Literautas - Tu escuela de escritura

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Cólera - por Laia Gabue

Ayer mi enfado fue sublime. Gritos desparramados por la habitación tal cual estaban sus juguetes. Su adorable carita traviesa conseguía intermitentemente atenuar mi ira. Ahora miro la estancia con todas esas cosas tiradas por el suelo y me pregunto quien las va a recoger. No va a servir de nada seguir gritando, ni siquiera si lo hago en silencio. Quizás si la cólera no se hubiera apoderado de mi ser, el suyo no habría desaparecido.

Comentarios (6):

Marcelo Kisi

29/06/2015 a las 12:21

Hola Laia!
Fui uno de tus comentaristas anónimos. Nada más para saludarte y recalcarte lo mucho que me gustó tu relato. Nos leemos!

Ismael Tomas Perez

01/07/2015 a las 17:37

Hola Laia:
Una historia genial, te deja pillado. Me ha gustado mucho. El final es muy fuerte. ¿El niño ha fallecido?. Es lo que creo. ¡Felicidades!
Si te apetece pásate por el 131-Recuerdo

Luis Ponce

05/07/2015 a las 18:08

Laia: un infanticidio en toda su línea. Me extraña el arrepentimiento de la madre, pues si no fue capaz de reprimir su cólera causante del asesinato, menos aún va a tener conciencia de que lo que hizo está mal.
Los adjetivos grandielocuentes no mejoran el relato, lo hacen perder naturalidad y credibilidad, pues una madre en el estado psicológico en que se encuentra difícilmente va a buscar palabras como “sublime” o “intermitentemente”, ni aún en el caso de una locura temporal.
Saludos.

charola

19/07/2015 a las 00:13

¡Terrible!

Cryssta

20/07/2015 a las 08:08

Me ha gustado mucho tu micro. Tras leer el comentario de Luis Ponce yo preguntaría ¿doble personalidad? además en el texto no se vislumbra si es la madre, también podría ser el padre o un/a cuidador/a.

Vespasiano

23/09/2015 a las 20:52

Hola Laia:
Llego tarde a tu relato, pero creo que merece la pena dejar mi opinión.
Estoy de acuerdo con Luis Ponce, pues ni el enfado ni la cólera pueden ser sublimes.

Sublime.
(Del lat. sublīmis).
1. adj. Excelso, eminente, de elevación extraordinaria. U. m. en sent. fig. apl. a cosas morales o intelectuales.
Se dice especialmente de las concepciones mentales y de las producciones literarias y artísticas o de lo que en ellas tiene por caracteres distintivos grandeza y sencillez admirables. Se aplica también a las personas.
Orador, escritor, pintor sublime.
También creo que podría leerse perfectamente y no perdería el sentido si eliminaras la palabra “intermitentemente”.
“Su adorable carita traviesa conseguía intermitentemente atenuar mi ira”.
Yo pondría “Su adorable carita traviesa conseguía atenuar mi ira”.
Yo me inclino a pensar como Cryssta. “También podría ser una cuidadora”. Porque al principio del relato dices: “…la habitación tal cual estaban sus juguetes…”, es decir los juguetes de todos los niños y al final escribes: “…el suyo no habría desaparecido.”
¿Secuestro, asesinato?, o solo un castigo retirándole su juguete.
¿Era este niño el encargado de recoger todos los juguetes de “la estancia”?. ¡Por eso ahora “la cuidadora está cabreada”!
Felicidades.

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