Literautas - Tu escuela de escritura

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La maldición - por Peter Walley

-…tres…dos…uno. Despierta.

Beatriz abrió los ojos, aturdida. Se incorporó lentamente y miró a su alrededor. Estaba en una sala amplia, con armarios repletos de libros, sillones de cuero y una gran mesa de madera. Parecía la sala de un club privado, según la vaga idea que Beatriz tenía por las películas. No le hubiese extrañado ver entrar a Oscar Wilde.

Oyó un carraspeo. Se giró hacia la voz y se sorprendió al ver a un hombre desconocido con traje marrón y chaleco. Hacía juego con la sala. Tenía unos ojos oscuros, que la miraban con lo que Beatriz no supo interpretar como emoción o inquietud.

-¿Se encuentra bien?-le preguntó.

-Yo…sí…bueno, no lo sé-contestó-. ¿Dónde está el doctor García?

-¿El doctor García? No hay ningún doctor García. Está usted conmigo. Soy el doctor de Miguel. Está algo mareada, ¿verdad? Es lógico, la sesión ha sido larga. Tome un vaso de licor.

Beatriz le miró sin comprender. ¿Desde cuándo los médicos daban de beber a los pacientes?

-Pero…no es posible, yo esta mañana he entrado a la consulta del doctor García, tiene que haber una confusión.

El médico le dedicó una sonrisa que para él debía ser tranquilizadora pero que a Beatriz no hizo más que irritarla.

-No se preocupe, todo va bien-dijo, asintiendo lentamente con la cabeza.- Ya verá cómo en unos pocos minutos se encuentra mejor. Su marido la está esperando afuera, pero si lo prefiere puede esperar aquí hasta que se reponga.

Beatriz pegó un respingo. O ese hombre estaba loco, o le estaban gastando una broma muy pesada.

-¿Cómo dice? ¡Pero si yo no tengo marido! Exijo que me aclare inmediatamente qué está sucediendo.

El médico frunció el ceño, contrariado.

-Me parece que algo ha salido mal. No se preocupe, Rosalía, volveré a dormirla y con esto probablemente recuperará la conciencia.

-¿Qué? ¡Yo no me llamo Rosalía! ¡Usted está loco! Me voy de aquí inmediatamente.

Y con estas palabras, Beatriz se puso en pie y se giró para coger el bolso. Fue entonces cuando se miró por primera vez.
Ya no llevaba la ropa con la que había salido de su casa esta mañana. Sus vaqueros y el jersey negro se habían convertido en un vestido amplísimo, de manga larga y con unas hombreras. Y hasta le habían cambiado el peinado: ahora llevaba el pelo recogido en un moño.

-¿Qué…qué está sucediendo?-preguntó, aterrada.

-Rosalía, ¿quién cree que es y en qué año cree que estamos?

-Yo…no me llamo Rosalía, me llamo Beatriz Silvera. Y estamos en el 2015, vaya pregunta-pero sentía cómo la seguridad que quería aparentar la iba abandonando, como si un hueco se estuviese abriendo a sus pies.

El doctor de Miguel la miró con seriedad.

-Estamos en 1898, Rosalía. Su marido la ha traído a mí para que la hipnotice. Dice que tiene fuertes pesadillas que luego no consigue recordar.

-¡No es posible! Ayer mismo el doctor García me confirmó la cita por mail, se lo puedo enseñar en mi móvil- pero aunque Beatriz miró frenética a su alrededor su bolso y todas sus cosas habían desparecido.

-¿Qué quiere decir con que tiene un móvil? ¿Y qué es eso del meil? La cita la concertó su marido en persona hace dos semanas- el doctor de Miguel miró hacia abajo, nervioso-. No entiendo qué ha fallado-murmuró para sí.

Beatriz, nerviosa, caminó rápidamente hacia el ventanal. Y entonces lo vio. O mejor dicho, no lo vio.

Delante del edificio no había asfalto, ni coches, ni luces de neón. Pasaban unos carruajes tirados por caballos. Y los paseantes tenían el mismo atuendo que ella y el doctor de Miguel.

-¡Dios mío!-gritó-. Sí que estamos en 1898.

-¿Ahora lo recuerda todo, Rosalía?-dijo el doctor, súbitamente animado.

-No, sigo siendo Beatriz-le contestó, enfadada-. Pero creo que con la hipnosis, de alguna forma que no consigo entender, mi conciencia ha viajado en el tiempo. Y si es así…

-¿Sí?

-Probablemente la verdadera Rosalía se haya despertado en el 2015, y esté incluso más desesperada que yo. Doctor-dijo, resuelta-: tiene que volver a hipnotizarme para que pueda volver a mi época.

El doctor asintió, aliviado de poder dar fin a la discusión.

-Será sencillo. Túmbese en el diván y mire cómo se mueve la esfera de mi reloj. Se mueve…cada vez…más lentamente…y siente…cómo…se está…durmiendo…

-…tres…dos…uno. Despierta.

Beatriz abrió los ojos, aturdida. Súbitamente lo recordó todo y miró inquieta a su alrededor. Le bastó con ver al robot que se aproximaba hacia ella para darse cuenta de que había cometido un error.

Comentarios (25):

Maureen

28/04/2015 a las 17:14

Qué intriga, no entender qué está pasando con Beatriz. Y ese final… me ha dado un escalofrío. Muy bueno.

Demetrio Vert

28/04/2015 a las 19:38

Hola Peter. Buena historia. Muchos giros buenos y mejor desnlace.
Enhorabuena.

Cesar A. Martin

28/04/2015 a las 22:09

Hola Peter, una historia inquietante. Me ha gustado mucho el planteamiento y el ritmo que le das. Describes muy bien las situaciones por eso hay algunas frases aclaratorias que para mi son prescindibles.
Un saludo.

Job Peró

28/04/2015 a las 23:29

Hola, Peter. Gracias por tu comentario en mi relato. El tuyo da para mucho más de 750 palabras! Muy buen ritmo. Quizás, como dice César, sobren algunas frases. Y según de dónde seas, hay diálogos que se podrían pulir, pero me ha gustado mucho. Felicidades.

Diego Manresa Bilbao

28/04/2015 a las 23:42

Hola Peter,
Muy buen relato, pero estoy de acuerdo con Cesar, la frase “pues si que estamos en 1898” sobra por ejemplo…
El resto, una maravilla!!!!
Nos leemos!

Denise

29/04/2015 a las 00:36

Muy bueno; el giro final es hasta divertido (para nosotr@s, no para Beatriz :P). En general, bien narrado.

Saludos!

Aldo Brov

29/04/2015 a las 15:07

Que buen viaje nos diste. Me gusto la idea, tal vez fue algo apresurado como ella enseguida comprende que su conciencia viajo en el tiempo. Tal vez el relato requiere mas desarrollo demostrando su desconcierto. Si me gusto el final, que haya ido a parar al futuro.
De todas formas, me gusto como lo narraste y las imagenes que generaste, se lee muy agil y te engancha.

Felicitaciones

Pato Menudencio

29/04/2015 a las 22:17

Buen relato, con un ritmo bastante ágil. Me gustaría que hicieras una versión más larga. Espero que sea así, porque tu historia da para algo mucho más largo.
Quedé intrigado con el robot del final.

Felicitaciones.

José Torma

29/04/2015 a las 23:35

Sr. Walley!

Que pedazo de relato nos has regalado, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando y las posibles ramificaciones… me volaste la cabeza.

No le encuentro nada que decir mas que lo ya dicho, incoherente y todo jaja

Un abrazo y felicidades.

Jose M Quintero

29/04/2015 a las 23:42

Hola Peter.
Me gustó mucho tu relato, estoy de acuerdo con Pato sobre hacer algo más largo, lo único que puedo pensar en este momento es que si Beatriz se sintió preocupada por estar en 1898 como estara Rosalía en el 2015 con todos esos cambios por la tecnologia.
Sobre las frases que sobran no es nada que no se pueda arreglar.
Por lo demas felicitaciones 🙂
Saludos.

Zory

30/04/2015 a las 01:34

Me gusto bastante tu relato, me recordó un poco a la película Gothika.
Saludos!

Rubia Alubia (aka A. Losa)

30/04/2015 a las 10:49

Empecé el relato y ya andaba yo buscando la parte Scy-fi del tema. Lástima que el límite sea de 750 palabras, porque este texto necesita mucho más, pero que mucho más espacio. Aún así las pinceladas nos hacen intuir el cuadro y eso es muy difícil de hacer.
Yo le daría un repaso a las comas, creo que faltan algunas en “pero aunque Beatriz miró frenética a su alrededor su bolso y todas sus cosas habían desparecido. ” y repasaría esta frase “Tenía unos ojos oscuros, que la miraban con lo que Beatriz no supo interpretar como emoción o inquietud”. Se entiende lo que quieres decir pero no me remata del todo, quizá con un “si” entre “interpretar” y “como” lo arregle.
Pero, en general, es un gran trabajo. Espero que desarrolles esto para pintar el cuadro completo.

Adella Brac

30/04/2015 a las 13:23

¡Una idea genial! Me ha parecido un relato redondo. Beatriz podría pasarse años así, viajando de consulta en consulta a través de tiempo, pero creo que la duración del relato es perfecta tal y como está 🙂
¡Buen trabajo!

Servio Flores

30/04/2015 a las 14:37

Genial, un realato completo, como siempre.
Felicidades Peter!

lunaclara

30/04/2015 a las 14:38

Uy,Peter, q buena historia! Es super entretenida e intrigante. Creo q deberías explotarla y aclararnos algo de ese final, que nos deja a todos con la miel en los labios.
Felicidades!

Roger/NHICAP

30/04/2015 a las 17:39

Hola Peter,
Buen relato, tal como desarrollas la historia partes de una situación con tintes algo cómicos y diriges al lector hacia el terreno de la intriga para desconcertarlo con ese buen final. Bien hecho Peter.
Una sugerencia, revisa la pintuación y guiones ( usa el largo) en diálogos.
Un abrazo

Leosinpirsa

01/05/2015 a las 09:34

Hola, buen desarrollo, te deja atrapado hasta el final desconcertante. Es una buena historia, enhorabuena.

Carla

01/05/2015 a las 17:03

Hola Peter,
Soy una de las que comentó tu texto, y como ya te dije me encantó. Disfruté mucho leyéndote

Peter Walley

01/05/2015 a las 18:50

Hola,

Gracias a todos por los comentarios. Me apunto lo de los guiones, y sí que es verdad que algunos diálogos no acaban de estar del todo pulidos. A mí sinceramente me ha gustado la idea pero la ejecución no me ha convencido del todo, con vuestros consejos creo que quedaré mucho más redondo.

Saludos, nos leemos.

marazul

01/05/2015 a las 22:22

Hola Peter, he leído tu relato todo seguido y como una posesa. Me enganchó de verdad….quería saber qué estaba pasando.
¿Me dejas que te haga una observación? como al principio nos dices que la chica se llama Beatriz ya tenemos la certeza de que ella es la que dice ser. No saber el nombre le daría aún más intriga (por lo menos al principio) Bueno, es una opinión mía que me atrevo a sugerir. La verdad es que está genial. Es un relato redondo como dicen otros compañeros.
¡Felicidades Peter!

ILLARGUIA

02/05/2015 a las 14:38

Algo se está torciendo, Peter, en esos mundos paralelos que dibujas en pinceladas sueltas, te has dejado la puerta abierta, y ahora… No, no, ciérrala, que no entren más, ¡Malditos bichos!
Un abrazo.

Ryan Infield Ralkins

02/05/2015 a las 19:46

Pues me parece un relato de ritmo muy rapido, facil de entender y eso si, bien ambientado, lleno de suspenso e intriga, una historia bien narrada y totalmente digna de ser leida. Ya quiero saber que pasara con beatriz, si es que habra continuacion pues como ya te dijeron, da para mas.
Felicitaciones y saludos.

Emmeline Punkhurst

02/05/2015 a las 20:10

Hola Peter:
Me ha dicho un “pajarito” que no estabas plenamente satisfecho con tu relato. Te diré, sin embargo, que has creado una historia muy interesante, con un inicio muy original que despierta la curiosidad del lector y con un final un tanto terrorífico.
¡Felicidades!

Iracunda Smith

04/05/2015 a las 21:08

¡Súper original Peter!
Sólo una pregunta: ¿robot asesino o robot aspiradora?
Ambos pueden dar bastante miedo, pero por concretar 😛
Un abrazo, ¡nos leemos!

Osvaldo Mario Vela Sáenz

11/05/2015 a las 21:45

Peter, conmigo te fuiste de pesca. Me atrapaste desde el principio y nunca solté el anzuelo. Te felicito. Un relato muy bien llevado. te leere.

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