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El Lápiz mágico - por Wanda Reyes
El lápiz mágico
Angharad era un apacible mundo paralelo al nuestro. Un lugar lleno de misticismo, donde las criaturas del bosque danzaban felices a luz de las nuevas estrellas, que cada noche mostraban su rostro y disfrutaban del hermoso baile de las dríades. La reina de todas era Freya. Su belleza hechizaba e iluminaba el bosque que ella misma había creado.
Una noche solitaria, donde solo se movían las ramas del árbol al que pertenecía, un objeto descendió del cielo. Un presente de las estrellas a las que ahora les bailaba. Al observarlo descender y con mucha curiosidad Freya se acercó a ver que era aquello. Una voz del cielo le habló y una luz intensa no le permitió ver quién era el que pronunciaba aquellas palabras.
―Freya, te damos el regalo de este lápiz mágico, junto con la potestad para que crees un mundo, en donde que las criaturas puedan vivir en paz.― explicó la voz, y en un tono de advertencia continuó, ―pero debes cuidar de él, pues en este universo, hay seres que querrán arrebatarlo y hacer el mal.
Freya asintió mientras recogía el objeto.― "Obedeceré, y cuidare de él, y en agradecimiento todas las noches les bailaré."
Observó detenidamente aquel lápiz, era de color dorado, la punta era negra y brillante, y grabado en el estaba la leyenda "ÚSAME CON SABIDURÍA".
Con un movimiento rápido dibujo en el aire una línea, que inmediatamente se convirtió en una rama, pues aquel lápiz podía leer la mente de quien lo sostenía. Freya que no conocía más que el bosque, fue lo que aquel lápiz le ayudo a dibujar y convertirlo así en realidad.
En una noche creó cientos de arboles de los cuales surgían dríades, que inmediatamente empezaban a danzar de alegría. Mientras Freya avanzaba entre ellas, estas se inclinaban ante su reina. Continuó dibujando un rio, plantas, flores, animales y todo aquello que un bosque necesita para vivir.
Así transcurrieron los días y las noches en Angharad, pero no por mucho tiempo.
A pesar del frió de aquel invierno, la belleza del hermoso bosque era inusitada. Los años de felicidad y paz estaban por terminar.
Una noche nublada un ser llamado hombre apareció como por arte de magia, era el momento en que la promesa de Freya sería puesta a prueba.
El hombre caminó desorientado por el bosque hasta que cayó al suelo. Su cuerpo temblaba ya que no llevaba la ropa apropiada para aquel clima y sus pies estaban descalzos. El ser logró ver la silueta de una bella mujer que se acercaba algo tímida. Con dificultad, porque estaba entumecido logro decir, ―ayuda, me congelo, llévame a un lugar caliente".― Antes de perder el conocimiento percibió algo que no olvidaría. La mujer tenía una especie de lápiz en su mano y con unos movimientos como si dibujara en el aire, creó una gruesa frazada y una fogata apareció de la nada, luego, perdió el conocimiento.
Freya estaba sorprendida al ver aquel ser, no había visto nada igual. Su piel era suave y su cuerpo fuerte como un árbol. Cuando comprendió que desfallecía, creó una frazada gruesa como la corteza, y formó un fuego que lo calentara como el sol en el cielo.
Al despertar, el hombre miró a Freya, que lo contemplaba acariciándole el pelo. Era hermosa más que cualquier mujer en su mundo, sabía que no era humana, pero su belleza lo hizo olvidarse de ello.
―Hola, me llamo Nicol, cómo te llamas?, A dónde estoy?
― Mi nombre es Freya. Soy la reina de este lugar, mi mundo se llama Angharad y eres bienvenido, siempre y cuando vengas en paz.
Hablaron hasta el amanecer. Nicol recordó lo que había visto la noche anterior, la magia de aquel objeto que Freya poseía. Su ambición de poder, que era innata en su especie, lo hizo desear tenerlo.
Al pasar los días, Freya se enamoraba perdidamente de Nicol.
Una mañana lo buscó en su lugar favorito, pero no lo encontró. Mientras recorría el bosque sintió un dolor penetrante que la hizo retorcerse en el suelo. Asustada supo que algo pasaba con su árbol, como pudo, corrió hasta él. Nicol lo estaba talando.
« ¿De dónde sacaría tal herramienta?», pensó. Finalmente notó el lápiz en el bolsillo de su pantalón. Supo que había fallado en proteger el presente de las estrellas. Cayó al suelo junto a su árbol, miró al cielo y pronuncio con su último aliento y sus ojos llenos de lágrimas, ―lo siento.
Comentarios (11):
APMB
29/11/2015 a las 23:29
Mira, te comento algunas cosas sobre el texto. Puedes utilizar estas tres opciones: En donde las criaturas; En el que las criaturas; En el cual las criaturas. Pero no “En donde que las criaturas”
Atención a “el” sin acento, así sólo se refiere al artículo, si te refieres al objeto tienes que acentuarlo (Grabado en él (no el).
Esta frase suena un poco confusa, no sé exactamente qué querías decir.
“Freya que no conocía más que el bosque, fue lo que aquel lápiz le ayudo a dibujar y convertirlo así en realidad. Esta frase suena un poco confusa”
“A dónde estoy” A dónde indica movimiento hacia. Deberías decir – Dónde o en dónde estoy.
Lo hizo en este contexto debería ser “le hizo” porqué el sujeto no es el hombre, sino el lápiz que provoca la ambición en el hombre.
En general está bien la historia, es como el relato de Adán y Eva pero al revés, aunque aquí se culpa de nuevo a la mujer. Aquí podrías haber innovado con el final y romper con esa tradición.
Christian Joseph White
30/11/2015 a las 01:56
Felicitaciones por tu relato, Wanda. Empleaste la temática del mes de manera ingeniosa. Tienes unas cuantas erratas pero nada muy grave. Me hubiera gustado hubieses sido mucho más osada con el desenlace, creo que la historia lo ameritaba. ¡Saludos! 😉
Wanda Reyes
30/11/2015 a las 04:33
Gracias por los comentarios,tomareen cuenta las sugerencias cuando la reescriba y corrija. En cuanto en que fuera como algo así como Adan y Eva, no lo siento así,es mas una manera de exteriorizar mi descepcion actual en la raza humana, y su falta de piedad ante lo diferente y vulnerable.
Denise
30/11/2015 a las 11:24
Hola, quería agradecerte por haber comentado mi relato 🙂
El texto es bonito, y estoy de acuerdo con Christian Joseph White en que lo del lápiz lo resolviste de un modo original. Lo que sí encontré son, en su mayoría, problemas en la puntuación y alguno de cohesión. Nada que no se pueda solucionar 😉
“Una noche solitaria, donde solo se movían las ramas del árbol al que pertenecía, un objeto descendió del cielo.” Quién pertenecía al árbol? El sujeto de la oración es “objeto”, por lo que estás dando a entender que es el objeto, lo cual no tiene sentido. Te conviene aclarar que se trata de Freya. Además, como supongo que aquí se narra la creación del bosque, es recomendable que haya un indicador de que se trata de un flashback: “Una noche lejana” o algo por el estilo.
“Al observarlo descender, con mucha curiosidad, Freya se acercó a ver qué era aquello.” Coloqué una coma después de “descender” y eliminé la “y” para separarlo de lo que sigue porque son dos complementos diferentes. Agregué una tilde al “qué”/porque es interrogativo.
“Una voz del cielo le habló y una luz intensa no le permitió ver…” Creo que la negación no suena muy natural. Te recomendaría cambiarlo por algo como: “Una voz del cielo le habló, pero una luz intensa le impidió ver…”
“…para que crees un mundo, en donde que las criaturas puedan vivir en paz.― explicó la voz, y en un tono de advertencia continuó, ―pero debes cuidar de él…” La primera coma no es necesaria porque la proposición que sigue es especificativa, no explicativa. El punto después de “paz” tiene que ir después de la segunda raya de diálogo, justo antes de “pero”. La coma después de “continuó” debe ser reemplazada por dos puntos, y ya que estamos, te aconsejo que busques en el blog el asunto de los guiones y las rayas de diálogos. Hay un post muy útil sobre eso, y también otro sobre los aspectos gráficos del diálogo. Te lo recomiendo porque, en los parlamentos que siguen también hay problemas con eso.
“Freya que no conocía más que el bosque, fue lo que aquel lápiz le ayudo a dibujar y convertirlo así en realidad.” Esta es la frase que APMB dice que es confusa. Estoy de acuerdo, y creo que se debe a que hay una contradicción: si lo único que Freya conocía era el bosque, es porque ya existía uno; pero si ella lo crea, es porque no existía. Una solución que se me ocurre es: “Freya amaba su árbol solitario y deseaba darle compañía; el lápiz la ayudó a crear un bosque”, o algo así.
“En una noche creó cientos de arboles, de los cuales surgían dríades…” En este caso sí corresponde una coma, porque la proposición que sigue es explicativa.
“La mujer tenía una especie de lápiz en su mano y con unos movimientos, como si dibujara en el aire, creó una gruesa frazada y una fogata apareció de la nada. Luego, perdió el conocimiento.” Coloqué un punto después de “nada” porque había cambiado el sentido de la oración. Además, hace falta que indiques quién se quedó dormido, porque hay un cambio de sujeto evidente. Siempre que cambies el tema, es conveniente que lo aclares, porque si no, se sobreentiende que seguía hablando del anterior.
Hay algunas cosas más, pero esto se está volviendo muy largo, así que voy a terminar con algo que me parece importante porque tiene que ver con la construcción del relato: cuidado con el manejo del punto de vista. Sí bien el narrador en 3era persona se mantiene, hay un cambio repentino de punto de vista, que salta de Freya a Nicolás sin previo aviso. No está mal, pero
Denise
30/11/2015 a las 11:29
Sin querer toqué el boton de publicar cuando lo que quería era editar el comentario. No está mal lo del cambio de punto de vista, siempre y cuando tenga justificación dentro del texto. En la primera lectura me descolocó un poco, pero lo estuve pensando y creo que está bien.
Personalmente, no creo que el relato dé a entender que Freya tenga la culpa de lo que sucede. Que ella así lo sienta no significa que así sea.
Espero que mis sugerencias te sirvan, saludos!!
Wanda Reyes
30/11/2015 a las 16:19
Gracias Denis por tu comentario estas correcciones ayudan muchisimo. A veces es un poco frustrante el tener tantos errores, siento como que nunca fui a clase de español!. Me gustaria alguien me dijera de algun libro o páginas que me ayuden a estudiar estos puntos. Especialmente creo que es la puntuacion en la que estoy fallando mas tiro las comas por todos lados. Bueno gracias nuevamente.
Marcelo Kisi
30/11/2015 a las 17:06
Hola Wanda!
Gracias mil por pasarte por mi relato, me alegro tanto que te haya gustado, incluido su carácter argentino 😉
Tu relato me pareció muy dulce, yo sí lo interpreté como una historia de protesta y crítica social contra nuestro mundo materialista.
A los sabios consejos de Denise, quisiera agregar un par de cosas. Una es cuando Freya le dice a Nicol que “su mundo” se llama Angharad. Si ella no conoce otro mundo (dices que ella conoce solo ese bosque), posiblemente no sabe que hay otros mundos y que el hombre que llega es de otro. Es mejor que lo sepa el narrador y el lector, lo que ya has dicho en la primera frase. Entonces, cuando llega Nicol, Freya le diría: “Hola has llegado a Angharad, ¿tú de dónde eres?”, y él le contestaría algo así como “Soy de Málaga”, lo que le daría tal vez un toque risueño. Ella pondría cara de no saber de qué le hablan. De paso, quizás podrías contarnos cómo llegó Nicol a ese mundo.
Otro aspecto son las repeticiones y las “anti-repeticiones”. Es decir, a veces se te repiten palabras o partículas (“perdió el conocimiento”), y a veces, donde quizás no es necesario evitar decir “el hombre” u otra cosa, te sale una expresión extraña como “el ser” (repetido también demasiado cerca).
Te lo digo porque a mí a veces me pasa. Para no repetir Romualdo pongo “el padre”, por ejemplo, y los lectores se quedan pensando: ¿pero entonces el padre y Romualdo son la misma persona? Entonces, por evitar repetir, o hablamos extraño o perdemos claridad. Aquí no hay más que dos personajes, uno femenino y otro masculino, entonces en lugar de “el ser”, quizás es mejor dejar algunas frases con sujeto tácito y listo.
Ojalá estas cosillas te sirvan, porque fuera de eso escribís muy lindo, tenés imaginación y sensibilidad 🙂
Saludos!
Denise
30/11/2015 a las 23:47
Wanda, podés buscar en la página de la RAE, mirar algún manual de colegio o en este blog, en la sección “yo también quiero ser escritor”
http://lasmalashierbasnuncamueren.blogspot.com.ar/?m=1
karu
02/12/2015 a las 12:49
Gracias por comentar mi relato!!
En cuanto al tuyo, me ha gustado como has usado el lápiz y esa mezcla del mundo real con el fantasioso y tratas también un tema que lamentablemente está a la orden del día como la destrucción de la naturaleza por parte del ser humano.
Además de lo que ya han comentado otros compañeros, he visto que cuando formulas una pregunta solo pones el signo de interrogación del final, al menos en la siguiente frase: “Hola, me llamo Nicol, cómo te llamas?, A dónde estoy?”
Un saludo!! 🙂
Ryan Infield Ralkins
03/12/2015 a las 16:22
Wanda, tambien yo tengo problemas con los acentos asi que te dejo este link que me menciono L.M.Mateo. Ayuda un monton.
http://paspif.gr/wp-content/uploads/2015/11/alberto-bustos-manual-de-acentuacion.pdf
Es en pdf y esta brutal.
En cuanto a tu relato, tiene una bellisima historia, llena de magia y fantasia. En cuanto a que mejorar, ya han dicho todo lo que yo noté aunque hay un frió que creo seria frío, ya que la primera es como de cocinar, freir algo.
Un relato espectacular de veras.
Felicitaciones y saludos.
P.D.: Espero que te sirva el libro de Alberto Bustos.
Pato Menudencio
10/12/2015 a las 18:47
Hola Wanda.
Es una historia interesante, creo que hay potencial.
Te sugiero dos cosas que me parecen que deben ser revisadas:
1- El inicio de la historia cae en el clásico inicio de un cuento, podrías cambiar un poco la narración.
2- En la parte que dice “Así transcurrieron los días y las noches en Angharad, pero no por mucho tiempo”. Hace que uno de inmediato intuya el final de la historia, en especial cuando introduces al hombre misterioso. De inmediato pensé: “ese va a causar el mal”.
Espero que te sirvan mis apreciaciones. Saludos.