>> pensó, mientras buscaba la lista de cosas que iba a comprar. No la encontró, se dió cuenta que la había olvidado en casa, así que empezó a dar vueltas en su afán de recordar lo que había escrito su consorte.

En una de las curvas que dio con el coche de compras, Juan encontró a una mujer espectacular. No sabía cómo empezar a describirla, porque todo parecía estar tan bien puesto en su anatomía que incluso, lo que no era de ella, le quedaba perfecto. Bueno… cuando dijo eso, él pensaba en esa blusa blanca de puntitos negros que tenía el escote profundo, se podía ver la unión de unos senos grandes y firmes, que se bamboleaban al caminar. Hasta creyó escuchar un "plim-plom" armonioso que hacían estos al moverse. La blusa le quedaba inmejorable, se estrechaba en la cintura y caía sobre dos espectaculares y carnosas nalgas, las que se movían al andar. "A la bim, a la bam". La falda negra no cabía de contenta cubriendo esas nalgas juguetonas. Él se detuvo cerca de ella y sin poner mayor atención a las cremas y maquillajes, la miró de soslayo. Un cabello negro, largo y lacio dejaba entrever unos ojos gitanos que en ese instante lo miraron. Entonces, como en un sueño, Juan escuchó una melodiosa voz:

-¿me ayudas?
-¿Yo?
-Si, por favor
Juan se quedó perplejo al ver que esos labios rojos y carnosos parecía que lo invitaban a poseerla, ahora.
-¿Cuánto cuesta este delineador? No puedo ver el precio
-Yo tampoco puedo verlo, pero ¿qué importa, si no lo necesitas?

Ella empezó a reirse y una cascada de estrellitas comenzaron a caer a la vez que se juntaban con la risa diáfana y brillante de Juan. Todo en derredor cambió y se volvió luminoso. Juan movió la cabeza confuso.

-¿Te ayudo? puedo acompañarte, tengo mi auto a tu disposición, mi reina.
-¡Oh, bien! Gracias.

Ella sonrió y caminó delante de Juan dejando al descubierto unas piernas bien formadas, sobre unos tacos aguja, color rojo pasión, impecables, recién comprados. Acercándose decidida al cajero, sacó su tarjeta dorada y pagó.

<<Se hubiese visto mal, que sin conocernos yo me adelantase a pagar el importe >> pensó Juan. <<Mejor así>>.

El carro de Juan, esperaba afuera. Parsimonioso abrió la puerta para que las lindas posaderas de la mujer encantadora descansasen en el asiento delantero. Seguidamente, abrió la maletera y puso presuroso las compras que ella había realizado e inició el recorrido.

Un "aquí es" sacó a Juan de sus pensamientos. Ella se dirigió a abrir la puerta de su casa, mientras él sacaba las cosas.
-¿Dónde las pongo?
-En la cocina
Él tiró presuroso las cosas en la cocina. No quería perder ni un instante de estar con ella.
-¿Dónde estás?
-Ven
Ella melosa lo invita a pasar. Está en el dormitorio. Ella se saca la blusa, luego el brassiere con relleno dejando caer unos senos grandes, siliconeados que se desploman por la gravedad. Se saca la falda y también la faja que sale con dificultad mientras se le escapa una exhalación prolongada. Ya no es la cintura de avispa que había visto Juan. Muy coqueta se da la vuelta y él ve decepcionado unas nalgas grandes que dibujan claramente unas bolsas de silicona y las caderas de aumento hechas de dunlopillo.
-¡Vamos hombre, vamos a la ducha antes de la acción!
-Si -asiente Juan.

<<Los muslos, no eran gran cosa, las piernas si estaban lindas, pero…>> meditó Juan. Entonces, recordó que las piernas de su esposa lo habían enamorado. Ella sí las tenía perfectas.

-Sígueme campeón, vamos a darnos una ducha y luego te doy tu recompensa.
-Si, te sigo.
Él se inclina y le da un beso, ella abre la puerta del baño y entra. Él, se demora un poco, piensa, da un salto, algunas zancadas y abre la puerta de salida, murmurando frustrado: para cuerpo, la de mi esposa "inmaculada", para piernas, las de ella también.

——————————————————-

-¡Amor! ¡Amor! ¿Dónde estás?
-Aquí, mi vida, ya llegué… y los víveres. ¿Dónde están?
-Me olvidé llevar la lista, luego salimos juntos. Hoy quiero hacerte el amor… hoy vengo muy entonado por aquello del "plim-plom" y por el "a la bim, a la bam".
-¿Por el qué?

Comentarios (17):

Lesly Bosco

20/01/2016 a las 11:33

En primer lugar, creo que deberías haberlo marcado como +18, ya que aunque no sea muy fuerte hay menores participando en el taller.

El relato está bien, en cuanto a la historia no es muy rebuscada pero es sencilla pero fácil de seguir. El diálogo hace que sea más dinámica y anima a seguir leyendo.

Yo revisaría el uso de los signos de puntuación en los diálogos, ya que se debe usar la raya. Y algunas frases que no tienen signo de cierre.
Creo que la raya que has puesto para separar el final no sería necesaria, pues al ser un párrafo separado ya se entiende que es una acción posterior y que está en casa.

Si te animas, el mío es el 205.

Un saludo

charola

20/01/2016 a las 22:29

Gracias Lesly por tu comentario a mi relato. Lo escribí y lo envié a última hora. En cuanto a la raya de diálogo, no puedo hacerla en mi laptop, por lo que pido disculpas a todos los comentaristas que pasen por aquí. Sorry! Un saludo. Ya pasaré a comentar el tuyo.

Dianet

21/01/2016 a las 16:09

Hola charola

Parece que no, pero tu relato me ha hecho sacar una risitas con el “plim-plom” y “a la bim, a la bam”. jajaja

Creo que has querido dejar bien claro en tu historia que las apariencias engañan.

Corrige los guiones.

Saludos.

MOT

23/01/2016 a las 19:37

Unas buenas risas me he echado yo también con lo de “plim-plom” y “a la bim, a la bam”. Me ha gustado la historia, y desde mi punto de vista, considero varias cosas:
1 – La frase “labios rojos y carnosos” es un cliché demasiado visto.
2 – En la frase que empieza con: “Bueno…cuando dijo eso” realmente él no ha dicho nada, quizás deberías haber usado el verbo “pensar”.
3 – En la frase “…carnosas nalgas, las que se movían al andar” sobra la palabra “las”, pues solo hablas de unas nalgas, no de varias.
4 – No queda claro en qué momento Juan deja el auto y entran en el supermercado.
5 – Me pregunto… ¿Puede una risa ser “brillante y diáfana”? No me suena natural, puede que yo hubiera elegido otros adjetivos.
6 – Suena un poco repetitivo, a mi parecer, decir lo de la ducha dos veces en casi una misma frase. Ya queda claro a la primera vez.
7 – Te ocurre lo que a mí me ocurría al principio de atreverme con relatos y microrrelatos, o sea, no dominar los signos de puntuación en diálogos y pensamientos. En esta maravillosa web hay varios posts que hablan de ello y que a mí me ayudaron un montón. Te recomiendo los busques, verás qué bien te irán.
Graciosa historia, simpática toda ella, que me ha mantenido pegado a la pantalla hasta el final. Buen trabajo.

Luis Ponce

24/01/2016 a las 17:34

Charila:
Es una historia con su chispa, pero el buen uso de la puntuación ayuda mucho al leer, igual una buena historia mal puntuada se echa a perder.
Creo que los comentarios de los compañeros te pueden guiar un poco, pero deberías recurrir a las ayudas que tiene LITERAUTAS para repasar sobre el uso de los guiones y las comillas.
Saludos.

charola

24/01/2016 a las 22:48

¡Hola compañeros!

Dianet, has dado en el clavo, las apariencias a veces engañan y en este caso el deslumbramiento duró muy poco. Gracias por comentar mi relato.

MOT, me agrada que te haya gustado mi historia y debo responder a algunas referencias tuyas. Estoy de acuerdo en que la frase “labios rojos y carnosos” sea un cliché muy visto, gracias por hacerlo notar. Lo de las nalgas, ja, no hay forma de decir otra cosa ya sean de una persona o de varias, siguen siendo “las”, quizás omitir la palabra “las” y empezar con “que” estaría bien. El punto 4, la historia empieza “Juan manejó…” él llega solo al supermercado. El punto 6, tienes razón, suena repetitivo lo de la ducha. Gracias por hacerme dar cuenta de ello. El último punto, no sé hasta ahora qué hacer para utilizar la raya de diálogo. Todo lo que he hecho no ha dado buen resultado. No es que no sepa que ese guión está mal utilizado, es porque no me ha funcionado nada. Por ello pido y pedí disculpas anteladamente. Yo también me siento frustrada.

Luis Ponce, gracias por pasarte por mi relato. No quería escribir una historia sin diálogos, como trataba de hacerlo antes porque no me funciona en mi laptop la raya de diálogo. En fin. Espero que te haya gustado mi historia, que los deja mal parados a algunos hombres que van detrás de un aparente monumento de mujer, cuando en casa está esperándolos una de mejor talante.

Frida

25/01/2016 a las 14:22

Hola Charola, en cuanto a las correciones, antes que yo otros han pasado y te han dado unas buenos consejos. En cuanto al guión, no te desesperes, siempre te queda la forma fácil de escribirlo. Simplemente vete a un texto, por ejemplo a la parte en la que el blog explica su uso, copia y pega el susodicho. Es la forma más fácil que se me ocurre de escribirlo sin romperse mucho la cabeza.

En cuanto al contenido de tu relato, me ha resultado divertido y, desde luego coincido con Dianet, en que es una clara alusión a las apariencias engañosas. Muchos han sido los hombres que se han visto decepcionados al descubrir que el abundante pecho de una mujer se debía al wonderbra o, como bien apuntas, una cintura bien formada a una faja de compresión.

Keren Johana

25/01/2016 a las 22:02

Hola, me ha gustado tu relato, habría que pulirlo un poco en los signos de puntuación, y te serveria que usaras la metáfora, te ayudaría mucho. Sigue escribiendo.

charola

25/01/2016 a las 23:39

¡Hola Frida! Tu consejo resultó de lo más fácil. Yo estaba frustada porque mi laptop no responde a las rayas de diálogo y lo que me dijiste resultó:
—Claro que si —dije, agradecida.
Gracias, muchas gracias.

charola

26/01/2016 a las 00:14

Frida, nuevamente. Puse frustada en vez de frustrada. Corregido.
Saludos.

charola

26/01/2016 a las 03:58

¡Hola Keren Johana! Gracias por tus apreciaciones a mi relato. Las tendré en cuenta. Nos leemos.

Manoli VF

26/01/2016 a las 12:19

Hola Charola.

He leído tu historia siguiendo tu invitación. Te diré lo que he visto.

-“En una de las curvas que dio con el coche de compras, Juan “encontró” a una mujer espectacular”. Hablas de la mujer como si fuese un objeto, creo que lo correcto sería otro tipo de expresión como: “Se dio de bruces” o “Se tropezó” que también le daría un aspecto más casual al encuentro-.

-“¿me ayudas?” el “me” tendría que ir en mayúsculas.

-También el nombre de “inmaculada” tiene que ir en mayúscula.

-Repasa los diálogos (hay que usar el guión largo no el corto)

-Falta añadir más espacios en los diálogos.

Respecto a la trama, en mi opinión dedicas mucho espacio al tema de la seducción que no obstante, me ha parecido algo forzada. Quizás si el entorno fuese una discoteca o una cena lo hubiese visto más creíble. El tono y el mensaje, así como los pensamientos del protagonista (quizás aquí tendrías que hacer uso de las comillas) si está más logrado.

Un saludo.

Marcelo Kisi

27/01/2016 a las 16:47

HOla charola!
Mil gracias por pasarte por mi relato y comentarlo, me alegro mucho de que te haya gustado.
A mí también me encantó el tuyo, y ya te había marcado, creo que en tu primer relato aquí, tu talento para convertir las situaciones cotidianas en cuentos que vale la pena contar. Lo has hecho de nuevo y se te agradece. Simple, divertido y entrañable.
Las pulidas a hacer ya te las han marcado, y sin embargo me han dejado una: en un momento saltas del pasado al presente, luego otra vez pasado y otra vez presente. Hay que elegir uno y unificar.
Fuera de eso, lindo relato en clave de comedia, lo disfruté!

Cryssta

27/01/2016 a las 18:45

Hola querida Charola, por fin puedo pasarme por tu relato.

De la historia decirte que me ha gustado mucho. Por desgracia es algo que pasa mucho, deseamos aquello que no tenemos y no le damos valor a lo que tenemos que puede ser hasta mucho mejor. Además tú lo has contado con humor y eso siempre se agradece.

Ahora voy a lo que creo que se puede mejorar y no te han dicho:

– “no puedo acompañarlo esta vez porque…” con ese “porque” no hace falta la coma que va delante
– “dio” sin tilde
– “se dio cuenta de que…”
– tienes que decir por dónde empezó a dar vueltas o se puede pensar que dio vueltas como una peonza
– pienso que sobra “con el coche de compras”, no aporta nada al texto
– “No sabía cómo empezar a describirla, todo parecía estar tan bien puesto en su anatomía que, incluso lo que no era de ella, le quedaba perfecto”
– ya se sabe que las nalgas se mueven al andar así que es innecesario decirlo, tendrías que cambiar algo la frase para meter entonces el “A la bim, a la bam”
– “Su cabello negro…” mejor poner “su” que “un” porque luego pones “unos”, así no repites
– “¿Me ayudas?”
– “Sí” cuando es afirmación lleva tilde, este error lo repites varias veces en el relato
– creo que queda mejor decir “lo invitaban a poseerla en ese mismo instante”
– “una cascada de estrellitas comenzó a caer a la vez que se juntaba…” es en singular porque el verbo se refiere a la cascada y no a las estrellitas
– puesto que la mujer llevaba falda, las piernas ya estaban descubiertas, puedes poner “haciendo que admirara unas piernas…”
– tengo dudas, no sé si te refieres con “tacos rojos” a “tacones rojos” como los llamamos en España o a “zapatos de tacones rojos”, si es a tacones deberías poner “zapatos de tacos rojos” puesto que luego dices que están recién comprados y no se compran los tacones sueltos
– “Se hubiese visto mal que, sin conocernos, yo…”
– La frase “Parsimonioso abrió la puerta para que las lindas posaderas de la mujer encantadora descansasen en el asiento delantero” es muy larga
– Imagino que “la maletera” es lo que en España llamamos “el maletero”
– Pasas de meter las compras en el maletero a iniciar el recorrido sin que él entre en el coche, tienes que hacerlo porque, aunque se sobreentiende, te has tomado mucho tiempo en describir el resto de la escena
– Repites “en la cocina” muy seguido
– Mejor decir “dejó presuroso las cosas” si dices “tiró” es como si no le importara si algo se pudiera romper al caer al suelo
– Cambias de tiempo verbal
– “se saca” (la blusa y la falda) lo pones dos veces seguidas
– las piernas contienen los muslos por lo tanto te repites, si las piernas están lindas los muslos también, puedes decir pantorrillas en vez de piernas
– “se demora un poco, piensa, se gira…” si no lo haces girar me temo que tendrá que salir de espaldas, yo además quitaría lo del salto
– sobra la coma tras “salida”
– “para cuerpo, el de mi esposa “la inmaculada” entiendo que la llama así no porque se llame Inmaculada (entonces sería con mayúscula y sin el “la”) sino por el nombre del colegio
– repites dos veces “hoy”, quita el segundo

Como siempre espero haberte ayudado y leerte en el próximo taller. Un abrazo.

charola

29/01/2016 a las 00:58

¡Hola Marcelo! Gracias por pasarte por mi relato. Tus palabras de aliento me animan a seguir escribiendo. Tropezando, pero allí llego. En la próxima trataré que los errores sean mínimos. Un abrazo. Eres genial.
¡Querida Cryssta! Aprecio mucho tus correcciones y eres muy buena para ello, tienes un ojo clínico verdaderamente agudo. Te admiro y estoy muy agradecida que te hayas pasado por mi relato. Lo de inmaculada, lo escribí por el colegio. Había puesto anteriormente que Juan llamaba “inmaculadas” a las excompañeras de su esposa, pero lo borré por el tema de las 750 palabras. Por lo demás trataré de ser más cuidadosa. Este relato lo escribí a última hora y casi quedo fuera. Un beso.

Peter Walley

30/01/2016 a las 08:56

Hola Charola,

Creo que ya te lo han dicho todo, lo más importante en mi opinión es el uso de las comillas, que me ha despistado un poco en la lectura.

El relato está bien y muestra cómo muchas veces son los pequeños detalles los que inclinan las decisiones importantes en un sentido u otro (en este caso si la chica estuviese un pelín más buena sin ropa los cuernos no se los quitaba nadie a la mujer del protagonista ;-)).

Muchas gracias por pasarte por mi relato.

Pato Menudencio

14/02/2016 a las 22:17

La idea está bien. Recomiendo que repases en voz alta algunas frases, ya que algunas podrían sonar mejor.

Saludos.

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