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Error 404 - por Denise

Web: http://primeranaturaleza.blogspot.com.ar

—Computadora, decile a Bruno que venga a sacar la basura.

Tomé los guantes para lavar los platos. La Computadora habló:

—Error 404. El señor Bruno no está en casa.

Instintivamente levanté la cabeza.

—¿Cómo que no? ¡Si me dijo que estaba trabajando en el taller!

—Error 404. El señor…

—Sí, ya sé –interrumpí. Las conversaciones con la Computadora eran de lo más frustrantes. Desde el “incidente SHERLOC”, Bruno tenía prohibidísimo desarrollar nada más inteligente que un perro. Era el precio de la seguridad.

Pero más me frustraba que mi propio esposo apenas se molestara en mentirme mejor. Hacía una semana que decía “voy a trabajar en no sé qué” y desaparecía justo cuando necesitaba su ayuda. Pero mi paciencia era limitada. Tenía media Dune para traducir después de los platos, y ninguna gana de andar persiguiéndolo a él por ahí. Había llegado el momento de ponerlo en vereda. Si descubría que me engañaba con uno de esos robots tipo animé para pervertidos o algo así, se iba a pudrir todo.

Bajé al sótano. La puerta estaba cerrada, por supuesto.

—Computadora, abrí la puerta.

—Por favor, diga la contraseña.

No pude evitar dar un bufido. No la sabía. El muy maldito no quería que yo entrara en su búnker por nada. Pero como no pensaba abstenerme de fastidiarlo, comencé a golpear la puerta sin parar. Abrió en seguida.

—¡Pero qué querés!

—Que saques la basura.

—Bueno, ya voy.

Me cerró la puerta en la cara. Golpeé de nuevo.

—Qué.

—La Computadora dijo que no estabas.

Pareció dudar un instante. En seguida replicó:

—Debe andar mal. Después la reviso, estoy trabajando.

Cerró de un golpe. Me fui para la cocina y me puse a lavar. Al rato, tuve una idea brillante. Volví al sótano.

—Computadora, la puerta.

—Por favor, diga la contraseña.

Medité unos instantes y dije:

—"Black Widow".

Nada.

—Leia.

Diez intentos después:

—Siete de Nueve.

Entré riéndome para mis adentros. Hombres.

El laboratorio se veía impecable. Todo estaba en su lugar, debidamente guardado y etiquetado: aparatos, herramientas, libros, pizarras, planchas de corcho con papelitos… Menos el dueño. “Trabajando, las pelotas”, pensé. A simple vista, todo parecía normal.

Excepto por un espejo ovalado en un rincón del fondo.

Me acerqué; era raro que Bruno tuviera algo así. Raro, hasta para él. Miré el marco, una especie de maquinaria tosca, llena de cables y lucecitas. Junto a eso, en la pared, había un panel de control.

¿Esto era el proyecto?

El óvalo me devolvía una imagen algo deformada, medio transparente, como si fuera algo líquido. Y, superpuesto, se veía el reflejo de un paisaje verde, quizás un bosque.

Me alejé un poco para tener una mejor perspectiva. El bosque pareció moverse como por efecto del viento. Sólo entonces supe lo que era: el prototipo de un portal interdimensional.

No pude resistirme a tocarlo. El índice atravesó la superficie del espejo y sentí una película de agua. Después, nada. Aire. Calidez. Crucé el umbral y me encontré al borde de un bosque bastante convencional. A mis espaldas, más allá del espejo, había una llanura interminable de césped recién cortado. Para ser un universo paralelo, no tenía nada de extraordinario. ¿Qué interés podía encontrar ahí un inventor?

Un griterío entre los árboles interrumpió mis cavilaciones y escuché, cómo no, la voz de mi esposo:

—¡Cinco, apurate!

Ese tono me resultaba tan familiar… Sólo podía significar una cosa.

—¡Apurate, carajo!

Estaba jugando al fútbol.

Recordé la basura y me interné en el bosque. No tardé en hallar un claro donde varias figuras corrían para todos lados. Me escondí tras un arbusto y miré.

Debo haberme desmayado, porque desperté al grito de “¡Goooooooooooool!”.

Eran todos Brunos, cada uno de los cuales tenía un rasgo que lo distinguía de los demás: alto, bajo, rubio, anteojos, cresta punk, albino, etcétera. Recién entonces comprendí realmente lo que sucedía. “Se acabó la joda”, me dije.

Entré al claro. Primero, nadie pareció notar mi presencia; pero, conforme avanzaba, se detenían para observarme. Sujeté a mi Bruno por la oreja y lo arrastré fuera de la cancha, ignorando a los demás.

—¡Pará, qué hacés!

—No estás laburando; podés venir a ayudarme.

—¡Me hiciste quedar como el orto!

—Pero los universos son infinitos, diferentes sólo en detalles, ¿no?

—Sí… ¿y?

—Te buscás otro y listo. Pero antes, sacás la basura.

—¡Pará un segundo! ¡No soy el que buscás!

Lo miré fijo, buscando algún rasgo distinto. Nada.

—Dejá de mentir, haceme el favor.

Salimos del bosque y atravesamos el portal.

Comentarios (23):

Sara Sarutte

17/12/2015 a las 15:34

Hola Denise,
me gustò mucho el cuento, me hizo reìr el final tambièn. Me parece genial el manejo d elos diàlogos, hace que lalectura sea activa y no se se detienen en descripciones inùtiles.

Saludos!
Mi cuento es el 44 si gustas leerlo.

Oscar Noel

17/12/2015 a las 19:18

Jajajajaja
Me pareció muy buen gusto. Como dijeron algunos el manejo de los diáglogos estaban bien ubicados; además me gusto la manera en que desccribías algo sin hacerlo ver pesado; y lo que es más como te creaste un mundo que llama mucho de la atención sin decir mas de dos palabras del mismo (Incidente Sherloc, por ejemplo) y otorga bastante curiosidad.
Ah, y por último el título si llama la atención. Bien ahí.

Fernando Caporal

17/12/2015 a las 21:22

Hola Denise, muy buen relato, coincido con Oscar, el nombre llama la atención bastante, y luego el cuento acompaña, es bueno, me reí mucho.
¡Te felicito!

Juana Medina

17/12/2015 a las 21:35

Hola Denise,
tus universos paralelos y cotidianos me han hecho reír mucho, lo que se agradece profundamente en medio de un fin de año pesado y difícil.
¡Cuantas cuerdas diferentes puedes hacer vibrar! Bravo por eso.
Felices fiestas. Hoy ando más arriba por el N°10, si te place.

Marcelo Kisi

18/12/2015 a las 08:34

Denise, Denise!!
TEngo una palabra nada más para vos. Bueno, tres: sos una genia!!!
Relato perfecto, bien ambientado, ciencia ficción sin gadgets inútiles. Quizás quedó como inconsistente lo del “Incidente Sherloc”, que queda un poco huérfano, pero al seguir leyendo a quién le importa, porque está todo como en clave de comedia también, o sea: un todo perfecto!!
Me reí, me divertí, por supuesto me identifiqué con tu estilo. ¿Qué más puedo pedir? Ah, sí: ojalá lo hubiera escrito yo! 😉
Abrazos y felices fiestas!

Denise

18/12/2015 a las 15:19

Muchas gracias a los cinco, me alegro mucho de que los haya hecho reír, porque la pasé muy bien escribiéndolo, a pesar de que tuve que tijeretear con más crueldad de lo que acostumbro (me pasaba de las 750 por muy poco :O).

Oscar y Fernando: el objetivo del título era llamar la atención, parece que lo logré :3

Marcelo: lo del “incidente SHERLOC” es parte de un relato que estoy escribiendo con los mismos personajes, lo que pasa es que lo tengo por la mitad porque parece que da para más de lo que pensé en un principio.

De hecho, éste ya es el tercer relato que hago con Ana y Bruno. Todo comenzó con un reto de Literautas en el que no llegué a participar porque la extensión se me fue de las manos. Pero como tengo algunas ideas para ellos, se me ocurrió hacer una especie de mini saga. Comparto con uds. el enlace del relato original, que, contra todas mis expectativas, resultó finalista en un concursito hace un par de años:
http://primeranaturaleza.blogspot.com.ar/2015/09/suenan-los-androides-con-tareas.html

Saludos y gracias por comentar!

El Ciervo Alado

18/12/2015 a las 17:30

Bravo, Denise, bravo! Extraordinario título, el relato es fluido por los diálogos, has utilizado el reto y tiene un desenlace estupendo.

Un merecido aplauso!

Robert W. Peterson

18/12/2015 a las 18:18

Buen relato, bien escrito y además muy divertido. Me han gustado algunos detalles, tomo nota en mi libreta.

La palabra “anime” creo que no lleva tilde.

Saludos

Andrés Scribani

18/12/2015 a las 19:10

Un relato que cumple tanto con las premisas como con el reto opcional del taller de manera divertidamente ingeniosa. Buen trabajo Denise.

Me gustaría seguirte leyendo más adelante, me gusta tu estilo.

Solo puede observar unos pocos detalles a mejorar, pero nada muy importante. Cosas como que en una de las líneas de diálogo preguntas qué y no colocas los signos respectivos, y que cuando colocas “¿Esto era el proyecto?” no aclaras si ella lo dice o lo piensa.

Del resto buen relato. Feliz navidad y feliz 2016.

*Si te interesa, el mío es el 84. Espero agrade tanto como el tuyo a mí.

Manoli VF

20/12/2015 a las 00:55

Extraordinario, Denise!! como todos, me ha encantado. Es mejor que un buen relato, es original, ameno, futurista sin tecnicismos, creíble, actual…bueno no te digo más a ese respecto, ahora voy a mencionarte algunas cosas que he visto:
-“trabajando, las pelotas” creo que sería: trabajando ¡las pelotas! no estoy muy segura, pero me falta una interjección ahí que también pudiera estar en ¡trabajando!

Lo de sherloc queda sin aclarar pero creo que por el contexto se deduce el tipo de incidente.

Un placer leerte, Denise.
¡Felices fiestas!

Servio Flores

20/12/2015 a las 02:16

Denise que buen relato. Me ha parecido muy original, muy fluido, con buen ritmo… me encantó!
Felicidades.

Pepe ILLARGUIA

20/12/2015 a las 10:57

Estoy muy preocupado Denise, y si resulta que Bruno no es el que parece. Me ha impactado tu recorrido interdimensional, Dune incluido. Y el error 707 lo encontré “enseguida”, pobre Dante, quien se lo iba a decir. Por cierto ¿se celebra la Navidad en ese universo paralelo?Abrazos galácticos.

Conxita Casamitjana

20/12/2015 a las 12:46

Hola Denise,

Original relato muy bien trabajado y de acuerdo con lo que te han comentado los compañeros, combina perfectamente lo cotidiano y lo de ficción, ¿esa basura es intergaláctica al menos? me ha hecho reír.

Por decirte alguna cosita, quizás en la siguiente frase, las frases tan cortas me han dado la impresión de leer a trompicones y me han cortado un poquito el ritmo.
– No pude evitar dar un bufido. No la sabía. El muy maldito no quería que yo entrara en su búnker por nada. Pero como no pensaba abstenerme de fastidiarlo, comencé a golpear la puerta sin parar. Abrió en seguida.
Yo no he entendido el juego con las contraseñas, estas cosas me cuestan un poco, ¿por qué siete de nueve?
Bien escrito y con un fantástico sentido del humor…ese Bruno…¿seguro que era el original?

drow_jack

20/12/2015 a las 21:23

Original y divertido. Un Ci-Fi con futuro aproximado. No tengo nada que corregir. “Anime” la uso como palabra llana, pero bueno, plasmas de sobras tus orígenes argentinos en el texto, y teniendo amigos de ahí, estoy seguro que decís las cosas de otra manera.
Lectura fluida, narración correcta, diálogos excelente, desarrollo de los personajes reales.

Buen trabajo.

Denise

20/12/2015 a las 22:20

Hola de nuevo 🙂 Vengo a dejar un par de aclaraciones:

Andrés Scribani:
El “qué” interrogativo sin signos está puesto así a propósito. Como se dice por ahí, es un acto de habla indirecto y el indicio es el tono, cosa que traté de reflejar pobremente con la falta de signos de interrogación. Pregunta “qué”, pero en realidad dice “si seguís golpeando, te mato” 😛
En cuanto a la pregunta sin comillas, la dejé así quizás por influencia de mi relato anterior. Parece que no queda tan bien como pensaba, así que tomo nota de tu observación. Gracias!

Manoli VF:
Lo mismo que le dije a Andrés con respecto al “qué” va para esta frase tan vulgar (pero expresiva :P), aunque el motivo es un poco distinto. Me pareció que los signos de exclamación le daban demasiada expresividad o energía a una frase que a mí me sonaba más bien cansina. Pero voy a pensar en lo que me proponés, al menos. Gracias!

Conxita:
Es posible que el exceso de frases cortas se deba un poco al libro que estoy leyendo, pero principalmente al hecho de que tuve que recortar y sintetizar sin piedad para no pasarme del límite de palabras. Hice lo mejor que pude, pero te agradezco la observación. Tal vez le haga unos retoques. Gracias!

En cuanto a las contraseñas, son personajes de películas y series que me gustan. Siete de Nueve es un personaje de Star Trek Voyager; si buscás fotos suyas en Google, vas a saber por qué Bruno la eligió como contraseña 😛

Muchas gracias por sus comentarios!!

Andrés Scribani

21/12/2015 a las 00:28

Hola Denise.

Puede que tengas razón respecto a mi relato. Al parecer no supe cómo llevarlo.

Lo que quería era dejar la reflexión sobre esa perspectiva al lector y aprovechar para recomendarle una canción (ella amplia la idea que mi relato plantea). Es por eso que hago énfasis en el disco y la canción.

Y respecto a lo de que “parece que inicia dos veces”, lo hice a propósito. Quería dejar la apariencia de final abierto, pero que a su vez se “cierra” al releer el relato… ya que esa intro es en serio el final.

Gracias por tus observaciones, sin duda me han ayudado muchísimo.

P.D.: ahora entiendo lo del “que” 😛

Christian Joseph White

22/12/2015 a las 00:02

¡Jajajaja! Tremendamente hilarante. Que giro metiste en mitad de relato 😉 ¡Los tipos jugando al fútbol! Jajajaja. Un relato entre lo más original del taller de este mes. ¡Te felicito! Un gusto leerte, Denise. Hasta la próxima ¡Saludos!

Earendil

22/12/2015 a las 17:52

¡Hola Denise!
El relato es estupendo, divertido, original y lo mejor de todo ¡se sale de la dinámica oscura de la mayoría de los relatos de este mes!
Me alegro que hayas pasado por mi relato con la curiosidad que te despertó el comentario que puse en el blog. Evidentemente te sales de ese alto porcentaje que destacaba en él.
Muchas gracias por tu consejo de dejar una linea de separación entre párrafo y párrafo. Ya me lo advirtieron el mes pasado pero he vuelto a caer en el error.
Respecto de la ortografía de tu relato, no me atrevo a señalar las faltas que he detectado, pues es evidente que debes ser de origen sudamericano por la forma de expresarte. Realmente tampoco sé si aquí, en España, deberían considerarse.
De todos modos, el relato me parece uno de los mejores que he leído, y me ha hecho disfrutar mucho.
Felices fiestas y nos leemos el año que viene

Luciano Sívori

23/12/2015 a las 20:28

De acuerdo con los chicos.. ¡super original! Me encanta como tus relatos siempre tienen “ese no sé qué” que otros no.
¡Saludos!

Ryan Infield Ralkins

24/12/2015 a las 17:10

Ese giro del final y todos los Bruno jugando fútbol fue genial. Cuando leí esa parte me quedé en shock pero lo que si me dio risa, fue cuando Ana, sin importarle nada, se mete al campo y lo jala por la oreja. El tipo es un mandilón, je je.
Genial y divertido, todo esta ahí para algo.
Felicitaciones y saludos.

Wolfdux

29/12/2015 a las 18:05

Denise un relato muy divertido. Me he reído mucho viendo que montaba una pachanga de fútbol.

Un saludo. ¡Nos leemos!

José Torma

29/12/2015 a las 20:42

Hola Denise, me uno a las alabanzas, sin ser un relato complicado, haces de lo simple algo delicioso, me rei y me imagine al pobre Bruno.

Muchas felicidades.

Pato Menudencio

06/01/2016 a las 15:11

Tengo que felicitarte. Un texto de prosa sencilla que está muy bien trabajado.

Es una historia amena y que hace a uno imaginar el partido del multiverso.

Saludos.

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