<< Volver a la lista de textos

La estúpida de la tienda - por Peter Walley+18

—Bienvenida al bosque mágico. Mi nombre es María y estoy encantada de atenderla.

La señora de Abascal miró de arriba abajo a la dependienta.

—Perdona, ¿qué has dicho?

María amplió su sonrisa profesional.

—He dicho que me llamo María. ¿Desea que le ayude en algo?—“Vaya petarda que debe ser esta momia”, pensó.

La señora de Abascal guardó sus gafas de sol en el bolso de Chanel y se giró.

— ¡Miguelito, ven aquí! ¿Dónde se habrá metido ya?—dijo, mientras le daba la espalda a María—. Pues mira, he venido a buscar algo para el niño, pero te lo tiene que decir él porque a mí todos esos nombres en inglés me suenan igual—se volvió hacia María, dubitativa—. ¿Tú hablas inglés?

María soltó una risa alegre.

—Por supuesto, no se preocupe—“¿Será zorra la tía?”.

La señora de Abascal suspiró.

—A ver si es verdad, porque mi asistenta también es de donde tú y cuando le pedí que ayudase un día al niño resultó que no tenía ni idea. ¡Miguelito, bájate de ahí!

Miguelito saltó de una mesa a la que se había subido para alcanzar un juego de los estantes más altos dejando caer tres libros a su paso.

“Joder, y el puto niño parece también una maravilla”

—Qué mono es—“si te gustan los orcos”—. ¿Es su hijo?—“Ja, como si se pudieran tener hijos a los setenta”.

—Gracias, bonita, pero es mi nieto—contestó la señora de Abascal, emocionada—. Mi hijo está en un crucero estos días y me estoy ocupando de él. ¿A que es guapo?

—Mucho—“¿tendrán espejo en casa?”—. Y parece muy dinámico—“un valium le daba yo”.

Miguelito la miró con cara de asco.

—Abuela, ¿ésta qué es, una sudaca? Como es enana…

María pegó un respingo pero inmediatamente recuperó la sonrisa. La señora de Abascal no alteró la expresión.

—Nací en Perú, cariño, pero llevo ya quince años en Madrid—“mejor una hostia que un valium”—. ¿Tú cuántos años tienes?

Miguelito le dedicó su sonrisa más arrogante.

—Tengo doce, pero casi soy tan alto como tú.

—Y seguro que acabas siendo mucho más alto, cariño—“si no te tira alguien por la ventana antes, cabrón”—. ¿Qué era lo que estabas buscando?

—Pues venía por el Left 4 Dead 2, pero ahora me apetece también el Adventures of Anise.

María puso cara de circunstancias.

—Me parece que estás confundido, tesoro, el Adventures of Anise es un juego para mayores—“Y encima está salido, lo que me faltaba”.

Miguelito tiró del brazo de su abuela, que estaba mirando los mensajes de whatsapp.

—¡Abuela, no me quiere vender el juego!—imploró, con tono lastimoso.

La señora de Abascal cerró el móvil y por fin prestó atención a María.

—¿Cómo? ¿Qué estás diciendo? Esto no puede ser.

María tardó unos segundos en darse cuenta de que le estaba llamando la atención a ella.

—Verá, es que es un juego para mayores de dieciocho años, y no creo que sea adecuado…—“Joder, pero esta tía está tarada o qué”.

—Miguelito es un niño muy maduro para su edad, y desde pequeño ha ido por delante de lo que le correspondía—repuso la señora de Abascal, mientras Miguelito miraba a María con cara de victoria—. Si él quiere el juego de Hablen tus anís le exijo que me lo venda.

—Creo que no lo entiende, es que es un juego…de adultos. Erótico—dijo María, con su voz más inocente “ahora me tratas de usted, ¿eh, puta?”.

—¡Dios mío!—exclamó la señora de Abascal—. ¿Pero cómo es posible que vendan juegos de ésos en una tienda para niños? Ya me parecía a mí que éste no era un buen sitio. Vamos Miguelito, te compraré el juego en El Corte Inglés—y con estas palabras, la señora de Abascal salió como un torbellino de la tienda.

Miguelito aún tuvo tiempo de tirar otros dos libros con el brazo mientras se iba. María puso cara de pesar.

—Siento mucho que no estén satisfechos; esperamos volver a verles en el bosque mágico en el futuro—“ojalá el niñato practique las aventuras de Anise contigo, contentos os íbais a quedar los dos”.

Jocelyn, pues éste era su verdadero nombre (el dueño de la tienda consideró que María sonaba más español) volvió a preguntarse qué estaba haciendo allí. En ese momento entró un nuevo cliente. Suspiró y se acercó a él.

—Bienvenido al bosque mágico. Mi nombre es María y estoy encantada de atenderle.

Comentarios (33):

Robert w. Peterson

17/12/2015 a las 19:02

Hola Peter:

Disfrute mucho leyendo tu relato, creo que lograste construir unos personajes muy interesantes que darían para un relato mucho más largo.

Me ha parecido detectar algunos errores de puntuación en los diálogos, pero no estoy del todo seguro. Tampoco me convence la forma de colocar los pensamientos de María, yo hubiera utilizado los paréntesis, aunque no he tenido dificultades para entender este aspecto.

¡Buen trabajo!

Saludos

L.M.Mateo

17/12/2015 a las 20:24

Hola Peter:

Tengo que decir que me ha recordado a otros tiempos de mi vida, y las ganas de matar que algunas personas me provocaban. Una historia real, y divertida.

Aún así, te voy a llamar la atención porque mi marido es español-latino, y actualmente vivimos en Centroamérica. Tu peruana protagonista no es creíble, a menos que se haya criado en España. Me refiero a que dices que lleva quince años en el país, por lo que suponemos que llegó ya con cierta edad. Pues bien, aunque cara al cliente usen un español muy peninsular, te digo yo que en pensamiento eso no sucede. Mi marido, hijo de padres españoles y criado en las américas hasta los 16 años, seguía diciendo cosas como “ahuevao”, “pelao”, “webón”, o “la concha” después de veinte años en España. Lo mismo puedo decir de sus hermanos y otros conocidos. Y lo mismo me pasa a mí ahora. Cuando insulto a alguien, le digo “webón”, pero te aseguro que por dentro estoy gritando “gilipollas” y mil tacos más. En ese sentido, a menos que tu protagonista llegase muy joven a España, habría que trabajar el relato un poco para utilizar los americanismos más arraigados en la zona, y que el personaje no chirríe.

Coincido con Rober en la inserción de pensamientos. Los paréntesis hubiesen sido preferibles, y no los hubiese separado con raya tampoco, ya que en algunos momentos la lectura confunde: no sabemos si la raya da paso al inciso o al pensamiento. Otra opción es usar la cursiva, pero delante del inciso también.

“El Bosque Mágico”, debería ir en mayúsculas, ya que es un nombre comercial, al igual que has hecho con ECI.

Y las palabras como “whatsapp, en cursiva, que son extranjerismos todavía no aceptados oficialmente.

Recuerda también que se recomienda escribir sin tilde los demostrativos, incluso en caso de ambigüedad.

Por lo demás, lo dicho, he disfrutado y me he reído un buen rato.

Un beso y Felices Fiestas.

Peter Walley

17/12/2015 a las 21:20

Robert, gracias por el comentario, aunque yo personalmente me quedé más contento con el resultado el mes pasado. Me puse el día 15 a las 10 de la noche con ello y creo que se nota.

Los pensamientos tampoco tenía muy claro cómo ponerlos, y no quería repetir la acotación -pensó- todo el rato. Creo que saqué lo de las comillas de una entrada antigua de literautas, aunque igual con paréntesis hubiese quedado mejor.

L.M., tienes toda la razón en lo del estilo de los pensamientos de la protagonista, tenía que haberme puesto con más tiempo e investigarlo un poco. Gracias por el resto de comentarios. Una duda, ¿cómo consigues poner cursivas? A mí al cortar y pegar para enviar el relato me las quita…

Ratopin Johson

17/12/2015 a las 23:05

Hola Peter,

Después de lo que me han dicho de el título de mi relato, me he echado una carcajada al ver el del tuyo.

En cuanto a lo que te comentan, estoy de acuerdo, los pensamientos de María quizá mejor entre paréntesis.
Respecto a su procedencia, a mí me ha chocado un poco también que fuera sudamericana. Incluso cuando la mujer dice “A ver si es verdad, porque mi asistenta también es de donde tú y cuando le pedí que ayudase un día al niño resultó que no tenía ni idea.”, pensé en que pudiera ser del este, por ejemplo. Viniendo de un país de habla no hispana, quizá hibiera asimilado más fácilmente los tacos y los insultos (diría zorra marcando bien las erres :)).
Por los demás , el relato es muy entretenido, y se lee muy bien.

Saludos

Roger/NHICAP

17/12/2015 a las 23:06

Hola Peter,
Me ha gustado la imaginativa historia de la abuela “pija” y el nieto consentido. Para mí es un éxito escribir este relato en menos de dos horas y al límite del tiempo. Y claro que se nota la precipitación en la forma, tal como te indican Robert y LM Mateo, pero tiene fácil solución.
El fondo del relato encierra una crítica hacia ciertos sectores de población que, por desgracia, existen aquí, y también en otros países. Me gusta el humor soterrado que destila el texto.
Buen trabajo, Peter.
Felices Fiestas y un abrazo

Wolfdux

18/12/2015 a las 11:43

Hola Peter, una historia muy divertida. Reconozco que no sé cuáles son los dos juegos que pide el niño (aunque el primero me suena más que el segundo) pero aun así me lo he pasado muy bien leyendo el relato. Si que es verdad que me descolocaban un poco los pensamientos de Jocelyn intercalados entre los diálogos. Desconozco como se escriben, así que en ese aspecto poco puedo ayudarte, pero quizás también es debido a los diálogos en sí. He visto un error constante en ellos, deberías de revisar los espacios entre las rayas de diálogo y los parlamentos ya que he visto que en muchos casos te confundes al no dejarlos. Personalmente suelo entrecomillaros con « y », quizás en el primero de los pensamientos podías haber utilizado esta opción para que luego fuera más visual tal vez…

—He dicho que me llamo María. ¿Desea que le ayude en algo? «Vaya petarda que debe ser esta momia», pensó.

Pero por lo demás solo dos apuntes que me ha parecido ver:

En el diálogo: “—Gracias, bonita, pero es mi nieto—contestó la señora de Abascal, emocionada—. Mi hijo está en un crucero estos días y me estoy ocupando de él. ¿A que es guapo?” El “que” de la interrogación debería de ir acentuado. (Aunque cada día que pasa dudo más sobre este tipo de acentos…)

La palabra “íbais” está mal acentuada.

Nada más, espero que mis observaciones no te molestes y puedan servirte de algo. Un placer leerte. Un saludo.

Peter Walley

18/12/2015 a las 12:59

Woldflux, gracias por los comentarios; obviamente no me molestan, sólo faltaría.

Lo del espacio entre los guiones no lo tengo claro, yo me guié por la entrada https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/ de literautas.

Tienes razón en lo de ibais (acabo de descubrir que llevo toda la vida escribiéndolo mal). Del acento en ‘a que es guapo’ la verdad es que no estoy tan seguro.

En cualquier caso haré una versión revisada corrigiendo todas estas cosas, y en particular poniendo los pensamientos un poco mejor. Gracias por pasarte a comentar, un saludo.

lunaclara

18/12/2015 a las 14:21

Hola Peter! Cuánto me he reído con tu relato. ¡Me encanta! Escribes los diálogos a la perfección. Siempre es un placer leerte.
Te pongo aquí mi corrección personal. No te molestes. Es subjetiva. Espero que te ayude.

PD: Me choca un poco que sea tan violenta al final, solo eso.

Feliz Navidad!!

***

—Bienvenida al bosque mágico. Mi nombre es María y estoy encantada de atenderla.
La señora de Abascal miró de arriba abajo a la dependienta.
—Perdona, ¿qué has dicho?
María amplió su sonrisa profesional.
—He dicho que me llamo María. ¿Desea que le ayude en algo? “Vaya petarda que debe ser esta momia”.

La señora de Abascal guardó sus gafas de sol en el bolso de Chanel y se giró.
— ¡Miguelito, ven aquí! ¿Dónde se habrá metido?—dijo, mientras le daba la espalda a María—. Pues mira, he venido a buscar algo para el niño, pero te lo tiene que decir él porque a mí todos esos nombres en inglés me suenan igual—se volvió hacia María, dubitativa—. ¿Tú hablas inglés?
—Por supuesto, no se preocupe —dijo María, soltando una risa alegre. “¿Será zorra la tía?”.

La señora de Abascal suspiró.
—A ver si es verdad, porque mi asistenta también es de donde tú y cuando le pedí que ayudase un día al niño resultó que no tenía ni idea. ¡Miguelito, bájate de ahí!
Miguelito saltó de una mesa a la que se había subido para alcanzar un juego de los estantes más altos dejando caer tres libros a su paso.

—Qué mono es. “Si te gustan los orcos”. ¿Es su hijo? “Ja, como si se pudieran tener hijos a los setenta”.

—Gracias, bonita, pero es mi nieto—contestó la señora de Abascal, emocionada—. Mi hijo está en un crucero estos días y me estoy ocupando de él. ¿A que es guapo?
—Mucho. “¿Tendrán espejo en casa?”. Y parece muy dinámico. “Un valium le daba yo”.
Miguelito la miró con cara de asco.
—Abuela, ¿ésta qué es, una sudaca? Como es enana…
María pegó un respingo pero inmediatamente recuperó la sonrisa. La señora de Abascal no alteró la expresión.
—Nací en Perú, cariño, pero llevo ya quince años en Madrid. “Mejor una hostia que un valium”.
—¿Tú cuántos años tienes?
Miguelito le dedicó su sonrisa más arrogante.
—Tengo doce, pero casi soy tan alto como tú.
—Y seguro que acabas siendo mucho más alto, cariño. “Si no te tira alguien por la ventana antes, cabrón”.
—¿Qué era lo que estabas buscando?
—Pues venía por el Left 4 Dead 2, pero ahora me apetece también el Adventures of Anise.
María puso cara de circunstancia.
—Me parece que estás confundido, tesoro, el Adventures of Anise es un juego para mayores. “Y encima está salido, lo que me faltaba”.

Miguelito tiró del brazo de su abuela, que estaba mirando los mensajes de whatsapp.
—¡Abuela, no me quiere vender el juego!—imploró, con tono lastimoso.
La señora de Abascal cerró el móvil y por fin prestó atención a María.
—¿Cómo? ¿Qué estás diciendo? Esto no puede ser.
María tardó unos segundos en darse cuenta de que le estaba llamando la atención a ella.
—Verá, es que es un juego para mayores de dieciocho años, y no creo que sea adecuado…”Joder, pero esta tía está tarada o qué”.
—Miguelito es un niño muy maduro para su edad, y desde pequeño ha ido por delante de lo que le correspondía—repuso la señora de Abascal, mientras Miguelito miraba a María con cara de victoria—. Si él quiere el juego de Hablen tus anís le exijo que me lo venda.
—Creo que no lo entiende, es que es un juego…de adultos. Erótico—dijo María, con su voz más inocente. “Ahora me tratas de usted, ¿eh, puta?”.
—¡Dios mío! —exclamó la señora de Abascal—. ¿Pero cómo es posible que vendan juegos de ésos en una tienda para niños? Ya me parecía a mí que éste no era un buen sitio. Vamos Miguelito, te compraré el juego en El Corte Inglés. —Y con estas palabras, la señora de Abascal salió como un torbellino de la tienda.
Miguelito aún tuvo tiempo de tirar otros dos libros con el brazo mientras se iba. María puso cara de pesar.
—Siento mucho que no estén satisfechos. Esperamos volver a verles en el bosque mágico en el futuro . “Ojalá el niñato practique las aventuras de Anise contigo, contentos os íbais a quedar los dos”.
Jocelyn, pues éste era su verdadero nombre (el dueño de la tienda consideró que María sonaba más español) volvió a preguntarse qué estaba haciendo allí (Esta frase no la entiendo, Peter). En ese momento entró un nuevo cliente. Suspiró y se acercó a él.
—Bienvenido al bosque mágico. Mi nombre es María y estoy encantada de atenderle.

Manoli VF

18/12/2015 a las 17:14

Muy buen relato, Peter. Te felicito y paso a comentarte sin leer lo que ya te han dicho porque veo que tienes comentarios muy largos. Es admirable lo bien que dibujas a los personajes y todo lo que dices en sólo una escena. Tu historia sirve de ejemplo para aquello de “mejor mostrar que contar”. Dicho esto, te comento las posibles cosas a mejorar:

-El adjetivo “dinámico” aplicado a un niño, no cuadra bien en mi opinión (parece como si hablases de una máquina)
-Tampoco veo aplicable lo de “mono” teniendo en cuenta que es ya un preadolescente de doce años, lo vería mejor si se aplicase a un niño de corta edad.
-Tienes una minúscula detrás del interrogante:¿tendrán espejo en casa? Sería: ¿Tendrán…

En algunos casos no he visto claro si pensaba o hablaba, a este respecto habría que señalarlo más.
Y al final en ese: “volvió a preguntarse qué estaba haciendo allí” queda un poco simple, mejor decir: “Volvió a preguntarse, una vez más (o por enésima vez en lo que llevaba de mañana etc…)´

Felices fiestas, nos seguimos leyendo.

Marcelo Kisi

18/12/2015 a las 19:04

Hola Peter!
Te han hecho ya un montón de comentarios, incluidos debates interesantes sobre cómo mejorar. Yo nada más me sumo a los elogios, me pareció super divertida la escena, y muy meritoria si la escribiste sobre la hora. Yo llegué con la corrección a la úlitma noche y ya me pareció bastante transpirante.
Lograste ponerme nervioso con la vieja, y más todavía con el niñito pedante.
Felicitaciones y un excelente 2016!!

Wolfdux

18/12/2015 a las 20:01

Copio aquí parte de la entrada a la que te remites:

“2. Los espacios donde tocan. Al comenzar el diálogo, no hay separación entre la raya y el comienzo de la frase. Además, los incisos o intervenciones del narrador van siempre entre rayas y sin espacios, ya que funcionan como si fueran paréntesis. Es decir:

FORMA INCORRECTA:
— Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa— comentó Martín—. ¿Te apetece?
— Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja— dijo Ana.

FORMA CORRECTA:
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa —comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.

Fijaos en que al final de una línea de diálogo que termina con el narrador (dijo Ana) no se coloca raya de cierre. Basta con el punto.”

Ahora coloco un ejemplo de tu mismo texto:

!—Gracias, bonita, pero es mi nieto—contestó la señora de Abascal, emocionada—. Mi hijo está en un crucero estos días y me estoy ocupando de él. ¿A que es guapo?!

No colocas un espacio entre “nieto” y la raya que da comienzo al inciso.

Quizás me expresé mal en el otro comentario. :·P

Un abrazo.

Peter Walley

18/12/2015 a las 20:08

Ah, ahora lo entiendo. Tienes razón, pensé que te referías a los guiones del principio…

Un abrazo, y gracias por la corrección.

Isabel

19/12/2015 a las 15:49

Peter, no te voy a decir nada sobre la forma porque sería repetir lo que han dicho los compañeros. Pero te tengo que decir que me lo he pasado muy bien, me he reído mucho. Has creado una situación cotidiana con diálogos y pensamientos de los personajes que todos hemos visto alguna vez. Del personaje de la abuela se deduce enseguida lo clasista que es al igual que el niño que está malcriado. Gracias por compartirlo, me ha entretenido mucho.
Saludos

Sandra Adrian

19/12/2015 a las 16:21

Hola Peter, es la primera vez que leo un relato tuyo y me ha entretenido y me ha hecho reír, casi me cargo la pantalla del portátil por culpa de la vieja de las narices, que tiquismiquis, y por culpa del crío repelente.

De lo demás no tengo nada más que decir, pues coincido con los compañeros que ya han comentado el relato.

Feliz Navidad y próspero año.

Basilisa Nogales

19/12/2015 a las 19:18

Hola, Peter:
Vi tu comentario a L.M. Mateo y he venido a comentarte.
Estupendo relato. Me recuerda a otro que leí hace tiempo con la misma estructura. En él se encuentran dos “amigas”. Bueno, por así decir. La protagonista dice en voz alta lo encantada que está de ver a la otra, mientras que su pensamiento va desmintiendo lo que verbaliza. No recuerdo ni título ni autor.
El tuyo me ha parecido muy divertido. Si lo escribiste en poco rato, ya tiene mérito, porque te quedó fenomenal.
Si metes entre paréntesis los pensamientos, te quedará de cine.
Ya han sugerido otros compañeros lo que habría que mejorar. Solo quiero decirte que los vocativos tienen que ir siempre separados de lo demás por un signo de puntuación (por lo general la coma). Así que hay que poner: “Vamos, Miguelito, te compraré”. En este caso va entre comas. En otros podría ir entre un punto y una coma (“Vamos a casa. Miguelito, te lo compraré otro día”) o entre una coma y un punto (“Vamos a casa, Miguelito. Te lo compraré otro día”).
Me gustaría que te pasaras por mi relato (el 19) y me dieras tu opinión.
Un saludo. Feliz Navidad

Servio Flores

20/12/2015 a las 01:59

Peter, un gusto leerle, como siempre.
Lo de los pensamientos me parece que le dio más fluidez al cuento, a mi me gusta así como está.
Felicidades

Basilisa Nogales

20/12/2015 a las 04:26

Hola, Peter:
Me he acordado. Se titula: “Apariencias”. Está en el libro: “Dos minutos: microrrelatos”, de José Alberto García Avilés. El autor mete los pensamientos entre paréntesis, sin entrecomillar. Los diálogos no los marca con rayas tampoco.
Saludos.

Peter Walley

20/12/2015 a las 13:09

Gracias a todos por los comentarios.

Basilisa, no conocía a José Alberto García Avilés, pero lo buscaré por tu recomendación, muchas gracias.

Saludos y felices fiestas a todos.

Jose Luis

20/12/2015 a las 19:02

Hola Peter
Gracias por haberte pasado por mi relato y por tus comentarios.
Lo justo es que yo me pase por el tuyo y te dé mi opinión.
Aquí va.

En cuanto a la forma: otros compañeros y compañeras ya te han ayudado mucho, de modo que no hace falta que yo añada nada más.

En cuanto al contenido: me gusta la descripción precisa de los personajes que intervienen en la historia; es una escena que podría haber sucedido en la vida real. Comprendo perfectamente al personaje de María (Jocelyn), yo también trabajo de cara al público… Con el poco tiempo que le has dedicado al relato, te ha salido muy bien la estructura y la trama, y me gusta el estilo dinámico que adquiere el cuento con tanto diálogo.
Un saludo

CARMELILLA

20/12/2015 a las 20:04

Hola Peter, buen relato, ágil, ameno, diálogos bien usados, nada de florituras y directo “al grano”, ¡qué niño más insoportable!, y la abuela tiene el nieto que se merece.
Por decir algo la expresión “es de dónde tú”, no me suena nada bien, quizá mejor “es de dónde eres tú”.
No sólo tienen prejuicios los clientes de María o mejor dicho Jocelyn, porque esta es inmigrante, está claro que también su jefe.
Muy bien usada la palabra bosque, pero el espejo casi ni de pasada.
En cualquier caso Peter me ha gustado mucho, ¡qué asco le he cogido al niño! y a la abuela claro…
Seguimos por aquí, saluditos y buenas fiestas.

es de donde tú y cuando

CARMELILLA

20/12/2015 a las 20:06

Peter, y ya van dos veces que me pasa, no hagas caso a la última frase de mi comentario, es un corta y pego que utilizo para comentar las expresiones que luego antes de publicar debe eliminar y se me ha pasado. Creo que voy a dejar de hacerlo así porque me estoy columpiando.
Saluditos otra vez y discúlpame.

marazul

20/12/2015 a las 22:09

Hola Peter
Me he reido mucho con tu relato. Tiene unos golpes y expresiones muy buenos. Creo que el hecho de conocer lo que piensa la dependienta es lo mejor de la historia. Ese contraste entre la sinceridad del pensamiento y la obligada educación o gentileza de María (Jocelyn) está muy logrado.
Los personajes un tanto caricaturizados también muy conseguidos y divertidos.
Lo que no me encaja es el título que le has puesto: ” la estúpida de la tienda”. En fin, ¿encima la pobre Jocelyn tiene que ser la estúpida?.
Un placer leerte Peter me has hecho pasar un buen rato.
¡Todo lo mejor para el próximo año!

Coral Mané

20/12/2015 a las 22:31

Hola Peter!
Me sumo a los comentarios de mis compañeros, en cuanto a la forma, no encuentro más fallos a parte de los que ya te han dicho. La idea me parece muy interesante, los diálogos están muy logrados y hacen que tu texto sea fácil de leer, muy fluido. Quizás, lo único que echo de menos es una descripción de María o alguna palabra “típica” de Sudamérica para que así el lector también se de cuenta, antes de que el niño lo diga, que es “sudaka”, como el mismo dice.
Enhorabuena y felices fiestas!
Y si te apetece leerme, mi relato es el número 13.

beba

21/12/2015 a las 21:06

Genial el desfile de personajes y todo el marco de la historia. Imperdible. Un relato original y ágil.
Perfecta la puntuación, sin errores gramaticales.
Mis mejores augurios para estas fiestas.

Ratopin Johson

21/12/2015 a las 23:20

Marazul, te contesto en nombre de Peter. Yo he supuesto que “La estúpida de la tienda”, es la clienta. Un título que se ocurre “La dependienta paciente, la abuela pija y el niño de los co…” 🙂

Peter Walley

22/12/2015 a las 14:54

En realidad con el título estaba pensando en cómo contaría la historia la abuela: ”No pudimos comprar el juego en El Bosque Mágico por culpa de la estúpida de la tienda” 😉

Ryan Infield Ralkins

24/12/2015 a las 18:13

Una divertida escena y mas los personajes. Desde ahora te digo que soy fan de María, ja ja. Me recuerda a mi compañera de trabajo y a mi cuando estamos de turno: criticamos a todos los que entran (una vez se van, claro está) y si nos caen mal, se les queman los oídos.
En cuanto a los mejorables, ya esta todo dicho así que no ahondaré en eso.
Muy realista el relato.
Espero volver a leer algo mas de esta simpatica personaje que es María.
Excelente relato, excelentes personajes.
Felicitaciones y saludos.

Osvaldo Mario Vela Sáenz

24/12/2015 a las 19:55

Peter llego a un texto tuyo por primera vez y permiteme felicitarte por la forma de plantear los diálogos. Creo que la forma de Lunaclara da una idea de como manejar las entre-comillas. los guiones me parecieron entendibles y fácil de seguir. Una historia que me ha mantenido riendo todo este rato. La historia la vivimos en todas partes y en cualquier país. Enhorabuena y Feliz Navidad.

Frida

28/12/2015 a las 21:21

Hola Peter. Un relato muy divertido y, desgraciadamente muy creíble, ¿pues quién no ha visto en un comercio o, en la calle al mítico niño tocahuevos al que le soltarías un sopapo mano abierta para que espabilase?. Admiro a los que trabajan frente al público, personalmente sería incapaz de seguir sonriendo a alguien impertinente, si ni siquiera soy capaz de ser simpática por teléfono con ciertas personas. Lo que sí me chocó, fue que María fuese suramericana, como ya más arriba te apuntan, más bien semeja tener pensamientos muy españoles. Por lo demás, me he reído muchísimo, teniendo en cuenta el poco tiempo con el que lo escribiste, te mereces un fuerte aplauso, creo que pocos podrían resolver la situación en tan poco tiempo, a mí me costó mucho y, eso que tan sólo dejé el final y la correción para última hora, ni imaginarme quiero lo que saldría si me pusiese a las diez de la noche.

Felices fiestas.

Andrés Scribani

30/12/2015 a las 03:40

Hola Peter. Creaste un relato muy natural, ingenioso, divertido y entretenido hasta la última palabra.

He notado algunas cosas que se podrian mejorar, pero aunque ya nuestros compañeros han remarcado la mayoría, resaltaré un par:
*Complementan lo que escribió Wolfdux. Siempre que se inicia un diálogo se deja el inicio de la frase pegada al guión, incluso si la frase comienza con signos de interrogación o exclamación “— ¡Miguelito, ven aquí!” debería ser “—¡Miguelito, ven aquí!” (Word arroja un error cuando se coloca de ese modo, pero así es que se debería escribir)
*Cuando parafraseas el nombre del videojuego con mala pronunciación creo que deberías colocarlo entre comillas, no estoy seguro, aunque sin duda se vería mejor.

Ah, y respecto a lo de los pensamientos creo que es a juicio del escritor si los coloca entre paréntesis o comillas latinas. En lo personal me gustan más las comillas.

Te deseo un feliz y próspero año nuevo. Un abrazo.

P.D.: te dejo el link de mi relato. Espero puedas visitarlo, compartir tu opinión y que te guste -> https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-30/4508

Wiccan

12/01/2016 a las 04:22

Buenas Peter,
La verdad es que ya poco se puede decir para mejorar el texto, en general me uno principalmente al tema de los pensamientos que me despistaban un poco, pero por lo demás me gustó mucho. Creo que la historia está muy bien llevada y reflejas perfectamente como nos sentimos a veces las personas que trabajamos de cara al público. Plasmas muy bien la forma de ser de algunas personas cuando van a una tienda y se creen los reyes del mundo y el desprecio con el que tratan a los trabajadores como si fueran sus sirvientes (se nota que me ha tocado la fibra, ¿no? jeje) Vamos, que me ha parecido un relato muy bueno y, sobretodo, muy divertido. Y por cierto, el título genial, como para no dejar pasar el texto.
Un saludo

Isolina R

13/01/2016 a las 21:11

Hola, Peter:
No he podido comentar antes por motivos familiares, pero no he querido ser descortés con los que me comentasteis a mí y aquí estoy.
Un texto muy bueno, divertido, logrado.
En cuanto a los aspectos mejorables ya te han señalado el nombre de la tienda (que debería ir con mayúscula), los fallitos de las rayas, los problemas con los pensamientos, la acentuación de los demostrativos (no deben llevar tilde nunca) y de “ibais”.
En: “La señora de Abascal guardó sus gafas de sol” yo pondría: “La señora de Abascal guardó las gafas de sol”.
Todas las palabras que se usen de otra lengua o que por la razón que sea no se correspondan con palabras castellanas deben ir en cursiva, como el formulario no acepta cursivas deberías entrecomillar los títulos delos juegos y la maravillosa pronunciación de la abuela.
Repites la palabra “sonrisa” tres veces. Yo quitaría una, pero por supuesto no sería la de la dependienta.
Creo que deberías revisar la repetición de nombres. Si en un mismo párrafo aparece dos veces “María” puedes poner una vez ese nombre y la otra: “la dependienta”.
“Valium” con mayúscula.
En: “Miguelito saltó de una mesa a la que se había subido para alcanzar un juego de los estantes más altos dejando caer tiró tres libros a su paso” veo tres fallitos: rima entre “altos” y “paso”, falta de dos comas para que el lector haga pausas en una oración bastante larga y el uso de la palabra “paso”. En fin, yo la pondría de este modo: “Miguelito saltó de una mesa, a la que se había subido para alcanzar un juego de los estantes más altos, y tiró tres libros”.
En cuanto al título, creo que está muy bien. La estúpida es la clienta, claro, no la dependienta.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *