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El lápiz mágico - por El Ciervo Alado

El autor/a de este texto es menor de edad

Un día, mientras Matías paseaba por la cuadra de su casa encontró un peculiar lápiz gastado pero muy largo aún. Le llamó la atención el color turquesa de éste y lo tomó. Lo colocó en su cartuchera y ese mismo día lo llevó al colegio. Allí nunca la pasaba bien, en todo sentido. Por su aspecto de “nerd” y sus anteojos enormes, era maltratado y discriminado por sus compañeros.
Aquel día le vaciaron la cartuchera y hallaron el lápiz.
—¡Miren, chicos —llamó Gabriel, el líder del grupo—, la “nenita” se compró un lápiz turquesa!
Aquel comentario hizo aparecer, por supuesto, la carcajada de burla de sus compañeros. Matías aguantaba el llanto como nadie, y eso generaba una furia indescriptible contra el grupo que lo molestaba. Sin embargo, jamás había hecho nada para solucionarlo y, según él, nunca lo iba a hacer…
Gabriel agarró el lápiz e intentó destruirlo; no pudo. Enojado, volvió a intentar, pero fue mayor aún su humillación ya que se le resbaló de las manos y Matías no pudo contener más su risa. Recibió unos cuantos puñetazos por ello. Pese a los moretones en su rostro volvió feliz de haber humillado por primera vez al bravucón.
Esa noche no durmió; se quedó observando minuciosamente el lápiz e intentó romperlo, pero no pudo. Simplemente era irrompible.

—¿No podés partir un insignificante lápiz, Gabi? —lo provocó al día siguiente. Nuevamente no lo logró, y además acabó todo colorado y sin haberle hecho nada al utensilio. Los golpes a causa de su carcajada otra vez no se hicieron esperar.
Sin embargo, la risa de Matías se disipó al próximo día y abrió paso a la preocupación y a la tristeza de haber perdido la felicidad; el lápiz mágico no se hallaba por ningún lado. Sonó el timbre del recreo y, desesperado, Matías no vio otro remedio que salir a ser golpeado como en viejos tiempos. Su enojo con Gabriel y sus subordinados era tan grande como sus anteojos. Los había humillado con un lápiz y, ahora, no podía hacer nada contra ellos. El encuentro fue repentino: se cruzaron en el pasillo de la escuela, y los tres bravucones comenzaron a golpearlo. Entre pensamiento, golpe, pensamiento, golpe y otros pensamientos, la furia de Matías estalló y le pegó a Gabriel un puñetazo con todas sus fuerzas. Éste cayó al suelo pero se repuso inmediatamente, sorprendido. Matías, también confundido por sus actuaciones, vio cómo Gabriel se le acercaba intimidantemente, pero no logró asustarlo ya que estaba solo. Los compañeros habían huido al ver su caída.
La pelea entre el friki y el bravucón fue observada por toda la escuela, y el resultado fue increíble: Matías había dejado sangrando a Gabriel, quien huyó a la dirección tan rápido como pudo. La ovación a Matías acabó cuando apareció la directora entre los alumnos. Sin embargo, ya nada le importaba…

Comentarios (23):

Zory

29/11/2015 a las 21:33

Hola! fui una de tus comentaristas, nuevamente te digo que me gusto muchísimo tu relato, la lectura fluye bastante bien, la puntuación es correcta y me agrada que Matías salga victorioso sobre los abusadores. Sigue así y espero leerte pronto!
Éxitos!!!

El Ciervo Alado

30/11/2015 a las 01:17

Me alegro que te haya gustado, Zory, y gracias por el comentario.

beba

30/11/2015 a las 03:50

Hola, Ciervo:
¿Menor de edad?, Eso valía para tus dos primeros relatos; ahora ya has crecido como escritor; relatás en forma coherente, tenés buena ortografía; has madurado y hasta sos un buen comentarista.
Esta historia, no obstante, me parece medio “apurada”; la noto como atada al episodio central de las agresiones de Gabriel y compañía. El lápiz no demuestra magia; más bien, buena madera; el desenlace es flojito; no sé cómo andabas con las 750, pero tal vez el lápiz podría haber hecho algo realmente sorprendente; por lo menos para que no golpeen tanto al pobre Matías.
Contame si hiciste el blog, para releer tu texto mejorado. Saludos.

Christian Joseph White

30/11/2015 a las 05:20

Me ha gustado el relato en sí, y el cauce seguido con respecto al lápiz mágico, pero en mi opinión el desenlace chirría, es algo precipitado. O yo lo siento así. Y el susodicho “lápiz” acaba relegado a un segundo plano perdiendo protagonismo. Bueno, de todos modos, el relato tiene potencial. Un gusto leerte, Ciervo Alado 😉 ¡Saludos!

KMarce

30/11/2015 a las 07:04

Saludos Ciervo:
Recién he comenzado a leer a mis comentaristas, muchas gracias por tus palabras.

¡Al tuyo compañero! Me entusiasma como de algo tan sencillo como un lápiz que aparece y desaparece has logrado hacer este relato. Esa quizá es la mágia, pero toco ese tema después.

Siempre he notado tu cuidado con la ortografía, los diálogos; pero la puntuación, hay comas que es mejor obviarlas. Lee en voz alta, con las pausas y notarás la diferencia. Yo voto por omitir para que se lea con aún mayor fluídez; como son algunos no puedo enumerartelos, pero por ejemplo, te doy al menos uno: “Enojado trato de romperlo” se lee mejor sin la coma. Intercala frases largas y otras cortas.

Me ha gustado la separación de los párrafos, marcando los tiempos de los diferentes suscesos. Algunas personas aún no saben en donde hacerlo, y dejan los espaciados errados. Aunque respeto mucho los comentarios certeros de Beba, no siento que se necesite más magia que la ya colocada. No era un lápiz magico en sí, sino la confianza que le transmitió al niño que necesitaba ese empujón de pararse de frente a sus agresores. Creo que la magia radica en su apareción y desaparición, cuando el niño ya no lo necesitaba, porque había logrado pensar diferente: Me hizo recordar a la Nanny MCPhee, cuando dice “Cuando me necesiten aunque no me quieran, estaré aquí; cuando me quieran pero no me necesiten, me marcharé”. Creo que el lápiz, pese al título es solo un objeto secundiario, el nene es su protagonista, porque es su historia, su evolución. Creo que así lo viste.

En pocas palabras, me ha gustado mucho. Es una escena, sencilla, sin mayores complicaciones y su lectura me fue muy agradable. Y te diré que eso le pasó a mi hermano, el día que ganó su primera riña vino con un ojo morado, pero la sonrisa más grande del mundo. 🙂
¡Nos leemos!
PD: Me imaginé el lápiz turquesa y medio pelado, a veces me doy miedo 😛

Tonino

30/11/2015 a las 08:25

Hola
Veo en tu relato dedicación a la ortografía y al sentido gramatical, todo está donde debe. Buen relato. El lápiz muestra un poder diferente al que muchos de nosotros le habremos dado.

Leosinprisa

30/11/2015 a las 12:24

Hola, he leido con mucho interes tu relato y me ha gustado, aunque como comentan algunos de nuestros compañeros, el final es un poco precipitado, lo podias haber redondeado, pues no llega a las 500 palabras, y 250 mas dan para mucho de tu interesante historia, y diferente, que es lo que marca la diferencia :).

Un saludo y gracias por comentar mi texto.

Paola

30/11/2015 a las 13:36

Hola, Ciervo
Un relato emotivo. Siempre disfrutamos cuando el grandullón sale llorando y el gafótas gana por primera vez en su vida!!!

El Ciervo Alado

30/11/2015 a las 15:59

Muchísimas gracias, compañeros! Especialmente a KMarce y a beba. KMarce, una cosa es que uno crea que ha madurado como escritor y otra cosa diferente es que te lo digan tus compañeros.
Gracias eternas!

La ortografía y la gramática es ya parte de mí. Luego de varios años de aprender reglas, leer y escribir ha dado sus frutos. Yo creo que “Un relato con faltas de ortografía o errores gramaticales ni se compara con otros que no los tienen”. La ortografía y la gramática es un poco la base de la escritura, y yo creo que se aprende desde la infancia.

Paola: disfrutamos de lo mismo.
Mil gracias!!

El Ciervo Alado

30/11/2015 a las 16:01

KMarce: el blog no lo he podido abrir, creo que aún soy chico y no me animo a mantener un blog vigente y bueno.

Saludos!

CARMELILLA

30/11/2015 a las 18:13

Hola, parece ser que tú y yo hemos elegido el mismo tema para el relato, “los abusos escolares”, si quieres puedes leer el mio, no se qué número tengo, ando cerca del tuyo. Sobre la estructura, gramática, ortografía, bien hecho, no me ha costado leerlo y lo encuentro correcto.
Ahora bien, a pesar de haber elegido el mismo tema, lo hemos tratado bien distinto. Mientas iba leyendo tu relato me iba sorprendiendo, no gratamente, que eligieras ir encaminando el desenlace del mismo con una respuesta violenta por parte de Matías. Me sorprende también que los compañeros en sus comentarios se sienten satisfechos con dicha respuesta por parte de Matías. Sin embargo, a pesar de lo que opino, la lectura también me ha generado algo de inquietud en mí misma, reflexionando que aun sin estar de acuerdo con la respuesta que has elegido en tu protagonista, incluso atreviéndome a cuestionar lo que en este sentido han opinado algunos compañeros, ¿hubiera actuado yo de la misma manera? ¿si fuera algún hijo mío quién lo sufriera le recomendaría esa respuesta?
Bueno Ciervo alado (bonito nombre), seguiré leyéndote y no te molestes con mi opinión, es sólo eso, una opinión con la que se puede estar de acuerdo o no.
Buena tarde compañero.

José Torma

30/11/2015 a las 20:15

Hola Ciervo.

Yo, al igual que Beba, te pego un jalon de orejas. No puedes seguir etiquetandote como menor, creo que ya te lo habia comentado.

Tu relato es muy bueno que por momentos se nos olvida que estas tratando un tema horrible. Si bien es cierto que el lapiz pierde protagonismo, no era necesario que lo fuera. Asi que por no no hubo problema. El uso de las comas, que te digo si yo soy igual. Al final, tiene que sonar como tu quieres y eso, no siempre nos hara correctos.

Te pediria, como ejercicio, que no usaras los famosos “mentes” te conte 4. Yo procuro, cuando me fijo, cambiarlos y el resultado siempre es mejor.

Saludos y gracias por pasarte por mi relato.

Aldo Brov

02/12/2015 a las 19:48

Hola amigo, veo que no tuviste problema con el limite de las 750 palabras. Permiteme ser un poco critico ante tu trabajo esta vez.

Tu relato de este mes tiene mucho, pero mucho de relato fan fiction, si entras a Wattpad encontraras varios relatos escritos por adolescentes contando historias de escuela, noviazgos, y hasta diria algo previsibles. Tengo una hija de 11 años que suele escribir y veo como ella y todas sus amigas tienden a este tipo de historias. Un tema muy superficial, sin ambientación ni descripciones, los dialogos son muy basicos, que hasta terminan siendo negativos. Todo avanzo muy rapido, como si solo estuvieses enfocado en cumplir el objetivo.

Si este fuese un trabajo para el colegio y yo fuese tu profesor, te diria: “Vamos hombre, dejate de tirarte abajo, se que puedes hacerlo mejor”

El tema del nerd que se enfrenta al bravucon me suena un poco cliche, en tu caso le das un toque diferencial al introducir ese lapiz que aparentaria ser especial, pero que luego desaparece de la historia sin mas, y que el unico objetivo que pareciera tener es servir de ejemplo al niño y ayudarlo pensar que el tampoco debe quebrarse ante el proximo ataque. Sin embargo quedo con la duda si era un lapiz magico o el bravucon no tenia fuerza.
Pareciera mas una escena de un dibujo animado, creo que es demasiado infantil, de hecho el final tambien es abierto ya que, el hecho que haya golpeado al bravucon y luego corrido a la direccion, no me dice mucho, seguramente se las vera con el bravucon nuevamente. Es verdad que pierde un poco de veracidad cuando dices que los compañeros del bravucon huyen ante tal situacion, eso refuerza la idea de dibujo animado.

Yo tengo 37 años, y tu cuantos tienes? pensaba saber la respuesta a esa pregunta, pero ahora me haces dudar, eres menor de 18 años?

Recuerda que ser un niño no es excusa, sino mas bien un beneficio. Pues estas escribiendo activamente y tratando con personas que pueden ayudarte a mejorar a futuro. Desde mi punto de vista cuentas con mucha mas ventaja que yo si quieres dedicarte a la escritura.

Te mando un abrazo.
Aldo

delaberna

02/12/2015 a las 21:34

El relato es mejor en su primer párrafo que en el segundo. El final parece un poco apresurado, y a mí personalmente, me ha parecido un poquito repetitivo cuando empezaban a acumularse una pelea detrás de otra: todas sonaban parecidas.

Sin embargo, quédate contengo porque ese primer párrafo demuestra que eres capaz de crear historias interesantes. Como consejo te diría que no te quedes nunca con el primer final que se te ocurra, la mayoría de las veces es el más obvio. Utiliza esa primera idea como trampolín para llegar siempre más allá.

El Ciervo Alado

02/12/2015 a las 22:04

Mil gracias Aldo, delaberna y José por sus tan honestos comentarios.

Tengo once años y escribo desde los 9. Ya estoy anotando todos sus consejos, muy valiosos

Aldo Brov

03/12/2015 a las 00:09

11 años??? Tu respuesta me obligo a releer tus comentarios, inclusive buscando en otras escenas del taller y te digo que no respondes para nada como un niño de 11 años, asi que o eres un niño genio por desenvolverte como lo haces, o nos estas tomando el pelo… tengo una hija de 11, con muchos amigo y muchos sobrinos que ya pasaron por esa edad, y no puedo imaginarme a alguien de tu edad escribiendo historias, analizando otros textos de la forma que lo haces y comentando de la manera que lo haces, haciendo referencias de libros o mitologia griega… La verdad me sorprendes si es cierto.

Yo pense que tenias 21, tal como pusiste en el perfil de escrites… pero se ve que al menos en un sitio decidiste mentir sobre tu fecha de nacimiento, a no ser que haya otro ciervo alado dando vueltas.

Por cierto, si eres el ciervo alado de escrites si que tienes un blog, y no necesita demasiado mantenimiento, solo publicar tus escritos, este es el enlace:

http://www.escrites.com/escritos/blogger/listings/el-ciervo-alado

Saludos

El Ciervo Alado

03/12/2015 a las 15:05

Tengo 11 años, lo juro por mi vida. En Escrites puse 21 ya que intentaba conservar que tenía 11 años.

Ryan Infield Ralkins

04/12/2015 a las 19:22

Considero, al igual que algunos compañeros, que el final es algo precipitado pero me encantó que el “nerd” ganara. Y es que si hay algo que no paso es el maltrato físico. Una cosa es vacilar un rato, entre amigos claro esta y otra muy distinta es llegar a ese nivel. Tu relato tiene una dosis de realidad y al narrar tan bien, es de fácil lectura.
También creo que escribes como un adulto, je je.
Felicitaciones y saludos.

Lionel Muñoz

05/12/2015 a las 20:54

Hola, gracias por pasar por mi relato. El tuyo me hizo recordar una escena de Salem’s Lot, quien lo haya leído va a saber a cuál me refiero.
Está muy bien logrado y me gustó.
Saludos

Leonardo Ossal

05/12/2015 a las 23:13

Ciervo Alado, lo que haces con las palabras a la edad de once años, me da un indicio del potencial que tienes y tendrás para escribir cuando seas adulto y muchas anécdotas, lecturas y experiencias vayan alimentando la caldera intelectual, en donde se forjarán las narraciones con que habrás de sorprendernos.
¡Felicitaciones!

Isolina R

08/12/2015 a las 16:19

Hola, Ciervo Alado:
Me gusta cómo escribes. Por si se me olvida al final, quiero animarte a que sigas con esta afición. Tienes talento.
Todo lo que sigue de mi comentario lo escribí sin leer lo que te han comentado los compañeros anteriores ni tus respuestas. No tenía ni idea de tu edad. Calculaba que unos diecisiete. En fin, si a los once te manejas así, de adulto serás la repera.
El final no me convence. Por mucho que me alegre que gane el perdedor, no quiero que cambien las tornas. Me gustaría otro modo de resolver el conflicto.
Consejos en lo formal:
En: “Un día, mientras Matías paseaba por la cuadra de su casa encontró un peculiar lápiz gastado pero muy largo aún” falta una coma antes de “encontró”. No queda bien lo de “lápiz gastado pero muy largo aún”, hay una contradicción: si estaba gastado no podía ser muy largo aún. Te sugiero: “encontró un peculiar lápiz largo aún.”
En: “Le llamó la atención el color turquesa de éste” quedaría mejor: ““Le llamó la atención su color turquesa”
En: “Allí nunca la pasaba bien, en todo sentido” creo que sobra “en todo sentido”.
En: “Por su aspecto de “nerd” y sus anteojos enormes, era maltratado y discriminado por sus compañeros” se repite la preposición “por”. Es verdad que las funciones son distintas: la primera es de causa y la segunda el complemento agente. Aun así quedaría mejor de otro modo. Ej.: “Los compañeros lo maltrataban y lo discriminaban por su aspecto de “nerd” y sus anteojos enormes”.
En: “Aquel comentario hizo aparecer, por supuesto, la carcajada de burla de sus compañeros” en lugar de “hizo aparecer” quedaría mejor: “provocó”. Además hay rima entre “supuesto” y “compañeros”.
En: “Matías aguantaba el llanto como nadie, y eso generaba una furia indescriptible contra el grupo que lo molestaba” en lugar de “contra” habría que poner “en”
En: “según él, nunca lo iba a hacer…” hay rima.
En: “Enojado, volvió a intentar”, habría que poner “intentarlo”.
En: “Matías no pudo contener más su risa. Recibió unos cuantos puñetazos por ello” en lugar de “su” quedaría mejor “la” y “por ello” sobra.
En: “Esa noche no durmió; se quedó observando minuciosamente el lápiz e intentó romperlo, pero no pudo. Simplemente era irrompible” aparecen dos adverbios terminados en -mente. Hay que cambiar uno de los dos porque están muy cerca. Luego aparece “nuevamente”. Y más abajo: “Éste cayó al suelo pero se repuso inmediatamente, sorprendido. Matías, también confundido por sus actuaciones, vio cómo Gabriel se le acercaba intimidantemente”. Procura tener el cuidado de no ponerlos tan cerca.
En: “Los golpes a causa de su carcajada otra vez no se hicieron esperar” sobra “a causa de su carcajada otra vez”.
En: “la risa de Matías se disipó al próximo día y abrió paso a la preocupación y a la tristeza de haber perdido la felicidad” yo quitaría: “de haber perdido la felicidad”.
Has utilizado la voz pasiva tres veces: “era maltratado y discriminado por sus compañeros”, “salir a ser golpeado” y “La pelea entre el friki y el bravucón fue observada por toda la escuela”. La pasiva cada vez se usa menos. En este texto no va mal cada vez que se refiera a Matías, porque es maltratado y discriminado por sus compañeros sin que él haya hecho nada para eso. La de la pelea yo la pondría en voz activa: “Toda la escuela observó (mejor “presenció”) la pelea entre el friki y el bravucón”.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

El Ciervo Alado

08/12/2015 a las 17:08

Muchísimas gracias por sus comentarios, Ryan, Leonardo, Isolina y Leonel! Te agradezco eternamente por pasarte por mi relato, Isolina. Lo de la voz pasiva lo pensé y me parece que ha quedado bien (aunque sea correcto).

Pato Menudencio

10/12/2015 a las 21:54

11 años? me sumo a la sorpresa de todos a esa edad yo estaba comiendo tierra.

Respecto al relato, tiene excelente ritmo y me recuerda a varios videos de youtube que me divierten.

Saludos.

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