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Tenebris ortus - por José Torma
Web: http://www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com
Sigiloso recorre la plaza mayor. Hace poco que pasó el sereno.
No puede llegar tarde.
Aprieta el morral contra su pecho, en un fútil intento de fundirlo con su piel. El encargo era claro.
“—Lo pondrás en manos del conde Moreno. No lo mirarás a los ojos y esperarás a que te despida. No dirás ni media palabra. Por tu tiempo te ganarás un peso."
Temeroso acepta, era más que lo que recibía de jornal.
Apresura el paso, no quiere toparse con nadie. Llega a la casona y con dificultad suena la campana. No tiene que esperar mucho, un hombre pálido, alto, vestido de levita lo recibe y guía por los amplios y oscuros pasillos.
Un escalofrió recorre su espalda. No logra identificar el qué, pero algo está mal en esa casa. Con un gesto el hombre le indica que espere y se pierde detrás de unas grandes cortinas. Relaja un poco el agarre en su morral. Las altas paredes están cubiertas de grandes pinturas. Los lobos parecen ser el tema principal, y en todas, la presencia ominosa de los ojos amarillos; unas veces disimulados entre el follaje y otras directamente en los cielos azules.
Busca una silla para descansar, pero fuera de las pinturas, no hay nada más en el impresionante pasillo. Escucha el pesado sonido de la puerta al abrirse.
—El conde lo recibirá ahora. Supongo que fue informado del protocolo…
—No debo mirarlo a los ojos y no puedo marcharme hasta que él me lo indique.
—Adelante.
Entra con paso lento en la habitación. Los inmensos ventanales que se aprecian al llegar a la casona están cubiertos por gruesas cortinas rojas que le dan un aire surrealista a la habitación.
Velas aromáticas iluminan un escritorio, tras el cual, dándole la espalda, se encuentra el conde.
—¿Lo tienes? –pregunta sin girarse.
—Sí, señor —contesta rápidamente a la vez que, un poco torpe, deposita el morral sobre el escritorio. Percibe movimiento en la silla y rápido posa su mirada en sus huaraches.
—¿Cómo te llaman?
—Wenceslao, mi conde. Pa' servir a Dios y a su merced.
—Dime, ¿eres un buen hombre?
La pregunta lo toma por sorpresa.
—Eso intento, mi señor.
—Este Dios del que hablas, ¿te escucha, responde a tus plegarias; te protege?
—Dios y la Virgen me cuidan —contesta convencido, a la vez que aprieta con fuerza su Escapulario.
—Mírame a los ojos.
—No puedo, mi señor, las instrucciones eran claras. No debo mirarlo a los ojos.
—¿Me temes acaso? —pregunta mientras se levanta de su silla, rodea el escritorio y se pone frente a él—. Contéstame, te autorizo.
—La gente habla, mi señor, pero yo no hago caso de chismes.
Todo su cuerpo tiembla al sentir la fría mano del conde tomarlo del mentón. Una larga uña dibuja la línea de su quijada.
—El patrón me pidió que le entregara el morral y que esperara a que me despidiera, es todo lo que sé, señor —dice con voz quebrada—. No me haga daño, por favor.
El conde lo libera a la vez que suelta una sonora carcajada. Se aleja un poco y Wenceslao respira de nuevo. Con gran parsimonia toma el morral y lo abre.
—¿Miraste lo que había adentro?
—No, se lo juro.
La habitación se llena de un aroma pestilente que hace que Wenceslao aguante la respiración.
—Has hecho bien, muchacho.
Ve los pies del conde alejarse un poco más y contra toda lógica, levanta la mirada. El conde viste un traje rojo con un corbatín negro, una larga capa le llega casi a las rodillas y al subir un poco más la vista, se topa con su mirada penetrante. Un grito se ahoga en su garganta al verlo sonreír. No es humano. Da media vuelta y corre hacia la salida, pero increíblemente, el conde vuela por los aires y lo detiene con su fría mano.
—Has roto el protocolo, no te puedes ir ahora.
—Perdóneme, señor, he sido un imprudente. Le juro que no diré nada a nadie.
Con fuerza asombrosa el conde lo levanta del cuello. Su cara se transforma y un par de largos colmillos emergen de su mandíbula superior. Wenceslao intenta soltarse, pero no tiene la fuerza necesaria. El conde ríe y los hunde en su cuello moreno.
Al día siguiente los aldeanos encontraron su cuerpo en unos matorrales. Agarrado en su mano derecha un sobre dirigido al Obispo Madrigal. Lo llevaron a su presencia y cuando por fin logró arrancárselo, lo abrió.
El sobre estaba vacío.
Comentarios (35):
luis ponce
29/10/2015 a las 18:02
José: lo he disfrutado, no es de mis temas preferidos, pero está tan bien escrito, que podría empezar a leerlos.
Te felicito, no me extraña la calidad a la que nos tienes acostumbrados. Es un gusto leerte.
Saludos.
delaberna
29/10/2015 a las 21:07
Al principio me da la sensación de que las frases son demasiado cortas y parece que interrumpen un poco la fluidez del texto. Tal vez no es solo que las frases son cortas, sino que tienen una estructura bastante parecida: “sigiloso recorre” “temeroso acepta” “aprieta el morral” “apresura el paso” “llega a la casona”
Sin embargo, termina funcionando bien, porque también sugieren la sensación de alguien que va andando, deprisa, con el aliento entrecortado.
En el momento en que empieza el diálogo, esta sensación desaparece. Suena fluido, creíble… aunque una vez conocido el final no sé por qué tendría un vampiro tanto interés en las creencias del pobre Wences ¿la sangre de religioso será más nutritiva?
Me gusta especialmente el detalle de empezar a llamar a Wenceslao por su nombre hacia la mitad del relato, cuando naturalmente surge su nombre (en vez de empezar cualquier historia con el nombre pila como se ve mucho más a menudo)
En cuanto al contenido, me chirría un poquitito esa introducción al final del Obispo Madrigal, es un cambio de tercio un poco brusco, me deja con la sensación de que me he perdido algo. ¿Era el mismo sobre que llevaba en el morral? Si era un mensaje para el conde, por qué está dirigido al obispo? Y si es otro sobre distinto… ¿de dónde ha salido? ¿Quién es este obispo y qué interés tiene en todo este asunto?
Pero vamos, que un relato estupendo. Me has atrapado desde el primer momento, y el suspense aumentaba con cada línea. Espero seguirte leyendo en el futuro ¡Enhorabuena!
PD: si te interesa devolverme la cortesía y destripar mi relato 😉
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-28/4134
Osvaldo Mario Vela Sáenz
29/10/2015 a las 23:23
Compadre José, que relato tan fácil de seguir. Me atrapas desde el párrafo incicial. La sola mención del sereno con su añeja personalidad en nuestros pueblos fue suficiente para mantenerme atado. El resto de la historia es un sutil manejo de nuestra lengua. Felicidades.
L.M.Mateo
30/10/2015 a las 04:36
Hola José, un relato sencillo y fácil de seguir. Me ha encantado la descripción a pinceladas de Wenceslao, en su actitud, en su forma de hablar…
Aún así, no he entendido muy bien la función del sobre, en esto coincido con el comentario de Delaberna, y en las preguntas que plantea.
En el aspecto formal solo un par de detalles: “escalofrio” está acentuada, supongo que es un error de dedo, y “escapulario” está escrita con mayúscula, cuando debería ir en minúscula.
La tensión que se va generando poco a poco, es magnífica, y el diálogo muy creíble.
Un placer haberte descubierto.
Un saludo.
KMarce
30/10/2015 a las 05:52
Saludos José T:
Siempre es fácil leerte. Y el tema que has escogido, me gusta. De pequeña sentía una enorme fascinación por los vampiros, y me miraba una antigua serie llamada “Barnabás Collins” que era de los años sesenta o algo así. Pero todo mi gusto por los vampiros cayó con la Serie El Crepúsculo y el disparo de libros similares. Así que mi amor por ellos se quedó congelado con Entrevista con un Vampiro de Anne Rice.
A lo que venimos, las mejoras: Quita el guión de diálogo, porque estás usando las comillas, es un recordatorio de algo que se le dijo, no una interacción del momento. Así que no va.
La palabra Conde, debe ir en mayúsculas, porque es un título noble, como lo es Barón, Marquéz, Lord, Sir, etc.
El ritmo escogido, me parece apropiado por el tipo de relato. El contenido muy entretenido, con una buenas descripciones. Creo que llegaste al tope máximo de palabras, pero lo leí sin sentirlas.
Lo que veo detrás de la historia: El Conde ha pedido algo, no se revela a quién, pero debe de ser algo asqueroso para que llene la habitación con fétido aroma (y con mi sinéstesia me hiciste arrugar la nariz y perfumar mi habitación). Creo que Delaberna se confundió porque no encontré que llevara un sobre para el Conde, solo el morral y ese contenido apestoso.
Vamos que el Conde odia todo lo sagrado, y ese diálogo entre el Conde y el pobre jornalero, es la razón del porqué, a mi entender, un sobre es enviado por el propio Conde al Obispo, máxima autoridad de la Iglesia, su mensaje es: “Soy superior”.
Ese es el arrogante mensaje, no hay plegaría, ni creencia, ni ruego, y seguro que tampoco escapulario, que los libere de ese fatal destino. ¿Por qué un sobre vacío? Todo estaba dicho, el cuerpo sin vida de ese pobre hombre que es en si mismo, la carta de triunfo del propio Conde.
Muy bueno, así que solo me resta felicitarte. ¡Nos leemos!
Lemo
30/10/2015 a las 10:49
Que decir después de unos comentarios tan buenos. Solo decirte que como novel me atrapó enseguida la atmósfera y el contenido. Felicitar también a Kmarce que comentario tan bueno. Ni con toda una vida en este taller llegaría a tal comentario, muy bueno, que facilidad de palabra y análisis.
Volviendo a José, aquí me tienes para leer tu próximo relato, y espero que con un poco mas de soltura.
Cesar A Martín
30/10/2015 a las 13:28
Hola José, un placer volverte a leerte. Ambientación, personajes con vida, diálogos con ritmo y sentido, sin divagaciones, tensión,suspense, lo tiene todo. Una historia muy completa en 750 palabras. Magnífico relato.
Enhorabuena y un saludo.
Jose Luis
30/10/2015 a las 19:17
Gran relato, bien ambientado, bien narrado, con final sorpresa (aunque te lo esperes).
Un saludo.
Marcelo Kisi
31/10/2015 a las 09:37
José, compañero!
Ya había leído el relato en tu blog y lo había disfrutado, a pesar de que no cultivo el género y a pesar de que por alguna razón no alcancé a comentarlo allí. A veces me pregunto por la fascinación de la humanidad por el género monstruos en general y vampiros en particular. ¿Será un atavismo evolutivo de cuando sí teníamos depredadores? ¿Será el temor al diablo?
Tu relato está super bien ejecutado, con un ritmo adecuado y con dos personajes construidos a la perfección. El diálogo, llevado por el vampiro, me parece magistral.
Arriba con la novela corta, José! Está bien comenzada!
José M Quintero
31/10/2015 a las 14:53
Hola Jose.
Excelente relato, me ha gustado mucho. Solo unos cuantos apuntes: Primero, no se por qué, pero aún no me convence del todo la parte en que le comenta sus obligaciones a la persona que lo recibe, tal ves porque no hay acotacion o simplemente no me puedo imaginar esa escena en particular.
Segundo, ese final no lo logro entender, ¿que significa que el sobre este vacio? es, como dice KMarce, ¿la manera del Conde de mostrar superioridad?
Felicitaciones por una historia atrapante y muy bien llevada. Y espero que la continues.
Saludos.
Diego Manresa Bilbao
31/10/2015 a las 14:57
Muy bien Jose, aunque lo del sobre vacio esta un poco metido con calzador jejejeje…
Aun asi, un gran relato, bien contado y con grandes dialogos!!!!
Nos leemos!
Brenda
01/11/2015 a las 00:41
Hola, José!!
Me gustó mucho el relato aunque no soy fan de los vampiros!! Lo único es que me parece que la frase de este mes está algo perdida o descolgada! Aun así me ha gustado!
Saludos!!
Frida
01/11/2015 a las 02:03
José Torma, decirte que es un placer volver a leerte de nuevo y aprender de tu deliciosa narrativa. Me ha encantado tu relato. Desde el principio me he sentido transportada a otra era, a un mundo de señores y vasallos. Como bien apunta arriba delaberna, es muy ingenioso eso de comenzar a llamar a Wenceslao por su nombre, cuando la narración ya se encuentra mediada.
Por como comienza el relato, creía que estábamos ante la presencia de un abuso de poder de un señor, pero en cuanto Wenceslao ha percibido el nauseabundo olor del Conde, he sabido que el relato estaba dando un giro de 180º y, que en realidad estábamos en presencia al menos, del mismísimo Conde Drácula. He visto que algunos compañeros del taller, critican el que la frase que debíamos usar este mes, se encuentra desubicada cuando menos, personalmente no lo veo así, pues es como un detalle visual que nos ofreces del tira y afloja que viven el Conde y el Obispo. Lo veo como un juego que hace tiempo comenzó y, en el que ya está todo dicho, no hacen falta las palabras, simplemente con un cuerpo y la nada dentro de un sobre, el Conde le recuerda a Monseñor quién es quién en la tiranía del poder.
lunaclara
01/11/2015 a las 22:22
Hola José! Que chulo está! Me ha sorprendido el giro gore q le has dado, jajaja… Y si intentas continuar un poco mas el relato y así la última frase no parece rara?
Un abrazo!
Servio Flores
02/11/2015 a las 00:50
Hola José! Que gustazo leerle de nuevo y con un relato tan vigoroso. Tiene ese hilo que atrapa al lector. Una vez pasados los primeros párrafos ya no se puede parar.
Las descripciones de los lugares, de las metamorfosis, de los olores… sin ser barrocas me ubicaron en el lugar. Incluso en la psicología del buen “Venche” (que seguramente bien lo debe haber degustado el conde…)
Felicidades!
Denise
02/11/2015 a las 11:45
Muy buen relato!! Creo que lo más acertado es la caracterización de los personajes a través de su forma de hablar. Con respecto al final, no me parece que falte nada; no creo que sea necesario aclarar quién es el obispo, o qué interés tiene en todo el asunto, el final abierto me parece muy adecuado 😀
Saludos!!
Tim Galano
02/11/2015 a las 23:06
Hola José, encantado de volver a leerte.
Estoy de acuerdo con algún compañero en que el principio del relato parece que te va a llevar por otro lado. El tono es perfecto para tratar esta historia, y los diálogos consiguen transmitir qué sienten los personajes en cada momento.
Buen relato! Enhorabuena!!
beba
03/11/2015 a las 00:49
Hola, José:
Un gusto volver a leerte.
Tu relato es muy bueno. Has hecho un excelente trabajo con el suspenso, y el desenlace, aunque era posible, es efectivo.
Sólo te señalo un detalle: el tiempo verbal en este párrafo, que transcribo como me parece que resultaría más correcto:Temeroso, había aceptado; era más que lo que recibía de jornal.
Felicitaciones.
Pato Menudencio
03/11/2015 a las 22:26
Me gustó la atmósfera que creaste en el relato.
Admito que imaginé al conde como el señor Burns de los simpsons
Saludos.
Roger/NHICAP
04/11/2015 a las 20:51
Hola José,
Has construido.una estupenda historia como arranque de la temporada. El texto engancha desde el inicio, con tres frases
magistrales, cortas,
secillas, que colocan al lector ante el suspense que también mantienes hasta el final.
Buem trabajo José, me gustó.
Por cierto, utilizas el idioma como si fueras un gachupín y no mexicano. Pero la palabra “huaraches” te delata güey.
Felicidades y un abrazo.
Ryan Infield Ralkins
05/11/2015 a las 13:29
Después de tantos comentarios no tengo mucho que decir. Solo que te felicito por el sorpresivo giro del relato. Muy bien ejecutado, intrigante y astuto. Pobre Wenceslao. Espero que se vuelva también un vampiro y rete al Conde, ja ja.
Felicitaciones y saludos.
Conxita Casamitjana
05/11/2015 a las 19:00
Felicidades, está muy bien escrito. Casi ves al pobre hombre cediendo a la curiosidad y en este caso es fatal. A pesar de que la temática fantástica no me gusta mucho, me ha parecido excelentemente contado.
Un saludo
Vespasiano
06/11/2015 a las 19:42
Hola José:
Primeramente darte las gracias porque he aprendido el significado de la palabra “huarache”.
El relato me ha parecido inquietante, tal como lo has narrado. No me extraña nada que el tal Wenceslao quisiera salir corriendo.
Lo del morral ¿con vísceras humanas? (por aquello del olor fétido) me ha parecido la excusa para hacer llegar al Drácula su ración diaria de sangre, que en esta ocasión es la del pobre Wenceslao.
Lo del sobre vacío lo veo introducido para cumplir el requisito. El Conde al menos debía haber dejado su impronta en forma de sello diabólico, por el lado del remitente; ya que por el anverso tuvo la osadía de dirigirlo al Obispo Madrigal para darle a conocer su poder satánico.
Buen relato sin duda.
Aprovecho para darte a conocer la dirección de mi recién creado blog, por si te apetece pasarte por él; donde las opiniones de los compañeros serán bien recibidas:
lhlupianes.blogspot.com.es
Felicidades.
Wolfdux
07/11/2015 a las 10:52
Como ya te comenté en tu blog, me parece un relato muy bien escrito. Un abrazo.
Pepe ILLARGUIA
11/11/2015 a las 21:17
Bueno tocayo, esta vez me toca a mí criticar:
1º el título, un latinajo, aunque le falta un poco aire tenebroso al cuento.
2º el guion después de comillas sobra (apunte de KMarce)
3º Entra con paso firme a la habitación, o entra decidido en la alcoba, qué diferencia hay? con esta última no repites habitación en la frase siguiente. Lo del paso firme no cuadra con el Wenceslao.
4º Lo del sobre vacío lo veo como una metáfora del cuerpo vacío del pobre aldeano.
5º El Obispo Madrigal parece un localismo centroamericano que no pega con el clima centroeuropeo del Conde.
Compañero creo que es un buen relato pero seguro que nos harás pasar más miedo la próxima vez. Un abrazo.
Peter Walley
11/11/2015 a las 22:50
Hola José,
Al principio me ha descolocado un poco la redacción, creo que has probado a cambiar un poco tu estilo habitual y aunque no está mal lo de ‘temeroso recorre’, ‘sigiloso avanza’ me sacaba un poco de la historia. A partir de ahí sí que ha avanzado muy bien y todo el encuentro con el conde lo has contado de maravilla.
Coincido con los compañeros que tanto el sobre como la mención del obispo están un poco de más (a no ser que amplíes la historia), pero para mí son detalles menores en el conjunto de la historia.
Saludos, nos leemos.
José Torma
11/11/2015 a las 23:20
Gracias a todos por pasarse por aqui. El Obispo era necesario meterlo para tener a los antagonistas desde el inicio. Si que planeo seguir, si el tiempo y las musas me lo permiten.
Como comento KMarce, las frases cortas y sesgadas eran para dar la impresion de prisa, de inmediatez. Si no lo logre ahora, es algo que quiero seguir intentando.
Hay tela con el Conde, el Obispo y el buen Wenceslao.
Reiterarles mi agradecimiento y seguimos escribiendo.
Tavi Oyarce
14/11/2015 a las 14:29
Hola José:
Una jodida primavera me ha tenido a mal traer. Pero ya repuesto, he leído tu relato.
Bueno ya lo he dicho otras veces lo que más admiro de tu escritura, es tu fluidez.
No sé por qué razón no soy muy adepto a este tipo de temas, pero como acá se trata de aprender no se puede desechar nada. Además, tú haces las cosas fáciles.
Se nota un cuento bien estructurado y el uso de las palabras precisas.
En cuanto al diálogo que tiene comillas y guion, pienso que las comillas están bien ( no así el guion), ya que desde mi punto de vista se refiere a un diálogo de terceros. Por lo menos así lo entiendo.
Me quedó en el aire lo de: El sobre estaba vacío.
Te agradezco que hayas pasado por mi relato aunque es la segunda vez que el nombre de los personajes llaman tu atención: primero fue Francisca y ahora Poli. Pero tiene razón, Poli se usa indistintamente como nombre femenino y masculino. Por acá tenemos un escritor llamado Poli Délano. Siempre se aprende algo nuevo.
Quedaré a la espera de tu relato: el lápiz mágico.
saludos
Miranda
15/11/2015 a las 01:27
Hola Jose:
Por fin he podido ponerme con los comentarios y he llegado a tu relato.
No se te resiste ningún genero. Ahora una de vampiros. Buen ritmo y buena descripción del sobrecogedor ambiente. Creo que el sobre lo has metido un poco con calzador como te dice Diego, aunque resulta interesante la interpretación que le da Frida.
Como siempre he disfrutado leyéndote.
Saludos Torbellino.
marazul
15/11/2015 a las 23:02
Hola José
Nunca he escrito nada en plan tenebroso y menos de vampiros. Sin embargo tu historia está muy bien narrada y he disfrutado con ella. Me gusta el ritmo que le has dado al texto, la caracterización del pobre Wenceslao es muy buena, creas tensión y la atmósfera está perfectamente lograda. El final muy apropiado y con mensaje para el Obispo.
Un placer leerte José. A ver que se te ocurre con el lápiz mágico.
Saludos
L
16/11/2015 a las 14:07
Hola José, me encantan este tipo de historias que conllevan asuntos sobrenaturales y misterios sin fin. Está muy bien contado y te conduce al final en un suspiro.
Lo que siento pena es por el pobre de Wenceslao, acaba siendo comida para el conde (espero que su sangre sea nutritiva y baja en colesterol. Hay que cuidar de los vampiros, son una raza en extinción)
Perdona por la broma, pero no he podido evitarlo :). Un gran escrito, enhorabuena.
Leosinpirsa
16/11/2015 a las 14:16
La misteriosa “L” es de Leosinprisa. Perdón por el error y un afectuoso saludo.
Isolina R
16/11/2015 a las 23:20
Hola, José Torma:
Creo, como los compañeros que me han precedido en los comentarios, que tu texto está muy bien escrito. Enhorabuena.
A partir de aquí te comento lo que no me gusta tanto.
La anteposición del adjetivo al verbo me resulta un tanto artificiosa. Ej.: “Sigiloso recorre la plaza mayor”. Que empiece el texto precisamente con esa anteposición me incomoda un poco. Preferiría: “Recorre la plaza mayor con sigilo”, o “Recorre con sigilo la plaza mayor”, o incluso “Recorre sigilosamente la plaza mayor”.
Lo mismo me ocurre con “Temeroso acepta”. Alguien te señaló que era más oportuno utilizar aquí el pretérito pluscuamperfecto. Estoy de acuerdo. Yo aquí hubiera puesto: “Había aceptado a pesar del temor” o “Había aceptado temblando de miedo”.
Otro tanto me pasa con “rápido posa su mirada”.
En: “No tiene que esperar mucho, un hombre pálido, alto, vestido de levita lo recibe” después de “mucho” yo pondría punto en lugar de coma, y después de “levita” metería una coma.
Rima: “recorre su espalda. No logra identificar el qué, pero algo está mal en esa casa”.
Has usado bastantes adjetivos antepuestos al nombre y no es que estén mal, pero el abuso no es bueno. Te pongo un ejemplo: “Las altas paredes están cubiertas de grandes pinturas”. Que en una oración corta, como es esta, aparezcan dos adjetivos antepuestos no queda muy bien que digamos.
Y en dos oraciones distintas pero muy cercanas tampoco suenan muy bien: “no hay nada más en el impresionante pasillo. Escucha el pesado sonido”. Conviene anteponer y posponer los adjetivos al nombre de forma que haya variedad.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Isolina
Leonardo Ossa
19/11/2015 a las 01:41
Hola José. Por haber leído este texto en tu blog de wordpress y acá mismo, creí que ya lo había comentado, sin embargo una nueva lectura me hizo disfrutar por tercera vez de la escena que escribiste. El ambiente recreado me recuerda al libro de Bram Stoker.
Saludos.
Alex
13/05/2016 a las 10:43
Lo prometido es deuda y llego a aquí desde el Taller literario nº30, que es continuación de este texto.
Tenías razón y obviamente se comprende mucho más el texto nº2, al leer este primero.
De todos modos, sigo añorando que me describas el entorno. Supongo que es una cuestión de estilos y de que el ejercicio no permite más de 700 palabras.
Desde luego, la historia engancha y aunque todos sabemos ya lo que son y lo que hacen los vampiros, me entran ganas de leer la historia completa. Muy bueno.
Saludos,