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El Baile - por Adela
Ayer, cuando los juguetes comenzaron a bailar, las luces de la noche tintinearon alegres en una miríada de colores. Colores suaves, tibios, llenos de fantasía.
¡Qué maravilla!
Al amanecer todo quedó en un sueño.
Margarita soñaba a menudo con el gran baile de los juguetes y ella bailaba con ellos.
¿Es posible que un juguete pueda soñar?
Comentarios (13):
Denise
29/06/2015 a las 21:04
Hola! La imagen del baile es preciosa! Sólo me resulta un poco rara la oración del final, y eliminaría el segundo “colores” para evitar la repetición:
“…una miríada de colores. Suaves, tibios, llenos de fantasía.” Fuera de eso, esta última frase es hermosísima <3
Diego Manresa Bilbao
29/06/2015 a las 23:38
Adela!
Calco punto por punto lo que te ha dicho Denise… Me ha gustado!
Luis Ponce
01/07/2015 a las 19:16
Adela:
Me ha gustado, concuerdo con Denise.
Me gusta.
Miranda
02/07/2015 a las 16:37
Bonito sueño Adela. Los juguetes no podran soñar, pero si sirven para que los humanos sueñen.
Tu texto es una escapada al mundo de la fantasia, bien contado.
Me ha gustado. Saludos
beba
02/07/2015 a las 23:35
Hola, Adela:
Un sueño precioso: colores, baile y muñecos. Al despertar, una realidad nostalgiosa de infancia, música yluz.
Si bien no hay un desenlace marcado, queda una hermosa descripción de un momento interior.
Me gustó mucho leerte.
Subí el cuento al blog, porque no pude participar. Te doy el link por si quieres leerlo:
¿Culpa de la serpiente? http://ahorayodigo.blogspot.com.ar/2015/06/cuentos-del-paraiso-1.html
Kathleen
03/07/2015 a las 18:46
Hola, Adela
La escena que creas con los colores, as luces y los peluches es muy bonita. También es interesante la pregunta que dejas planteada, marcando el final de la historia.
Espero leerte próximamente.
Saludos.
Kathleen
03/07/2015 a las 18:47
Hola, Adela
La escena que creas con los colores, las luces y los peluches es muy bonita. También es interesante la pregunta que dejas planteada, marcando el final de la historia.
Espero leerte próximamente.
Saludos.
grace05
03/07/2015 a las 21:31
Hola, Adela:
Hermosa imagen, además de muy bien descrita. El lector imagina a los muñecos bailando entre luces de colores, como los ve Margarita en su sueño. Imagen de niñez e inocencia.
A tu pregunta final… ” ¿ por qué no?
¡Felicitaciones!!!
Te invito a comentar 22
charola
04/07/2015 a las 02:00
¡Está lindo! y la pregunta al final, deja en suspenso , pensando si Margarita es un juguete mas.
Fantástico!
Te invito a leer el mío: 52
Pato Menudencio
08/07/2015 a las 17:49
La frase final siento que condensa todo el relato, es muy buena.
Saludos.
José Torma
08/07/2015 a las 18:36
Que tal Adela?
A mi me pasa muy seguido que repito la misma palabra. de hecho es algo que siempre me ocupa a la hora de revisar los textos, ya que a veces se prestan a distractores.
Dicho eso, me ha parecido muy bello y yo si creo que los juguetes puedan soñar… Culpo a Walt Disney por eso jaja
Saludos y felicidades.
diaspora
12/07/2015 a las 22:20
Hola Adela.
La fantasía es parte de la naturaleza humana, de ahí lo valioso de tu relato. Hiciste una descripción muy poética de esas ilusiones que anidan en el corazón de los niños.
La pregunta final de tu micro me disparó otra: ¿Era Margarita de celuloide o de carne y hueso?
Excelente microrrelato. Me gusta tu pluma.
KMarce
01/09/2015 a las 04:19
Saludos Adela:
Linda imagen la que me has hecho proyectar. Y con el consejo de Denise, de acuerdo, pero al quitar el segundo Colores, debería ir sin punto, porque al separarlo, se comprende como una frase individual, y está sigue unida a la primera, sería:
“…una miríada de colores; suaves, tibios, llenos de fantasia.”
Podría ir con punto y coma, (porque luego va una lista separada de comas) o una simple coma.
Para Diaspora, entiendo que “Margarita” es el nombre de una muñeca, que es ella la que tiene ese sueño de bailes con todos los amigos-juguetes.
Antes que apareciera “Toy Story”, yo siempre creí que los juguetes en realidad si tienen “su propia vida”, por ello siempre decía “bañar (a mis peluches)” en lugar de decir lavar, los sentaba en poses “cómodas” y jamás, nunca en la vida, los dejé en una maleta o bolsa porque se podían “ahogar”… No, yo ya no era una nena. Unos años atrás… soy media rara. Así que esta idea, me ha encantado.
¡Nos leemos!