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EL ÚLTIMO BESO - por Don KendallR.
Web: http://donkendall.wordpress.com
EL ÚLTIMO BESO
La camarera sonriente llega con unos desconocidos y completa la mesa . Intercambiamos un guiño y le muestro mi móvil con la fotografía tomada en este local hace un año.
— ¿Sabes si vendrá hoy?.
Abre los ojos y parpadea como una Betty Boop.
— No creo. Murió hace tres meses.
Sin dejarme replicar, se va con marcado giro de cintura.
— Enseguida vengo a tomar nota y te explico con detalle.
Se mueve con agilidad entre las mesas atestadas. Toma las comandas con rapidez a una partida de japoneses inalterables. La sigo con la mirada y recuerdo mi embeleso cuando la conocí en mi viaje anterior a Barcelona.
En aquella ocasión me recomendaron esta pequeña taberna de La Barceloneta. Compartí mesa con un tipo mayor y estrafalario con pinta de galán de teatro rancio. Me sugirió tomar unas alcachofas a la plancha. Antes de empezar a comer rezó el “Padre Nuestro” al revés. Para espantar a los reptiles, afirmó tajante.
—————————————–
«Amén, mal todo de líbranos y deudores…» masculló la oración y siguió con la cháchara confusa en forma de soliloquio en el que no pude intervenir:
«Mi nombre es Raimundo Iribarnegaray. Hijo de gallego y vasca. Me trajeron a la Barceloneta con cuatro años. Mi padre era metalúrgico de Bilbao. Entró como fundidor en la Maquinista Terrestre y Marítima. Al poco de llegar aquí, mi madre murió. Del modo como siempre hizo todas las cosas, casi sin que nadie se enterase y sin querer molestar.»
Mientras pelaba una alcachofa siguió el relato a saltos. En ocasiones escupía discretamente alguna parte más dura de la planta.
«Con el tiempo me fui de casa sin despedirme de mi padre. Recalé en Zaragoza por razones que no vienen al caso. Como los inviernos eran fríos pensé alistarme en la Legión. Por despiste me enganché en la Brigada Paracaidista y me enviaron a Canarias. En Las Palmas conocí a “El Maño” . Mi gran amigo. Es único. La próxima vez que nos veamos se lo presento.»
Acabadas las alcachofas pidió “bombas” para dos y siguió con su farfulla:
«El Maño en aquel tiempo era un hombre guapo. De elegancia primitiva podría decirse. Cada semana salía a joder lo que pillase. Solo eso, no era de enamoriscarse sin más. Sin saber cómo se lió con una mujer a la que le gustaban los paracas.Como todo tiene su fin mi colega quiso dejar la relación. A ella no le gustó y pidió un “último beso” en una nota que el marido descubrió. Su marido era pescador y le gustaba el ron. Aquello acabó a navajazos y malos quereres sin entrar en más detalles. Ya dije que en asuntos de jodienda el Maño no andaba con melindres. Así que algún fin de semana se citaba con un juez que disfrutaba chupando su pitón. Gracias a eso la cosa quedó parada, pero tuvimos que pedir destino voluntario en el Sáhara.»
Las “bombas” están hechas con una mezcla de patata con carne, rebozada y después frita, que se unta con alioli y salsa brava. Comprobado ese punto, el discurso transcurrió como una salmodia:
«Hay días que le preparo “bombas” al Maño para que coma en casa. Él no sale casi nunca. Vive conmigo desde que volvimos de allá. Hacíamos guardia cerca de las piedras de Rayem Mansur. No pasó mucho tiempo hasta que el Maño encontró la compañía de un beduino de piel gozosa y huecos acogedores. Mulay, nos enseñó que la “lefa” es una pequeña víbora del desierto con aspecto inofensivo y mordedura letal. Un día el Maño pensó que era el momento de dar “el último beso a su amante”. Aquella noche en la guardia entre suspiros conocimos un dicho de los Ulad Delim, “Quien no paga una deuda a un hombre del desierto, se arriesga a que el desierto se la cobre.”»
Paró de súbito. Se puso en pie y con la mano en el pecho se dirigió a mi impostando la voz:
«Las deudas se pagan siempre. El final de aquella noche se lo contaré en otra ocasión. Le presentaré a mi amigo y comeremos más bombas. Hoy se acabaron. Ahora váyase.»
Mi única reacción fue hacerle una foto.
—————————————————-
Llega la camarera y sonriendo me dice:
— Ese hombre, el de la foto, era un poco raro. Vivía solo en el barrio. Cuando entraron en su casa llevaba varios días muerto. Envenenado. Dicen que le picó algún bicho. Pobre. Le llamaban “el Maño”.
Comentarios (32):
Luis Ponce
19/01/2016 a las 18:25
Don: gracias por tu comentario en mi relato.
En cuanto al tuyo, creo que logras hilvanar una historia ágil, descriptiva. Me gusta el lenguaje muy específico de la región y el grupo humano. A veces la geografía nos modifica la literatura y tenemos que dar un giro inclusive si hablamos el mismo idioma.
Saludos.
Don Kendall
19/01/2016 a las 20:29
Muchas gracias Luis. Eres muy amable en tu valoración. Coincido en la importancia del lenguaje incluso yendo más allá, hasta llegar a eso que llaman “la voz del escritor” . Me gusta una definición que he leído hace tiempo « La voz es la forma en que se escribe cuando no se tiene tiempo para ser elegante..».(*)
(*) Thaisa Frank y Dorothy Wall – “Finding your writer’s voice” . En español fue publicado dentro del libro “Cultiva tu talento literario” En Ediciones Urano – Barcelona 1997).
Un saludo y a tu disposición
Bastián Robinson
20/01/2016 a las 05:49
Hola Don Kendall,
Viendo lo completos que son tus comentarios, me apetecía un montón leer tu relato, de modo que aunque no me tocaba comentarlo, ha sido para mí un placer leerlo, y después escribirte estas cuatro palabras. Ante todo te pido que tengas en cuenta que soy un comentador muy novato y que mi idea es aportar el máximo posible de manera constructiva.
En cuanto al contenido, me ha gustado desde el principio hasta el final. La fotografía como detonante/iniciador de la historia me encanta, es muy escenográfico. La recreación del personaje del viejo estrafalario es muy completa, y se va “autorellenando” a la vez que cuenta la historia, lo que le da dinamismo a la escena. Y el tema militar (paraca en especial) me ha arrancado una sonrisa por cuestiones personales. El final, esa especie de revelación de la confusión-bipolaridad de la personalidad del “Maño” ha sido un giro genial a modo de guinda.
En lo que se refiere a la forma lo único que se me ocurre apuntarte es que para mi gusto, las frases cortas invitan al lector a una situación muy dinámica, o en la que se va a desarrollar un hecho clave, decisivo, un pilar de la narración. Al usar constantemente frases tan cortas, aunque no se den las circunstancias que te apunto, es posible que se reste un poco de fluidez a la historia, que vas leyendo como “atrabancándote”. Pero incido en que es algo MUY personal.
Creo también que en cuanto al uso del guion de los diálogos, el largo, cuando se usa al principio de la frase, no lleva espacio a principio de la frase (aunque es posible que haya sido cosa del corrector).
En general y como impresión general, te aseguro que me ha encantado. Es mi primera vez en el taller, y de momento es de lo mejorcito, con diferencia, que he leído, o sea que enhorabuena.
Espero que mis comentarios te puedan ayudar en algo y servir de acicate para seguir escribiendo.
Enhorabuena ESCRITOR/A, y gracias.
Don Kendall
20/01/2016 a las 10:12
Para Bastián Robinson,
Muchas gracias por tu atención. Es un honor recibir la valoración que haces de mi relato. Tomo nota de lo que apuntas. El espacio del guión es uun fallo mío, sin duda, por no revisar en condiciones después del copia-pega en el formulario. Coincido contigo en lo de las frases cortas, es algo que debo corregir.
Ya en lo personal, como curiosidad malsana, ¿eso de los paracas? ¿puedes contar algo más, aunque sea en privado?. 😉
Un abrazo.
M. Blacksmith
20/01/2016 a las 11:59
Hola Don Kendall:
Me ha gustado mucho tu relato. Por lo que respecta a la forma, yo también suelo utilziar frases cortas en mis relatos. Si bien como dice Bastian Robinson en algún momento puede parecer que traba la lectura, también es cierto que el uso de frases cortas evita fallos de concordancia entre sujeto y verbo así como que la lectura se arrastre en determinadas fases.
En cuanto al contenido, el relato está muy bien hilvanado. El protagonista vuelve a la taberna para intentar tomar contacto de nuevo con el sujeto con el que había coincidido hacía un año. Muy bien estructuradas las tres partes del texto, introducción nudo y desenlace. El final del relato me ha gustado, es sorprendente y divertido.
En definitiva, mis felicitaciones por tu relato.
Nos leemos
Un saludo
Paola
20/01/2016 a las 13:44
Hola Don
Un relato curioso y muy rico de detalles.
Lo que más me gusta es la forma que tienes de decir las cosas,no las dices claras y haces que el lector las descubra sintiéndose partícipe del relato pero lo haces de manera imperceptible, que es lo suyo.
Me ha encantado el pequeño inciso de la explicación de las bombas como quitando importancia a lo que está relatando.
Siento no encontrar ningún fallo y no poder ayudarte por tanto a mejorar pero a lo mejor te sirve saber que yo he aprendido mucho con tu relato.
Nos leemos
Don Kendall
20/01/2016 a las 16:54
En respuesta a M. Blacksmith ,
Gracias por tu valoración. Tomo nota de ese camino que abres al personaje narrador. A mí me tenía algo despistado, en algún momento he pensado, y aún no lo descarto que volviese a la Barceloneta a dar una “vuelta de tuerca” ;-)) con la camarera. Puede ser cualquiera de las dos opciones, o “vayustéasaber”jeje..
Lo dicho, gracias por tus comentarios generosos y devolveré cumplida visita a tu trabajo
Don Kendall
20/01/2016 a las 20:00
En respuesta a Paola :
Me ayuda, claro que me ayuda tu comentario ;-). No creas que la caza y captura del “fallo” ajeno sirve de ayuda siempre, jeje… Hay ocasiones en que un intercambio de como este que estamos teniendo sirve de mucha ayuda. Agradezco la visión que me das sobre el inciso de las bombas. No lo había visto desde ese punto de vista.
Ha sido un placer. Un abrazo
Bastián Robinson
21/01/2016 a las 04:57
Hola Don Kendall,
En primer lugar, gracias por los ánimos en mi relato. Soy consciente de qu emuchas veces estoy navegando por esa delgada línea que separaa la hiperadjetivación o el uso de metáforas cargantes de la belleza al escribir. Una veces decanta para un lado otras para otro, jaja. En todo caso se agradece que alguien tan aparentemente versado como tú aprecie ciertos giros de un “novatillo”. A mí el dualismo de lo sobrenatural y lo cotidiano me pirra, y es lo que ambienta generalmente lo que escribo. Y la aceptación con naturalidad del mal, del misterio, de lo que viene de mas allá… como si formara parte del día a día (Clive Barker, Pilar Pedraza o Emilia Pardo Bazán por ejemplo me encantan cuando lo hacen), me parece la sublimación d esa idea.
En cuanto a lo de los “paracas”: entre los muchos tumbos aventureros que he dado por el mundo, a principios de los 90 tuve el honor de ser uno de ellos. Cierto es que la unidad hacía muchos años que ya no estaba en Canarias, pero el espíritu era el mismo. Además, tengo una vinculación especial también con la Legión, cuerpo que me encanta y al que me unen lazos familiares. En Fuerteventura, en los dichos 90, tuve el placer de conocer a un montón de ex-legionarios, que al abrigo de numerosas cervezas de barra de cantina contaban historias dignas de los mejores relatos.
Un abrazo y gracias de nuevo.
Don Kendall
21/01/2016 a las 11:38
Para Bastián Robinson:
Puede ser que el Maño [personaje del más allá sin duda :-))], fuese un CLP de un curso situado entre entre el #143 y el #155. Si este retazo forma parte de una historia más amplia quizá lo vayamos sabiendo. si no en algún lugar de la Barceloneta cerca del solar de la antigua Marítima pueda resucitar, si no él alguna de sus personalidades. ¡ qué se yo! depende de tantas cosas. Lo que es casi seguro es que recibió varias veces el impacto del “siroco” cerca de la tumba de Rayem Mansur y ya sabes que cuando una persona se “asiroca” los resultados son imprevisibles. Ha sido un placer. Por cierto si no es indiscreción ¿de qué curso eres tú?. Saludos
Cesar A. Martín
21/01/2016 a las 19:18
Hola Don,
Confieso que mi visita se debe a tus comentarios tan concienzudos y me alegro de mi decisión. Es un relato muy rico en detalles y lleno de sugerentes silencios. Un personaje muy bien perfilado, su lenguaje nos cuenta tanto de él como sus anecdotas. Consigues gran realismo. No se si buscas algun efecto o quieres decirnos algo sobre la sensibilidad literaria del protagonista, pero hay dos frases que parecen no encajar con el tono del maño: “De elegancia primitiva podría decirse.” y “…la compañía de un beduino de piel gozosa y huecos acogedores” a mi parecer el monólogo pierde su oralidad canalla.
Enhorabuena y un saludo. Nos leemos
Bastián Robinson
21/01/2016 a las 20:40
Hola de nuevo Don,
Me congratula haber conocido al “Maño”, un paraca sin igual, y me encantaría que resucitara y siguiera animando veladas en bares de cualquier ciudad. ¿Sobrenatural? Creo que cualquiera que salte de un avión en marcha, especialmente un Junker, tiene que serlo.
Me encantan las ambientaciones bélicas y militares, pero si las puedo relacionar con la fantasía o el terror, mejor que mejor.
¿El curso? Casi me da vergüenza decirlo… el 630. Ha llovido ya mucho desde que el “Maño” se agarrara a los cordones de su paracaídas, aunque la lluvia no fuera precisamente lo más habitual bajo los cielos de El Aaiún.
!Saludos paraca!
Don Kendall
21/01/2016 a las 21:11
Para César Martín ,
El personaje Raimundo Iribarnegaray, por lo que se desprende tal vez tenga un pasado teatral. El narrador algo atisba de eso y señala en ocasiones que el lenguaje del tipo va a saltos y «farfulla». Aunque de forma sorpresiva al final se yergue, mano al corazón e «imposta» la voz, como posición previa de aquello que en el teatro del pasado siglo se conocía como “hacer mutis por el foro” ;-). A mí no me extrañaría nada que hubiese representado a Lope, a Calderón y …, por asociaciones de vecinos, por los pueblos, como los titiriteros de un “largo viaje”. No sé , por lo que voy viendo va a haber que profundizar más en este tipo estrafalario y su amigo “él Maño”.
Muchas gracias por tus anotaciones que abren caminos interesantes de explorar. Un saludo
Don Kendall
21/01/2016 a las 21:25
Para Bastián Robinson
Un abrazo en la distancia. Claro que el Maño se tuvo que tragar Junker, juojuo…Habrá que pensar si Raimundo Iribarnegaray vuelve. Me preocupa el narrador. No sé si es un pardillo, un asesino en serie o un hipster despistado. Veré si lo encuentro por algún aeropuerto o se queda a vivir en la Barceloneta. A ver…
Lo dicho, un abrazo my friend , 😉
Paola
21/01/2016 a las 21:53
Perdonad que me meta en una conversación de casi-compañeros-de-la-mili pero yo creo que el problema del narrador solo podrá resolverlo Betty Boop.
Paola
21/01/2016 a las 21:55
Perdonad que me meta en un asunto de casi-compañeros-de-mili pero yo creo que el problema del narrador solo lo puede resolver Betty Boop.
Don Kendall
22/01/2016 a las 11:04
A Paola :
No digo yo que no. Tal vez escuchó en su infancia a las alumnas de las monjas cerca de su casa cantar aquella canción tan surrealista y sin sentido : ««Popeye y Lavetibó se fueron a confesar, Popeye perdió el rosario y Lavetibó perdió el misal», propia de un país férreamente censurado. Bastantes años tuvieron que pasar hasta que descubrió una pequeña joya de 1933, muchííísimos años antes. Una Blanca Nieves especial https://goo.gl/HcCl59.
Pero eso ya son otras historias o la misma..
Manoli VF
22/01/2016 a las 13:21
Hola Kendall. Me gusta tu forma de narrar. El ambiente del bar es toda una escena que conviertes en algo muy visual. Parece un corto cinematográfico.
Ahora bien, yo haría más incisos entre los distintos personajes. Separaría los bloques de párrafos pero quitaría esa raya antiestética, por lo demás innecesaria.
Repasa también el uso de los guiones y la puntuación.
Como mejora pondría algo más de descripción en los personajes.
Me has recodado a Cortázar en uno de sus relatos (del libro “Las armas secretas”) dónde el eje principal se centra en una cámara fotográfica que va tomando instantáneas.
Desde mi perspectiva de lectora, que no de crítica, que no lo soy, visto talento y originalidad en tu forma de narrar.
Un saludo.
Paola
22/01/2016 a las 15:08
Preciosa la Blanca Nieves especial.
Gracias por pasarla!
Don Kendall
22/01/2016 a las 15:55
Para Manoli VF
Tomo nota de tus apostillas. Coincido en tu valoración de la inoportunidad de la raya. Incorporo al “recordatorio” los guines y puntuación (algún compañero más coincide en esa apreciación). Y daré otra “vuelta de tuerca” a los personajes. Por lo demás agradezco tu valoración como lectora, para mí es la que cuenta.
Un abrazo
Candi Fuentes Arroyo
22/01/2016 a las 19:01
Hola, Don Kendall:
Es la primera vez que participo en este taller y el cuarto relato que leo y comento, pero espero que mis apreciaciones, desde el respecto, te sirvan.
Me ha costado comprender el relato a la primera, porque he estado buscando a ver qué ocurre porque como es un continuo mostrar los pensamientos del personaje, se hace muy lento. Es como el monólogo de una persona por la que el personaje, narrador en este caso, ha preguntado al principio y de la cual mantiene la intriga todo el relato a la espera de saber quién es hasta el final. Sin embargo, el final no me aclara si el Maño era el mismo personaje que comió las alcachofas y que murió y, si es así, por qué cuando comió las alcachofas hablaba de que El Maño vivía con él. Me ha resultado lioso o escapa de mi entendimiento.
No me he leído todos los comentarios que te han hecho, pero coincido con quien te dice lo del espacio entre la raya y el texto: ese espacio sobra.
Por otro lado en:
Al poco de llegar aquí, mi madre murió. Del modo como siempre hizo todas las cosas, casi sin que nadie se enterase y sin querer molestar.»
Aquí separas por punto un complemento circunstancial que nos indica de qué modo murío mi madre, lo que impide que se comprenda bien. Esas separaciones se hacen con coma, a no ser que tu intención sea llamar la atención, en cuyo caso, tengo dudas de si es posible que rompamos las reglas ortográficas. Y las comillas de cierre se anteponen al punto, porque primero se cierran las comillas, terminando así lo hablado y después se cierra el discurso.
En Las Palmas conocí a “El Maño” . Mi gran amigo. Es único. La próxima vez que nos veamos se lo presento.»
Aquí, “mi gran amigo” es un complemento explicativo del “El Maño” y se debe separar por comas y no por punto, si no se busca un efecto estilístico que queda a tu elección.
Sin saber cómo se lió con una mujer a la que le gustaban los paracas
Aquí, para no dar lugar a confusiones de interpretación, “sin saber cómo” debe ir seguido de coma, porque si no podemos esperar hasta que llega el punto pensando en que es un complemento antepuesto y que ocurrirá algo después, cuando, resulta, que al final lo que nos espera es otro corte con un punto. Me explico:
Sin saber cómo, se lió…
Sin saber cómo se lió con una mujer a la que le gustaban los paracas, ahí estaba él en medio de una relación con una mujer casada (por ejemplo).
Esto segundo es lo que te quiero decir, que tal como está la frase sin la coma inicial, parece que falta algo.
Ahora váyase.»
Aquí vuelve a ocurrir lo de las comillas y el punto.
Espero que te sirva, y si bien no soy ninguna experta en ortografía, estuve unos años estudiándola y aunque se olvidan muchas cosas, te sugiero esos puntos que creo recordar por si quieres contrastarlos. En http://www.rae.es hay un diccionario de ortografía o panhispánico de dudas donde viene toda la ortografía explicada y es muy bueno.
Creo que el comienzo sería bueno como comienzo de una novela.
Un saludo.
Don Kendall
22/01/2016 a las 20:19
Para Candi Fuentes Arroyo
Muchas gracias por el esfuerzo y el tiempo que te tomaste con mi trabajo. Mi total reconocimiento y no solo por eso. Tomo nota de todos los señalamientos que me haces en cuanto a la ortografía. En cuanto a la sintaxis hay alguna cosa forzada en aras de poder mostrar una prosodia muy especial. Es posible que no lo haya conseguido, lo revisaré y tendré en cuenta en futuras ocasiones. En cuanto a la trama y su desarrollo no suelo detenerme en explicar lo que he escrito, sobre todo porque creo que si el posible lector no lo entendió algo tuve que hacer mal. En ese sentido agradezco tu aportación y la valoro en consecuencia.
Gracias de nuevo. Un abrazo
Jose Luis
23/01/2016 a las 13:30
Hola
Gracias por pasarte por mi relato
Tu cuento es muy bueno, engancha desde el principio. Muy bien descrito, con detalles precisos, aparte de un final sorprendente.
Un saludo
Candi Fuentes Arroyo
23/01/2016 a las 20:52
Buenas noches, Don Kendall:
Es normal, que no te pares a explicar lo que el lector no entiende, si no estaríamos perdiendo el tiempo en ello y nos interesan más cuestiones técnicas. Por eso, espero que si en las correcciones que te hice ves, cuando las revises, que me he equivocado en algo me lo hagas saber.
No sé si partes de formación anterior, si tienes publicado, etc., pero veo que comentas a muchas personas y, si tienes tiempo, me gustaría que te tomases un ratito en leer mi relato y darme tu opinión. Es el 216.
Don Kendall
25/01/2016 a las 00:18
Para Cari Fuentes
He leído tu ejercicio y dejado un comentario. Con respecto a tus correcciones te he respondido en mensaje anterior. He tomado nota y en cuanto a la sintaxis y prosodia te comento de nuevo que la única posibilidad que vi de proporcionar una voz propia al personaje del anciano estrafalario fue la de forzar la sintaxis evitando en lo posible pecados muy grandes. El narrador ya nos va contando que el personaje farfulla, está en un soliloquio y habla a saltos. Los fallos en la sintaxis, complementos explicativos, etc. se adaptaron en cierta medida a ese escenario y punto de vista. El conseguirlo o no es harina de otro costal. Un fallo por parte del autor, Don Kendall ;-). De nuevo gracias por tu atención.
Salud
Candi Fuentes Arroyo
26/01/2016 a las 16:23
Hola, Don Kendall:
He respondido a tu comentario en mi relato.
Seguiremos aprendiendo y mientras más escribamos, leamos y nos comentemos, mejor lo haremos. Así vemos también cómo si interpreta lo que escribimos según los distintos lectores. Por eso, me gustaría que leyeras lo que te he escrito en mi relato, porque los puntos de vista son importantes, no lo de cara al narrador, sino de cara a los lectores, y por ello, hay preferencias de todos los tipos para la lectura y la escritura.
Un saludo
Mariaje
27/01/2016 a las 19:47
Hola Don,
es la primera vez que participo en el taller y estoy intentando leer todos los textos que puedo para aprender y ver cómo habéis resuelto el reto. Tu relato es uno de los que más me ha gustado, felicidades. La forma en la que desarrollas la historia me ha parecido muy original, muy refrescante, diferente. Y además, has consequido crear un personaje entrañable y lo has desarrollado, en las escasas 750 palabras de las que disponemos.
He leído comentarios sobre las frases cortas que pones en boca de “el Maño” y tengo que decir, que a mi personalmente me ha gustado la forma de expresarse del personaje. Creo que las frases cortas enfatizan lo atropellado de la intervención del hombre y también ponen de manifiesto que está un poco “perdido”, cambiando de un tema a otro. Quizás es por que yo también soy fan de las frases cortas… pero al menos en este caso, me parecen muy acertadas.
Un abrazo. Si tienes un rato, apreciaría conocer tu opinión sobre mi relato, es el 93.
Wanda Reyes
27/01/2016 a las 23:27
Hola Don Kendall, primero que nada te agradezco leyeras mi relato y lo comentaras. En cuanto al tuyo me ha gustado como has dividido los acontecimientos entre pasado y presente. Te confieso tuve que que leerlo dos veces porque hubieron partes que me perdieron un poco pero como te digo me gusto.
Gracias y espero volver a leer tu trabajo en otra ocasión.
Isolina R
30/01/2016 a las 23:39
Hola, Don Kendall:
Me ha gustado mucho tu relato.
Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores en cuanto a las rayas y los espacios. También a veces das de más o de menos algún espacio en otros lugares: « conocí a “El Maño” . Mi gran», «los paracas.Como»
En: “¿Sabes si vendrá hoy?.”, sobra el punto, porque ya basta con el de la interrogación de cierre.
Lo que más he llamado la atención del texto ha sido la repetición de una palabra. Me he fijado porque en el primer texto que hice público en Literautas también yo la repetí. Me refiero a la preposición “con”. La tienes 22 veces. A lo mejor podías reducirla un poquito.
Te seguiré en otras escenas. Me convence tu estilo.
Ojalá mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Don Kendall
31/01/2016 a las 10:19
Gracias Isolina por tu comentario. Tomo nota , sobre todo por el uso de esa puñetera preposición ;-). Eres muy amable y me encanta que te convenza mi estilo. Un abrazo
tilly
09/02/2016 a las 12:50
El relato tiene una progresión muy buena , al principio parece un de los tantos escarceos con una camarera o algo de relato negro. Luego presentas al personaje,totalmente creíble y preparas la atmosfera . El final muy bueno y sorprendente. Enhorabuena
Don Kendall
09/02/2016 a las 15:11
Gracias Tilly. Me gusta tu comentario, con independencia de la calificación o valoración que haces. Un abrazo