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El último beso - por Lesly BoscoR.

Web: http://leslybosco.blogspot.com.es/

Estábamos todos reunidos frente a la choza del chamán. El viejo no había salido en todo el día, pues por la mañana le llegaron los rumores. A pesar de su obstinación, lo que temía terminó sucediendo: el sacerdote, con el que no tenían precisamente la más idílica de las relaciones, acudió a su puerta. Preguntó a los ancestros y se vio obligado a dejarle pasar.
Se escuchaba el murmullo de sus voces, que iba de un ronroneo relajado hasta aullantes quejidos pasando por el llanto, aunque nadie pudo aclarar de qué hablaban tanto rato. Los que estaban en la fila de delante traducían lo que les parecía que interpretaban, a saber, que el chamán insistía en preguntar algo a los ancestros, y por la tarde hacía ya rato que no obtenía respuesta. Como consecuencia, el chamán lloraba y el sacerdote debía de estar tirándose de los pocos pelos que le quedaban.
Al atardecer llegó un viejo, que había estado todo el día en el campo con los ñus, y como quién no quiere la cosa se colocó cerca del lado donde yo estaba y preguntó en voz alta si ya habían tomado una decisión. Todos nos sorprendimos y alguien le preguntó si él sabía lo que estaba pasando y cómo era eso posible.
El viejo rió, enseñando exultante sus encías rosadas. Entonces se formó un corrillo a su alrededor y contó que su nieta, Maliki, había acudido al sacerdote pues ya no quería estar casada con su esposo Tumbuku. El sacerdote nunca se había encontrado ante una situación así, sencillamente porque a nadie se le había ocurrido separarse antes.
Así que lo que hacía reunido con el chamán era dilucidar cómo proceder, si debía prohibir las separaciones, pues sabía que aquello traería cola, o autorizarlas y en ese caso establecer la forma de decretar anulado el matrimonio.
Todos miraron recelosos a sus cónyuges, seguramente muchos estaban asustados por si a su respectivo o respectiva se le ocurría separarse. Algunos posiblemente lo deseaban en secreto desde hacía tiempo, incluida mi propia esposa, que no abrió la boca para expresar su opinión y eso significaba que su cerebro bullía.
Todos los ojos buscaban entre el gentío, hasta que encontraron a los objetos de su búsqueda, es decir, a Maliki y a Tumbuku,que se miraron avergonzados.
Finalmente, cuando ya empezaba a refrescar de lo lindo, salió el sacerdote. El chamán le siguió pero se quedó en la puerta de la choza sin hacer nada. Habían llegado a una conclusión que por lo visto había hecho volver a hablar a los ancestros para dar su bendición. La separación sería permitida en este caso y en adelante si las dos partes así lo deseaban, cada una con condiciones especiales según sus circunstancias particulares.
En el caso de Maliki y Tumbuku no habría mayores consecuencias, ya que no tenían hijos ni bienes comunes. Maliki volvería a la casa de sus padres y en el futuro los cónyuges podrían volver a casarse con otras personas.
Entonces el sacerdote hizo comparecer a la pareja ante él y les dijo que debían declarar públicamente su deseo de deshacer la unión que habían tenido y besarse por última vez ante todos para confirmar la separación. Maliki feliz y Tumbuku lloroso así lo hicieron. El chico corrió a refugiarse en brazos de su oronda madre y Maliki sonrió sin ningún reparo a la concurrencia, posiblemente sin descartar que alguno de los presentes fuese su futuro marido, tal vez más de uno.
La tribu se abalanzó sobre el sacerdote, que abrumado por las preguntas miró suplicante hacia donde suponía que estaba el chamán, en vano, pues éste había desaparecido en el interior de su casa, muy posiblemente sin necesidad de que los espíritus le advirtiesen de la tormenta que se avecinaba.
El sacerdote gritó para hacerse oír sobre el vocerío y nos dijo que nos marchásemos a dormir, que la ronda de preguntas y el funcionamiento de aquel nuevo sistema descubierto se iría puliendo poco a poco, y que nadie se iba a morir por seguir casado un poco más. Aunque entonces no sospechaba lo que le iba a suceder al pobre Mumbala, mi mejor amigo y vecino, aunque esa es otra historia.

Comentarios (21):

Nic-Is

20/01/2016 a las 00:40

Hola Lesly. Me gustó mucho tu cuento. No encuentro algo que necesite ser cambiado, aunque no soy experta en eso de escribir. El narrador testigo está muy bien usado. Y el tema es interesante. Felicidades. Si tienes oportunidad, pásate por el mío. Es el 184. Cualquier consejo que me ayude a mejorar, es bien recibido.

Bernardo de Jesús Hernandez Torres

20/01/2016 a las 20:46

Lesly, me has dejado impresionado con tu historia, especialmente porque me imagino, ahí, comenzaron los divorcios y quisiera saber que la paso a Mumbala. Gracias por escribir como lo haces y gracias por tu comentario en mi intento de hacer cosas como la tuya.

Ryan Infield Ralkins

20/01/2016 a las 21:21

Me parece interesante la forma como hiciste que último beso no se quedara solo en el título del relato. Muy interesante también que el sacerdote hable con el chaman. Confieso que desde ya quiero saber que le sucedió a Mumbala.
Un consejito que te doy, y en el que yo caigo montones de veces pero desde que leí Mientras Escribo de Stephen King intento seguir, es que te cuides de las palabras que terminan en mente. Como dice S.K., de ser posible, evitalas.
Lo digo porque vi muchas en el relato, habiendo tres en el penultimo párrafo.
Eso seria todo.
Por cierto, ya lo dije pero me gustó la historia.
Felicitaciones, saludos y gracias por tu comentario en mi relato.

Nuria GR

20/01/2016 a las 21:54

Hola Lesly. A mí también me ha gustado tu historia, ha conseguido mantenerme interesada de principio a fin, especialmente con el final ya que me quedo con ganas de saber qué le pasó al pobre Mumbala.
Por lo demás, me ha gustado también el estilo y el narrador testigo está representado a la perfección.
He visto además algún comentario tuyo a otros textos y me ha parecido muy acertado, por lo que me encantaría si pudieras pasarte por mi texto, es el 135, y darme tu opinión.
!Hasta pronto!

Perla Suaress de Oz

21/01/2016 a las 01:10

Me gusto tu historia. Es bastante interesante como se desarrollan los hechos.
La forma en la que el chaman se va dejando solo al sacerdote me encanto, que lo dejara con todo el problema a el solo.
Me encanto esta genial!

charola

21/01/2016 a las 05:51

¡Hola Lesly! Me gusta tu estilo, directo y ameno. Se supone que Mumbala correrá la misma suerte, pero esa es otra historia jeje
Muy buen relato, me gustó.

Lesly Bosco

21/01/2016 a las 14:02

Muchas gracias a todos por haber dedicado un poquito de vuestro tiempo a leer y comentar mi texto.

Me alegra que la mayoría de impresiones sean positivas, aunque sé que hay cosas que mejorar.

Sobre los adverbios terminados en -mente, aunque creo que es una cuestión estilística y de gusto personal de cada uno, sí que se me ha ido un poco la mano en este texto sin darme cuenta. Es cuestión de mantener el equilibrio. Tampoco les tengo la guerra declarada. Gracias por el consejo, lo tendré en cuenta.

Un saludo y se agradece que os hayáis pasado por mi relato.

Gastón

21/01/2016 a las 19:49

Hola Lesly,
Es una historia bien lograda, con una ambientación que va construyendo de apoco el ambiente y las ideas de los personajes.

Solo comentarte que los nombres propios que usas no me acaban de convencer, porque los siento un tanto clichés
También frases como: “aquello traería cola” o “refrescar de lo lindo” no me cuadran del todo como frases que diría el narrador, pero esto ya es un gusto personal.

Saludos! sigue adelante

Earendil

21/01/2016 a las 22:40

Saludos, Lesly Bosco.
Te felicito por el original relato que nos has regalado.
El tema narrador testigo es una maravilla. Además quiero destacar en tu relato un comentario que leí en el blog de Literautas del mes pasado, que un compañero aconsejaba de forma muy atinada a otro y que me hizo ver este taller de otra manera. Le decía que para poder escribir buenos relatos con un número de palabras determinado (como aquí), debía contar escenas, no intentar condensar toda una historia en poco espacio. A ti te ha salido bordado. Sólo contando una anécdota en un día cualquiera en el poblado, me he imaginado todo el escenario, sin necesidad tan siquiera de ninguna descripción. Enhorabuena.
El tema de los chamanes me encanta, aunque aquí estemos ante una historia mas bien cómica, otro de tus buenos atributos, con ese fino humor con el que has contado tu historia (Es que estoy escribiendo una novela sobre chamanes australianos)
En cuanto a mejorar, nada especial. He visto una falta de ortografía: “…el sacerdote, con el que no TENÍAN…”. El verbo debías haberlo puesto en singular, pues estás hablando del sacerdote, aunque hagas alusión a la relación de ambos.
Sólo tengo un problema. No sé en qué categoría incluir tu escrito para la estadística de Peterson, je, je.
Un saludo.
Espero leerte en otros talleres.

Lesly Bosco

21/01/2016 a las 22:53

Gracias por haber pasado.

Gastón, sí, son un poco clichés, la verdad es que me los invento cuando no es que los uso porque me suenan de haberlos escuchado por ahí. No tengo mucha idea de nombres africanos.

Earendil, vaya, te he roto la estadistica jeje. Bueno es un relato inspirado en una serie de relatos, o no sé cómo acabará, que aún tengo muy verde. Como ya te dije, me gustó mucho tu relato, espero poder leer más.

Bueno, espero que coincidamos el próximo mes para seguir leyendoos.

Un saludo

Miriam Torres

22/01/2016 a las 21:15

Hola Lesly.

Te felicito por la originalidad del texto. Me imagino en esa reunión tribal africana aunque me descuadra el motivo de la misma. Es algo que no me hubiese esperado que sucediese.

También coincido en algunos comentarios que han hecho anteriormente, como el uso de expresiones demasiado coloquiales que deslucen un poco la narración.

Te invito a que opines sobre el mío, 203.

Cryssta

23/01/2016 a las 19:41

Hola Lesly, por fin pude pasarme por tu relato tal y como me habías pedido, disculpa la tardanza pero dispongo de poco tiempo.

En general tu relato está bastante bien escrito. Pasó a decirte lo que yo he visto mejorable y que no te han dicho:

– Creo que estaría mejor decir “Por la mañana le llegaron los rumores y no había salido en todo el día”. Como tú lo has escrito queda más flojo, no se entiende que por unos rumores no salga en todo el día.
– Hablas de un sacerdote. Puede ser uno de otra religión pero yo desde el primer momento he pensado en uno católico. Siendo así yo esperaba oposición por parte de él a la separación del matrimonio, más si cabe porque se desconoce un motivo de peso para que ella quiera separarse, parece más por capricho que otra cosa. Hablas de anular el matrimonio, eso son palabras mayores para la Iglesia y no es tan fácil.
– lo de “pasando por el llanto” sobra y la expresión “aullantes quejidos” no acabo de verla, una cosa es aullar y otra quejarse
– Antes de “que se miraron avergonzados” hace falta un espacio para separarlo de la coma
– Estaría mejor poner “La separación sería permitida, en este caso y en adelante, si las dos partes así lo deseaban y con condiciones especiales según las circunstancias de cada pareja”.

Como te he dicho lo veo bastante bien escrito pero la historia la veo flojilla. Me hubiera gustado saber la discusión que tuvieron el chamán y el sacerdote y las motivaciones de Maliki que la llevaban a querer separarse.

El final sí me ha gustado pero me habría gustado mucho más si la historia leída me hubiera llenado y entonces te pediría que en el próximo taller nos contaras la de Mumbala. Eso no te lo voy a pedir pero sí espero leerte el próximo mes. Con solo un relato no puedo decir mucho pero intuyo que donde tienes que mejorar tú no en la forma de contar lo que sucede sino en la historia en sí misma.

Espero haberte servido de ayuda y te felicito porque casi siempre imprimo los relatos y los voy marcando con rotulador y el tuyo es de los que menos he tenido que marcar.

Lesly Bosco

23/01/2016 a las 23:23

Muchísimas gracias por vuestros comentarios y por vuestro tiempo.
Me hacen darme cuenta de cosas en las que no había caído y en las que tenéis toda la razón del mundo.

Gracias Cryssta por un análisis tan extenso. Es muy revelador y ayuda mucho.

Ya estoy deseando que llegue el próximo mes!

saludos

Booker DeWitt

24/01/2016 a las 11:47

Hola Lesly, poco más que añadir a lo que han dicho más arriba. Coincido con que algunas expresiones parecen fuera de lugar, como dijo Gastón, y eso descoloca un poco, y tampoco soy muy dado al abuso de adverbios. Me he quedado con ganas de ver una historia más desarrollada, así que espero conocer pronto nuevas de este universo que has creado. Buen trabajo.

Sandra Adrian

24/01/2016 a las 20:50

Hola Lesly, has hecho un buen trabajo y coincido con mis compañeros en los fallos que han visto.

He visto alguna frase demasiado larga, sin pausas. Yo te recomendaría leer los textos en voz alta, así es más fácil ver si te falta alguna coma o punto.

Gracias por pasarte por mi relato, un saludo.

Fernando Caporal

27/01/2016 a las 00:50

Hola Lesly, ante todo gracias por pasar por mi relato y por tu comentario, sobre todo estando tan distantes uno del otro.
Tu relato me pareció genial. El narrador testigo me pareció excelente, bien manejado y el reto opcional yo lo veo cumplido sin discusión. La historia en sí misma me gustó mucho, la caracterización del chamán como persona más reservada y el sacerdote haciéndose cargo de la discusión pública, me parecieron descripciones de ambos roles sumamente creíbles. Demás está sumarme al pedido de todos en conocer la historia de Mumbala para el próximo taller.
Algo acerca de la forma en una frase del comienzo, me gustaría comentarte. La frase es: “el sacerdote, con el que no tenían precisamente la más idílica de las relaciones, acudió a su puerta. Preguntó a los ancestros y se vio obligado a dejarle pasar.” Tuve que leerla dos o tres veces, porque me confundió un poco; hablás del sacerdote, y luego del chamán, pero no lo mencionás. Si por ejemplo, hubieras dicho algo así como … “El chamán preguntó a los ancestros” me parece que hubiera quedado algo más clara la oración.
De nuevo, me gustó muchísimo el relato.
Gracias por compartir tu inspiración.

Marcelo Kisi

27/01/2016 a las 11:25

HOla Lesley!
Primero, de nuevo gracias por pasarte por mi relato y por tu cálido comentario!
Me gustó mucho tu relato, creo que se basa en una idea genial, de esas que ya quisiéramos tener muchos de nosotros todos los días. La plasmaste muy bien, contándolo con un tono entre serio y pícaro que lo hizo muy divertido. Cumpliste con creces el desafío del narrador testigo: un vecino que pone las barbas en remojo ante lo que se le viene en casa, pero sin demasiada alharaca.
Como propuesta para avanzar, creo que podés combinar los diálogos indirectos que practicás aquí, con diálogos directos: que los personajes hablen. Creo que te va a salir muy bien, porque tenés un estilo delicioso.
Lo disfruté, gracias y felicitaciones!!

Lesly Bosco

27/01/2016 a las 12:14

Muchas gracias por vuestros comentarios, no tengo mucho que decir a parte de que tenéis razón.

Muchas gracias por vuestras observaciones, la verdad es que sirven de mucho ya que mientras escribes no te das cuenta.

saludos

Isolina R

31/01/2016 a las 20:09

Hola, Lesly Bosco:
Después de todos los comentarios anteriores, tengo poco nuevo que añadir. Estoy de acuerdo con Cryssta en cuanto te ha sugerido, con Ryan en el consejo de que reduzcas los adverbios en “-mente” y con Marcelo Kisi en lo de meter diálogos. Yo también miraría la repetición de algunas otras palabras (verbo “estar”, “chamán”, “sacerdote”, “todos”, “viejo”…).
En: “Los que estaban en la fila de delante traducían lo que les parecía que interpretaban, a saber, que el chamán insistía en preguntar algo a los ancestros, y por la tarde hacía ya rato que no obtenía respuesta” hay cinco “que”.
Los demostrativos no llevan tilde nunca: “pues éste había desaparecido”.
En: “y como quién no quiere la cosa” sobra la tilde en “quien”.
En: “ya no quería estar casada con su esposo Tumbuku” sobra “su esposo”. Si está casada, no hace falta decir “su esposo”.
Ánimo, sigue adelante. Tienes talento.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

Lesly Bosco

31/01/2016 a las 23:48

Claro que sí! Todas las sugerencias son bien recibidas.

Muchas gracias

Wolfdux

02/02/2016 a las 00:48

Hola Lesly, un relato muy divertido. Me ha gustado imaginarme la escena entre el sacerdote y el chamán. El ritmo del relato al principio no me acaba de convencer, no es hasta la llegada del viejo que el ritmo va acorde con lo que se cuenta. Las faltas que te han comentado los compañeros se pueden solventar con una revisión más del relato.

Un saludo.

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