Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

Ira contenida - por María M. Gras

-Mami, ayer sin querer rompí algunas piezas del puzle de madera que me regalaste…

-¡Otra vez! ¡¡No te compro más ningún juguete!! ¿¿No sabes cuidar tus cosas??

Jamás disfruté con los puzles, demasiado impaciente. Los rompía porque los odiaba, pero no me atrevía a decírselo a mi madre. Treinta años después, he roto la maqueta del faro que me regaló Rubén.”Constrúyelo, aprende a tener paciencia”, me dijo. Le quise demasiado. Con ese regalo buscó arreglar lo que había destrozado. Aguanté engaño tras engaño. No me atreví a hablar con él. Sigo siendo una niña cobarde incapaz de expresa mi ira.

Comentarios (5):

delaberna

28/06/2015 a las 16:03

No está mal, cuenta una historia completa en tan poco espacio y consigue transmitir, pero me da la sensacion de que, tratándose de un micro, aún se podría haber abreviado más. No termino de ver la relevancia de los dos primeros párrafos para el resto del cuento.”jamás disfruté…” me parece un comienzo más potente.

María M. Gras

29/06/2015 a las 10:07

Gracias por tu comentario Delaberna…Me encanta recibir opiniones de este tipo que me hacen pensar cómo podría haber sido más potente. ¡Siempre aprendiendo!

Karen Katina

29/06/2015 a las 14:01

Me gusto tu micro, aunque más que ira la primera parte muestra incapacidad de expresar sentimientos y en la segunda parte un algo que se le fue de las manos por la misma razón.
Parece un análisis sicológico jajaja pero no lo pude evitar.
Te invito a leer el mio #97

Luis Ponce

02/07/2015 a las 16:09

María M. Gras: Estoy de acuerdo con delaberna, las dos primeras frases salen sobrando, la relación con la madre podía haber entrado luego del inicio insinuado: “Jamás disfruté con los puzles, eres demasiado impaciente me decía mi madre. Los rompía porque los odiaba, pero no me atrevía a decírselo a mi madre. Treinta años después, he roto la maqueta del faro que me regaló Rubén.
“Constrúyelo, aprende a tener paciencia”, me dijo.
Le quise demasiado.
Con ese regalo buscó arreglar lo que había destrozado. Aguanté engaño tras engaño. No me atreví a hablar con él. Sigo siendo una niña cobarde incapaz de expresa mi ira.
No sé que te parece.
Saludos.

beba

15/07/2015 a las 00:22

Hola, María:
Buena la analogía del puzzle con la paciencia que pide la vida; y que a veces no te deja tiempo para la dignidad. Excelente desarrollo sintáctico.
Creo que tienen razón en los comentarios anteriores, cuando te sugieren recortar el primer episodio, para hacer más conciso y expresivo el cuento.
Si quieres leer el mío, este es el link: ¿Culpa de la serpiente? http://ahorayodigo.blogspot.com.ar/2015/06/cuentos-del-paraiso-1.html

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *