Literautas - Tu escuela de escritura

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El lápiz mágico - por Dan D'Ors

-Entonces, ¿es mágico, papi?
-Claro – le respondí sonriendo. – Este lápiz lleva en nuestra familia generaciones y generaciones. Sólo ahora, que cumples cinco años, puedo pasártelo a ti.
-¿A mí?- Pude ver cómo los ojos se le iluminaban.- Pero… ¿y si lo rompo?
-No te preocupes Marco, parte de su magia reside en que puede volver a arreglarse si se sabe cómo. Cuídalo y, si le pasa algo, tráemelo y yo intentaré arreglarlo.
-Pero papi, ¿abu y tú también lo usasteis? ¿Qué pasó? – Mi hijo y sus preguntas. Más me valía responderle pronto.
-Por supuesto Marco. De las historias del abuelo poco te puedo contar porque él juró guardar secreto pero de las mías puedo contarte al menos una. La más interesante de todas – bajé la voz y me agaché un poco hacia él, en actitud de querer transmitirle un secreto.
-¡Toma! –gritó de emoción. Me quedé mirándole fijamente y se dio cuenta de que no tenía que hablar tan alto. Bajando la voz pero sin poder ocultar su emoción continuó:
-¡Sí, porfa! ¡Cuéntame la historia! ¡No se lo diré a nadie! ¡Porfa!
-Está bien Marco, pero tiene que ser la versión corta porque luego tenemos que seguir haciendo cosas, ¿vale?
-Sí, sí, sí, sí, sí…- Tuve que interrumpirle mientras me acercaba más a él.
-Tenía tu edad cuando recibí el lápiz de mi padre, tu abuelo. Pasó un tiempo hasta que supe controlar sus poderes pero cuando me sentí seguro pude disfrutarlos. Una tarde, cumplidos ya los siete años, decidí que quería ver un dragón. Nunca había visto un dragón, ¿sabes? ¿Tú has visto alguna vez uno?
-¿Yo?- Vi cómo su imaginación se disparaba, con los ojos perdidos pensando en las historias que le contaban sus abuelos. –Nunca he visto uno…
-Pues yo tampoco, y quería saber cómo era uno. Pensé en cómo me gustaría que fuera un dragón si yo iba a conocerle y, poquito a poco, fui dibujándolo, trazo a trazo. Tardé dos días y ocupé una hoja de periódico entera. Tenía escamas y unas grandes alas que le permitían volar. Unos ojos fieros pero compasivos, que destilaban la sabiduría de su edad. Porque los dragones pueden vivir miles de años y éste no era una excepción… Además tenía una cresta de púas que le recorría el lomo desde la cabeza hasta la cola y podía echar fuego por la boca si se sentía amenazado.
-¡Hala! ¡Qué chulo!- volvió a gritar Marco, sin poder evitarlo.
-¡Chis! ¡Que se van a enterar los demás!- Miré a los lados, cauteloso. No quería que nadie más escuchara la historia. Marco miró también a los lados, un poco asustado por si había fastidiado algo. –Nadie mira, hemos tenido suerte- dije aliviado. –Como te iba diciendo, dos días tardé en pintarlo y esa noche me fui a dormir dejando el dibujo a mi lado. Mientras dormía empecé a soñar y vi como el dragón salía del papel y tomaba forma y color. Cuando ya había recuperado su forma original me hizo una reverencia y me agradeció haberle liberado de su prisión en el papel. Bajó un ala y me invitó a acompañarle en un vuelo hasta su casa, en las altas montañas del Tíbet. Allí me invitó a tomar té y prometió que si algún día estaba en peligro me ayudaría… Entonces se despidió de mí y yo me desperté, en mi cama. ¡El dibujo había desaparecido!…- Marco tenía un brillo en los ojos que hacía mucho tiempo que no veía en él. –Así que ya sabes hijo, necesitas un papel donde dibujar lo que quieras que tome vida y luego dejarlo junto a tu cama al irte a dormir.
Marco me echó sus bracitos al cuello, abrazándome con fuerza. -¡Gracias papá! ¡Es el mejor regalo de cumpleaños del mundo! Voy a buscar un papel…
-Está bien, hijo, pero vuelve pronto…
Y se marchó por el campo de refugiados, su pequeña mente llena de ideas e historias. No pude evitar sentirme afortunado por haber conseguido que el guarda de nuestro sector me diera ese lápiz y así poder preservar la inocencia de mi hijo un poco más. Una lágrima me recorrió la mejilla mientras pensaba en toda la muerte y la miseria que habíamos dejado atrás, en un país en guerra, con la esperanza de un futuro mejor y cómo, ahora, el único regalo que podía hacerle a mi hijo por su cumpleaños era un lápiz.

Comentarios (22):

Wolfdux

29/11/2015 a las 22:52

Un relato magnífico Dan. Me ha encantado la sensibilidad y el sentimiento que le imprimes a todo el relato. Y sobre todo ese giro final que hace que me guste incluso más. Felicidades, un placer leerte.

¡Nos leemos!

Dan D'Ors

30/11/2015 a las 16:14

¡Buenas! Primero agradecer a mis lectores anónimos sus comentarios. Este mes quizá fueron más escuetos que de costumbre pero parece que disfrutaron con el relato así que me alegro mucho.
En cuanto a la forma de los diálogos, es algo que tengo pendiente terminar de pulir. Este mes, por falta de tiempo, utilicé el signo “-” en lugar del guión de diálogo al escribirlos y luego se me olvidó cambiarlos =S como me hizo notar uno de los comentaristas.
Wolfdux, gracias por pasarte a leer y me alegro de que lo disfrutaras, ya he pasado por tu relato a comentar también.

beba

30/11/2015 a las 16:20

¡Qué belleza, Dan!Es hermoso que los afectos sinceros limpien y ordenen los desórdenes que nos caen encima. Es que realmente, el amor redime.
En el plano del comentario literario también te felicito; es un relato impecable, con excelente ritmo y recursos que apuntalan la magia del momento; por ejemplo, el llamado a silencio.
Gracias por tu comentario. Ya ves que ser más o menos joven no incide en la magia de poder pasar por encima de lo que duele; en tu cuento, la guerra; en el mío la Dictadura de los años setenta en América Latina.

AitorMB

30/11/2015 a las 17:26

Es una historia muy bonita, enhorabuena, te deja pensando si al final el lápiz será mágico o no.

El relato es ameno de leer y está bien construido!.

L.M.Mateo

30/11/2015 a las 20:58

Hola Dan:

Pues teniendo en cuenta lo de las rayas, en el aspecto formal no he visto nada nuevo que aportar.

Me ha gustado el relato, esa complicidad pura entre padre e hijo que con el tiempo se pierde. El giro final le da mayor fuerza al texto.

Es un placer leerte.

¡Saludos!

Manoli VF

30/11/2015 a las 21:19

Te felicito, Dan. Muy bien contado y desafortunadamente actual, has hecho que un lápiz de mucho de sí.
Tu historia aúna magia y humanidad a partes iguales.

Un placer leerte. Un saludo.

Celeste

01/12/2015 a las 01:19

Gran trabajo! Nada más lindo que darle a un niño sueños y el poder de crear e imaginar, y en este caso en ese contexto y con tan sólo un lápiz. No puedo agregar más porque lo leí y sigo pensando y repasándolo en mi cabeza. Me gustó mucho Felicitaciones!

Christian Joseph White

01/12/2015 a las 06:35

¡Tremendo final! Te felicito, Dan. Tu relato tiene buen ritmo y es fluido. Supiste explotar la idea del taller de este mes 😉
Hay ciertos erratas a corregir, quizá algún compañero se apiade de ti y te las señale. Yo sólo te dejo un fragmento sobre los diálogos para que veas:

Los espacios donde tocan. Al comenzar el diálogo, no hay separación entre la raya y el comienzo de la frase. Además, los incisos o intervenciones del narrador van siempre entre rayas y sin espacios, ya que funcionan como si fueran paréntesis. Es decir:

FORMA INCORRECTA:
— Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa— comentó Martín—. ¿Te apetece?
— Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja— dijo Ana.

FORMA CORRECTA:
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa —comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.

Fijaos en que al final de una línea de diálogo que termina con el narrador (dijo Ana) no se coloca raya de cierre. Basta con el punto.

Para obtener el guión largo necesario en los diálogos, pulsa Alt mientras escribes 0151 en el teclado numérico. ¡Tu símbolo — aparecerá automáticamente!

Alt0151: guión largo (—)

Aquí lo puedes corroborar:

https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

Luis Fernàndez

01/12/2015 a las 10:18

¡Gran relato! (por lo menos bajo mi humilde opinión) el giro final le da otro enfoque completamente distinto a la historia, y el tema no podía ser más actual.
Buen trabajo.

Dispersus

01/12/2015 a las 11:48

Hola Dan.
Impresionante relato. Nada que añadir, tan solo un pequeño detalle: yo no citaría tanto el nombre del niño. Si te das cuenta, casi en cada frase de el padre cita el nombre del niño. Yo creo que con dos o tres veces en todo el texto es suficiente.
Por lo demás, redondo. Bien narrado, emotivo y, lamentablemente, actual.
Me recuerda a la película de hace varios años tan premiada y conocida del actor y director italiano (no recuerdo ahora ni el nombre, ni el título de la película, que memoria….)
Buen trabajo

Manuel Pla Martí

01/12/2015 a las 21:26

Hola Dan
Me ha encantado tu relato. Tiene mucha frescura y ritmo. Antes de llegar al párrafo final pensaba que me iba a encontrar con un cuento más de niños. Bien narrado, bien escrito, lo de los guiones cortos pienso que no tiene ninguna importancia, y pensaba cual iba a ser el desenlace. Me imaginaba que sería algo rotundo, que rompiera, porque el espacio que quedaba era corto. Cuando he leído lo del campo de refugiados me he dado cuenta de que me has tenido engañado igual que el padre tenía a Marco. Estupendo. Perfecto. Es cierto, como apunta Dispersus, que se asocia a la película La vida es bella de Roberto Benigni. Bueno, no está mal que a uno le asocien el relato con una obra maestra del cine. Felicidades

Dan D'Ors

02/12/2015 a las 06:48

Muchas gracias a todos por pasaros a leer y comentar. Me alegro mucho de que os haya gustado cómo quedó el relato al final. Veo que conseguí que no se notara nada hasta el final para conseguir ese impacto que estaba buscando. Pasaré a leer a todos aquellos que no he leído todavía, acabo de terminar de comentar a los diez siguientes a mí así que ahora empezaré a pasar por el resto.

Almudena VM

02/12/2015 a las 09:21

Hola! Dan,
Me ha encantado. Dan ganas de seguir leyendo… quiero más!
Gracias por tu comentario.
Te seguiré leyendo.
Un saludo

Pierina

02/12/2015 a las 14:49

Hola,
tu relato me encantó! Está lleno de ilusión, magia y esperanza. Relatas muy bien la impaciencia del niño y su preocupación en que nade los escuche. El final, si bien es triste, deja un lindo mensaje, a pesar de todo, soñar nos mantiene vivos.
Felicitaciones!

Ryan Infield Ralkins

02/12/2015 a las 21:01

Como bien dice Wolfdux, tu relato es uno que gusta pero con ese giro al final gusta aun mas. Me parecio buenisimo, lleno de positivismo y de esperanza. Un bello relato.
Felicitaciones y gracias por dejarnos leerlo.
Saludos.

Ah, y gracias tambien por leer y comentar mi relato. De hecho, se me esta haciendo dificil como continuarlo por que esto de escribir a veces lo hago como Stephen King: invento los personajes y los pongo en una situacion y despues se me va ocurriendo la historia. A veces es bueno pero dificil a la vez.

Marcelo Kisi

03/12/2015 a las 20:42

HOla Dan!
Gracias por comentar generosamente mi relato 🙂
Por tu parte nos has traído un regalo memorable. Un simple diálogo entre padre e hijo, que crea intriga y se quita el disfraz al final para mostrar una realidad cruda, impiadosa. Lo hiciste de modo espectacular. Yo también pensé en La vida es bella de Begnini.
FElicitaciones!

Wiccan

04/12/2015 a las 22:08

Buenas Dan,
Por fin tengo tiempo de pasarme por tu relato. Muchas gracias por leer el mio y tus comentarios, he participado dos veces en el taller y las dos he sido tu décima lectura, me voy a acostumbrar 😉
Un gran relato, me ha encantado. Como he tardado mucho, poco puedo aportar a lo que han dicho. A nivel formal está perfecto, al leerlo no noté nada que estuviera fuera de lugar e incluso algunas cosas que podrías pensar que son incorrectas ayudan a ambientar la conversación con un niño, dándole frescura e inocencia.
La historia te engancha, por un momento incluso llegas a creer que el lápiz es realmente mágico, la imagen del dragon tomando te en el Tibet es buenísima y muy propia de un mundo de fantasía, la conversación es muy natural y el final muy emotivo. Bien por ese padre que no le regala un lápiz a su hijo, sino que realmente le regala inocencia e ilusión, que es mucho más difícil.
Y bien por ti por compartir tus historias, nos leemos el mes que viene. Un saludo!!!

Leonardo Ossa

06/12/2015 a las 00:45

Hola Dan D´Ors, muy buena forma de llevar al lector a través del relato hasta ese final conmovedor, sin indicios iniciales. Resulta sorprendente y hace destacar el afecto paternal que impera en la protección a su hijo.
Me gustó leerte. Saludos.

Silvia P.

07/12/2015 a las 16:32

Precioso relato. Me ha encantado como presentas a los personajes, el ritmo que tiene, y ese final inesperado que te hace despertar a la realidad en que vivimos.

Te agradezco que comentases mi relato, me has dado la oportunidad de descubrir el tuyo!

Te seguiré leyendo! Un saludo!

Isolina R

08/12/2015 a las 18:07

Hola, Dan D´Ors:
Una historia entrañable y estremecedora. Genial.
Aparte de las rayas de diálogo, de las que ya te han hablado otros compañeros, voy a hacerte unas pocas sugerencias en el nivel formal.
Los vocativos deben ir entre pausas. Así que: “No te preocupes, Marco,”, “Pero, papi,”, “Por supuesto, Marco.”, “Está bien, Marco;”, “Así que ya sabes, hijo,”, “-¡Gracias, papá!”
En: “Bajando la voz pero sin poder ocultar su emoción continuó” falta coma antes de “continuó”.
Si “por favor” son dos palabras, acortar la segunda no tendría por qué implicar la unión gráfica. Yo escribiría: “por fa”.
Rimas: “tiene que ser la versión corta porque luego tenemos que seguir haciendo cosas”, “unas grandes alas que le permitían volar. Unos ojos fieros pero compasivos, que destilaban la sabiduría de su edad”, “volvió a gritar Marco, sin poder evitarlo”, “Marco miró también a los lados, un poco asustado por si había fastidiado algo. –Nadie mira, hemos tenido suerte- dije aliviado. –Como te iba diciendo, dos días tardé en pintarlo y esa noche me fui a dormir dejando el dibujo a mi lado” Esta última rima es especialmente grave porque se repite la asonante ao ocho veces (Marco, lados, asustado, fastidiado, aliviado, pintarlo, dejando, lado).
En: “decidí que quería ver un dragón. Nunca había visto un dragón” el segundo dragón lo quitaría. Diría: “Nunca había visto ninguno”.
En: “Vi cómo el dragón salía del papel” falta tilde en “cómo”.
En: “Bajó un ala y me invitó a acompañarle en un vuelo hasta su casa, en las altas montañas del Tíbet. Allí me invitó a tomar té” repites “me invitó”. Convendría cambiar una: “Allí me ofreció un té”, o “me convidó a un té”.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

Dan D'Ors

08/12/2015 a las 21:14

Hola a todos,
muchas gracias por haber sacado tiempo para pasaros a leer el relato. Me alegro mucho de que lo hayáis disfrutado.
Isolina, gracias por el análisis pormenorizado. Da igual cuantas veces lo repase, se me siguen pasando cosas. Muy útiles los apuntes del vocativo y de algunas repeticiones que se me escaparon al revisar. El tema de las rimas es algo que me cuesta mucho mirar así que me queda ahí mucho trabajo que hacer.
Un saludo a todos y espero leeros pronto.

Vespasiano

13/12/2015 a las 18:47

Hola Dan:
Gracias por haberte pasado por mi relato.
El imprevisible giro final del tuyo me ha dejado boquiabierto.
Has utilizado una guerra actual para llamarnos la atención sobre la crueldad de las mismas y denunciar la desgracia que viven esas criaturas abandonadas a su suerte y sujetas al tráfico de mafiosos.
Se le quitan a uno las ganas de desear felices fiestas a los amigos.
Enhorabuena por tu historia.

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