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El lápiz mágico - por Danna Novoa

Web: https://instagram.com/escritora_compulsiva/

El autor/a de este texto es menor de edad

Esa noche mi habitación estaba sumida en un frío tan sobrecogedor, que mis huesos se estaban entumeciendo. La depresión y la ansiedad se podían respirar en el aire, casi podía tocarlas con la palma de mi mano. Recuerdo que, desde hace un par de años guardaba un pequeño lápiz mágico que, aunque no solucionaba todos mis problemas, si me permitía olvidarme de ellos aunque fuese por un minuto. Decidí sacar mi pequeño lápiz mágico para poder escribir sobre el suave papel, para lograr descargar toda mi ira sobre la delgada hoja.
Aquella mañana había sido la peor de toda la semana. La tarde no mejoró, y ni hablar de la noche, pasara lo que pasara, sabía que tarde o temprano terminaría en este infierno de nuevo. Como todas las noches desde que empecé a ingresarme en este purgatorio, me senté en el borde de la cama mientras las lágrimas hacían un charco bajo mis pies. Me miré frente al espejo y grite <<¡Te odio maldita estúpida! >> Intenté tomar aire, intenté reprimir mi enojo, hasta intenté golpear mis piernas para no cometer el mismo error, pero todo fue en vano. Tome mi pequeño lápiz mágico y observe como el filo brillaba ante la luz. Pude sentir como todos mis demonios se agolpan frente al espejo, solo para verme dibujar, solo para ver mi tinta pintando el suelo.

Mi madre me gritó a través de la puerta, pero su grito no era de regaño, sino de exasperación. Ella sabía que lo haría de nuevo, pero esta vez sería la última. Tome mi frágil papel y pase rápidamente el lápiz. <<Una, dos, tres, cuatro… diecisiete>>. La sangre se derramaba sobre las sabanas, sobre el suelo, sobre mi dolor. Me acosté en la cama y miré al techo, por mi mente pasaron todos los insultos, los problemas, las peleas, por mi mente pasaban las ganas de morir. El lápiz seguía aun en mi mano, tenía que acabar con todo eso de una vez por todas. Alcé mi papel, mis muñecas estaban frente a la luz. En ese instante detestaba aún más mi cuerpo, detestaba todo lo que era y lo que había hecho, así que, por fin me arme de valor y tracé una línea vertical desde mi codo hasta mi muñeca, descargando toda la ira y todo el miedo que guardaba. La sangre pintaba con delicadeza mi putrefacto cuerpo. Caí al piso aun despierta y el lápiz calló junto a mí. <<Soy una artista>> Susurré y mis ojos se cerraron por completo.

¨Ya era hora de volver al lugar de donde pertenezco. Si me voy al infierno no será nuevo para mí, estuve viviendo en uno por 15 años, ya no le temo al dolor.
Está bien, gracias mamá y papá por demostrarme que soy un asco de hija y un patético ser humano.
Con amor, Danna¨
Decía la carta de suicidio que deje sobre mi cama, junto a mi pequeño lápiz mágico.

Comentarios (3):

Danna Novoa.

30/11/2015 a las 19:13

Si por casualidad la persona que en los comentarios de mi texto me pregunto si la chica de la historia se cortaba las venas con ¨el papel¨ o con ¨el lápiz mágico¨ la metáfora es que ¨el papel¨ es su piel y ¨el lápiz mágico¨ es la cuchilla.
Y si tal vez, quienes comentaron mi texto llegan aquí. Pues gracias por los consejos ♥ los tendré en cuenta.
Un abrazo.

isan

06/12/2015 a las 00:24

Hola Danna:

Me ha impactado tu relato. Lo encuentro muy real y dramático. La angustia de una adolescente por causa (o no) de sus padres. Se ha entendido muy bien la metáfora de la cuchilla y la piel. Tal vez la última frase podría eliminarse.

Carolnefer

09/12/2015 a las 16:23

Hola Danna,

Tu relato me ha dejado helada. Es terrible el sufrimiento del personaje principal.
Te doy mi enhorabuena porque considero que escribir e impactar al lector es muy difĂ­cil.Y desde luego tĂş lo has conseguido, al menos conmigo

Un saludo

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