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LA TATARABUELA - por Juana Medina
Web: http://juanamedinaficcion.blogspot.com
El día en que nació, su tío veinte años mayor, dijo a su padre:
─ Ésta la reservas para mí.
A los doce años, su madre le habló:
─ Conoces a tu tío. Será tu marido. Obedece y calla.
Salía él a sus negocios y ella sacaba el cajón de juguetes para vestir muñecas. Enterada la madre, ante el primer embarazo, lo escondió. Veintitres hijos parió. Sólo cinco se malograron. A los cincuenta años, la cabeza perdida, Ana preguntaba:
─ ¿Quién me quitó mi cajón de juguetes?
Ayer nomás, a principios del siglo XIX en la Gran Aldea.
Comentarios (24):
Juana Medina
28/06/2015 a las 17:48
A mis tres comentaristas: como siempre muy agradecida por los comentarios. Sólo quiero aclarar alguna cosa a los españoles. La Gran Aldea designó y aún designa a la Buenos Aires de principios el siglo XIX. “Nomás” es una expresión absolutamente porteña. Sería algo así como “apenas ayer”.
Marcelo Kisi
28/06/2015 a las 20:40
Gracias Juana por tu comentario a mi micro. De alguna manera nuestros micros este mes se tocan: mujeres que ven pasar la vida, una vida decidida por otros con poder. Había olvidado el apodo de Gran Aldea a Buenos Aires, tardé unos segundos pero llegué antes de leer tu explicación, gran mérito el mío, jaja 😉
De todos modos, aunque el estilo en un micro es totalmente libre, como que es capaz de contener y soportar muchos géneros, como la poesía, a mí me dio una sensación de entrecortamiento en el fluir. No sé cómo señalarlo, quizás por ejemplo en las tres veces que el diálogo se anuncia con dos puntos, o en demasiadas oraciones cortas, o en la última frase, desprendida de todo lo anterior, seguramente para subrayar. Quizás esa frase se puede poner de título, ¿qué te parece?
Pero la historia en sí me gustó mucho, y me pareció bien planteada. Felicitaciones!
grace05
28/06/2015 a las 21:49
Hola, Juana
Muchas gracias por tus comentarios en mi micro. Y si… las que hemos pasado algo similar sabemos lo que va a suceder, la rueda siempre pasa por el mismo lugar.
Ahora estoy aquí, tu historia es hermosa y tan real de aquellos tiempos, quien no ha tenido una tatarabuela a quien querían casar con alguien determinado. Yo la tuve, pero en medio del altar dijo que “no”. Una vieja historia que contaba mi madre.
Hermosa historia, tierna y triste a la vez. Mis mas sinceras felicitaciones a tu trabajo!!!
grace05
28/06/2015 a las 21:52
Juana acabo de entrar en tu blog, por supuesto que lo tengo como favorito. Pronto voy a leer tus historias. El mio no es tan prolífero , pero igual te doy la dirección(recién salido del horno)
http://www.palabrasypensamientosenlibertad.blogspot.com.ar
KMarce
28/06/2015 a las 22:18
Saludos Juana,
Que historia, tan típica en muchas partes del mundo, me ha gustado como la has desarrollado, pareciera que no fuera tan trágica, asumo que muchas mujeres no les fue tan mal; pero hay que ver que en aquella época la mujer no hacia más que obedecer a la autoridad masculina.
Un buen tema de reflexión, como anecdota o como microcuento. 😛
Enhorabuena,
¡Nos leemos!
PD: Para grace05, en la casilla de Web cuando comentes carga tu enlace, así al clickear sobre tu nombre saldremos disparados a tu blog. Yo tambien cree el mio, calientito todavía 😀
PAULATREIDES
28/06/2015 a las 22:23
Triste historia que por desgracia se repite joy en día y, probablemente, en los años venideros.
Miy bien contado.
Felicidades y graxias ppr pasarte por el mío.
Chiripa
29/06/2015 a las 00:22
Hola Juana,
Una vez concluída la lectura de tu micro me envolvió un aura melancólica el pensar en la cantidad de féminas que padecieron de “matrimonios” arreglados o convenidos antes de tener ellas uso de razón. Y me arropó la fortuna de haber nacido en el siglo pasado y la certeza de que mis hijas no correrán con la misma suerte.
Tu micro me ha gustado mucho: lo iniciaste, desarrollaste y concluiste de manera magistral.
!ENHORABUENA, Juana! Y gracias por visitar mi relato!
Denise
29/06/2015 a las 00:30
Ahora que lo pienso, había leído este micro en tu blog, Juana, pero no recuerdo si lo comenté.
Con respecto al estilo, estoy un poco de acuerdo con Marcelo Kisi, y me atrevo a decir que quizás se deba a la brevedad de las oraciones. Sin embargo, eso no le quita fuerza al relato, la imagen del final me pareció conmovedora.
Gracias por comentar mi relato!
Juana Medina
29/06/2015 a las 02:57
Marcelo, Denise, les doy razón en las objeciones. En principio la última frase era el título, pero cuando Literautas me dijo que las dos palabras de consigna debían estar en el texto, no quise repetirme. Y también es posible que lo poco fluido esté relacionado con la obligada brevedad, pero sobre todo por apuros y cierto envaramiento ante las cien palabras. Pero veremos de corregir. Muchas gracias por los aportes.
Y a todos gracias por leer y comentar. Grace05, tu blog ya está anotado. Pasaré por allí.
Leonardo Ossa
29/06/2015 a las 05:43
Hola Juana Medina, a mí me agrada muchísimo las historias de la época colonial, y acá en tu escrito, no solo existe el marco histórico, también la condición de la mujer con un estado mental muy particular, generado seguramente por la inocencia, la ingenuidad y el apabullamiento masculino. Tu narración es una ventana a ese pasado que se ha ido yendo, pero que de alguna manera vemos como de reojo, cuando vuelven las historias a ser evocadas por alguna circunstancia.
Recibe de mi parte un abrazo.
¡Saludos!
Bego Asomadaalalocura
29/06/2015 a las 09:23
Hola Juana, gracias por pasarte por mi micro!!
El tuyo más que un micro parece parte de una historia más grande pero aun así deja entre ver una historia triste y emotiva, incluso entreveo una dura enfermedad que roba los recuerdos…
Muy bonito, felicidades!
A. Pantaleón
29/06/2015 a las 13:20
Hola Juana!
Muchas gracias por el comentario a mi relato.
Tu relato es seco,duro,desgarrador. La lucidez de la frase final impacta. Felicidades.
Demetrio Vert
29/06/2015 a las 19:09
Hola Juana Medina. Gracias por leerme y por tu comentario.
Por fin encuentro un “microrrelato”. Digo esto por la forma, por la voz narrativa. En general vengo repitiendo en mis comentarios deeste mes que estoy leyendo relatos maravillosos, pero relatos, no “micros”. En mi opinión tienen su propia forma, estructura y voz, diferente a los cuentos.
El tuyo se adapta perfectamente a las exigencias de un microrrelato, en mi opinión.
Difiero de Marcelo Kisi, excelente escritor. No lo veo entrecortado, sino como debe de ser.
La dramática historia demasiado actual aún, desgraciadamente. Muy buena.
Saludos.
Karen Katina
30/06/2015 a las 04:51
Hola Juana.
Es una historia tan real y triste, me tocó profundamente cuando dice que mientras elcajon se iba a los negocios ella sacabcajon de las muñecas.
Una gran historia.
Gracias por dejar tu comentario en mi relato.
Karen Katina
30/06/2015 a las 04:53
Upps… perdón por los errores del comentario anterior estoy desde el teléfono y todo se desacomoda.
Anoide
01/07/2015 a las 01:43
Lo triste es pensar que esta situación se sigue dando hoy en día en muchos lugares del mundo. Qué vida tan injusta…
Llego tarde para aportar algo que no te hayan dicho ya. Solo comentar que a mí la estructura me parece adecuada. No lo siento entrecortado, ya que en textos tan breves, lo que queda mal son las frases largas. No sé demasiado acerca de microrrelatos (el de este mes es apenas el tercero o cuarto que escribo), pero me pareció que el tuyo está bastante redondo. Me gustan las frases contundentes, de esas que te tocan directamente en el alma (“Salía él a sus negocios y ella sacaba el cajón de juguetes para vestir muñecas”).
Un placer leerte, Juana. Gracias también por pasar por mi micro.
Darkristal
01/07/2015 a las 21:25
Fuera bueno que esta historia no tuviera paralelos en la realidad :c
Mmm hay algo raro, se lo siente coagulado y creo tener una idea.
Los parrafos, es decir, las lineas de eventos al principio comienzan separadas por un punto a parte, pero a partir de las muñecas se encuentran unidas por puntos seguidos, obligando al lector a desarrollar una linea de sucesos mas junta, una cronología de menor tiempo a la que sabe el autor.
La linea final, no es cronológica, es un comentario y parece desencajar, sin embargo, se encuentra correctamente anclada.
me temo que la confusión solo ha sido producto de un conjunto de accidentes desfavorables que, a pesar de todo, no le quitan merito a tu trabajo.
Bien hecho, sigue así n,n
Pato Menudencio
03/07/2015 a las 21:27
Lo triste es que he es una situación más común de lo que parece.
Saludos.
Diego Manresa Bilbao
05/07/2015 a las 17:36
Juana,
por una vez, he de decir que no me ha encantado tu relato… pese a que el tema es interesante, y la historia es tragica, lo encuentro un poco lioso, demasiada informacion…
Lo siento de veras, pero no reesta ni un apice de mi admiracion…
Nos leemos!
Benauca
06/07/2015 a las 07:28
Enhorabuena por el micro. Con pocas pinceladas descubres un cajón lleno de sentimientos y consigues transmitir perfectamente la tristeza de una niña.
Jesus R.G
07/07/2015 a las 21:08
Muy bueno y profundo. Da pavor pensar en las vidas que se van sin vivir.
José Torma
07/07/2015 a las 22:18
Caray, entre tanta flor me siendo descolocado porque yo no lo aprecie tanto como los demas. Asi que puedes desecharme como la excepcion que hace valida la regla.
La primera frase me parece que puede ser mejor puntuada, pero no me alargare en algo que es obvio no entendi.
De la tematica en si, el micro es duro, muy duro y de una innegable exactitud. La historia en si es muy buena.
Saludos y felicidades.
lunaclara
07/07/2015 a las 22:31
Hola Juana: sabes qué? Tu micro es brutal sí. Yo cambiaría algunas cosas. El título lo cambiaría a un monosílabo, por ejemplo: LOCURA.
La ultima frase la quitaría también y dejaría q el micro fuera intemporal.
No entendí la frase del primer embarazo, y tb La quitaría.
Gran trabajo.
Felicidades!
Leonardo Ossa
27/07/2015 a las 04:03
Hola Juana. Te agradezco las alentadoras palabras que me diriges con respecto a mi participación del mes. Un abrazo.