Literautas - Tu escuela de escritura

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El hombre de la estación - por Mirando al sur

Mi nariz empañando el cristal, la vidriera de aquella tienda abarrotada de juguetes, y en medio, resplandeciendo, la maqueta de trenes.

Yo era un niño pobre, tan solo podía pasarme horas imaginando escenas al compás de los vagones, que arrancaban y se detenían. Han pasado cuarenta años, pero lo recuerdo como si fuera ayer.

Por eso me encanta venir a las estaciones, llenas de gente, planear historias, y algunas veces, convertirlas en realidad.

Ahí viene el de las siete y media….a ver….el hombre de la camisa a cuadros…la rubia del bolso marrón….no sé… a quién empujar a la vía.

Comentarios (34):

Miranda

28/06/2015 a las 13:32

Jajaja, buenísimo. Has conseguido sorprenderme. Empiezo sintiendome identificada mirando personajes para inspirarme y ¡¡¡zas!!! de repente asesino en potencia. Te ha quedado genial.
Graciaa por pasarte por mi relato.

KMarce

28/06/2015 a las 16:13

Saludos Mirando al Sur, gracias por pasar mi relato y tus palabras.
Me ha gustado el tuyo, no sé porque lo ví como el trailer de una pelí en B&N, y zaz! la chica rubia a color y ese enajenado despeinado viéndola con ojos maliciosos. Buen relato, buen ritmo y buen final.
¡Nos leemos!

delaberna

28/06/2015 a las 16:43

¡Vaya con los psicópatas! Cómo pueden transformar una pequeña pasión insatisfecha en excusa suficiente para dar rienda a sus apetitos.

Genial, en el último momento te cargas toda la placidez y la felicidad que prometía tu relato.

Como único detalle, en el último párrafo veo demasiados puntos suspensivos. Comprendo que quieres transmitir la indecisión y crear una pequeña pausa dramática, pero probablemente habrías conseguido el mismo efecto eliminando alguno de ellos.

¡Nos leemos!

Ratopin Johnson

28/06/2015 a las 17:48

Qué giro final, Mirando al sur. Ciertamente parecía una buena persona, allí en la estación de tren, observando a la gente, imaginando sus vidas. Al volver a leerlo llego a “…algunas veces, convertirlas en realidad.” y se me abren los ojos. Muy bueno.

Osvaldo Mario Vela Sáenz

28/06/2015 a las 18:18

Mirando al sur, al terminar tu relato me dejaste mirando al norte; esperaba por las primeras palabras de tu relato, una historia tierna llena de logros y bonanzas y zaz… Asesino en espera. exelente,

Mara

28/06/2015 a las 18:34

Como vienen siendo habitual, Mirando azul nos vuelve a sorprender con su peculiar ironía de la vida. Es un micro original y nada previsible. Vas por buen camino.

Marcelo Kisi

28/06/2015 a las 19:04

Hola Mirando!
Muchísimas gracias por pasarte por mi micro y me alegro que te haya gustado!
En cuanto al tuyo, me gustan los relatos que pintan de ingenuos o kitch y terminan dando el zarpazo. Es justo la definición de un buen microrrelato. Te felicito mucho! 🙂

Melisa

28/06/2015 a las 19:47

¡Muy bueno! ¡Un final inesperado y original!

Al terminar de leerlo y volver al título, he conseguido imaginar a un verdadero psicópata.

Gracias por pasar por mi micro. 🙂

Saludos desde Argentina.

Merche

29/06/2015 a las 07:05

¡Muy bueno! Me encantan los relatos con un final inesperado. En el tuyo además consigues que el lector se identifique con el protagonista hasta que al final… lo conviertes en un psicópata. Cómo nos gustan los psicópatas, los de ficción, por supuesto.
Enhorabuena por tu trabajo. Un saludo.

juanjohigadillo

29/06/2015 a las 11:02

¡Sorprendente final! Me ha encantado tu relato; jamás se me hubiera ocurrido un final semejante.
¡Enhorabuena!

Sr. Zark

29/06/2015 a las 14:20

Sin palabras con el final.
Muy sorprendente, no me lo esperaba para nada.
¡Enhorabuena!

Luis Ponce

29/06/2015 a las 17:04

Perfecto para mi gusto, sobrio, elegante, sin sobra de elementos.
Tiene un aire ingenuo e infantil y a pesar de los cuarenta y pico, sigues siendo un niño que quiere jugar a las novelas de misterio, en los relatos de terror cuando intervienen niños, el mismo recrudece y en tu caso, no importa cuantos años pasen, es el niño el que empuja a los personajes.
Me encantó el cierre y el uso correcto de los términos obligatorios.
Gracias por tu generoso comentario en el mio, pero hay que esforzarse para estar a la altura de los demás.
Felicitaciones.

Luciano Sivori

29/06/2015 a las 17:26

Un relato sagaz que sorprende con una última frase cruda, fría, letal. Me gustó mucho ese final que no esperaba. Y me perturbó…

(A tener más cuidada la próxima vez que esté en una estación de trenes).

¡Saludos!
Luciano.
http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/

grace05

29/06/2015 a las 18:04

Hola,Mirando al sur:
Muchas gracias por tus comentarios en mi micro, siempre son valorados.
Aquí estoy, boquiabierta con tu historia. Ese giro final es genial. Viene uno teniéndole un poco de lástima al pobre niño que no podía tener su juguete y que de grande se dedica a escribir y …¡zas!!!, no era precisamente a escribir sino a… matar.
Excelente trabajo ¡Felicitaciones mil!!!

Montse

29/06/2015 a las 22:40

Genial!! Y muy bueno ese giro final. Me has dejado boquiabierta con la historia del niño pobre. Bien contado y mejor acabado.
Saludos.

J.Sfield

30/06/2015 a las 15:09

¡Muy buen micro! Empiezas captando la atención del lector para acabar dejándolo con la boca abierta. Felicidades!!!

Un saludo.

Werchy Lam

30/06/2015 a las 21:49

Hola Mirando al sur,
Estoy por inclinarme, como en las recepciones, e inclinar la cabeza en señal de respeto y admiración. El buen hacer te distingue así que sería un honor que pudieras acercarte a mi relato y darme tu opinión.:-)
Soy el 215. Estaba comentando hacia arriba, como recomienda una tal Beba que todavía no conozco y me he topado con esta sorpresa.(Aunque en realidad me he saltado y he ido hasta el 11 porque he visto algunos de tus comentarios anteriores) Me ha encantado que conviertas en asesino a un viejecito tan encantador.
Formalmente ni un pero. Si nos ha llegado de esta forma , si hay algún error, ni se nota.Claro, preciso y como si no te hubiera costado nada. Chapó
Un placer. Encantada de leerte.

Dan

01/07/2015 a las 08:15

Hola Mirando al sur. Como ya te han dicho, sorprendente final precisamente porque logras que empaticemos con él de forma natural para luego descubrir que está transformado. Ya me imagino como el típico vecino cotilla al que van a entrevistar respondiendo: “Pues era un señor muy normal. Siempre daba los buenos días. Fijese que nunca sospechamos nada…” xD
Y es que cualquiera puede ser un psicópata en potencia.
El único posible pero, aunque ya te lo han dicho, es que para mi gusto hay muchos puntos suspensivos en el último párrafo. Creo que habrías podido conseguir el mismo efecto con alguno menos 😉
¡Un saludo y nos vamos leyendo!

Wolfdux

01/07/2015 a las 10:54

Llego a tu micro gracias a la recomendación de Werchy Lam y me he llevado un grata sorpresa. Un final magnifico para un micro muy bien construido, felicidades.

Tim Galano

01/07/2015 a las 13:26

Muy bueno el relato! Me uno a las felicitaciones de los compañeros!!
Enhorabuena

leonardo

01/07/2015 a las 17:23

Me ha gustado mucho tu relato, sobre todo el final, y coincidiendo con otros comentarios, ese giro que da la historia es lo que impacta ya que puedes imaginarte otros finales, felicitaciones y gracias por pasarte por mi relato y comentarlo, un saludo 🙂

Iracunda Smith

01/07/2015 a las 21:16

Un final con un psicópata siempre es un gran final!!! 😉
¡Enhorabuena por el microcuento!

Werchy Lam

02/07/2015 a las 13:10

Hola Mirando al sur, gracias por pasarte por mi relato.Tendré en cuenta tus recomendaciones, me vienen genial. Te leeré siempre para aprender y disfrutar.¡Esto es casi una declaración de amor!….y también de respeto. :-))

Frida

03/07/2015 a las 00:53

Hola Mirando al sur. Excelente relato, empezó creando un recuerdo precioso, pues todos hemos sido niños y tenido en la mira un juguete inalcanzable que ha sido nuestro objeto del deseo,me has llevado en un paseo por la memoria a través de las vías del tren, para acabar dejándome literalmente con la boca abierta, observando a ese cuasi entrañable protagonista amante de los trenes. Miedo me va a dar a partir de ahora el típico jubilado que se pasea por la estación de tren observando a la gente.

ortzaize

03/07/2015 a las 11:34

que bueno eres… yo estoy a mil años luz. pero bueno copiare de todos ese afán de mejorar, y aprenderé de todas las explicaciones que pueda para aprender.
bueno me ha parecido tu relato, genial. y el finallllll terrible.

Charlies

05/07/2015 a las 06:43

Mirando al sur, un gran micro. Como ya te han dicho los demás, el final es sorprendente. Enhorabuena!!!

Diana

07/07/2015 a las 03:07

Hola -Mirando al Sur-Gracias por comentar mi relato “A Cirugía Robótica”.Es bueno leer los distintos comentarios.Cómo se posiciona el lector, qué interpretación hace.Es muy profundo el tuyo, sería tarea para el psicológo investigar los antecedentes de un psicópata.Podrías hacer el cuento, adelante.Me gusta tu puntuación, me permite leerlo con vivencia.Saludos uruguayos.

Diana

07/07/2015 a las 03:11

perdona en el apuro debí escribir-el tilde en la primera o- y puede escribirse sin -p-

José Torma

07/07/2015 a las 18:11

Mirando al sur, bello seudonimo.

Que te digo? me sorprendiste, pasaste de lo cotidiano a lo sublime. Aqui la forma no empaña o roba atencion a ese giro final que aun me tiene el cerebro revolucionado.

Felicidades.

lunaclara

07/07/2015 a las 22:22

Hola! Brutal el giro final, jajaja, así me gusta. Parecía un micro pastelero q iba a finalizar con el encuentro en la vía del tren de dos enamorados… Nada más lejos!
Enhorabuena!

Tinta Negra

10/07/2015 a las 22:04

¡Hola Mirando al sur! Coincido con todos ¡Sorprendente final! Quién lo iba a esperar. Buena redacción, frases atrayentes y muy visuales(“Mi nariz empañando el cristal, la vidriera de aquella tienda abarrotada de juguetes, y en medio, resplandeciendo, la maqueta de trenes”). Me gustó tu estilo. Gracias por tu comentario también. ¡Hasta la próxima!

Ana Maria

11/07/2015 a las 02:30

Un final impredecible. Sin esfuerzo,en forma fluida zas! la estocada final.
Muy bueno

beba

27/07/2015 a las 21:33

Hola, Mirando al Sur:
Confieso que no te leí antes porque don Alzheimer me hizo confundir tu cuento con otro que tiene que ver con trenes. Y que es “pastelero”-diría lunaclara.
¡Qué trampa !
Hay un tango que habla de “la ñata contra el vidrio”; sumé y me dio = pobre niño que termina siendo maquinista ferroviario.Como ya sabemos, no,no,no.
Genial. Un desarrollo claro e insinuante, poético, y un final trastornado y loco. Aplausos.
Si quieres leer el mío, este es el link:¿Culpa de la serpiente? http://ahorayodigo.blogspot.com.ar/2015/06/cuentos-del-paraiso-1.html

Fernando

08/08/2015 a las 18:52

Hola Mirando al Sur, impresionante la sorpresa del final. Quiero contarte que me sentí muy identificado (no con el asesion jeje), porque mi padre quien ya no pertenece a este mundo desde hace años siempre fue un fanático de los trenes a escala, y con la excusa de regalármelos a mí para que jugara en realidad lo hacía él. Me conmovió mucho el cuento por habérmelo hecho recordar, y al llegar al final de repente el giro tan inesperado del cuento me hizo estallar de la risa de mí mismo. ¡Excelente relato!

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