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EN DECADENCIA - por Sugar E. Rain

Fue un veinticinco de diciembre, lo recuerdo como si fuera ayer, ahí me encontraba, tirada entre el tumulto, con el cabús de fuera, no podría ocultar mi vergüenza. Tan solo unos años atrás, había estado en los mejores sitios, en compañía de las más gratas personalidades, pero hoy nada quedaba de esa majestuosidad antes vivida, era terrible sentirse un juguete del destino.
De pronto escuche una dulce voz, seguida de un movimiento habilidoso de manos que me saco de tan comprometedora postura, gritando:
—¡Mamá yo la quiero y la llamaré Ruperta!

Comentarios (7):

grace05

28/06/2015 a las 18:50

Hola, Sugar: Tu relato me parece muy duro por lo que pude extraer del contexto general, ya que la palabra “… cabĂşs …” me desorientĂł, no conozco el significado y buscándolo en la RAE tampoco pude encontrarlo.
Esta muy bien escrita,salvo que le falta el tilde a la palabra…”saco…sacĂł…” que creo solo es un error de tipeo. Por lo demás es muy buena historia.
Te invito a comentar 22

El nido del cuco

28/06/2015 a las 23:39

Hola Sugar. Me parece sĂşper divertido que utilices palabras de tu tierra. Ya he añadido “cabĂşs” a mi repertorio de palabras chulas y desde las siete (ahora son casi las doce) ya he utilizado “cabĂşs” tres veces (espero con algo de sentido). Bromas aparte, muy original y bien escrito tu micro. Me ha encantado. Y no es tan difĂ­cil de entender… Enhorabuena.

Sugar E. Rain

30/06/2015 a las 02:54

Gracias por sus comentarios y tomare en cuenta sus observaciones.
Definitivamente la palabra CabĂşs la escribĂ­ en forma intencional, es un modismo utilizado en MĂ©xico para referirse al trasero de una persona.
La historia tiene un fondo verídico, ya que es una anécdota de la infancia relatado desde la visión de mi muñeca.
A los 3 años de edad mi mama justo el dĂ­a de navidad me llevo a un “tianguis”(mercado de pulgas), donde yo indicaba insistentemente que querĂ­a algo que se encontraba entre otras cosas encima de una mesa de venta. Dice mi mama que solo vieron que salĂ­a el traserito de una muñeca de trapo muy fea, pero yo quise llevármela, la llame Ruperta y se convirtiĂł en mi juguete mas querido de la infancia.
Saludos a todos y me pasare por sus relatos 🙂

Luis Ponce

30/06/2015 a las 22:22

Hola Sugar: el cambiar el punto de vista de una experiencia personal, nos da un análisis interpolado que nos permite vivir las experiencias del “otro”, desde nuestro supuesto punto de vista.
El “punto de vista de la muñeca”, no es sino lo que tu imaginaciĂłn de niña te trasmitĂ­a: estabas salvando de la basura a la muñeca del cabĂşs al aire.
Solamente me resuena lo de “juguete del destino”, ya que las muñecas no tienen destino, pueden tener uso o propietario, pero no creo que destino, por lo menos no desde el punto de vista filosĂłfico. Para las muñecas el ser juguete es una meta, por lo que el significado puede ser diferente.
Pero, ves que el tema da para discutir, a pesar de parecer una simpleza.
Te estaré leyendo.

beba

03/07/2015 a las 02:58

Hola,Sugar:
PensĂ© que era una perrita abandonada y enrollada sobre sĂ­ misma. CabĂşs, ilustre desconocido, me sonĂł a “colita”,quizás por esta suma de impresiones de abandono y decadencia.
Precioso tu relato. Mucha ternura. Y una correctísima estructura narrativa. Me encantó. Y también el relato de tu infancia.
Este mes no participo. Si quieres leer mi cuento te dejo un link a mi blog:El primer beso: http://ahorayodigo.blogspot.com.ar/2015/06/paraiso.html.

Féli Eguizábal

07/07/2015 a las 11:23

Hola Sugar E. Rain,
Me ha gustado mucho tu relato y si me ha costado entenderlo, es porque esta impecablemente relatado. Desde el punto de vista de tu muñeca, resulta realmente impresionante. Tambien he tenido oportunidad de aprender vocabulario nuevo “cabus” aunque sea un modismo mexicano. Una historia conmovedora.
Te invito a leer mi relato (129)
Nos leemos.

KMarce

17/07/2015 a las 06:55

Saludos Sugar,

Me ha tocado leer varias veces, porque no lo comprendĂ­ a la primera lectura, sin que ello restara que me gustaba. Al leer los comentarios y que es una especie de micro “bio” la he leĂ­do de vuelta, y me ha encantado.

Pero la fuerza es comprender que es una muñeca desde el principio, quizá si hubieses empleado la palabra en el momento de su rescate, se comprendería a la primera lectura. Pero aún así tal cual es muy lindo micro.

Y ese cabĂş… nunca lo habia escuchado, me parece una palabra comiquĂ­sima. 🙂

Gusto de leerte,
¡Nos leemos!

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