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El lápiz mágico - por T. Arévalo

Web: http://buscandolasmusas.blogspot.com.es/

Adrian acarició con adoración El Lápiz, recreándose en la madera, palpando su afilada punta. Aquel lápiz era especial, escribía suavemente, apenas arañando la superficie del papel y se podía borrar con facilidad. Era un romántico y le encantaba escribir a la vieja usanza. No tenía la suficiente destreza para usar una pluma, como le hubiera gustado. Le entusiasmaba escribir a lápiz, fue con el lápiz con lo primero que adquirió habilidad para escribir con una letra más o menos presentable, algo que jamás pudo conseguir con el bolígrafo.
Las letras fluían con facilidad sobre el papel. Llevaba tiempo enfrascado en aquella historia. Su anterior libro había sido todo un éxito de ventas, y durante un tiempo estuvo bloqueado ante la presión de repetir triunfo, pero las musas habitan en los lugares más insospechados, y fue viendo el telediario del mediodía cuando le llegó la inspiración. Imágenes de la terrible tragedia de los refugiados sirios le dieron la idea. Se imaginó la desgracia de aquellas gentes, que huyendo de una guerra que no entendían, fueran a sufrir una muerte aún más incomprensible.
Su mano siguió escribiendo “Salim, había salvado la vida por muy poco. Cuando le sacaron de entre los escombros su pelo largo ensangrentado le hacía parecer un Cristo crucificado. Le dijeron que había sido un milagro. Y ciertamente debía de serlo, ya que de todos los habitantes de aquel enorme edificio, solo él había sobrevivido…”
Se removió dolorido en la silla, el reloj marcaba las diez de la noche. Aún escribiría más esa noche antes de dormir, pero ahora se iba a tomar una buena sopa, no había nada mejor para esas frías noches de invierno que un buen caldo caliente.
El tazón humeaba entre sus manos y Adrian se deleitó al sentir el calor que se extendía por todo su ser. No dejaba de pensar en la historia que tenía entre manos. Salim era un gran personaje que le iba a dar mucho juego en la novela. Aquel terremoto era el verdadero principio de la historia, tras la presentación de personajes había llegado al punto en el que todo empezaba a desencadenarse.
Volvió a su escritorio, su sancta sanctórum. Cogió El Lápiz, lo sentía como algo vivo que le guiaba ágilmente en el proceso de la escritura. Había rescatado aquel extraño lápiz del expositor de una vieja tienda de antigüedades en el histórico Madrid de las letras. Madera noble, grafito de primera calidad; incluso las extrañas filigranas talladas que cubrían gran parte de la madera, le eran agradables al tacto. Todo en aquel lápiz le empujaba a la escritura. Así que encendió la vieja lámpara, releyó los últimos párrafos y continuó con la historia…
Eran aún las seis de la mañana cuando sintonizó el canal 24 TV. Le gustaba estar al tanto de lo que ocurría en el mundo, muchos de sus relatos estaban inspirados en noticias ocurridas en los puntos más remotos del mundo; otras tenían su origen en extraños y oscuros sucesos acaecidos en algún callejón de Madrid. Aquella mañana el presentador estaba comunicando las últimas novedades sobre la guerra en Siria: “El denominado Estado Islámico avanza imparable sobre Siria. Las fuerzas occidentales intentan frenar su avance sin éxito, y para empeorar aún más si cabe la situación, nos llegan noticias de un gran terremoto ocurrido anoche en la parte Norte del País, la más castigada por la guerra. Tenemos imágenes de lo sucedido, facilitadas por la televisión alemana, la única presente en la zona…”
Adrian, observaba horrorizado la destrucción causada por el seísmo. La cámara se había centrado en un edificio de gran tamaño que había colapsado y quedado reducido a grandes cascotes desparramados por la zona. Unos paisanos estaban rescatando de entre los restos a un individuo de larga melena. Los subtítulos decían que se trataba del único superviviente, de nombre Salim ab Salad que había resultado sorprendentemente indemne.
La cabeza de Adrian comenzó a dar vueltas, aquel hombre era idéntico a su personaje, incluso se llamaba igual y el terremoto…todo había ocurrido como relataba en su historia. El café que sostenía entre sus manos cayó al suelo, sus piernas le llevaron atropelladamente hasta su escritorio. Horrorizado, vio como brillaban las extrañas filigranas de aquel maldito lápiz, su luz se derramaba sobre la última hoja escrita. Adrian releyó la última frase “aquel terremoto sería el primero de una serie de terribles catástrofes que cambiarían el mundo para siempre…”
Adrian cerró los ojos cuando todo el edificio comenzó a temblar.

Comentarios (16):

T. Arévalo

29/11/2015 a las 19:49

Quiero dar las gracias a los tres compañeros que me han comentado el texto. Siempre es agradable leer buenas críticas sobre tu trabajo, sirven de acicate para continuar.
Y cuando no son tan buenas, también son bienvenidas porque me ayudan a mejorar.

Cristian Faraday

30/11/2015 a las 02:18

Manejas una buena temática, lo mágico (tal vez he de decir “maldito”), le sienta bien.

Mientras lo leía, me encontré con que hizo falta colocar comas en ciertos puntos, en otros, salían sobrando. La mejor forma de saber donde colocar las comas es con la lectura en voz alta, al hacerlo, el propio texto te dirá donde hacer pausas.

Otro aspecto con el que me tope, es la repetición. Por ejemplo en:

“Se removió dolorido en la silla, el reloj marcaba las diez de la NOCHE. Aún escribiría más esa NOCHE antes de dormir, pero ahora se iba a tomar una buena sopa, no había nada mejor para esas frías NOCHES de invierno que un buen caldo caliente.”

En un espacio reducido me encuentro con la palabra noche de forma seguida, habría que tomar en cuenta éste punto.

Saludos y espero leer más de ti, tu temática me gusta (ya me pase por tu blog y espero añadas más historias de éste tipo).

Cristian Faraday

30/11/2015 a las 02:35

Me ha gustado la temática, lo mágico (o tal vez he de decir “maldito”) le sienta bien a la historia.

Al leerla, me encontré con que en algunas partes has caído en la repetición, por ejemplo en:

“Se removió dolorido en la silla, el reloj marcaba las diez de la NOCHE. Aún escribiría más esa NOCHE antes de dormir, pero ahora se iba a tomar una buena sopa, no había nada mejor para esas frías NOCHES de invierno que un buen caldo caliente.”

En ese pequeño espacio me encuentro con la palabra NOCHE de forma casi consecutiva. Ojo a ese aspecto, pues llega a quitar ritmo al momento de leer.

Saludos y espero sigas escribiendo en ésta temática.

P.D. ya me pasé por tu blog, y espero añadas más historias de éste tipo, que en lo personal me gustan.

Christian Joseph White

30/11/2015 a las 02:53

Cuando empece a leer sólo me parecía otro relato simbólico más… sobre el íntimo ritual de un escritor: escribir. Y cabe decir, me encantaron los detalles que dieron vida a tan característico lápiz. Y de pronto… un giro tremendamente radical en el desenlace me voló la tapa de los sesos 😛 ¡Juro, no lo vi venir! Caí en tu trampa 🙂 Felicitaciones por ello, gran relato.

Carlos

30/11/2015 a las 16:35

Ante todo es agradable ver que hay muchas personas interesadas en participar en este taller literario, para posterior auto evaluarse y coevaluarse. Con respecto a tu relato, me parece algo dramático y, con poco brillo a la hora de resaltar lo negativo, en vez de exponer las cosas bonitas del mundo; que son muchas.

Muy a pesar de lo anterior, y respetando tu estilo de escribir, el desarrollo de la historia me parece bien, en cuanto a trama se refiere.

Humildemente, te confio que ese tipo de historia no son de mi predilección. No obstante, reconozco que a muchas personas les encantan leer sobre este tópico.

Saludos

Sandra Adrian

30/11/2015 a las 22:08

Hola! Primero decirte que este tipo de relato no es al que estoy acostumbrada, aún así me ha gustado, es muy trágico y me ha tenido el corazón en un puño todo el rato.

A corregir lo mismo que te han dicho en los comentarios anteriores, cuidado con el uso de comas y la repetición de palabras, como en:

“Le entusiasmaba escribir a LÁPIZ, fue con el LÁPIZ con lo primero…”

Por lo demás, muy bien, te invito a leerme en el 198, saludos.

Earendil

01/12/2015 a las 22:57

¡Hola! Gracias por leer mi relato y por los comentarios sobre él. El tuyo también me ha gustado mucho, a pesar de ciertas críticas que acabo de leer respecto a la temática. Pienso que sólo es cuestión de gusto, pues a mí, personalmente, me van más las historias tétricas y de terror que las moñas que describen mundos idílicos. Al leer el tuyo me recordó a uno de los cuentos que me tocó comentar esta edición, el 24. Si te apetece, échale un vistazo, tiene cierto aire al tuyo.
Un saludo

Pikadili

02/12/2015 a las 09:34

Hola! Yo fui uno de tus comentaristas. Sólo quería señalar, al releerlo, lo mucho que me gusta el principio del relato. Me gustan los comienzos tan costumbristas, porque te implican de una manera especial con el protagonista.
En el comentario te dije que hacia el final se apresuraba todo, y lo sigo pensando. Ocurren demasiadas cosas en muy pocas líneas, y al empezar de una forma tan pausada choca bastante. Si le das un poco más de tiempo a ese final, estaré encantado en leerlo.
Por lo demás, es un gran relato y un muy buen trabajo.
Un saludo y felicidades!

Ryan Infield Ralkins

04/12/2015 a las 23:47

Es verdad que me parece un relato pesimista pero bien hecho. Logras atrapar al lector en las primeras líneas y al llegar al final: ese giro increible y que da terror. Si a mi me sucediera algo así creo que me volvería loco, je je.
En fin, felicidades por este buen relato.
Saludos.

Juana Medina

05/12/2015 a las 15:50

Ante todo felicitaciones por tu cuento de terror premiado. Lo leí ayer y me pareció excelente. No vale la pena redundar en comentarios tontos y envidiosos, está genial!
Me impresiona al leer éste, tu capacidad para lo premonitorio y como te dijo Cristian Faraday, lo maldito. Excelente, excelente!
Seguiremos leyéndonos y sobre todo escribiendo.

Alma Rural

05/12/2015 a las 18:52

Me ha encantado leer con que facilidad mezclas tu historia con la realidad sin que la lectura se resienta. Escapas del tópico de contar el proceso creativo de un escritor para introducir a la perfección la parte mágica del lápiz que nos lleva a la sorpresa final del relato.
Te felicito. Para mí tu relato ha sido una agradable sorpresa. Te buscaré en los talleres de los siguientes meses para seguir leyendo tus historias.

Earendil

08/12/2015 a las 19:38

¡Hola de nuevo! He visitado tu blog y he leído el texto ganador de Experiencias Literarias.
¡Enhorabuena! Premio muy merecido, independientemente de todas las trabas impuestas. ¡Ánimo, y a seguir adelante!
(Cuando tenga un ratito leeré los demás textos que publicas)
Nos leemos

Wiccan

12/12/2015 a las 17:05

Buenas,
Un relato muy interesante y bien llevado. Sumerges al lector en un ambiente casual y costumbrista que no te hace pensar que pueda llegar a ese final. Creo que, teniendo en cuenta las correcciones de los compañeros, está muy bien escrito. Solo tengo una pega en cuanto al contenido y es con el final (y reconozco que es porque le doy muchas vueltas a las historias). El caso es que el final funciona muy bien como impacto para cerrar el relato pero, si lo piensas un poco, si el lápiz consigue que pase lo que escribes ¿no sería “fácil” arreglarlo continuando la frase final? Ejemplo tonto: “aquel terremoto sería el primero de una serie de terribles catástrofes que cambiarían el mundo para siempre…salvo que Adrian bebiese un vaso de agua antes del mediodia”. Para evitar que gente “petarda” como yo le pueda poner ese pero, además de iluminarse el lápiz podría romperse, desaparecer, algo así… Me ha parecido interesante comentarlo pero aun así considero que es muy buen relato.
Un saludo.

beba

15/12/2015 a las 12:21

Hola, T.Arévalo:
Tu relato me ha parecido muy, muy bueno. Toda la presentación y el nudo fluyen sosegados, con un protagonista metido en su trabajo, en paz, mientras allá lejos se rompe el mundo sobre el que escribe. ¿Tal vez, además de entretener adviertes sobre “poner las barbas en remojo”? El giro final es totalmente sorpresivo, y cambia nuestra actitud pasiva, de acompañantes de un espectáculo de magia, a la vivencia muy próxima del horror. Todo logrado con claridad y pulcritud gramatical.
En este párrfo, solamente, encuentro algunos puntos de revisión:Eran AÚN las seis de la mañana (Ese aún sobra; eran, o no eran) cuando sintonizó el canal 24 TV. Le gustaba estar al tanto de lo que ocurría en el mundo,[.] Muchos de sus relatos estaban inspirados en noticias ocurridas en los puntos más remotos del mundo (repetición)[…]

T. Arévalo

15/12/2015 a las 12:52

Cristian, tienes toda la razón. La repetición de palabras es uno de mis fallos más habituales, tengo que corregirlo.

Sr. White (jeje), muchas gracias, me alegro de que te guste mi relato.

Carlos, es cierto que no es un relato muy postivo. Es algo que busco en mis relatos, ya que creo que un relato de tan corta extensión, debe de impactar al lector; y que mejor manera de impactar que un final trágico.

Sandra, lo dicho, tiendo a repetir palabras… espero que con el tiempo pueda corregir este fallo, muchas gracias por tu comentario.

Earendil, muchas gracias por tu comentario y por visitar mi blog. Es un proyecto en el que tengo muchas esperanzas puestas. Me alegro de que te gustara el relato ganador del concurso. Yo por mi parte voy a seguir tus escritos, me gusta como escribes.

Pikadili, me alegro de que te gustara el relato y sobre todo el principio. Cuando un relato es tan corto tiene este tipo de problemas, que por otra parte seguramente se pueden afrontar de mejor manera, prometo trabajar en los tiempos de cada una de las partes de mis relatos, de modo que consiga un equilibrio mayor.

Ryan, muchas gracias por tu comentario, y me alegro de que te gustara. Yo también me volvería loco…

Juana, muchas gracias por tu comentario y por gastar parte de tu tiempo en leer el relato premiado. Lo cierto es que me estoy especializando en relatos pesimistas… qué le vamos a hacer…

Alma, muchas gracias por tu comentario, me alegro de que te gustara y que resultara una grata sorpresa. Te leo en los siguientes talleres.

Wiccan, puede que tengas razon, quizás un final sin posibilidad de arreglo hubiera venido mejor al tono del relato, tomo buena nota de ello.

Beba, razón no te falta con lo de las barbas…. jeje Por otro lado prometo tener más cuidado en el futuro con ese tipo de expresiones; son quizás, una muletilla que debo evitar, ya que al fin y al cabo no hacen falta en la historia.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, os los agradezco profundamente

Demetrio Vert

17/12/2015 a las 11:07

Hola T. Arévalo. Gracias por leerme.

Los comentarios que hago msuelen ser críticos, pues creo mi obligación eética ser sincero con los compañeros. Desde luego los hago con devoción y respeto. En cualquier caso es mi opinión, que no tiene por qué ser la acertada.
Normalmente en este espacio no opino sobre los contenidos de los relatos pues es cuestión de gustos. Me interesa analizar si están escritos de manera clara, concisa y minuciosa. Que no falte una palabra pero sobre todo que no sobre. Si se escribe de modo grandilocuente o sencillo. Añado que prefiero las historias con drama, con tensión, como la vida misma, pero eso no me afecta a la hora del juicio. Debo analizaar un texto y lo hago independiente de mis gustos. Por lo tanto que el cuento sea dulce o terrorífico, aquí, no me importa.

Prefiero opinar sobre el texto. Si es una historia o una anécdota. Si tiene la estructura adecuada, si la voz narrativa y el tono es el acertado.

En este texto veo una presentación demasiado extensa y un nudo muy descriptivo. Un desenlace correcto, pero, en mi opinión, falto de conflicto, de dilema. ¿Que hará Adrián cuando se da cuenta del poder que tiene? Sin conflicto no hay historia, solamente hay anécdota. El dilema moral, ético, de Adrían no aparece.¿Duda? ¿Dejará de utilizar El Lápiz? ¿Lo romperá? ¿O por el contrario se exaltará escribiendo historias trágicas que luego se cumplirán? Pienso que eso es lo que le daría fuerza al texto.

En mi opinión el relato es lento, con mucha descripción de lso sentimientos del personaje, que sobran, y le falta acción. Un relato corto es acción desde el principio. Debe avanzar a velocidad vertiginosa.
Ejemplo:
“El tazón humeaba entre sus manos y Adrian se deleitó al sentir el calor que se extendía por todo su ser. No dejaba de pensar en la historia que tenía entre manos. Salim era un gran personaje que le iba a dar mucho juego en la novela. Aquel terremoto era el verdadero principio de la historia, tras la presentación de personajes había llegado al punto en el que todo empezaba a desencadenarse.
Volvió a su escritorio, su sancta sanctórum. Cogió El Lápiz, lo sentía como algo vivo que le guiaba ágilmente en el proceso de la escritura. Había rescatado aquel extraño lápiz del expositor de una vieja tienda de antigüedades en el histórico Madrid de las letras. Madera noble, grafito de primera calidad; incluso las extrañas filigranas talladas que cubrían gran parte de la madera, le eran agradables al tacto. Todo en aquel lápiz le empujaba a la escritura. Así que encendió la vieja lámpara, releyó los últimos párrafos y continuó con la historia…” En estos dos largos párrafos Adrían no hace nada. Bueno sí, coge El Lápiz.

En cuanto a las correcciones sintácticas y de puntuación ya te han comentado algo los compañeros. Pienso que esos aspectos son fáciles de corregir.

Saludos.

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