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El lápiz mágico - por Denise
Web: http://primeranaturaleza.blogspot.com.ar
—¿Y? ¿Cómo anda?
—No parece muy consciente de lo que pasó; es posible que esté en shock. Le di algo para que dibuje. Es mejor esperar un rato y ver si más tarde quiere hablar.
—Sí, lo mejor es darle tiempo, pobre angelito.
***
Los lápices son mágicos, dijo una vez la seño, todo lo que tenés en la cabeza aparece de la nada, dijo, como el chiste de Mafalda, las cosas que caben dentro de un lápiz, cosas chiquitas como las hormigas y grandes como este elefante, el elefante le tiene miedo a las hormigas que se comen las flores del jardín pero el perro del vecino no porque se mete en el jardín a hacer caca y Ma se enoja, no lo toques Nicolás salí de ahí metete adentro no ves que te puede morder andá para adentro te dije o querés cobrar, oiga usted por qué no le pone una correa a ese perro de mierda, y el vecino le grita pero yo ya no lo oigo porque estoy adentro y Manu llora en la cuna y llora y llora y llora todo el día, pero Marta qué le pasa a ese pibe que se la pasa llorando todo el día le diste de comer, sí ya le di ocupate un poco vos querés no ves que estoy cocinando
y yo me enojo porque no me dejan escuchar la tele, apagá esa tele hacéme el favor nene encima que tengo que traerme laburo a casa tener que aguantarlos a los dos, entonces me voy a la cocina a mirar a Ma cómo prende los fósforos que brillan y cocina la comida y quiero agarrar uno, pero Nicolás andá al patio un rato querés no me da más la cabeza, no me gusta el patio está lleno de cascotes y baldosas rotas y caca de gato y no hay árboles, y el gato nunca quiere jugar conmigo siempre se me escapa o me rajuña o se trepa al árbol del vecino y me gruñe, y no tengo nada para jugar porque Ma no me deja entrar hasta que Manu se duerme o ella termina de cocinar o limpiar, por eso a veces me llevo cosas, a veces un camión como éste a veces mis herramientas a veces un fósforo como éste cuando Ma no me ve y lo miro cómo brilla igual que brilla éste
pero a veces me olvido entonces me escapo por la pared del costado y me voy al jardín, el jardín es lindo porque me puedo esconder entre las plantas o treparme al árbol y me voy a la calle y entonces voy a donde quiero, pero nunca mucho tiempo porque entonces cobro, pero a veces me olvido como el día que llegué de noche, dónde carajo estuviste pendejo de mierda te dije que no salieras del patio vení para acá que vas a cobrar, pero qué hacés Jorge mandálo a la pieza sin comer no le pegues, después se va a la pieza pero primero cobra vení para acá hijo de puta, y me agarra y
cierran la puerta y no me dejan salir, pero espero a que se duerman y salgo muy despacio como cuando no quiero que Manu se despierte a la hora de la siesta porque llora y despierta a Ma y despierta a Pa, y hacéme el favor de callar a tu hijo querés, escuchame una cosa es hijo tuyo también hacéte cargo de vez en cuando, a mí eso no me consta, si serás hijo de puta, pero ahora no se despierta nadie y entonces abro la heladera y como un poco y a veces me duermo en el sillón mirando la tele bajito y a veces me vuelvo a la pieza, pero ayer no había mucha comida en la heladera, y entonces quise hacerme un huevo frito y agarré los fósforos y prendí uno y era tan brillante y me lo quedé mirando y después prendí otro y otro y otro
y me fui al jardín y me subí al árbol y la casa brillaba toda y me quedé en el árbol mirando la casa y pensando en Ma y en Pa y en Manu y el gato dentro de la casa que brillaba tanto.
Comentarios (25):
Alejandro Moreno
29/11/2015 a las 19:40
Hola,
sólo puedo decir que interesante formato…al final lo he pillado, pero ya puestos podrías haber quitado las comas y los párrafos 😉
Creo que he entendido la historia, tendré que volver a leerla. Me he perdido un poco en algunas palabras el vocabulario, distinto al que usamos en España.
Mis felicitaciones porque arriesgaste, cuesta leerlo, pero tiene con un motivo. Estamos aquí para aprender y experimentar.
Si te animas a comentar el mío, es este:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4191
Un saludo.
Wanda Reyes
29/11/2015 a las 21:38
Hola, me ha gustado el relato en especial que al inicio percibes la falta de comas y puntos,pero a medida que vas avanzando te das cuenta que es un pequeño quien lo escribe. Muy bien pensado, buen final.
Wanda Reyes
29/11/2015 a las 21:39
Se me olvido invitarte a leer mi relato es el 136.
Christian Joseph White
30/11/2015 a las 01:38
Te felicito por tu relato, Denise. Ese tan “inocente” final me erizó la piel. La forma de narrar que empleas, a modo de niño, está bastante lograda. Pero en mi opinión necesitas pulirla en ciertos aspectos. Para que me entiendas, te recomiendo leer la novela “Alá no está obligado” de Ahmadou Kourouma o “Bestias sin patria” de Uzodinma Iweala, en ellas (que son narradas por niños como aquí lo haces tú) el formato que usas está perfeccionado de modo soberbio 😉 ¡Un placer leerte, saludos!
Denise
30/11/2015 a las 19:03
Hola, antes que nada, quiero agradecerles sus amables comentarios.
Alejandro:
No niego que pensé en llevar el texto al extremo, pero me dieron un poco de pena mis comentaristas anónimos y no tuve el valor. Aparte, sin comas ni pausas, hasta a mí se me hacía difícil de leer, jejeje
Wanda:
Gracias por pasar, ya dejé un comentario en tu relato. Y ya que estamos, se supone que el nene lo piensa mientras dibuja. Al menos, es así como me lo imaginaba yo XD
Christian:
Te agradezco las recomendaciones, voy a buscar las novelas, a ver si aparecen en alguna parte 😉 Si tengo que ser sincera, más que el lenguaje del niño, me interesaba trabajar el flujo de consciencia (lo del niño psicópata vino después, de un modo totalmente fortuito). Fluyó bastante (aunque lo tuve en reposo como 10 días antes de escribirlo), pero algunos pasajes me dieron un poco de trabajo. Tuve que releer El ruido y la furia, de Faulkner, para recordar cómo era, y revisar un poco de material de Internet porque me daba fiaca resucitar los apuntes de la facultad 😛 Me falta leer el Ulises de Joyce, ya que estamos en tema, pero es uno de mis grandes pendientes.
Saludos y gracias por pasar!!
Sara Ley
30/11/2015 a las 21:49
Me ha pasado como a los compañeros, que al principio me “ahogaba” leyendo. Creo que se muestra muy bien cómo transcurren los pensamientos en la mente del narrador, cómo habla de las escenas cotidianas de su familia, deprisa y sin pausa.
El final me gustó mucho. Aunque no tiene nada que ver, me recordó al capítulo de Los Simpsons donde un duende le dice a Ralph que le prenda fuego a todo.
Manoli VF
01/12/2015 a las 13:40
Pues ya te han dicho casi todo lo que pensaba decirte, Denise, al principio me costó la lectura, pero una vez que se va desentrañado y se desvela lo que subyace en la mente del niño, conmociona, por lo menos en lo que a mi respecta dentro de su aparente sencillez” me ha parecido un relato muy profundo. Te animo a leer el mío (81)
Un saludo.
Robert w. Peterson
01/12/2015 a las 14:22
Hola Denise, prometí pasarme y aquí estoy.
El relato me parece muy valiente porque es muy distinto a lo que se suele ver por aquí, bravo por eso; me lo he imaginado con narrador argentino, con ese acento tan delicioso que tenéis y no he podido evitar esbozar una sonrisa.
Bajo mi punto de vista, y sin desmerecer el entendimiento de nadie, me veo en la obligación de asegurar que tu relato se entiende perfectamente. El inicio es un claro flashback de lo que después se cuenta con retrospectiva. La única duda que tuve es si el niño realmente lo esta escribiendo (me lo imagine en shock garabateando el papel, como hacen en las técnicas de escritura automática o terapéutica); si que te recomendaría que además de centrarte en lo que ha sucedido y el niño ha escuchado, colocases más datos sobre el cómo lo dicen. Todos sabemos que los niños suelen ser sensibles y observadores y se fijan en el tono que emplean los mayores al decir las cosas, quizá también podrías usar alguna analogía graciosa de estas típicas que usan los niños.
Cuando lo estaba leyendo me vino a la cabeza “El ruido y la furia” de Faulkner, veo que después lo has comentado. ¡Tú relato es una bendición al lado de algunos fragmentos de ese libro. La primera parte, la que corresponde al chico retrasado, es un tedio absoluto.
Lo de evitar los puntos y las comas para emular al máximo la visión de un niño no me parece tan relevante ni trascendente para el global de la historia, más si realmente lo está pensando y no escribiendo como inicialmente pensé.
En definitiva, un buen relato.
Un fuerte abrazo desde España.
Robert w. Peterson
01/12/2015 a las 14:26
El corrector del teléfono móvil me la ha vuelto a jugar, disculpa las faltas ortográficas de mi mensaje anterior. (carita triste)
Juana Medina
01/12/2015 a las 16:39
Salud Denise!
No te encontraba por ninguna parte. ¡Son tantos los lápices mágicos!
Tu relato me ha conmovido profundamente. Mucho dolor en ese niño. Excelente lenguaje, excelente pensamiento río. Textos como éste se agradecen. ¿Te pasás por el 191?
Un abrazo
Mauro
01/12/2015 a las 21:22
Hola Denise!
Yo soy quien hizo el comentario que nombras en la recopilación.
¡Ya sabes que pienso! No sobra ni falta nada, las comas están perfectas, el barullo en la cabeza está perfectamente logrado, el final es brillante y es muy difícil lograrlo como lo hiciste.
Saludos!
Peter Walley
02/12/2015 a las 19:28
Hola Denise,
Me ha encantado, no es nada fácil este formato de un sólo párrafo y tú lo has llevado muy bien. Me he recordado un poco al estilo de Saramago y a algunos cuentos de Cortázar (te recomiendo que leas el de la señorita Cora si no lo conoces).
Lo único que me ha despistado un poco son los interlineados, yo lo habría dejado todo seguido. Y el final es muy muy bueno, tan sutil y tan fuerte a la vez.
Muchas gracias por tus comentarios en mi relato.
Saludos,
Peter
Ryan Infield Ralkins
02/12/2015 a las 20:28
Lo unico que tengo que decir, ya lo dijeron los compañeros: se me hizo dificil leerlo al principio pero despues fui comprendiendo. Llegue a pensar: No puede ser que se le olvidaran los puntos y las mayusculas y cuando lei ese final, despues de comprender todo no pude evitar usar una de las frases favoritas de mi hermana: Oh my God!
Totalmente inesperado.
Felicitaciones por este relato que me imagino fue un dolor de cabeza corregir, je je.
Saludos.
Anoide
03/12/2015 a las 23:54
¡Bueno! Llego tarde para opinar en el sentido más “crítico”, pero aún así quería decir que yo tampoco habría separado en párrafos el texto. Ya que te tiras, tírate de cabeza, mujer 😛
Aunque al principio parezca confuso, para mí que se entiende bien. No cuesta darse cuenta de que el niño está pensando. Y creo que te has salido muy bien a la hora de reflejar la manera en que pensamos, así como a saltos, de un tema a otro, y luego a otro. Además, es muy interesante ver cómo reflejas detalles de la vida del niño en algunos de sus recuerdos. Por ejemplo, la relación con sus padres.
Y por cierto, este mes, a más de uno nos ha dado por meter padres conflictivos en el relato. Ya he leído alguno que otro sobre eso, el mío incluido xD
Nada más. Me ha gustado mucho, Denise. Un placer 😀
L.M.Mateo
04/12/2015 a las 13:04
Hola Denise:
Por fin un ratito para pasarme por tu relato, que tenía ganas de leerte.
Una apuesta realmente arriesgada y muy bien resuelta. Pero coincido con Anoide: yo tampoco hubiese separado los párrafos para terminar de dar esa sensación de agobio.
Por supuesto, apunto el libro de Faulkner (confieso que he leído muy poco de él), y respecto al Ulises, lo tengo en la kindle en la sección pendientes.
Denise
05/12/2015 a las 00:01
Hola de nuevo!
Sara Ley:
me diste la idea para la imagen que le voy a poner en el blog 😀
Robert W. Peterson:
Supongo que Christian y vos tienen razón, tal vez debería haber trabajado más el lenguaje infantil, pero como dije, en el momento me interesaba más lograr el flujo de consciencia. Además, de haberlo hecho, probablemente me habría pasado del límite de palabras 😛 Pero lo voy a tener en cuenta para la próxima vez que escriba desde el punto de vista de un niño.
Anoide y L. M. Mateo:
Estuve pensando un poco, y creo que sí, ya que lo hago, lo hago bien, así que en el blog publiqué la versión sin pausas, salvo las dos últimas, que las conservo porque son una manera de indicar que hay acciones omitidas (cuando el padre lo castiga y cuando le prende fuego a la casa).
A uds. y a quienes no nombré, muchas gracias por sus amables comentarios!
Conxita Casamitjana
05/12/2015 a las 18:18
Pues es dificil decir algo nuevo, también me sorprendió al principio esa falta de puntuación pero que al ser tan evidente ya me di cuenta de que tenía un significado, no soy capaz de saber si quitar los puntos y comas nos hace ver más claramente que es un niño quien lo cuenta, yo creo que se percibía muy claramente por el lío que tenía y el barullo.
Muy logrado.
Saludos
Marcelo Kisi
05/12/2015 a las 20:17
Hola Denise!
Gracias de nuevo por tu comentario a mi relato, ya te respondí ahí que sos mi heroína de los laboratorios de experimentación literaria y tampoco esta vez decepcionás.
De antemano me preparé un café cuando dije: “Toca Denise, a disfrutar!” 😀
Es cierto, Cortázar lo hubiera hecho en un solo párrafo, pero fue hace mucho y nadie escribió reglas al respecto. Hoy en día hace mucho que no se escribe así, entonces quizás te dio vértigo “tirarte de cabeza” como dice Anoide. Yo por mi parte ni siquiera me había animado a escribir así en el taller, lo hice años ha, demasiado atrás. No sé ya si lo volvería a hacer, pero pensé que el recurso se había extinguido de la faz de la tierra y que nadie me entendería.
Para mí fue un relato excelente y una fiesta literaria!
Leosinprisa
06/12/2015 a las 19:35
Hola Denise, este chiquillo, ¿no llevará una marca en el pelo?, entre sus raices, algo parecido a 666, porque tiene leña el pequeño, jaja :).
“La casa que brillaba tanto”, este pequeñuelo es una mezcla entre Neron con su lira y Charles Manson, jaja. De verdad, me ha impresionado ese final, muy emotivo y “brillante”, en todos los sentidos.
Enhorabuena Denise, no es fácil sorprender y he de reconocer, lo has hecho conmigo, que no soy fácil, lo reconozco.
Un saludo.
Isolina R
08/12/2015 a las 22:44
Hola, Denise:
El flujo de conciencia no es lo mío. Lo he intentado en varias ocasiones y siempre he quedado muy descontenta con el resultado. No acabo de pillarle el tranquillo. En fin, tu texto me ha gustado muchísimo. Aunque ¿por qué unos signos sí y otros no?, ¿por qué no todos o ninguno? De tirados al río. La verdad es que, como te dice Marcelo Kisi, vaya osadía enviar un texto de tales características a este taller. Claro que yo hubiera ido más lejos, lo hubiera enviado como un mazacote, sin cambios de renglón aparte ni signos de ningún tipo. Tampoco hubiera puesto las primeras líneas que hablan del “angelito” y su estado de “shock”. Todo flujo de conciencia, sin necesidad de explicar nada al principio. Que sea el propio pensamiento del crío el que muestre todo lo necesario.
Tengo una duda: “mandalo”, “haceme”, “hacete” son llanas en vocal, igual que “ocupate” o “escuchame”. ¿Les has puesto tilde por error o es que en argentino llevan tilde estas formas verbales aunque no cumplan las reglas generales de colocación de tilde? Me ha sorprendido que ni Marcelo ni Juana Medina te comentaran nada al respecto.
La palabra “shock” yo la entrocomillaría. Debería ir en cursiva, pero como no podemos poner la cursiva en el formulario de envío, ponle comillas.
¡Ah! Me parece que aquí tú también has abusado un pelín de la conjunción “y”. Solo un pelín. En el lenguaje prelógico del flujo se salta de forma irracional de una cosa a otra. No hace tanta falta usar nexos como en el lenguaje domesticado de la sintaxis organizada.
Ha sido un gustazo leerte.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Denise
10/12/2015 a las 00:35
Isolina R:
Me sorprende la cantidad de gente que me incita al crimen jejeje, con eso de llevar al extremo el recurso, cuando ni Faulkner lo lleva tan lejos. No niego que me gusta la idea, pero creo que igual la coma es necesaria, aunque sea para no perderse una en la lectura. Las pausas, como ya dije, las eliminé todas en la versión final, salvo las dos últimas porque hay una razón para ellas.
En cuanto a los imperativos argentinos, confieso que no estoy segura de si llevan tilde o no, te debo la explicación.
Y con lo de “shock”, tenés razón. Se me pasó porque, como lo paso a Word primero, y ahí pongo todas las cursivas que se me antojan (es un modo de decir :P), al copiar y pegar ni me di cuenta de eso.
Lo de la “y” lo hice a propósito, pero tu argumento me convenció. En algún momento lo voy a revisar.
Un verdadero placer recibir tu comentario 😀
Wolfdux
10/12/2015 a las 01:17
Un experimento muy arriesgado pero que creo que puedes darlo por bueno. Me ha gustado el ritmo sin pausa que imprimes y sobretodo ese final. Felicidades.
¡Nos leemos!
Isolina R
10/12/2015 a las 15:17
Hola, Denise:
Comentando el texto de Marcelo Kisi, volví a plantearme la misma cuestión del imperativo argentino. Te copio lo que le he contado a él en su texto:
“He buscado la duda de si el imperativo argentino con un pronombre enclítico debe o no debe llevar tilde. La RAE dice que ya no lleva. Así que hay que escribir: “dibujate”. Hasta hace poco la norma era que si el verbo la llevaba antes de añadirle el pronombre cuando se le sumaba conservaba la tilde aunque ya no cumpliera las reglas generales. Ahora hay que observar la regla de la llana en vocal.”
Saludos.
Denise
12/12/2015 a las 01:55
Ay, esta RAE que se la pasa cambiando las reglas… Voy un poco atrasada, parece, pero tomo nota del dato. Gracias, Isolina!!
Por cierto, no estoy comentando porque tengo un pequeño proyecto en mi otro blog (sí, este año abrí otro, jeje).
Saludos!
Pepe ILLARGUIA
12/12/2015 a las 13:53
Creo que hay un párrafo en uno de los cuentos de Rulfo, el narrador es un loco que se va dando cabezazos contra el suelo. Del Ulises de Joyce lo que tienes que leer es el monólogo de Molly Blom, el último capítulo. El Quijote acaba con un Vale, el de Joyce con un Sí. Algo así podías haber usado para finalizar tu brillante locura. Eso.