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La Maldicióm - por María Verónica
Martes, 18 de marzo.
Me encuentro en una época de mi vida en la que varias horas del día las ocupo reflexionando y pensando muchas cosas. Si estoy conforme con mi trabajo, si me imagino en un futuro dedicándome a lo mismo, si voy a formar una familia. Se que no tengo que pensar tanto en mi porvenir, pero no lo puedo evitar. Trato de vivir el presente de la mejor manera, trato de disfrutar de las pequeñas cosas. Reuniones con amigos, salidas, la sensación de libertad que me provoca el viento cuando roza mi cara.
Se que parece contradictorio lo que estoy diciendo, pero es difícil lograr un equilibrio entre vivir el día a día y tratar de no pensar demasiado lo que voy a hacer en una semana, un mes o dos años. Soy consciente de no ser la única a la que le pasa esto. Todos tenemos esos pensamientos y balances personales sobre lo que logramos hasta ahora.
Por suerte existen diferentes maneras para desenchufar la cabeza un rato. Yo escucho a mi banda de música favorita con los ojos cerrados y tirada en la cama. No falla nunca.
La música siempre genera diferentes emociones, estas sensaciones dependen del momento y lugar donde la escuchemos. Aparte de dejar descansar mi mente por un rato, también me sirve para esas ocasiones en las que me pongo nostálgica y los recuerdos de mi infancia me invaden. Los más felices y los más tristes. En una semana mi madre cumpliría cincuenta años y todos estos planteos que comparto creo que tienen que ver con eso, ¿No?
Martes, 25 de marzo.
Para recordarla miro los álbumes de fotos, escucho su canción favorita: “Parole, Parole” de Mina Mazzini. No hace falta decir que la extraño mucho, pero ya no me encuentro tan triste. Prefiero sonreír por los buenos recuerdos.
Mientras guardo uno de los álbumes, una foto se cae al piso. La agarro y observo que en la parte blanca hay algo escrito y leo: “¿Qué momento especial te gustaría revivir por unos instantes?
Me siento mareada, todo da vueltas y solo puedo ver humo de colores. Logro recomponerme y abro bien los ojos. Reconozco esta casa, este sillón. No busco explicaciones para lo que está sucediendo. Es un día otoñal. Está lloviznando. Escucho su voz inconfundible que llega desde la cocina, la veo y me dice: – Ya están cocinados los brownies, hija. Se acerca con una bandeja y tazas de té. Mamá se sienta a mi lado y me sonríe. Prende la televisión, y sintoniza el canal donde pasan nuestra novela favorita: “La Maldición”.
Comentarios (5):
Dante
29/04/2015 a las 00:53
Me ha tocado analizar y comentar tu texto. Me gustó mucho y me atraparon algunos recursos muy interesantes que usaste. Sobre todo, el de la evocación de sensaciones a través de la música.
Te felicito por el relato, muy claro en su forma y muy rico en el contenido.
Esta es la primera vez que participo en el taller y la verdad, he disfrutado escribiendo el relato y también que se me haya encomendado realizar apreciaciones sobre uno que posee una trama interesante y agradable y es muy sólido desde el punto de vista de la forma y el contenido.
Nos leemos!
María Verónica
29/04/2015 a las 19:38
Hola Dante! Que bueno que lo comentas ya que quería agradecerte por tu comentario y tomarte el trabajo de analizarlo de esa manera y con tantos detalles. Me alegra mucho que te haya gustado el texto, me encantaría poder leer el tuyo. Lo voy a buscar en la lista de recopilaciones.
Aclaro que el título del texto obviamente es La Maldición, pero se ve que lo escribí con una m final en el formulario y no me di cuenta.
Saludos.
Dante
29/04/2015 a las 23:16
Hola María Verónica! No te preocupes por la m que se deslizó: es un error de tipeo que se convirtió en un afortunado acierto (pues facilita la localización de tu relato). En cuanto a mi relato, si te gustaría leerlo y no lo has localizado todavía, es el N° 86.
Saludos.
Zory
30/04/2015 a las 00:50
Me gusto muchísimo tu relato y me siento identificada con el… Así soy Yo la mayor parte del tiempo.
Felicidades!
beba
15/05/2015 a las 01:10
Hola, María Verónica:
Tu cuento es muy sentimental y original. La construcción, el juego pasado- presente,crea un clima de nostalgia y sorpresa muy bello.
Está perfectamente escrito, con buen manejo gramatical.
Un saludo. Felicidades.