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"UNA VIDA NUEVA" - por Mirta Calabrese De Luca

Web: http://Deshojandoversos.blogspot.es

Abrazó fuerte a su muñeca, la arropó, acarició y besó. Cerró los ojitos, para no dormir. Se sentía tan feliz!! era algo tan anhelado, la alegría daba vueltas en su cabecita de niña, le hacía cosquillas en la barriguita.
Imaginaba su cuarto, sus juguetes, un despertar con aroma a tostadas, un papá y una mamá que la llamarían por su nombre, sería tan dulce!
Los domingos grises, pegada su carita en el cristal de la ventana, siempre esperando, el frío por las noches, sin un beso. Eso sería el ayer, se esfumaría como pompas de jabón. Se durmió y soñó con una vida nueva…

Comentarios (8):

カミロのアンドレス

28/06/2015 a las 16:02

Me ha gustado como manejas el relato, es interesante ver como del paso obvio (entiéndase por el hecho de usar juguete y pensar en niño), creaste un buen micro, me agrado como tu personaje me produce algo de empatía; muy bueno, me ha gustado.

Te invito a comentar mi micro, es el número 13.

Luis Ponce

01/07/2015 a las 00:58

Mirta: muy sentido, tierno y bien contado. Parece que es época de tristezas por la serie de relatos semejantes.
La palabra juguete desencadena un alud de tristezas.
Me ha gustado.

grace05

02/07/2015 a las 19:11

Bello relato. Sensible y tierno. “…pegada su carita en el cristal de la ventana, siempre esperando,…”, la imagen de la tristeza.
Me gustó mucho. ¡Enhorabuena!!!
Te invito a comentar 22

Vespasiano

04/07/2015 a las 17:26

No me cabe duda, veo a una niña en un orfanato (me asombra que pueda tener una muñeca) sin lo mas esencial y necesario, “una familia y cariño”.
“Los domingos grises, pegada su carita en el cristal de la ventana, siempre esperando…” me hacen recordar escenas repletas de ternura de la película “Los niños del coro”.
La película “Les Choristes” o Los Niños del Coro, tiene el inicio de su historia en Francia (1949). Clément Mathieu, músico fracasado y docente llega a las puertas de Fond de l’Etang (El fondo del estanque), un internado para niños.
En la puerta ve a un niño pequeño, Pépinot, que está a la espera del domingo, que es cuando se supone que sus padres vienen a por él.
Los padres de Pépinot murieron en la Segunda Guerra Mundial, pero Pépinot no lo acepta y…..
Felicidades.

beba

07/07/2015 a las 23:00

Hola, Mirta:
Tu relato es tan bello como las escenas de “Los coristas” que menciona Vespasiano.
¡Qué triste es ansiar amor de familia y recibir solamente juguetes! Así nos pasa con tantas visitas de caridad. Bueno. Nada hecho con buena intención se pierde. Y la niñita se duerme y sueña.
vamos al micro.Hermoso; muy bien tramado; inteligente y poético el vocabulario.
Felicitaciones.

Vespasiano

09/07/2015 a las 22:03

Hola, Mirta:
Ampliando el primer comentario que hice y completamente de acuerdo con beba; yo diría que si pudieramos ponerle música a nuestros relatos éste se merece una sinfonia.
Enhorabuena.

Cryssta

10/07/2015 a las 13:14

Me ha gustado mucho tu relato, me ha hecho recordar mis años de internado (esos no me gustaron). Entiendo perfectamente la felicidad por tener la muñeca ya que es algo a lo que ella no puede acceder como otros niños que tienen familia.

Aquí aclaro algo sobre el comentario que ha hecho Vespasiano sobre su asombro porque la niña tenga una muñeca estando en un orfanato. En el internado donde yo estuve (años 60)tampoco nos regalaban juguetes pero un año vinieron unos americanos y sí llevaron juguetes a las niñas, yo recuerdo perfectamente la muñeca que le regalaron a mi hermana. Probablemente la muñeca de la protagonista sea fruto de la generosidad puntual de alguien.

Si el relato está basado en alguien conocido espero que la niña de ayer sea hoy una mujer feliz con personas que la quieran.

charola

23/07/2015 a las 05:07

¡Hola Mirta!

¡Qué lindo y tierno está contado! Me gustó y estoy de acuerdo que en un orfanato hay muñecas. Yo he ido a muchos y en Navidad se lleva muchos regalos para todos los niños. Quizás es lo único que alegra a los niños y es poseer una muñeca, un carrito.

Ayyy, me acordé de Candy…

Felicitaciones, sigue escribiendo tan dulce y tierno.

Saludos

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